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Genghis Khan



Gengis Kan (Acerca de este sonido [t͡ʧʰiŋgɪs χaːŋ] en mongol, Чингис хаан, romanización: Chinguis Jaan; Dulun Boldak, ca. 1162 o puede que el 16 de abril de 1162-Yinchuan, 18 de agosto de 1227) fue un guerrero y conquistador mongol que unificó a las tribus nómadas de esta etnia del norte de Asia, fundando el primer Imperio mongol, considerado uno de los imperios más grandes de la historia en términos de expansión territorial.[cita requerida] Bajo su liderazgo como Gran Kan, los mongoles comenzaron una oleada de conquistas que extendió su dominio a un vasto territorio, desde Europa Oriental hasta el océano Pacífico, y desde Siberia hasta Mesopotamia, la India e Indochina. En la primera fase de esta expansión, las hordas mongolas conquistaron importantes reinos de Asia, como el Imperio Jin del norte de China (1211-1216), el Imperio tanguta, el Kanato de Kara-Kitai, el Imperio corasmio o la dinastía Song en el sur de China.

Su verdadero nombre era Temuyín (o Temüdyin), que significa 'el mejor acero'. La versión china es T'ie mou jen, que significa 'hombre supremo en la tierra'. Gengis es el nombre que recibió tras ser entronizado como Gran Kan de los mongoles en 1206. Es un título que en mongol se escribe actualmente con caracteres cirílicos como Чингис Хаан, en chino es 成吉思汗 (pinyin: Chèngjísī Hàn) y en turco Cengiz Han o Cengiz Kaan.

En español la grafía tradicional es Gengis Kan,[1]​ aunque también se encuentra escrito como Gengis Khan, Genghis Khan, Gengis Jan, Cingiz Jan, etc. Como variante de la realización fonética del nombre, también puede hallarse la forma Genguis Kan. La pronunciación original de su nombre en español moderno sería Chinguis Jaan (ver arriba) o Yenguis Jaan. En otras lenguas europeas, como el inglés o el francés, la ortografía más habitual es "Genghis Khan", ya que en estos idiomas no existe el sonido "j" /χ/, y se representa con kh, que tiene valor fonético de /k/ aspirada en esas lenguas[2]​.

El nombre Chinguis procede probablemente de la raíz mongola chin, con el significado de "fuerte, firme, inconmovible";[3]​ el término "kan" etimológicamente significa "príncipe" en persa, mientras que la palabra Chinguis significa "océano" o "universal", esto es: Príncipe Universal. En la época se pensaba que la tierra era una vasta llanura rodeada de agua, por lo que también se le denomina como "señor de todos los océanos". En alusión a este título, la ciudad de Pekín fue conocida fuera de China por el nombre de Cambaluc (o Janbalic) en la época de dominio mongol (véanse los viajes de Marco Polo o Ibn Battuta).

Gengis Kan nació en un ambiente aristocrático, en una sociedad profundamente feudal. Pertenecía al poderoso clan Borjigin y era hijo de Yesugei y nieto de Qabul, un noble que había hostilizado las fronteras de la China yurchen y recibido de ellos el título de kan. Pudo haber nacido el 16 de abril de 1162.[4]

Como descendientes de Qabul Kan, el clan de Temuyín tenía un alto rango, aunque no parece haber ejercido un poder muy amplio debido a que los mongoles no eran uno de los pueblos más poderosos en la estepa. Sin embargo, la favorable situación de Temuyín y de su clan se vio truncada por la muerte de Yesugei, envenenado por los tártaros, y el consecuente abandono de los clanes que apoyaban a Yesugei, debido a que por aquel entonces el heredero no tendría más de diez años.

A partir de este momento la familia de Temuyín (él, su madre y sus seis hermanos) se vieron abocados a vivir en la indigencia, alimentándose de la recolección agrícola y de la pesca, agravado esto por la persecución a la que se vieron sometidos por los clanes rivales, especialmente el de los taichi´ut, que aspiraba al posible kanato dejado vacante por la muerte de Yesugei.

