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Exploración europea de Australia



La exploración europea de Australia soportó varias oleadas de exploradores por tierra. Aunque a menudo ligeramente se dice que Australia ha sido descubierto por el teniente de la Royal Navy (luego capitán) James Cook en 1770, él era simplemente uno de los varios exploradores europeos que la avistó y desembarcó en el continente antes del establecimiento de los ingleses, y lo hizo 164 años después del primer encuentro documentado. Y además tampoco la exploración de la Australia finalizó con Cook, ya que exploradores, por tierra y por mar, continuaron reconociendo el continente muchos años después de los primeros asentamientos.

El primer avistamiento y desembarco europeo documentado e indiscutible en Australia fue en marzo de 1606, protagonizado por el navegante holandés Willem Janszoon a bordo del Duyfken.[1][2][3]​ Es posible que Luis Váez de Torres, que trabajaba al servicio de la Corona española, avistara Australia cuando navegó a través del estrecho de Torres, varios meses después, en octubre de 1606.[4]

Se han realizado demandas ocasionales en apoyo de encuentros anteriores, en particular para varias exploraciones portuguesas. Las pruebas presentadas a favor de esta teoría, en particular por Kenneth McIntyre,[5]​ se basan principalmente en la interpretación de las características de los mapas de Dieppe. Sin embargo, esta interpretación no es aceptada por la mayoría de los historiadores.[6]

La exploración más importante de Australia en el siglo XVII fue realizada por los holandeses. La Compañía de las Indias Orientales Neerlandesas negoció intensamente con las islas que ahora forman parte de Indonesia, y, por lo tanto, estaban muy cerca de Australia. A principios de 1606, Willem Janszoon encontró y luego cartografió las costas australianas de la península del Cabo York. La nave desembarcó en el río Pennefather, en el golfo de Carpentaria. Este fue el primer desembarco autenticado de un europeo en suelo australiano. Otros exploradores holandeses que siguieron fueron Dirk Hartog,[7]​ que desembarcó en la costa oeste de Australia, dejando tras de sí un plato de estaño grabado casmania]] —y que él había llamado originalmente la Tierra de Van Diemen, en honor de un alto miembro de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.[8]​ Los mapas de este periodo y de principios del siglo XVIII a menudo han rotulado Australia como «Nueva Holanda» por los relatos de los viajes de los exploradores holandeses.[9][10]

Un capitán holandés de este período, que en realidad no era un explorador, pero que sin embargo merece mencionarse fue Francisco Pelsaert, capitán del barco Batavia, que naufragó frente a las costas de Australia Occidental en 1629.[15]

El mapa de Joan Blaeu de 1659 (a la derecha) muestra un esquema ya claramente reconocible de Australia sobre la base de las exploraciones de los holandeses de la primera mitad del siglo XVII.

A lo largo del siglo XVIII, el conocimiento de la costa de Australia aumentó gradualmente. Exploradores como el inglés William Dampier contribuyeron a su entendimiento, especialmente a través de su publicación, en dos volúmenes, A Voyage to New Holland (1703, 1709) [Un viaje a New Holland (1703, 1709)].

En 1768 el teniente británico James Cook fue enviado desde Inglaterra en una expedición al océano Pacífico para observar el tránsito de Venus desde la isla de Tahití, navegando hacia el oeste en el HMS Endeavour, vía el cabo de Hornos, para llegar allí en 1769. En el viaje de regreso, continuó sus exploraciones del Pacífico Sur, en busca del postulado continente de Terra Australis.

Alcanzó primero Nueva Zelanda, y luego navegaron más hacia el oeste hasta avistar la esquina suroriental del continente australiano el 20 de abril de 1770. Al hacerlo, iba a ser la primera expedición europea documentada que llegaba a la costa oriental. Luego continuó navegando hacia el norte a lo largo de la costa este, cartografiando y nombrando muchos accidentes geográficos a lo largo de la travesía.

Identificó la bahía Botany como un buen puerto, potencialmente adecuado para un asentamiento, y fue donde pisó tierra australiana por primera vez el 29 de abril. Continuando por la costa, el HMS Endeavour más tarde encalló en los bajíos de la Gran Barrera de Coral (cerca del sitio actual de Cooktown), y tuvo que ser sacado del agua para las reparaciones.

