Gran Interregno

Gran Interregno es el período que transcurrió entre la muerte del emperador Federico II y la elección de Rodolfo I como rey de romanos. Duró desde 1250 hasta 1273, tiempo durante el cual el Sacro Imperio Romano Germánico estuvo vacante o contó con emperadores nominales.

A la muerte del emperador Federico II dio comienzo una etapa de luchas internas, revueltas ante un poder inexistente. Para intentar conseguir un mantenimiento de la paz en el Sacro Imperio Romano Germánico se comenzaron a formar ligas, aunque no se consiguió plenamente. Se procedió a nombrar a un nuevo emperador, eligiendo los Güelfos a Ricardo de Cornualles y los Gibelinos a Alfonso X de Castilla. Ricardo fue coronado en Aquisgrán mientras que en Castilla se dio inicio el Fecho del Imperio, la aspiración de Alfonso X de Castilla para conseguir el trono imperial. Se convocaron Cortes en Castilla para recaudar dinero que hiciera posible al rey el luchar por el trono imperial, pero las Cortes Castellanas le denegaron el dinero al considerar que la aspiración del rey castellano era algo personal. Por ello, Alfonso X no acudió a Alemania y no pudo ser coronado. Sin embargo, Ricardo de Cornualles murió y se eligió a Rodolfo de Habsburgo, un noble mediano. Alfonso X de Castilla renunció finalmente a sus derechos al trono imperial en 1284, dejando el camino libre a Rodolfo, quien buscó favorecer su patrimonio familiar para asegurar su dinastía.

Durante estos reinados siempre se siguió buscando la expansión hacia el este del Vístula, conquistando emplazamientos polacos, prusos, estonios, letonios… Un hecho de gran importancia fue que en este período tan inestable el norte de Italia se separó definitivamente del Sacro Imperio Romano Germánico, siendo a partir de entonces los emperadores alemanes nombrados de iure reyes de Italia, pero no de facto. En Italia hubo también luchas entre Güelfos y Gibelinos, pero con una ideología política diferente a la alemana, siendo luchas entre familias italianas.