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Flassá



Flassá[1]​ (en catalán y oficialmente desde 1981, Flaçà) es un municipio español de la comarca del Gironés, en la provincia de Gerona, Cataluña, situado al noreste de la comarca y en el límite con la del Bajo Ampurdán.


Estación de ferrocarril de la línea Barcelona-Portbou.

Agricultura de secano y de regadío.

Los hallazgos más antiguos localizados en el municipio son fragmentos de cerámica romana de los siglos II y I a.C., los cuales se conservan actualmente en el Servicio de Arqueología de Gerona. En el municipio solo se han encontrado fragmentos de cerámica, pero no se han hallado asentamientos romanos probablemente porque la llanura en la que se encuentra el municipio en esa época solía estar inundada por las crecidas del río Ter, actualmente controladas por los pantanos de Sau, Susqueda y Pasteral.

Los asentamientos románicos más próximos se hayan en los municipios vecinos, situados en colinas alrededor de la llanura donde se encuentra Flassá, como Sant Joan de Mollet y la villa romana localizada en el municipio de Sant Jordí. La primera referencia escrita que se encuentra del municipio de Flassá es un documento que lo nombra como Flociano. En este documento, el levitano Oliva hace una donación de estas tierras al monasterio de Santa María de la Grassa. El documento se sitúa coronológicamente en el año 921 durante el reinado de Carlos el Simple.

Una segunda referencia escrita en la que aparece el nombre del pueblo es una Bula del año 1017 de Benedicto VIII al abad Bonfill de Camprodon. En esta bula se mencionan las propiedades del monasterio de San Pedro de Camprodon, donde se incluyen diversas masías en el condado de Gerona. Esto nos evidencia que había un conjunto de caseríos dispersos en lo que hoy sería el término municipal. [2]

El municipio, que tiene una superficie de 6,53 km²,​ cuenta según el padrón municipal para 2020 del IDESCAT con 1 130 habitantes y una densidad de 173,1 hab./km².

     Población de derecho (1900-1991) o población residente (2001) según los censos de población del IDESCAT.


Bandera apaisada, de proporciones dos de alto por tres de largo, bicolor vertical, de color azul claro y blanco, con una mitra de altura 2/3 de la del paño y anchura 5/12 de la largura del mismo paño, en el centro, blanca en la primera mitad y de color azul claro en la segunda.

La iglesia de San Cebrià se encuentra en el extremo norte del casco antiguo. El edificio pertenece a una reconstrucción que se hizo en 1824 siguiendo modelos neoclásicos. De la primera iglesia románica, construida en fecha incierta pero que se encuentra documentada por primera vez en el siglo X, quedan dos restos muy significativas: la portada de entrada que se encuentra en el lado de poniente de la actual iglesia y parte de el ábside semicircular que se encuentra justo debajo del campanario.

Actualmente la iglesia está orientada de norte a sur y destaca impunemente su fachada de entrada donde está la puerta enmarcada por dos pilastras y un dintel rematada por una hornacina en el interior de la cual está la imagen de San Cebrià. Encima de esta imagen hay un rosetón circular que da carácter al edificio.

En el interior de la iglesia se conserva un retablo con diez columnas culminadas por capiteles dorados de volutas y hojas de acanto. Este retablo sirve de marco a la imagen de San Cebrià, adquirida después de la Guerra Civil.[3]

La ermita fue construida durante la segunda mitad del siglo XVI en el 1579. Es una ermita de una sola nave, está encabezada por una espadaña y ante la puerta de entrada hay un porche sustentado por tres columnas.

Esta ermita albergó las reliquias de San Fermín durante ciento cincuenta años. El 1678, el padre franciscano Pedro Pablo Gomeras fue a buscar expresamente las reliquias del Santo en Pamplona, ​​las depositó en la ermita y se quedaron en este lugar hasta que en mayo de 1827 fueron robadas junto con otros objetos.

Ubicada en torno a la ermita de San Fermí, se trata de un grupo de casas unifamiliares que en sus orígenes albergaban los trabajadores de la fábrica y que en torno a los años 90 se vendió.

La colonia está estructurada a través de tres calles principales: la calle Bonmatí, la calle San Juan las Fuentes y la calle Ripollet, aunque queda alguna casa aislada situada al otro lado de la ermita. Aparte, y un poco separada del cuerpo principal que forman las casas, encontramos la guardería, actualmente en desuso, donde muchos flaçanencs habían recibido sus primeras clases. Esta colonia se inauguró el día 12 de mayo de 1946 al igual que la fábrica.

Las casas de esta colonia son significativas y pueden considerarse como un ejemplo de arquitectura industrial que aun se mantiene en la comarca. Se trata de casas de apariencia cuadrangular, de planta y piso, a menudo con un recibidor de entrada cubierto y una pequeña galería con unas pilastras hechas de ladrillo.[4]




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