Francesillo de Zúñiga

Francés de Zúñiga, llamado Francesillo por Adolfo de Castro (Béjar, provincia de Salamanca, hacia 1480 - Béjar, Salamanca, 1532), fue un escritor e historiador español, bufón de Carlos V.

Durante un tiempo se pensó que fue de origen navarro. Tradicionalmente se ha considerado que sus antepasados fueron de sangre judaica y que en su adolescencia fue sastre, extremos que hoy se cuestionan por distintos autores. A comienzos del siglo XVI entró al servicio del Duque de Béjar don Álvaro de Zúñiga, en cuya compañía estuvo hasta su muerte. Hacia 1505 se casó con Isabel de la Serna, de la que tuvo dos hijos, Mariana y Álvaro. Cuando en 1517 viene a España Carlos I estuvo en las Cortes de Valladolid de 1518. Participó con el Duque en el viaje que hizo Carlos I por el oriente del la Península hasta enero de 1520. Tras estallar la Guerra de las Comunidades, estuvo en la batalla de Villalar, en el cerco de los franceses a Logroño en 1521 y en la rendición de Toledo en febrero de 1522. Es extendida la creencia de que a fines de ese año entra al servicio del emperador como bufón. Lo que es indudable es que ese año se le concede privilegio para fundar un mayorazgo en la persona de su hijo Álvaro. En enero de 1523 llega a la corte el marqués de Pescara, con quien trabó una gran amistad, que se patentiza en el Epistolario que se ha conservado con él. Escribió una crónica satírica titulada Coronica istoria (sic) , comenzada a escribir en 1525. Cuenta hechos que llegan hasta 1529 y se difundió de forma manuscrita. Refleja el ambiente cortesano desde un prisma grotesco, caricaturesco y satírico que preludia el estilo de Francisco de Quevedo, aunque sin su riqueza verbal; malicioso, no se detiene ante la prosapia de ningún personaje, circunstancia que le ocasionó una muerte violenta. Su estilo es preesperpéntico y recuerda a Valle-Inclán: degrada a las personas con animalizaciones y metáforas descendentes, y contrastando lo serio y lo ridículo. Utiliza abundantes juegos de palabras y precisa muy bien los datos que incluye en su crónica; ese estilo aparece sin embargo demasiado mecánico y acaba resultando monótono. Murió en Béjar en febrero de 1532 tras ser acuchillado.