En este período, mediante la participación en razzias entre otras actividades, comenzó a adquirir fidelidades de otros individuos jóvenes, muchas veces en su misma situación, que se unieron a él. Su más fiel compañero fue el primero que se le unió, Boghurtschi, con quien cabalgó en su juventud ayudándole a arrancar a los bandidos tai-eschutos a sus ocho caballos, la única fortuna que tenía en ese momento. Cabe destacar también un personaje de bastante importancia que fue Jamukha, un joven de sangre noble que realizó juramento de anda o «hermano jurado», al igual que Boghurtschi, con Temuyín. Parece ser que la posición de Jamukha ayudó en cierta medida a su anda a subir posiciones en la carrera hacia el poder, aunque más tarde, celoso de su amigo de la infancia se volvió en su contra.

Así se comenzó a formar el núcleo de lo que en un futuro sería su guardia imperial. Pero más importante que el apoyo de Jamukha fue el de un antiguo aliado de su padre que había sido anda de este: Togrhul, kan de los keraitas, que le aceptó como un jefe de segunda fila. Su posición ahora favorable, unida al propio magnetismo personal de Temuyín, le proporcionó la adhesión voluntaria de aún más hombres a sus filas.

En este momento se produce un incidente que va a afianzar aún más el poder de Temuyín: su mujer Borte es raptada por un clan merkita, pero ya entonces Temuyín está en condiciones de pedir apoyo militar y Jamukha se suma con su clan a una ofensiva, tras la cual el clan merkita es derrotado y la posición del futuro Gengis Kan se afianza.

Disputas y rivalidades por el poder llevaron a la separación de Jamukha y su anda, de tal forma que el primero intentó retirar el apoyo a Temuyín, pero por motivos de linaje, de carisma personal o de mejor posición, muchos clanes bajo el mando de Jamukha se separaron de él para ponerse voluntariamente bajo el mando de Temuyín.

Al final del siglo XII los yurchen en China promovieron una campaña contra los tártaros, a quienes habían utilizado anteriormente para eliminar a Qabul Kan, y que ahora se habían vuelto demasiado fuertes, empezando a resultar una amenaza. Para ello propusieron a los clanes keraitas (bajo el mando de Togril) luchar contra sus vecinos por el oeste mientras los propios yurchen atacarían por el sur. Al lado de su aliado lucharían Temuyín y sus hombres.

Cuando la campaña terminó, los tártaros habían dejado de ser un pueblo independiente y habían sido sometidos al poder de ambos clanes. Los chinos otorgaron títulos a sus aliados, pero en estos se reflejaba una subordinación de Temuyín a Togril, que recibió el título de wang (rey). Después de esta importante victoria ambos aliados siguieron sometiendo a una serie de tribus vecinas y ampliando aún más su poder. Y Jamukha, viendo semejante ascensión, reunió una coalición de todas las tribus descontentas o resentidas con Temuyín y su aliado.

El Wang-Heang Togril, quizás también asustado por el creciente aumento de poder de Temuyín, ahora su anda, o debido a su avanzada edad, comenzó a desarrollar una actitud reacia a colaborar, hasta que acabó significando la ruptura. Concretamente, el desencadenante fue la negativa del Togril a dar a su hija en matrimonio a Jochi (hijo mayor de Temuyín) esto provocó la ruptura y el preludio para la guerra entre ambas facciones. El Wang-Kan se alió con Jamukha y le puso al frente de su ejército. Cuando se produjo el enfrentamiento las divisiones internas entre la facción de Jamukha y Togril les llevaron a la derrota, así como el abandono de muchos clanes que luchaban a su lado para adherirse voluntariamente a la causa de Temuyín, bajo la que veían mejores posibilidades de futuro.

Se produjo de esta manera la caída de los keraitas y el final de su existencia como clan independiente. Ahora el poder que más directamente competía con el futuro Kan eran los naimanos, bajo cuya protección se habían refugiado Jamukha y sus seguidores. Los naimanos no tardaron en ser derrotados y sometidos (aunque bastantes sectores lo hicieron de nuevo de forma voluntaria).

