Se llama espectro político al ordenamiento visual de grupos u organizaciones políticas de acuerdo con ciertos ejes conceptuales. Este tipo de ordenamiento está condicionado por las situaciones históricas, sociales y el sistema de partidos de una sociedad. Existen varios tipos de espectros políticos, según el eje conceptual que se adopte. Uno de los más conocidos es el eje izquierda-derecha. Otra variante es seguir el eje dependencia-soberanía nacional, sobre todo en términos económicos, según los mayores o menores grados de autonomía propuestos para los estados nacionales. Otras variantes siguen ejes como conservación-cambio, el grado de seguimiento de las expectativas populares (relacionado con los conceptos de populismo y gobernabilidad) o la ubicación con respecto a determinados principios religiosos. Originalmente la ciencia política europea consideró un espectro político unidimensional, a partir del eje exclusivo izquierda-derecha. Modernamente muchos países, regiones y organizaciones han mostrado espectros políticos más complejos, que toman en cuenta varios ejes y dimensiones, que no pueden ser encasillados en un solo punto de ninguno de los espectros políticos.
El punto de partida para determinar el espectro político es asumir que las opiniones de los ciudadanos sobre diferentes asuntos muestran una correlación notable, o que hay un asunto esencial que subsume o domina los demás. Para que exista un espectro político debe existir una gama de valores y creencias. Los sistemas políticos en los que la mayor parte de la población queda claramente dentro de un grupo u otro, sin nadie entre medio, como en la mayor parte de los conflictos de tipo nacionalista, no se pueden describir bien por medio de un espectro político. Originalmente el espectro político se consideró como unidimensional (izquierda-derecha), y de hecho en muchos países el principal eje de variación se alinea con las diferencias típicas entre izquierda política y derecha política. Sin embargo, en muchos países y regiones el espectro político puede ser bidimensional o tridimensional, ya que pueden existir otras cuestiones altamente independientes del alineamiento derecho-izquierda que configuran las preferencias políticas:
En el mundo occidental el espectro político se describe habitualmente a lo largo de una línea que va de derecha a izquierda. Este espectro político tradicional está definido a lo largo de un eje con el conservadurismo y la teocracia (“la derecha”) en un extremo y el socialismo y el comunismo (“la izquierda”) al otro (el fascismo depende de las interpretaciones del eje derecha-izquierda, véase más adelante). En Norteamérica y Europa, el término liberal se refiere a una amplia gama de posiciones políticas, a menudo consideradas divergentes entre los Estados Unidos y el resto del mundo. Esto es porque el término "liberal" en Estados Unidos no hace referencia al liberalismo sino a la izquierda. El término usado para referirse a lo relacionado con liberalismo en Estados Unidos es "libertario".
El sociólogo Robert M. MacIver anotó en The Web of Government (1947), traducción del inglés:
Existen diversas opiniones sobre qué es lo que se mide realmente a lo largo de este eje:
Las nociones de "derecha" e "izquierda" políticas tienen su origen en el parlamentarismo europeo, puntualmente, luego de la Revolución francesa en la Asamblea Nacional Constituyente, donde las distintas facciones o tendencias políticas se distribuían en el recinto según su ideología. Como se ve desde el asiento del Presidente en el frente de la Asamblea, la aristocracia se sentaba a la derecha (tradicionalmente el asiento de honor) y los plebeyos se sentaban a la izquierda, de ahí los términos derecha política e izquierda política.
Originalmente, el punto definitorio en el espectro ideológico era el Ancien Régime ("antiguo orden"). Así pues, la "derecha" implicaba el apoyo a los intereses aristocráticos o reales y la iglesia, mientras que la "izquierda" implicaba el apoyo al republicanismo, el secularismo y las libertades civiles.
Hay quienes creen que no es obvio que tantos y tan variados aspectos estén relacionados. Dicen que es muy confuso hablar de derecha e izquierda sin indicar exactamente a lo que uno se refiere. Creen que el problema está en establecer un contexto, definiendo los ejes sobre los que se graduaran las diferentes posiciones.
Sin embargo, el uso del espectro derecha-izquierda es tan habitual que se asume como algo natural. A los estudiosos les cuesta crear conceptos que sirvan de alternativa al mismo. A pesar de esa dificultad, existen numerosas alternativas, desarrolladas por pensadores que creen que sus ideas no están correctamente representadas en el tradicional espectro derecha-izquierda. Quizá la alternativa más simple al espectro derecha-izquierda fue diseñada en los Estados Unidos como arma retórica durante la Guerra Fría. Se trataba de un círculo en el que los extremos del espectro político se unían, convirtiendo en iguales al “socialismo de Estado extremo” (el Partido Comunista) y el “conservadurismo extremo” (el Fascismo). Esta vinculación era particularmente útil para aquellos que rechazaban cualquier tipo de acercamiento a la Unión Soviética.
Otro espectro alternativo es el que ofrece el conservador American Federalist Journal, que subraya el grado de control político y, en consecuencia, coloca el totalitarismo (vinculado al populismo) en un extremo y al anarquismo (vinculado a la autonomía individual) en el contrario. Esta publicación utiliza este sistema para mostrar a los demócratas (del Partido Demócrata) y a los Libertarios (en la acepción estadounidense) como cercanos a los dos extremos opuestos. Este sistema no parece muy creíble a la mayoría, ya que las posiciones políticas aludidas son esencialmente moderadas. Otra alternativa ha ganado popularidad recientemente entre los ecologistas. Utiliza un solo eje para medir lo que es bueno para la Tierra en oposición a lo que es bueno para el "mercado". En otras palabras, la ideología ecologista plantea clasificar las actividades humanas si buscan el Productivismo, el crecimiento hasta el agotamiento de los recursos naturales y la destrucción del equilibrio sistémico de los ecosistemas o, por el contrario, se plantean un equilibrio en el Decrecimiento.
