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El retorno del Rey



El retorno del Rey (titulado originalmente en inglés: The Return of the King) es el tercer volumen de la novela de fantasía heroica El Señor de los Anillos, del escritor británico J. R. R. Tolkien. Las dos torres es el volumen inmediatamente anterior a este volumen, y el primero de la serie es La Comunidad del Anillo. La versión original en inglés fue publicada en 1955; y su traducción al español fue llevada a cabo por Matilde Horne[2]​ y Luis Domènech[3][4]​ para Ediciones Minotauro[5]​ y finalmente publicada en noviembre de 1980.[6]

Tolkien concibió El Señor de los Anillos en un único volumen que comprendía seis "libros" más los apéndices. El editor original dividió la obra en tres distintos volúmenes, la publicación de los libros V y VI junto con los anexos se publicaron juntos bajo el título "El retorno del rey". Tolkien sentía que el título elegido revelaba demasiado de la historia, e indicó que preferiría publicar el libro bajo el título de "La Guerra del Anillo".[7]​ El título propuesto por Tolkien para el Libro V fue la "Guerra del Anillo"[7]​ y para el Libro VI fue "El final de la Tercera Edad".[7]​ Estos títulos fueron finalmente utilizados en la edición del Milenio.[8]​ La traducción de Minotauro vio finalmente la luz en abril de 1980.[9]

Gandalf y Pippin llegan a la ciudad de Minas Tirith en el reino de Gondor, y le notifican a Denethor, Señor y Senescal de Gondor, la muerte de su primogénito, pero el ya estaba enterado, además le advierten que el ataque del Enemigo sobre su ciudad es inminente, Pippin entra al servicio del Senescal pues siente que está en deuda con Boromir, quien murió luchando contra numerosos Uruk-hai en Amon Hen intentando salvar a los Hobbits. Ahora vestido con el uniforme de la guardia de la torre, Pippin mira la vicisitudes de la guerra desarrollarse, mientras que Denethor cae en la locura cuando los ejércitos de Mordor se acercan cada vez más y más a la capital de Gondor, Minas Tirith. Faramir, hermano menor de Boromir, regresa de su campaña con los restos destrozados de su compañía y pronto ordena aguantar y continuar con la desesperada defensa de Osgiliath contra una horda de orcos. La defensa de Osgiliath es rápidamente superada y la ciudad en ruinas es invadida, Faramir el cual se encuentra gravemente herido e inconsciente es llevado de vuelta a Denethor. Su pueblo esta aparentemente condenado y su único hijo sobreviviente parece haber muerto, Denethor ordena construir una pira funeraria para inmolar tanto a él como a su hijo moribundo. Minas Tirith es entonces cercada y sitiada por los ejércitos de Mordor.

Mientras tanto, en Rohan, Théoden y sus Rohirrim se están recuperando de la Batalla de Cuernavilla, en la que los rohirrim lucharon y derrotaron a las fuerzas de Saruman a un alto costo. Aragorn, confronta a Sauron a través del Palantír de Isengard y luego emprende la búsqueda del ejército perdido de los muertos vivientes que habitan en los Senderos de los Muertos, un camino maldito para los hombres, en el que habitan los espíritus malditos que antaño prometieron a Elendil luchar contra el Señor oscuro pero al ver su poder se acobardaron y Elendil les maldijo para que no encontraran en descanso entero hasta que cumplieran su palabra. Aragorn ayudado por sus compañeros, Legolas y Gimli, así como una compañía de Dúnedain del norte (la "Compañía Gris"), se disponen a cruzar el sendero de los muertos y reclutar el ejército de los muertos a su causa. Como Aragorn parte a su misión aparentemente imposible, el rey Théoden reúne a los Rohirrim para acudir en ayuda de Gondor. Merry, deseoso de ir a la guerra con sus aliados es rechazado por el Rey Théoden. Finalmente Dernhelm, un misterioso Rohirrim, carga a Merry en su caballo y a escondidas emprenden el camino con el resto de los Rohirrim.

Los ejércitos de Mordor, guiados por el terrible Rey Brujo de Angmar, logran romper las puertas de Minas Tirith, pero a su vez son aplastados por la caballería recién llegada de Rohan. A la batalla se une también una flota de navíos negros con velas negras. Las fuerzas de Mordor inicialmente se regocijan en su llegada, pues esto significaba el arribo de los Corsarios de Umbar que venían de la derrotada (eso creían ellos) Belfalas, pero fue grande la sorpresa para las tropas de Mordor y el alivio para Éomer quien se batía en duelo con lo último de su compañía sobre una colina, cuando en los barcos se observaron que ondeaba la bandera del Rey y no la de los corsarios. De estos barcos desembarcaron Aragorn, Gimli y Legolas junto con la "Compañía Gris" y un ejército formado por las personas que habían sido esclavizadas por los corsarios y que ahora se unían a la batalla. En la batalla (que luego seria conocida como la Batalla de los Campos del Pelennor) es muerto el Rey Brujo por Dernhelm con un poco de ayuda de Merry, quien se reveló que era Éowyn, la sobrina del rey Théoden y hermana de Éomer. De esta manera el sitio a Minas Tirith es roto, pero al alto precio: muchos guerreros de Gondor y Rohan mueren, entre ellos el rey Théoden. Denethor, ya totalmente fuera de si, se inmola en la pira funeraria, pero Gandalf, Pippin y Beregond logran salvar a Faramir del mismo destino que su padre, más tarde, Faramir seria curado por Aragorn con ayuda de las Athelas. Faramir permanecería por un tiempo en la casa de curación de la ciudad donde conocería a la dama de Rohan, Éowyn, y se enamorarían.