Según la Historia secreta de los mongoles poco después dos generales de Jamukha lo entregaron a Gengis Kan, pero este consideró que como habían traicionado a su anterior líder, nada impedía que lo hicieran con él y los mandó ejecutar. Gengis le ofreció a Jamukha el perdón por ser su hermano de sangre pero este le contestó que como había un solo sol en el cielo solo podía haber un Señor de la Tierra y le pidió que le diera una muerte noble, sin sangre. Gengis Kan cumplió el último deseo de su hermano de sangre e hizo que le rompieran la columna vertebral (1206).

Los restos del clan merkita, que habían sido aliados de los naimanos fueron derrotados por Subotai, miembro de la guardia personal de Temuyin y personaje que llegaría a ser el general más brillante al servicio del kan.

En el año 1206 se celebra una juriltai, a las orillas del río Onon, que tradicionalmente se señala como el punto decisivo en la vida política de Temuyín. En este momento toma el título de khaqan y el nombre de Gengis Kan (Gengis significa “océano”, con lo que quería significar una soberanía tan amplia como el mar que circundaba la tierra, algo así como kan universal). También es en este momento cuando todas las tribus que formaban parte de la confederación pasan a denominarse mongoles y es bastante posible que la Yassa se promulgase en esta juriltai.

Tras su coronación el Kan ordenó liberar a todos los esclavos de origen mongol que fueron reemplazados por otros de origen chino y persa de las campañas posteriores. También ordenó crear escuelas de medicinas con sabios chinos y luego persas.

En un escaso período sometió a los oirates y kirguises, también a los uigures. Y una vez asentadas las bases de este gran poder comenzó la verdadera expansión, es decir, la invasión de las grandes potencias sedentarias que limitaban con Mongolia.

Son múltiples las teorías que explican las razones del inicio de esta expansión: se puede explicar por la explosión demográfica que se produjo en Mongolia en el siglo XIII (llegando a dos millones de mongoles), o bien como consecuencia de una desecación de los pastos que empujase a estas poblaciones a buscar nuevos territorios por los que extenderse, pero probablemente la teoría que mejor explica esta expansión es la que se fundamenta en la propia razón de ser del régimen: las tribus de las estepas estaban unidas principalmente, y como era de esperar de un pueblo guerrero, por la vía militar; si no se le daba a esa formación un objetivo claro la coalición de tribus rápidamente se disolvería como ya había ocurrido en otras ocasiones. Era, por tanto, necesario buscar un enemigo común, y si además podía proporcionar abundante botín y riquezas para todos, mejor. Así, se planteó la gran ambición de los pueblos nómadas de las estepas: la conquista de China.

China estaba dividida en el siglo XII en cuatro reinos, el primero en ser atacado fue el de Hsi-hsia o Xixia. Los pueblos de la frontera, en principio aliados de los chinos, comenzaban ya por estas fechas a perder su lealtad hacia los jin y tras una serie de duros ataques capitularon y se sometieron al poderío mongol. Es necesario resaltar la minuciosidad de Gengis Kan, el cual siempre, antes de invadir a un pueblo más avanzado, reunía información de forma exhaustiva mediante los habitantes de las fronteras o, la mayoría de las veces, mediante comerciantes, casi siempre musulmanes (a estos les convenía ver las estepas bajo un solo caudillo). Con este reino sometido Gengis Kan ya tenía una plataforma adecuada para atacar a los yurchen, además estaba ganando una importante experiencia a la hora de combatir ciudades sedentarias fortificadas.

El ataque a los jin se enfocó como un conflicto de carácter nacional y racial en el que los pueblos turco-mongoles se unían contra los pueblos que ocupaban las provincias septentrionales de China. De esta forma los öngutos que custodiaban las fronteras norteñas de los chin y otros pueblos como los ch´i-tan (kitán), se unieron con rapidez a la causa mongola. Así Gengis Kan llegó hasta Pekín en 1214, aunque la ciudad fue tomada un año más tarde por Muqali, uno de sus generales, requiriéndose la atención del Gran Kan en el oeste.

