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El hombre muerto



¿Dónde nació El hombre muerto?

El hombre muerto nació en Argentina.


El hombre muerto es un cuento escrito por el escritor Horacio Quiroga y publicado por primera vez el 27 de junio de 1928 en el diario porteño La Nación [1]​.En la cual se ve reflejada la lucha de un hombre por conservar la vida. [2]

El cuento trata sobre la agónica muerte de un hombre. Comienza con el hombre el cual terminaba de limpiar la calle del bananal con un machete. Satisfecho decidió descansar un rato, cruzó el alambrado y accidentalmente su pie izquierdo se resbaló sobre una cáscara, soltando el machete durante el incidente. Mientras caía, el hombre no veía por ningún lado el machete, estando tendido en el pasto, el hombre había caído como hubiera querido caer, de rodillas, intentó moverse, pero fue en vano, de reojo, pudo observar tras el antebrazo, por debajo del cinto, que surgía la empuñadura y la mitad de la hoja del machete, pero el resto no se veía.[3]​Luego de lo sucedido, el hombre toma pleno conocimiento de lo que es su realidad y los resultados impredecibles e irónicos del destino.[4]

La estructura de la obra es una lógica, en la que se ve representado un conflicto que se desarrolla hasta llegar a un punto importante de la obra. El cual inicia con un accidente del cual no logró conseguir ayuda y muere agonizando, su familia estando cerca del acto no logró llegar a tiempo para poder ayudarlo.

Representando al hombre como una persona trabajadora, también se trata de la lucha por permanecer con vida, frente a una situación de mucho dolor y que preservar la vida es lo más importante.

El relato de Horacio Quiroga sigue las características del resto de sus cuentos. Presenta un fuerte regionalismo que vemos no solo en la ambientación física de la historia, tratándose de la vida de un hombre. Dentro de este regionalismo también podemos apreciar que el cuento tiene lugar en un bananal.[5]

El espacio es donde se desarrolla el cuento, en este caso el bananal es donde suceden los acontecimientos.[6]​ Se puede identificar dos tipos de tiempos:

Ejemplo: «No han pasado dos segundos: el sol está exactamente a la misma altura; las sombras no han avanzado un milímetro.»

El hombre es el protagonista principal del cuento. El caballo, su familia y el muchacho que pasa a caballo todos los días. Estos personajes se presentan sin características físicas.[8]



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