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Hombre lobo: el Apocalipsis



Hombre lobo: el Apocalipsis (Werewolf: The Apocalypse en inglés) es un juego de rol editado por la compañía White Wolf y en el que el jugador interpreta a un hombre lobo.[1]​ Los hombres lobo (llamados garou en su lengua) son guerreros de Gaia (la Madre Tierra) que luchan contra el Apocalipsis, el fin de los tiempos profetizado, que anuncia la destrucción del mundo.

El juego tiene lugar en la edad contemporánea, en un mundo gótico punk parecido al nuestro pero más oscuro, y fue el segundo de un conjunto de juegos que describen las diferentes criaturas sobrenaturales del mundo y que recibe el nombre de Mundo de Tinieblas.

Los Garou poseen cinco formas, desde el lobo al humano, pasando por dos formas intermedias y la más conocida, Crinos, la típica de los hombres lobo. Los nombres de las 5 formas son denominadas por los propios hombres lobo como: Homínido (Forma humana), Glabro (Casi humano, el Garou aumenta en tamaño y masa corporal), Crinos (Forma de combate, la típica imagen de un Hombre lobo), Hispo (Casi Lobo, como una versión temible de lobo prehistórico), Lupus (Lobo).

Todos los Bête (otras razas cambiaformas) poseen más de dos formas, apartándose de la creencia popular de que los Hombres-Bestia sólo poseían una forma más aparte de la humana.

Los hombres lobo pueden nacer de padre o madre humanos, lobos, u hombres lobo. Si un Garou nace de madre loba será un Lupus, y si un garou nace de una madre humana será un Homínido. A los Garou nacidos de la unión de dos hombres lobo se les llama Metis; esta unión está prohibida por Gaia y los cachorros nacen deformes (física o psicológicamente) y son estériles.

El auspicio de un hombre lobo es la fase lunar bajo la que nació. Aunque parece sencillo, el auspicio tiene una gran influencia en la vida del Garou, pues determina en gran medida su comportamiento, sus poderes, y sus aptitudes innatas. Hay cinco auspicios, según la luna esté en fase de luna nueva, creciente, media, gibosa (más que media y menos que llena) y llena.

Sólo un verdadero estúpido ignora la sabiduría que se oculta tras el disfraz del embaucador: Lleva la alegría a los corazones airados y la humildad a aquellos que necesitan una buena dosis de ella. Además, la Luna Nueva suele poseer una astuta perspicacia que le convierte en un respetable consejero (o cómplice). El Ragabash ocupa un extraño lugar en la sociedad de los hombres lobo. Son muchos los que recelan de sus imprevisibles gestos y su peculiar sentido del humor, aunque suelen darle la bienvenida y carta blanca en la vida diaria del clan. La Luna Nueva disfruta de una extraña flexibilidad dentro de las estructuras normalmente rígidas de la sociedad Garou. Siempre que hay tensión en el ambiente, el Ragabash la disipa, aunque se arriesgue a que una garra se abalance sobre su risueña garganta. Posee un valor diferente al del guerrero, muy valorado por los Ancianos más inteligentes. Es el que "pone en duda los métodos", el Ragabash tiene la obligación de ser el abogado del diablo. Ser un Luna Nueva es algo más que tener carta blanca para hacer travesuras o no respetar la autoridad: es una verdadera responsabilidad. El Ragabash no debe poner en duda las tradiciones ni las leyes a la ligera, sino que debe estar bien informado para transmitir su punto de vista. No basta con sembrar la duda sobre el comunicado de un Anciano; el Ragabash tiene que contar con un argumento sólido para poder defender su opinión. Su trabajo consiste en asegurarse de que sus compañeros conozcan las dos caras de cada asunto y sepan que están tomando la decisión correcta, no la más obvia. Por supuesto, como el Ragabash domina la astucia, las tácticas insidiosas y los Dones sutiles, también tiene ciertas responsabilidades como mensajero, saboteador o incluso, como asesino. La Luna nueva es la luna del sigilo, y sus hijos tienen que utilizarlo para el bien de los Garou.