Poco después el avance mongol en China se detuvo, probablemente debido a dos factores. Por un lado, la propia visión de Gengis Kan le llevó a la conclusión de que una penetración más profunda en China supondría de su recién creado ejército un esfuerzo demasiado agotador, y además lo dejaba a merced de algunos pueblos nómadas no totalmente “domados” que se situaban en sus flancos, y que podían aprovechar el momento para asestar un duro golpe a su imperio. Por otro lado, en aquellos momentos el sur de China se hallaba en una situación bastante más favorable que la zona septentrional, de por sí más débil. El dominio total de China no habría de llegar por tanto hasta los tiempos del nieto de Gengis Kan: Kublai que llegará a ser uno de los más importantes emperadores de China. En estas circunstancias Gengis Kan cesó su avance en China y volvió para eliminar algunos núcleos de resistencia naimanos y merkitas en la zona del Altái.

El derrotado líder de los naimanos se había refugiado con los restos de su ejército en el Kanato de Kara-Kitai y había sustituido a los turcos musulmanes en el gobierno. En ese momento gran parte de sus vasallos se agregaron voluntariamente a las filas del jan mongol. Kuchlug (el líder naimano), tomó serias represalias contra los traidores y contra muchas facciones islámicas que lo apoyaban. De esta manera aquellos que se habían unido al Kan pidieron auxilio y Jebe (otro de los importantes generales de la guardia personal de Gengis Kan) llegó al reino de Kara-kitai con un ejército mongol y fue recibido como un liberador, eliminando a Kuchlug en 1218 e incorporando el reino de Kara-kitai al naciente imperio mongol.

Así, por primera vez, el extenso imperio mongol tenía una frontera con el Imperio corasmio, un estado musulmán gobernado por el sah Mohamed II. Este era un punto comercial muy importante y Gengis Kan había intentado propiciar un libre paso de mercaderes a toda la extensión del imperio, por lo que en un principio no pareció tener intenciones de atacar este estado. Sin embargo, el gobernante de Otrar atacó una importante caravana que regresaba de Mongolia y que además llevaba una misión diplomática mongola, negándose más tarde a pagar retribución por el saqueo y asesinato de sus miembros. Esto, y la tentación de hacerse con el control total de las rutas comerciales entre oriente y occidente, impulsaron a Gengis Kan a atacar a los musulmanes.

De nuevo, recopilando información de los mercaderes, preparó con gran cuidado su ataque, que dividió en tres grupos. El sah, que no confiaba demasiado en su ejército por diversas disquisiciones internas, había dividido sus contingentes en grupos pequeños, fáciles de asaltar por separado, quizá para asegurarse que no adquiriese demasiado poder el factor militar. Esta falta de cohesión dentro del propio estado musulmán, y la actitud del sah, que escapó con su corte en cuanto los mongoles hicieron su aparición, propició una rápida victoria por parte de Gengis Kan y sus generales. Así, asoló Bujará y Samarcanda, que se había convertido en la capital de Corasmia, mientras dos de sus generales avanzaban sobre otras ciudades al norte y al sur.

El heredero del sah Jalal ad-Din Mingburnu, por otra parte un genial estratega y muy apoyado por el pueblo, presentó batalla a los mongoles con el ejército que consiguió reorganizar de su padre y a pesar de enfrentarse al grueso del ejército mongol podía haber hecho algo de no verse envuelto en luchas y rivalidades internas. En este caso también se puede decir que la caída del reino corasmio se debió a la inestabilidad interna, principalmente. El avance mongol fue imparable, de forma que cuando el Gran Kan marchó en el 1223 el reino de Corasmia había sido completamente conquistado.

Después de esto Gengis Kan se dedicó a reprimir revueltas y afianzar su poder en el este, en especial en la zona de Hsi-Hsia que se había negado a enviar tropas para la última campaña tras atisbarse focos de posible rebelión. Estos focos no quedaron exterminados hasta la muerte del Gran Kan en el año 1227.

