x
1

Hiparquía



Hiparquía o Hiparquia (del griego clásico, Ιπαρχία, Maronea de Tracia,[1][2]ca. 346 a. C.ca. 300 a. C.) fue una filósofa cínica griega. Es considerada una de las primeras mujeres filósofas. Convivió, pese a la inicial oposición de su familia, con Crates de Tebas y compartió con él la peculiar forma de vida de la escuela cínica.

Hiparquía es considerada una mujer libertina y contestataria. Fue discípula de Crates, con quien contrajo matrimonio. Asistía a las reuniones de los filósofos del siglo IV a. C., donde exponía sus ideas sobre los diferentes temas y se enfrascaba en las discusiones del grupo de los cínicos. En una ocasión, estando en un banquete, en la casa de Lisímaco, Hiparquía se enfrentó a Teodoro el Ateo, dado que este no estaba de acuerdo con que una mujer se dedicara a la filosofía y mucho menos que fuera a sus reuniones, olvidando sus deberes domésticos. Ella le contestó, irónicamente, que si había hecho mal dedicarse al estudio en vez de dedicarse a tejer. Teodoro, molesto, le arrancó su vestido, pero ella no se alteró y le respondió con una pregunta que denota su carácter y su compromiso con la filosofía. Teodoro interrogó: «¿eres la que dejaste la tela y lanzadera?» Respondió: «Yo soy, ¿Te parece por ventura, que he mirado poco por mí en dar a las ciencias el tiempo que había de gastar en tela?».[3]

Consecuente con la filosofía cínica, Hiparquía renunció a sus propiedades, a su vida cómoda y llevó una vida al estilo de los filósofos perros, andaba en harapos al lado de Crates. Una de las condiciones que Crates le impuso a Hiparquía fue que se hiciera de los mismos hábitos. Para ella eso no representó problema alguno: consiguió harapos sucios y se vistió de esa forma. Tampoco tenía reparos en tener relaciones sexuales sin importar el lugar, aunque fuera en la calle.[4]​ Se comportaba como una persona generosa y piadosa, que ayudaba a los necesitados.

A su muerte, los filósofos cínicos declararon una fiesta anual en su honor en Atenas, en el Pórtico Dorado, denominada Kynogamia o día de la incorporación de la mujer al mundo de la filosofía cínica. Hiparquía escribió tres libros pero no se conserva ninguno de ellos: Hipótesis filosóficas, Epiqueremas y Cuestiones a Teodoro llamado el Ateo. Se conserva un epigrama de Antípatro, dedicado a Hiparquía y titulado "A las mujeres":

Yo, Hiparquía, no seguí las costumbres del sexo
femenino, sino que con corazón varonil seguí
a los fuertes perros. No me gustó el manto sujeto
con la fíbula, ni el pie calzado y mi cinta se
olvidó del perfume. Voy descalza, con un bastón,
un vestido me cubre los miembros y tengo
la dura tierra en vez de un lecho. Soy dueña
de mi vida para saber tanto y más que las ménades para cazar.[5]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Hiparquía (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!