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Guazuma ulmifolia



Guazuma ulmifolia, llamado comúnmente guásimo, guásima, guácima, caulote, cuaulote (del náhuatl), tapaculo, majahua o pixoy (maya) es un árbol de mediano porte de la familia de las malváceas, nativo de América tropical.

Los términos guásimo y guásima provienen de la voz taína guasuma.[1]

Es un árbol de porte bajo y muy ramificado que puede alcanzar hasta 20 m (metros) de altura, con un tronco de 30 a 60 cm (centímetros) de diámetro recubierto de corteza gris. Savia incolora, mucilaginosa. Las hojas son simples, alternas, con estípulas, con la base asimétrica subcordada con pecíolos cortos, aovadas u oblongas, aserradas, de 6 a 12 cm de largo y con el ápice agudo. Produce flores pequeñas agrupadas en inflorescencias axilares y cortamente estipitadas; tiene 5 pétalos de color blanco-amarillento. El fruto es un cápsula subglobosa o elipsoidea, negro-purpúrea al madurar y con la superficie muricada.

Es muy común en la América tropical continental e insular. Es una especie heliófila y colonizadora por lo que es común encontrarla en terrenos yermos y cultivados, faldas de colinas y bosques secundarios de mediana elevación.

El mucílago se emplea para tratar las quemaduras provocadas por el guano. La decocción se ha empleado contra las hemorroides, atribuyéndosele propiedades emolientes y astringentes; también se utiliza para tratar contusiones y golpes, como diurético y antigripal.

La ingesta de grandes cantidades de diferentes partes de la planta pueden provocar náuseas, vómitos y diarreas.

El mucílago se utiliza también en el embellecimiento del cabello y para evitar su caída.

El cocimiento de frutos se usa para tratar diarrea, resfriados, y problemas renales. La infusión y cocimiento de corteza se usa para tratar malaria, sífilis, calvicie, gonorrea, fracturas, elefantitis y afecciones respiratorias (gripe, tos, sarampión).

Las hojas se usan para tratar afecciones del hígado y riñones, asma, bronquitis, fiebre y gonorrea.

La corteza de raíz se usa contra hemorroides y disentería. El cocimiento de corteza se usa tópicamente para tratar afecciones dermatomucosas (estomatitis, leppra, piodermia, quemaduras), fracturas e inflamaciones.

Se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, aperitiva, depurativa, digestiva, diurética, febrífuga, lipolítica, sudorífica, tónica y vulneraria.[2]

Se ha detectado cafeína en las hojas. El tamizaje fitoquímico preliminar indica la presencia de compuestos mayores.

Guazuma ulmifolia fue descrita por Jean-Baptiste de Lamarck y publicado en Systema Naturae, ed. 12 2: 637. 1767.[3]



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