Los mongoles eran un pueblo guerrero donde todos los hombres libres se entrenaban para la guerra desde jóvenes y con una tradición de jinetes muy poderosa y muy antigua. Esto, unido a las reformas radicales que introdujo Gengis Kan en la organización del ejército (división de este en grupos de 10.000, 1000, 100 y 10 hombres; el empleo de una importante red de mensajeros para enviar sus órdenes; el establecimiento de unos comisarios de logística para suministrar caballos de refresco y equipo; y por supuesto la formación de su guardia personal —compuesta en gran parte por sus hijos y otros familiares—), tuvo un papel clave en toda la historia del Imperio mongol.

Gengis Kan realizó reformas en su ejército que le dieron muchas claves de la victoria militar, reforzó hasta límites nunca alcanzados en las estepas la disciplina y dividió sus ejércitos en unidades decimales. Aunque este sistema ya era familiar a los turcos y a los propios mongoles, Gengis Kan introdujo una innovación al formar las unidades mezclando etnias y tribus, lo que obviamente mejoró la cohesión interna del ejército en los niveles más fundamentales.

El ejército se componía casi exclusivamente de caballería, aunque más tarde también dispondría de un cuerpo de ingenieros para realizar los asedios. El arco era el arma más efectiva y temida de los mongoles. Se trataba de un arco pequeño, fácil de usar mientras se marchaba velozmente a caballo, y muy tensado. Las flechas (que al ser fuertemente impulsadas podían atravesar armaduras) poseían en su parte posterior un dispositivo que con el aire emitía un silbido por el cual, prácticamente sin ver, el arquero mongol sabía la dirección hacia la que apuntaba. Los soldados mongoles solían vestir de forma adecuada para soportar bajas temperaturas, y solían ir equipados con todo aquello que les permitiese realizar grandes viajes, todo ello sin hacer de sus caballos animales de carga cuando en realidad estaban destinados a la guerra. Se tiene constancia de que los avíos de la tropa eran rigurosamente inspeccionados y se castigaba a aquellos que mantenían su equipo en malas condiciones.

La comida de campaña solía consistir en yogur y kumis (leche de yegua fermentada, esto es: una bebida alcohólica) y una bolsa de mijo que duraba varios días.

La formación más habitual de los mongoles consistía en dos líneas de caballería pesada al frente y tres líneas de caballería ligera detrás; ésta se adelantaba y utilizaba sus arcos para después retirarse y dejar paso a la devastadora caballería pesada.

El caballo mongol, derivado del tarpán, era pequeño y enjuto, muy bien adiestrado para la guerra (no olvidemos que se trata de pueblos nómadas con una larguísima tradición como criadores de ganado, incluidos los caballos). Podía alcanzar unos 15 km/h de media y los estribos (probablemente un invento chino) permitían al jinete disparar mientras se desplazaba a gran velocidad. El ejército mongol es el máximo ejemplo de efectividad en el manejo y aprovechamiento del predecesor de la guerra mecanizada.

Otro aspecto muy importante en la organización militar de Gengis Kan son las comunicaciones, a las que dedicó una atención especial. Construyó yans o puntos de posta para los mensajeros, con comida, bebida y caballos de repuesto. Gengis Kan jamás se embarcó en una campaña sin reunir toda la información que necesitase sobre su enemigo; era frecuente que los espías viajasen en las caravanas comerciales, o que se extrajese la información directamente de los comerciantes.

Un aspecto destacado de la figura de Gengis Kan es su utilización de la guerra psicológica y la implantación de un régimen de terror en muchos de los territorios conquistados. Los mongoles ejecutaron en algunos casos matanzas masivas entre la población de las ciudades conquistadas, y exhibían los resultados de estas para hacer cundir el pánico entre los habitantes de otros territorios.

Otra de las ventajas estratégicas fundamentales del ejército mongol es el desconocimiento que sus enemigos tenían de ellos, siendo así muy difícil para sus adversarios calcular su número. Se utilizaban estratagemas como montar muñecos en los caballos sobrantes, por ejemplo. Eso, unido a la gran movilidad de los ejércitos esteparios, ponía el factor sorpresa siempre de su lado.