Cuando la luz más débil de Selene brilla sobre su hermana Gaia, revela secretos sobre los espíritus y sus inmensos reinos. El Theurge es el hijo de la luna creciente y quien mejor conoce los caminos de la Umbra y sus habitantes. Algunos consideran que estos videntes son los soñadores de los hombres lobo y muchos parecen estar bastante distanciados de sus hermanos. Pueden ver y oír cosas que otros no pueden, como si vivieran tanto en el mundo físico como en el mundo espiritual. Debido a su extraña soledad, el Theurge mantiene un puesto importante en cualquier manada. Sin él, los hombres lobo olvidarían el lado espiritual de su naturaleza. Si no les orientaran sus sueños y visiones, avanzarían a ciegas y perdidos. El Theurge suele ser el maestro del rito de su manada, pues es el que conoce más ritos y el que está más cualificado para celebrarlos. También suele negociar con los espíritus con los que tropieza, pues es quien tiene más posibilidades de conocer su idioma y comprender su extraño modo de pensar. Los Dones de la luna creciente le ayudan en estos cometidos, aunque es necesario tener cierto tipo de mentalidad para aprender a "pensar" como los espíritus. Cuanta más afinidad siente un Theurge por los espíritus aliados, más extraños le resultan aquellos que piensan de forma más física.

La media luna refleja la dualidad de la naturaleza Garou: lobo y humano, carne y espíritu, furia y sabiduría, oscuridad y luz. El Philodox es el consejero, el mediador y el guardián de la ley de la manada. Del mismo modo que un Ragabash vive para reírse, un Philodox nace con la sabiduría y los deseos de juzgar imparcialmente las acciones de su pueblo, ya sean brillantes o desagradables. Intenta resolver todas las disputas que aparecen en su camino, pues ese es el papel que Selene ha reservado para él. En tiempos de paz, el Philodox de mayor rango suele ser el líder de la manada. En tiempos de guerra, puede ceder su capa al Galliard o Ahroun de mayor rango. Un Media Luna sabio no guarda rencor por ello y comprende que renunciar al puesto de líder es lo mejor. Debido a la competitividad de los hombres lobo, este comportamiento refleja perfectamente sus deseos de equilibrio y orden.

El Philodox suele adoptar la posición de alfa de su manada, aunque normalmente es un Ahroun quien la dirige en tiempos de guerra. Ocupe o no el liderazgo, de él se espera que sea imparcial; un Media Luna no puede favorecer a ninguno de sus compañeros de manada. El Philodox también tiene la responsabilidad de recordar en todo momento las leyes Garou; si un compañero está a punto de quebrantar la Letanía, el Philodox tiene que ser el primero en darse cuenta y prevenirle. Esta responsabilidad se extiende hasta más allá de la manada: a un buen Philodox le preocupa el honor de todos y cada uno de los hombres lobo con los que tropieza. Por supuesto, a medida que se acerca el Apocalipsis, los Media Luna más comprometidos están perdiendo la ilusión.

El Galliard, el amado de la cercana luna llena, encarna la alegría en sus canciones, historias y poemas. La belleza de la cara gibosa de Selene le inspira a realizar grandes proezas en el campo de batalla y alrededor de las hogueras de los consejos. A través de la sabiduría que transmite de generación en generación, mantiene con vida eternamente las tradiciones de los hombres lobo. Cuando las garras de una manada son necesarias para la batalla, un Galliard puede hacer que olvide la lástima y el pesar que siente por sí misma, y si es necesario, puede conseguir que el Philodox más indigesto llore hasta la última de sus lágrimas con la misma facilidad. El entretenimiento del Galliard adopta diversas formas: puede ser un danzante, un narrador, un músico o un poco de todo a la vez. Cuando la paz se convierte en guerra, el Danzante Lunar puede dirigir la manada; cuando vuelve la calma, canta endechas por los caídos y epopeyas por los bravos supervivientes que todavía caminan por los lugares sagrados de Gaia. El papel del Galliard es delicado. Tiene que ser el guardián de la sabiduría de su manada, conocer bien la historia Garou y ser capaz de enseñar a los demás a aprender de los errores del pasado. También es quien, en los consejos, narra las proezas de valor, sabiduría y honor de sus compañeros, asegurándose de que sus esfuerzos reciben la recompensa adecuada. En muchos casos, el Galliard es quien negocia con los mortales, del mismo modo que el Theurge pacta con los espíritus y el Philodox razona con otros Garou. Un Galliard de talento posee una buena memoria, una gran capacidad de oratoria y un espíritu valiente; su trabajo no es fácil, y para realizarlo, necesita todo el talento que pueda reunir.

