x
1

Gallegos de Curueño



Gallegos de Curueño es una localidad del municipio leonés de Santa Colomba de Curueño, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León (España).

La iglesia está dedicada a san Pedro Ad Víncula,[1]​ referido familiarmente entre los lugareños como "San Pedrín".

Se encuentra a 30 km de la capital de provincia: León, en el margen derecho del río Curueño, de quien toma su apellido. Limita al norte con la localidad de Santa Colomba de Curueño y al sur con Barrillos de Curueño.

No existen fuentes documentales del origen del pueblo, si bien la toponimia del lugar sugiere que las gentes que lo fundaron bien podrían proceder de Galicia. Así pues, el origen de estos “Gallegos” podría remontarse a los inicios de la repoblación cristiana procedente de núcleos septentrionales de la península. Esta repoblación sucedió en paralelo al avance militar de los reinos cristianos. Según algunos autores y el propio cartel que se exhibe en la entrada del pueblo, los monjes del castillo de Santa María del Monte, cercano al castillo de San Salvador, repoblaron la zona con gentes llegadas de Galicia, probablemente en los primeros años del siglo XI.

Así se describe a Gallegos de Curueño en el tomo VIII del Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, obra impulsada por Pascual Madoz a mediados del siglo XIX:[2]

Producciones: trigo, cebada, centeno, lino, legumbres y patatas; cría ganado vacuno, cabrío, lanar, caballar, cerda; caza de perdices, liebres, jabalíes y corzos, y pesca de truchas y otros peces. Industria: un molino harinero y otro de aceite de linaza en decadencia. Comercio: exportación de lino para Asturias.

Las fiestas del pueblo se celebran durante el primer fin de semana de agosto, culminando el domingo con la misa y procesión en honor de san Pedro Ad Víncula (San Pedrín).

Destaca la iglesia de Gallegos de Curueño, bajo la advocación de San Pedro Advíncula.[1]​ Esta iglesia data del siglo XVIII.

Salvando la acequia que discurre paralela a la carretera, conocida como "la presa", se encuentra  un hermoso y antiguo puente de piedra de belleza singular y origen desconocido, que algunos atribuyen a los romanos, pero que bien podría ser medieval.

El pueblo de Gallegos de Curueño es propicio para la reflexión y el paseo tranquilo. El agua es protagonista en el pueblo, y no solo por la permanente presencia del río Curueño. Son numerosas las acequias, los canales, los regueros y los arroyos que circundan y atraviesan la localidad, reverdeciendo la vega a su paso.

Atravesando el pueblo de norte a sur, casi paralela a la carretera principal, discurre una acequia conocida como “la presa” que no es únicamente un canal destinado al riego; hasta no hace mucho se usaba para lavar la ropa a mano, mediante el uso de tablas de lavar, para proveerse de agua e incluso para el baño ocasional.

Donde confluyen la presa, la carretera y la plaza del pueblo, se puede ver un árbol viejo que hace las veces de tablón de anuncios y lugar de reunión de los vecinos. El parque infantil que está al lado, no hace mucho, era una bolera destinada al tradicional juego de los bolos leoneses.

Son varios los caminos que parten del pueblo de Gallegos, senderos que permiten el paseo tranquilo y la reflexión, lejos del estrés y de las aglomeraciones.

     Población de derecho (2000-2017) según el padrón municipal del INE



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Gallegos de Curueño (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!