Gengis Kan promulgó la "Yassa", una ley general que regía la vida ciudadana. En ella estableció medidas específicas relacionadas con la situación y los derechos de las mujeres: prohibió el secuestro de las mujeres, ya que era frecuente el secuestro de mujeres en las tribus vecinas para obligarlas a casarse, el adulterio y la venta de mujeres. La ley establecía que todos los hijos de un hombre, con su esposa o su concubina, fueran hombres o mujeres, eran herederos legítimos. Autorizó a las mujeres a acceder al ejército y podían ocupar diversos puestos militares, entre ellos la defensa del campo de batalla.[6]

En 25 años el ejército mongol conquistó más tierras que el ejército romano en 400 años. El imperio era del tamaño de África, desde el océano Pacífico hasta el Mediterráneo. Una gran parte de la población actual del mundo vive en tierras conquistadas por Gengis —más de 30 países modernos con 3000 millones de habitantes—.

Como era común entre los poderosos hombres mongoles, Gengis Kan tenía muchas esposas y concubinas. Con frecuencia adquiría esposas y concubinas de imperios y sociedades que había conquistado, estas mujeres eran a menudo princesas o reinas que fueron tomadas cautivas o regaladas a él. Gengis Kan les dio a varias de sus esposas de alto estatus sus propios ordos o campamentos para vivir y administrar. Cada campamento también contenía esposas jóvenes, concubinas e incluso niños. Se dice que tenía treinta y seis esposas. Era el trabajo del Kheshig (Guardia Imperial mongol) proteger las yurtas de las esposas de Gengis Kan. Los guardias debían prestar especial atención a la yurta individual y al campamento en el que dormía Gengis Kan, que podía cambiar cada noche cuando visitaba a diferentes esposas. Cuando Gengis Kan emprendía sus conquistas militares, por lo general se llevaba una esposa con él y dejaba al resto de sus esposas (y concubinas) para administrar el imperio en su ausencia.[cita requerida]

Entre todas sus esposas y concubinas se destacaron estas siete siguientes mujeres que fueron sus esposas favoritas:

Son muchos los estudios relacionados con la descendencia de Gengis Kan. Una investigación internacional aseguró que alrededor del 8 % de la población que vive actualmente en el imperio que él conquistó comparte el mismo cromosoma Y. La explicación más lógica es que sean descendientes de Gengis Kan en su mayoría (y si no descendientes de sus ancestros), ya que este cromosoma se transmite a todos los varones y siempre se hereda del padre.[7]

Esto se puede explicar debido al gran número de concubinas que pudo tener a su servicio como emperador y a que los territorios que conquistaba se quedaban casi sin una generación entera de jóvenes padres que murieron luchando contra los mongoles, y él y sus familiares que estaban en el ejército pudieron tener mucha descendencia con las mujeres que quedaban.

A continuación se muestra el árbol genealógico con los descendientes de Gengis Kan. Incluye solamente los miembros más importantes de la familia. Este árbol genealógico está basado en crónicas mongolas y en registros persas (timúridas) como los de Rashid-al-Din Hamadani. Yuan genealogy.png

A pesar de que Gengis Kan tuvo una cantidad indeterminada de hijos, los siguientes fueron los que que históricamente están documentados y/o tuvieron un incidencia histórica posterior.

1. Hijos habidos con Börte:

2. Hijo habidos con Yesugen:

3. Hijo habido con Qulan Qatun:

4. Hija habida con una concubina desconocida de bajo nivel:

Debido a una caída del caballo, Gengis Kan sufrió graves heridas que lo llevaron a la muerte en agosto de 1227. Se desconoce actualmente el paradero de su tumba. En la actualidad, la búsqueda de la tumba perdida del Gran Kan se ha convertido en uno de los grandes retos de la arqueología moderna.[8]

Gengis Kan ha inspirado películas, novelas, videojuegos o canciones:





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