El Foro Español de la Familia (FEF), o simplemente Foro de la Familia, es una asociación civil española que defiende a la familia tradicional, y que se opone al aborto y la eutanasia, en posturas muy próximas a las de otras organizaciones provida como el ciberlobby Hazte Oír, que formó parte del propio foro hasta 2009, y, pese a su aconfesionalidad, a la Iglesia católica, la cual ha apoyado activamente las manifestaciones que ha convocado. Dice representar a más de 4 millones de familias a través de las 5000 federaciones y asociaciones que engloba. Está presidido por Mariano Calabuig.
El Foro Español de la Familia considera a la familia como un hecho biológico, histórico y muy anterior al concepto religioso o político, y considera que en la actualidad es objeto de agresiones culturales, ideológicas, sociales y políticas.
El Foro Español de la Familia se define como una organización aconfesional y apartidista. A pesar de ello, está considerado como parte del movimiento católico social conservador, al igual que la mayoría de las organizaciones que lo conforman.
Aplicado a la acción social, tratan de conseguir entre otras cosas:
Las acciones en las que el Foro Español de la Familia traduce sus principios son, entre otras, la petición de derogación de la ley que amplía la definición civil de matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo aprobada por el Parlamento español, así como una regulación sobre la adopción que garantice el derecho del los menores a tener una madre y un padre, impidiendo así que los matrimonios entre personas del mismo sexo puedan optar a adoptar hijos. Además, exigen un ordenamiento jurídico que garantice el respeto a la vida humana en su integridad desde la concepción hasta la muerte natural, lo que se traduce como la oposición al aborto y a la eutanasia. La asociación vincula este hecho al matrimonio entre hombre y mujer y a la familia así definida. También apoyan la libertad de los padres para decidir sobre la educación de sus hijos, propone asistencia social para madres con pocos recursos y lucha para que la mala distribución de la renta no afecte a la formación de una familia.
El Foro Español de la Familia apoyó la manifestación convocada por el Forum delle Associazioni Familiari italiano, con el masivo apoyo de la Iglesia católica italiana, el 12 de mayo de 2007 en Roma en contra del proyecto del gobierno italiano para ampliar los derechos de las uniones de personas no casadas (Diritti e doveri delle persone stabilmente conviventi (it)), del que podrían beneficiarse las parejas de personas del mismo sexo (pero no que no incluye la equiparación de dichas parejas con los matrimonios). Tales medidas son calificadas por el Foro como ataques a la familia y al derecho a la vida.
El Partido Popular y la Conferencia Episcopal Española han apoyado sus manifestaciones y políticos de dicho partido y altos prelados de la Conferencia Episcopal han encabezado sus manifestaciones.
Se constituyó el 23 de julio de 1999 en Santiago de Compostela.
Inicialmente fue presidido por José Gabaldón, que fue presidente del Tribunal Constitucional durante parte de la etapa de Felipe González como presidente de Gobierno de España. Su segundo presidente fue Benigno Blanco, secretario de Estado durante parte de la etapa de José María Aznar como presidente de Gobierno. Desde 2015, su presidente es Mariano Calabuig.
El Foro Español de la Familia era una organización prácticamente desconocida hasta que salió a la luz pública mediante la organización o participación en la convocatoria de sendas manifestaciones en contra de medidas políticas del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
El 18 de junio de 2005 tuvo lugar en Madrid una manifestación convocada por el Foro Español de la Familia y 200 asociaciones más en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo con el lema "La familia sí importa". Esta manifestación estuvo encabezada por líderes de las asociaciones convocantes y personajes de la vida pública entre ellos algunos dirigentes del Partido Popular y 20 obispos. Las cifras de asistencia fueron objeto de las habituales guerras de cifras. La Delegación del Gobierno (dependiente del Gobierno de la nación, en manos del PSOE) dio unas cifras de 166.000 personas, proporcionando datos sobre el método de cálculo. Según la Comunidad de Madrid, en manos del Partido Popular, acudieron 700.000 personas (sin proporcionar datos sobre el método de cálculo). Los convocantes indicaron que 1,5 millones de personas habían asistido.
Otra manifestación que apoyó fue la convocada por la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA), miembro del Foro, contra la Ley Orgánica de Educación el 12 de noviembre de 2005. La manifestación estuvo encabezada por los líderes de CONCAPA y de las otras entidades convocantes bajo el lema "Por la Libertad y la Calidad de la enseñanza". En la segunda pancarta desfilaron líderes del Partido Popular y seis obispos. La manifestación contó también con el apoyo de asociaciones estudiantiles como Coalición de Estudiantes (CES) o la Unión Democrática de Estudiantes (UDE); y de sindicatos como USO (Unión Sindical Obrera). La asistencia a la manifestación fue objeto de idéntica guerra de cifras con las mismas circunstancias: 407.000 personas según la Delegación del Gobierno (con datos de cálculo), 1,5 millones según la Comunidad de Madrid (sin datos) y 2 millones según los organizadores.
Ha sido duramente criticada por diversos sectores del ámbito mediático español por manifestar públicamente su disconformidad tanto con el matrimonio homosexual como con la política de interrupción voluntaria del embarazo del gobierno Zapatero. Lola Galán, autora de un artículo sobre los mismos para el diario El País lo considera un grupo de presión y afirma que "constituyen un núcleo duro conservador capaz de arrastrar a sectores más indecisos a sus filas y, sobre todo, capaz de radicalizar la línea del PP". Los titulares del artículo citado ("un grupo de presión que recuerda a los que apoyan a Bush" o "los católicos se organizan al estilo americano") son bastante ilustrativos, aunque la propia autora señala en su artículo que existen algunas diferencias respecto a grupos estadounidenses como la Christian Coalition de Pat Robertson.
El sociólogo Ignacio Sotelo sostiene que no son comparables, pues la realidad de ambos países es muy diferente.
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