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El gran dios Pan



El gran dios Pan es una novela escrita por Arthur Machen.

Cuando se publicó en 1894, la prensa consideró que era una obra degenerada y repulsiva por su estilo decadente y contenido sexual. Pese a todo, la obra fue considerada un clásico del género de horror. Como otras historias de la época, se inspira en el dios griego Pan, símbolo del poder de la naturaleza y el paganismo. Sin embargo, Juan Ramón Vélez en el artículo “El Dios Pan en la literatura de entre siglos”, esta divinidad aparece como reflejo de “fuerzas naturales desatadas y destructivas ante las que el hombre debe resguardarse si no quiere exponerse a la destrucción mental o física (o a ambas)”.[1]

El título se inspiró probablemente en el poema “A musical Instrument”, publicado en 1862 por Elizabeth Barrett Browing. La primera línea de cada estrofa termina justamente en “ the great god Pan”.

Una descripción más clara del tipo de terror presente en la novela es que éste , “debe habitar en el secreto lugar de la vida, manifestado en carne humana”.[2]

La novela consta de ocho capítulos y todos ellos parecen independientes entre sí, pero al final los personajes que aparecen a lo largo de todas las historias terminan relacionados los unos con los otros.

Existen dos mundos: la materia y el espíritu. Clarke atestigua el extraño experimento realizado por el Dr. Raymond, quien busca comprobar que se puede ver al dios Pan, alejando todas las cosas materiales que son solo sueños y sombras. Mary, una joven de diecisiete años, participa voluntariamente en la prueba. El resultado es exitoso, pues a pesar de que Mary queda “idiota”, el dios Pan es revelado.

Clark decide presenciar el experimento del Dr. Raymond a causa de su interés por los elementos esotéricos de la naturaleza humana y su viva creencia en la fantasía. Tiempo después revisa el libro Memorias para probar la existencia del diablo, una compilación de anécdotas contadas por el Dr. Phillips (amigo de Clarke), entre las que destaca la de Helen V., una niña que asesina a su amiga Rachel M. y al niño Trevor W., le infunde debilidad de intelecto. Al final del relato, Helen V. desaparece.

Al salir de un restaurante, Villiers encuentra a su viejo amigo Herbert, quien pide limosna. Este último le confiesa que Helen, su esposa, pervirtió su alma. Al día siguiente, Villiers conversa con su amigo Austin y le pregunta si conoce a alguien llamado Herbert. “¿Entonces no oíste acerca del caso de Paul Street?”, le responde. Y añade que en esa calle un hombre murió a causa del miedo, de un espantoso horror, frente a la casa de la familia Herbert.

Cabos sueltos unen. Clarke y Villiers son amigos. El segundo visita la casa abandonada de Paul Street y encuentra ahí el retrato de Helen Vaughan, esposa de Herbert. La alteración que le causa su estancia en ese lugar se traduce, de acuerdo a un diagnóstico médico, en nerviosismo y agotamiento. Debido a ello le pide a su amigo consejo tras contarle los pormenores de su visita y mostrarle el retrato. Al verlo, Clarke reconoce a Mary, la joven voluntaria del experimento del Dr. Raymond. Más tarde, Villiers se entera por el periódico de la muerte de Herbert.

En una carta, Clarke le pide a Villiers que abandone su obsesivo interés por Herbert. El destinatario de la misiva se reúne con Austin y le muestra el libro de un amigo en común, el pintor Meyrick, donde en la última página aparece el retrato de una mujer: la señora Herbert.

Una serie de suicidios ocurren en West End, entre ellos el de Lord Argentine y el señor Sydney Crashaw. Austin y Villiers leen sobre la muerte del último, pero el segundo se percata de un error en el informe acerca del lugar donde fue visto por última vez el finado, pues él lo vio salir de casa de la señora Beaumont la madrugada del día de su muerte y no donde afirmaba el periódico.

Las dudas de Villiers sobre los motivos de la muerte del señor Crashaw y el involucramiento de la señora Beaumont, se incrementan, por lo que decide seguirla. Descubre que ella cambia constantemente su nombre y es, en realidad la esposa de Herbert.

Al final se revelan las múltiples identidades de Helen y su relación con los personajes del resto de la novela.



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