Sabiendo que era solo cuestión de tiempo antes de que Sauron reconstruyera sus fuerzas para otro ataque, Gandalf y Aragorn junto con otros "capitanes del oeste" como Imrahil o el mismo Éomer, deciden retar a los ejércitos de Mordor con un asalto a las Puertas Negras, proporcionando una distracción para que Frodo y Sam pudieran tener una oportunidad de alcanzar el Monte del Destino y destruir el Anillo Único sin ser vistos por el ojo de Sauron. Gandalf y Aragorn dirigen el ejército hacia las Puertas Negras de Mordor y sitian al ejército de Sauron. La batalla comienza y el cuerpo de un troll muerto cae sobre Pippin, y este pierde la conciencia mientras alguien grita "¡Llegan las Águilas! ¡Llegan las Águilas!, lo que hace que por un momento Pippin recuerde la historia de Bilbo. El libro termina así, con el ejército de los capitanes del oeste siendo superado por el ejército de Mordor en las Puertas Negras.

Sam, que ahora lleva el Anillo Único en el lugar de Frodo, ya que este fue paralizado por el veneno de Ella-Laraña y Sam creyó que había muerto por lo que le retiró el Anillo, pero al darse cuenta de que permanecía con vida decidió rescatarlo; es así como logra llegar y subir a la cima de la Torre de Cirith Ungol y rescatar a su amo de la tortura y la muerte. Los dos recorren juntos las estériles tierras de Mordor pero después de algunas jornadas son encontrados por una compañía de orcos, pero los hobbits al estar vestidos con armaduras de Mordor son confundidos por orcos rezagados y obligados a marchar junto con la compañía pero más tarde logran escapar.

El plan de Gandalf para distraer a Sauron da resultado: Mordor es vaciado de casi todos los orcos que quedaban ya que han sido convocados para defender la tierra contra el asalto del ejército dirigido por Gandalf y Aragorn. Frodo y Sam, después de un agotador y peligroso viaje, finalmente llegan a su destino final: la Grieta del Destino. Frodo está a punto de lanzar el Anillo en el Monte del Destino cuando sucumbe ante su poder, negándose a destruirlo y reclamándolo para sí. Frodo se coloca el Anillo en el dedo pero justo en ese momento, Gollum, que había estado siguiendo la pareja, ataca a Frodo y le arranca el dedo de un mordisco. Gollum se regodea de haber recuperado el Anillo, pero pierde el equilibrio y cae en la lava ardiente con el Anillo, que finalmente es fundido en los mismos fuegos donde se forjó. Este es destruido, liberando a la Tierra Media del poder de Sauron, quien pierde todo su poder y desaparece de la tierra media. Frodo y Sam son rescatados por las grandes águilas, que les llevan desde el Monte del Destino, que ha erupcionado de manera colosal debido a la destrucción del anillo. Tras la derrota de Sauron, sus ejércitos huyen de las Morannon. A los hombres que estaban luchando por la causa de Sauron pero que se rinden son perdonados y se les permite regresar a sus tierras en paz. La Torre Oscura es destruida, puesto que sus cimientos fueron creados por el poder del Anillo.

Aragorn es coronado Rey de Gondor fuera de las murallas de Minas Tirith, durante la celebración los cuatro Hobbits son honrados por su contribución a la Guerra del Anillo. Una vez Rey, Aragorn se casa con Arwen, la hija del medio elfo Elrond, Faramir, ahora curado, es nombrado príncipe de Ithilien y Senescal de Gondor. Después de una serie de despedidas, los Hobbits regresan a la Comarca (Tierra Media) para encontrar que todo está muy cambiado, sus habitantes están oprimidos por Lotho Sacovilla-Bolsón (normalmente se llama "El Jefe" o "El Jefe"), que es en realidad controlado por una figura misteriosa llamada "Zarquino".

Zarquino ha tomado el control completo de la Comarca mediante hombres corruptos y comienza la tala de árboles en un programa para industrializar la Comarca (que en realidad no produce otra cosa que la destrucción y la miseria de la gente del lugar). Merry, Pippin, Frodo y Sam hacen planes para arreglar las cosas. Lideran la sublevación de los Hobbits y salen victoriosos en la Batalla de Delagua la cual logra liberar a la Comarca del dominio de los hombres de Zarquino. Los cuatro hobbits se reúnen en Bolsón Cerrado con el hombre que se hace llamar Zarquino, quien se revela como Saruman el mago y su sirviente Grima. Afectado por la derrota, Saruman abusa y humilla a Grima, quien termina por degollar a su amo y huir, pero los arqueros hobbits disparan contra el matándolo en el acto.

Con el tiempo la Comarca se recupera, en gran parte por el incansable trabajo de Sam y el "Regalo de la Dama ". Los muchos árboles que los hombres de Saruman cortaron se vuelven a plantar, los edificios se reconstruyeron y la paz se restaura. Sam se casa con Rosita Coto, de quien había estado enamorado desde hace algún tiempo y con quien tiene una hija llamada Elanor. Frodo, sin embargo, no puede escapar del dolor de sus heridas, tras haber sido apuñalado por el Rey Brujo y envenenado por Ella-Laraña. por lo que más tarde deberá dejar la Comarca para partir hacia las Tierras imperecederas más allá del mar, parte junto con Gandalf, Bilbo, Galadriel, Elrond y otros elfos desde los Puertos Grises para jamás volver a la tierra media, Sam le acompaña en su viaje hasta los puertos y justo en el momento de la partida llegan Pippin y Merry, los cuales acompañarían a Sam en el camino de vuelta para luego dirigirse cada uno a sus hogares, Sam es nombrado como el único heredero de las posesiones de Frodo y al llegar a su casa en Hobbiton pronuncia las últimas palabras del libro: "Bueno, estoy de vuelta".



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