El Guerrero disfruta de todo el resplandor de Selene, de la luz plateada que ilumina su inmensa Rabia. No duda en asestar golpes fatales; es más, no suele saber cuándo poner fin a su matanza. Aunque los hombres lobo son luchadores, los Ahroun son los hijos de Gaia más destructivos y depravados. Incluso los más jóvenes de este auspicio son temibles. Hay pocos que sean ancianos, quizás porque los Ahroun no temen morir sirviendo a Gaia; aquellos Ancianos que sobreviven se encuentran entre los mayores hombres lobo legendarios. Un Luna Llena no conoce la cobardía, sólo su sed de batalla. Al igual que los Galliard, los Ahroun sirven de inspiración a su pueblo, pero no por sus bellas palabras, sino por sus depuradas proezas físicas y su poder. Cuando la paz se tambalea, asume las riendas del poder, pues esta es su obligación: es el primero en dirigir a su manada al combate y, si son derrotados, el último en caer. El papel que desempeña un Ahroun en la manada es simple: tiene que ser un guerrero consumado, capaz de defender físicamente a sus compañeros más débiles y proporcionar las tácticas correctas en cualquier circunstancia. El Ahroun es la personificación de la definición de adalid de Gaia.

Una tribu es mucho más que un conjunto de gente con ancestros comunes... Una tribu comparte una serie de conocimientos, leyendas y obligaciones, está por encima de los territorios y de las etnias.

Estas son las tribus Garou que aún existen:


Antiguamente existieron otras tribus, que ya no están:

La Letanía es un conjunto de normas universales para todos los Garou. Quien incumpla estas leyes será castigado por la repercusión de sus acciones. Todas las leyes tienen su sentido.

El origen de los Garou se pierde en la noche de los tiempos. Todas y cada una de las tribus tienen sus propios mitos y leyendas que explican por qué están aquí. Basta decir que desde que el hombre comenzó a llamarse hombre, los Garou ya estaban allí, vigilantes.

El periodo anterior al desarrollo de la agricultura por parte de los humanos se llama el Impergium. Durante unos miles de años, los Garou mantuvieron unas cuotas estrictas de población a los por aquel entonces escasos humanos. Ya percibían la amenaza potencial que éstos representaban. Todo humano que excedía los patrones impuestos, era devorado por los Garou.

Nadie sabe a ciencia cierta cómo comenzó la Guerra de la Rabia.

Una historia dice que un Colmillo Plateado nunca pudo aceptar la muerte de su mentor y fue en busca de los secretos de la resurrección de los muertos, venciendo al Oso de la Muerte, que conocían los Gurahl. Según esta historia encontró a un Gurahl muerto que fue alzado de su tumba y pensó que era el oso de la muerte mencionado en ciertos relatos. Le arrancó el corazón y le hizo beber el jugo de este a su mentor muerto, que días después se alzó de la tumba como un no-muerto, viéndose, el colmillo plateado, obligado a destruir a su mentor. Luego de eso los Colmillos plateados de su clan fueron a pedir explicaciones a los Gurahl y ante la falta de respuesta comenzó el conflicto.

A partir de ahí, nadie fue capaz de detener la masacre.

Durante la colonización de los EE. UU. los Garou Europeos se enfrentaron con los Nativos de las Tierras Puras, los Uktenas, los Wendigos y los Croatanos. La mayoría de los túmulos de estos últimos les fueron arrebatados a manos de los Colmillos Plateados, la Camada de Fenris y los Fianna. Los terrenos del norte fueron ocupados por los Garras Rojas, confinando así a los nativos a una burda versión de lo que antes eran sus tierras.

Los enemigos de los Garou son muchos y muy numerosos. Entre estos cabe destacar por naturaleza el odio y el repudio que algunas tribus en concreto sienten por algunos feras (humanos cambia formas) y algunos otros seres, por ejemplo los vampiros del clan Settitas fueron quienes exiliaron a la tribu de los caminantes silenciosos, por ello el odio que siente un caminante, por uno de estos vampiros será mayor que por cualquier otro vampiro u otra forma de cambia forma

Entre los enemigos propios cabe destacar que es el narrador quien, según la historia que quiera llevar, genera la crónica para que entren en conflicto con X o Y tipo de enemigo en concreto. a menos claro que sea el jugador quien se pone en búsqueda de cierto tipo de enemigo para atacar, espiar o purificar.

Los más destacados son los magos, vampiros, momias, cazadores, cazadores de demonios y bestias, y hombres lobos corruptos.