En 1998, la autora política Virginia Postrel, en su libro The Future and Its Enemies, ofrecía un espectro sobre un solo eje, que graduaba la propia visión del futuro. En un extremo se encuentran aquellos que temen al futuro y quieren controlarlo, a los que Postrel llama estaticistas (stasists). Por otra parte, tenemos a aquellos que quieren que el futuro se desarrolle naturalmente, sin intentos de planificación ni control y permanencia estática, a los que llama, por su voluntad dinámica, dinamistas (dynamists).
Los modelos de un solo eje están excesivamente simplificados y acaban uniendo propuestas políticas claramente diferenciadas. En particular y como se ha visto antes, existen muchas formas de definir el espectro derecha-izquierda, que no darían lugar a las mismas clasificaciones.
Gran parte de la filosofía política que ha surgido en los últimos dos siglos no encaja en la línea unidimensional derecha-izquierda, en particular el anarquismo y el libertarismo. Se asume que el anarquismo es “de izquierda”, mientras que el liberalismo libertario es “de derecha”. Sin embargo, en el espectro unidimensional, el anarquismo ocupa prácticamente la misma posición que el marxismo. El anarquismo implica el rechazo al gobierno y al control social, mientras que las teorías comunistas pretenden el control social de muchas actividades. En el otro extremo del extremo político, el liberalismo libertario se encuentra en el mismo lugar que el fascismo, o por lo menos que el capitalismo conservador rígidamente autoritario.
Para resolver problemas de incoherencia en algunos espectros, se han planteado varias propuestas para crear sistema de dos ejes, que combine dos modelos de espectro político unidimensional como sus ejes.
La primera persona que diseñó un sistema de dos ejes fue Hans Eysenck en su libro de 1964 "Sense and Nonsense in Psychology". A partir del espectro tradicional “derecha-izquierda”, Eysenck añadió un eje vertical que iba de las tendencias autoritarias (tough-mindedness) a las tendencias democráticas (tender-mindedness). El efecto de este nuevo eje es que aquellos que tienen ideas muy diferentes con respecto a la autoridad, pero tienen las mismas en el eje “derecha-izquierda”, puedan ser distinguidas (gente como Stalin y Noam Chomsky en la izquierda, o Augusto Pinochet y Friedrich Hayek en la derecha).
De modo similar, se puede considerar los asuntos relativos a la propiedad colectiva/privada en el eje horizontal y el espectro desde el control individual de la sociedad al estatal en el eje vertical.
Es de notar que este modelo de dos ejes carece de ciertos matices en cuanto a qué es control. Por ejemplo, se podría querer dividir la cuestión en asuntos de libertades personales y otras. Por ejemplo, hasta el siglo XX los EE. UU. concedieron gran margen de maniobra a sus ciudadanos en lo referente a su seguridad personal (derecho a portar armas), a la vez que regulaba las actividades sexuales incluso entre adultos en privado (ley Comstock, leyes de sodomía). Más aún, no existe un lugar claro en el que ubicar ideologías como el feminismo y el ecologismo. Una tercera o incluso una cuarta dimensión serían necesarias para acomodarlas, lo que convertiría el modelo en algo demasiado complejo como para ser utilizado.
El modelo utilizado por la Brújula Política
es muy similar al gráfico de Eysenck, solo que mide en el eje vertical la libertad social en lugar de la tendencia democrática o autoritaria.Similar al gráfico utilizado por la Brújula Política (the Political Compass) es el gráfico de Nolan, creado por el libertario David Nolan en 1971, con dos ejes (económico y político) perpendiculares entre sí. A menudo se muestra el gráfico rotado 45 grados. Este gráfico muestra lo que él considera “libertad económica” (materias fiscales, comerciales y de libre empresa) en su eje x y lo que él considera "libertad personal" (legalización de drogas, aborto, servicio militar) en el eje y. Esto sitúa a los izquierdistas y socialistas en el cuadrante izquierdo, a los libertarios y anarquistas arriba, a los derechistas y conservadores a la derecha, y a los autoritarios y populistas abajo.
Un cuarto modelo, muy diferente, de dos ejes ha sido creado por Jerry Pournelle. El gráfico de Pournelle muestra la libertad (una dimensión similar a la diagonal del gráfico de Nolan, con aquellos a la izquierda aspirando a la libertad y aquellos a la derecha en busca del control) perpendicular a la creencia en el poder de propia filosofía política de elección (situando arriba a aquellos que creen que todos los males que su ideología pretende combatir desaparecerían si los mismos se instituyeran y debajo a aquellos que están reducidos a un vínculo ciego y celebratorio de su ideología, por el mero hecho de serlo – el comunista que ya no cree que la emancipación llegará, el anarquista que pone bombas por diversión…).
Incluso existen modelos de tres ejes. El Friesian Institute ha sugerido un gráfico de Nolan modificado que combina la libertad económica y la libertad personal con la libertad positiva, creando un cubo. El gráfico de Vosem divide los ejes del de Nolan en dos, economía colectiva (corporate economics) e individual (individual economics), que se combinan con la libertad civil para formar un cubo.
Para que el ecologismo deba ser considerado como ideología política, el activista e investigador ecologista Florent Marcellesi propone el tercer eje «productivismo-antiproductivismo» además de los dos ejes típicos «izquierda-derecha» y «autoritario-libertario» del la clasificación bidimensional conformando así un nuevo sistema tridimensional de la clasificación de ideologías políticas.
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Espectro político (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)