El viaje se reanudó, hasta llegar finalmente al estrecho de Torres y, desde allí a Batavia en la Indias Orientales Neerlandesas (hoy Yakarta, Indonesia). La expedición regresó a Inglaterra a través del océano Índico y el cabo de Buena Esperanza.[16]

En la expedición de Cook participaba el botánico Joseph Banks, en honor de quien se nombraron muchos accidentes geográficos de Australia y al menos una planta nativa. Los informes de Cook y Banks, juntamente con la pérdida de Inglaterra de las colonias penales en los Estados Unidos después de haber obtenido la independencia y la creciente preocupación sobre la actividad francesa en el Pacífico, alentaron la posterior fundación de una colonia en Port Jackson en 1788.[17]

Marc-Joseph Marion du Fresne visitó la Tierra de Van Diemen en 1772 y fue el primero en encontrar aborígenes de Tasmania (que no habían sido vistos por Abel Tasman).[18]Jean François Galaup, conde de La Pérouse, visitó bahía Botany en 1788.[19]Bruni d'Entrecasteaux descubrió Esperance, en Australia Occidental, y el canal de D'Entrecasteaux y los estuarios Derwent y Huon, en Tierra de Van Diemen. Su expedición también dio lugar a la publicación de la primera flora general de Nueva Holanda.[20]

La cartografía de la costa australiana continuó hasta bien entrado el siglo XIX. Matthew Flinders fue uno de los exploradores más importantes de este período, y fue el primero en circunnavegar el continente.[21]

La apertura del interior a la colonización europea se produjo gradualmente a lo largo del período colonial, y un buen número de estos exploradores son muy bien conocidos. Burke y Wills son los más conocidos por su intento fallido de cruzar el interior de Australia, pero hombres como Hamilton Hume y Charles Sturt también son notables, aunque sólo sea porque los principales accidentes geográficos, monumentos e instituciones han sido nombrados en su honor.

Durante muchos años, los planes de expansión hacia el oeste de Sídney se vieron frustrados por la Gran Cordillera Divisoria, una amplia cordillera de montañas que sombrea la costa este desde la frontera Queensland-Nueva Gales del Sur hasta la costa sur. La parte de la cordillera cercana a Sídney se llama Blue Mountains. E gobernador Philip Gidley King declaró que eran infranqueable, pero a pesar de esto, Gregory Blaxland dirigió con éxito una expedición para cruzarla en 1813. Estuvo acompañado por William Lawson, William Wentworth y cuatro sirvientes. Este viaje allanó el camino para muchas pequeñas expediciones que se llevaron a cabo en los años siguientes.[27]

En 1824, el gobernador Thomas Brisbane preguntó a Hamilton Hume y William Hovell si viajarían desde la actual estación de Hume cerca de la actual Canberra, hasta el golfo de Spencer (al oeste de la actual Adelaide). Sin embargo, fueron obligados a pagar sus propias costas. Hume y Hovell decidieron que Western Port era un objetivo más realista, y se fueron con un grupo de seis hombres. Después de descubrir y de cruzar los ríos Murrumbidgee y Murray, finalmente alcanzaron un sitio cerca de la actual Geelong, un poco al oeste de su destino.[28][29]

En 1829-30, Charles Sturt realizó una expedición similar a la que Hume y Hovell se había negado: un viaje a la desembocadura del río Murray. Siguieron el Murrumbidgee hasta que se reunió con el Murray, y luego encontraron la unión del Murray y el Darling, antes de continuar hacia la desembocadura del Murray. El descubrimiento de que los ríos Darling, Macquarie, Murray y Murrumbidgee fluían todos hacia el oeste había llevado a muchos a creer que en el interior de Australia había un mar interior. La búsqueda de un mar interior fue una inspiración para muchas de las primeras expediciones al oeste de la Gran Cordillera Divisoria. Esta búsqueda condujo a muchos exploradores a los extremos de la resistencia y la miseria. La expedición de Charles Sturt explicó el misterio. También dio lugar a la apertura de Australia del Sur a los asentamientos.[30]

Thomas Mitchell, de origen escocés y Agrimensor General de Nuevo Gales del Sur, hizo un importante descubrimiento en 1836. Dirigió una expedición a lo largo del río Lachlan, descendiendo hasta el río Murray. A continuación, se dirigió a la costa sur, cartografíando lo que es ahora el oeste de Victoria. Allí descubrió la tierra de pastoreo más rica vista hasta ese momento y la llamó Australia Felix. Fue nombrado caballero por su descubrimiento en 1837. Cuando llegó a la costa en la bahía de Portland, se sorprendió al encontrar un pequeño asentamiento. Se había establecido por la familia Henty, que había navegado a través del [èstrecho de Bass]] desde la tierra de Van Diemen en 1834, sin que las autoridades estuvieran informadas.[31]

Tal vez los exploradores australianos más famosos fueron Robert O'Hara Burke y William John Wills que en 1860-61 encabezaron una expedición bien equipada desde Melbourne al golfo de Carpentaria. Debido a una racha desafortunada racha de mala suerte, supervisión y falta de liderazgo, Burke y Wills murieron en el viaje de regreso.[32]

Otros exploradores, por tierra (en orden alfabético):

A inicios del siglo XX, la mayoría de los principales accidentes geográficos de Australia habían sido ya descubiertos por los exploradores europeos. Sin embargo, hay algunas personas del siglo XX que son consideradas exploradoras, como:

Un buen número de indígenas australianos participaron en la exploración europea de Australia, como:

Hay numerosos naturalistas y otros científicos estrechamente relacionados con la exploración europea de Australia, como



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