Los húsares (del húngaro Huszár, en plural Huszárok, 'abanderados del gran camino') constituían una unidad de caballería ligera originada en Hungría.
Los primeros húsares fueron reclutados por el Rey Matías Corvino de Hungría en 1485 durante la guerra contra el Imperio otomano, en la que se enfrentaron con éxito con los jenízaros turcos. El origen de la palabra húsar proviene del húngaro "huszár", y ésta a su vez de "husz" que significa veinte, ya que el húsar formaba parte de un escuadrón de caballería de 20 jinetes.
El modelo fue copiado y evolucionó en otros ejércitos, en primer lugar por los polacos. Los húsares alados polacos (llamados así por una especie de alas de un metro aprox. de longitud, que llevaban en la espalda) fueron un cuerpo de caballería pesada (a diferencia de otros húsares europeos). Los Polaco-lituanos se enfrentaron con el ejército de Gustavo II Adolfo de Suecia. También salvaron a Viena del asedio de los turcos en 1683 y en muchas más batallas. Los austríacos recurrieron asimismo a los húsares húngaros. Federico el Grande hizo mucho uso de los húsares en la Guerra de Sucesión Austriaca. Los ingleses emplearon húsares que provenían de Hesse (Alemania) durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
En sus primeros tiempos, el equipo del húsar constaba de un sable de caballería, una lanza y una armadura ligera. Su principal forma de ataque consistía en una carga compacta con lanza contra tropas de infantería. Sirvieron igualmente para misiones de reconocimiento y para efectuar incursiones de aprovisionamiento para el ejército en marcha. En el combate, su función consistía en hostigar al enemigo, apoderarse de baterías de artillería o perseguir a las tropas en retirada.
Con el tiempo, se convirtieron en tropas de élite, luciendo un vistoso uniforme de característico sombrero chacó provisto de pluma o pompón. Su armamento dejó de ser la lanza, para ser sustituido por una carabina ligera y pistolas; conservaron el sable, elemento típico también del húsar a pie o a caballo. Cuelga, en efecto, llegando hasta muy abajo por detrás de las piernas, y las correas que lo sostienen se encargan también de mantener el portapliegos, un pequeño zurrón liso adornado con el emblema del regimiento.
Más tarde los húsares fueron readaptados a unidades de honor o a unidades acorazadas. Hoy, los ejércitos francés, británico y belga conservan dichas unidades en sus fuerzas blindadas. Cabe mencionar que la República Bolivariana de Venezuela y Perú son los únicos países del mundo, aparte de Hungría, que mantienen una guardia presidencial de honor. Los húsares húngaros también combatieron en Hungría, durante la lucha independentista de la Revolución húngara de 1848.
Sobre la mentalidad y costumbres del húsar francés en el ejército napoleónico:
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