En la cosmogonía del juego todo forma parte de Gaia. El crecimiento de esta , tiene una unión de forma intrínseca al crecimiento de los seres vivos que hay en su interior. Por ello la vida es tanto una manifestación de Gaia como una manifestación de su gloria y la muerte es una mera transformación de su energía. Los garou (al menos la mayoría de tribus) dedican su existencia a defender a Gaia del Apocalipsis, que significaría su destrucción.

En un nivel inferior del poder cósmico se encuentran tres grandes entidades, conocidas conjuntamente como la Triada, que pueden concebirse como las fuerzas de creación / caos (Kaos), crecimiento / orden (Tejedora) y destrucción / equilibrio (Wyrm).

Kaos es la fuente de la vida y de la creatividad, es el movimiento puro, el continuo cambio de las cosas, en definitiva es el principio de la vida. Se le representa como una esfera oscura de la que salen en continuo movimiento cientos de seres e ideas que vuelven a ser reabsorbidos por ella.


La Tejedora es el orden y lo estático, lo complejo y lo organizado. Es la esencia del orden tanto en la naturaleza como fuera de ella. Ella es la que toma la vida que nace de Kaos y le da forma para que sea estable y pueda existir, diseñando ideas y modelos más complejos cada vez. Se la representa como una enorme araña que hila constantemente con formas geométricas perfectas.

El Wyrm antaño fue la fuerza del equilibrio. Su misión era destruir lo obsoleto y lo enfermo para que Gaia fuera siempre perfecta, limitando el potencial creador de Kaos que había sido ordenado por la Tejedora. Sin embargo algo cambió, y el Wyrm se volvió loco. La razón de este cambio no está especificada, ya que en la cosmogonía del juego esto pertenece al plano de la leyenda y por tanto existen distintas versiones. Todas concuerdan en que la causa fue la destrucción por parte del Wyrm de algo que alteró el esquema de la Tejedora, aunque algunos culpan al Wyrm por destruir lo que no debía y otros a la Tejedora por romper el equilibrio. La conclusión es la misma: la Tejedora hiló alrededor del Wyrm hasta encerrarle en un capullo y después intentó restablecer todo lo destruido. El Wyrm consiguió escapar, pero salió cambiado: su confinamiento le había enloquecido y, corrupto y encolerizado, arremetió contra el mundo destruyendo a diestro y siniestro sin ni siquiera cuestionarse si lo que hacía favorecía o no al equilibrio.

El mundo en que transcurre la acción del juego es el resultado de lo anterior. El Equilibrio está roto, la Tejedora hila sin parar llenando la tierra con los hombres (llamados los Hijos de la Araña) mientras que el Wyrm destruye sin ton ni son.

Los agentes por los que actúa el Wyrm son, entre otros, los siguientes. El jugador puede interpretar a la mayoría de ellos:

Introducción en el mundo de los espíritus

Entender a los espíritus

Toma aire. Cierra los ojos y exhala poco a poco por la boca. Es muy probable que hay sido la primera vez en todo el día que piensas conscientemente en respirar. Raramente lo hacemos. Ni siquiera podemos ver el aire que inhalamos (al menos si tenemos suerte). Si no sentimos brisas ni vemos humo, puede que ni siquiera reparemos en el aire que nos rodea. SI no contuviésemos la respiración o nos atragantásemos de vez en cuando, podríamos olvidar que moriríamos en cuestión de minutos si no respirásemos. El mundo espiritual es como el aire que respiramos. Los espíritus flotan a nuestro alrededor, pero raramente pensamos en ellos. Violamos sus territorios, atraemos su atención y apreciamos su obra. No obstante, como por lo general no podemos verles ni sentir su presencia, apenas nos damos cuenta de la misma. Como casi nunca estamos sin compañía espiritual, no nos damos cuenta de lo cruciales que son los espíritus para la continuidad de nuestra existencia. Sin nuestros lazos con el mundo espiritual, moriríamos con tanta seguridad como si no respirásemos. La única diferencia sería que nuestro cuerpo físico no moriría. Sufriríamos una muerte espiritual. Los espíritus deben estar muy presentes para que reparemos en ellos, si caminas por un cementerio sentirás o bien paz o bien desesperación, eso es debido a los espíritus de la Umbra oscura que embrujan estos lugares. También es posible que notemos su falta, caminar por un laboratorio o una oficina nos hace sentir el fuerte bloqueo del mundo espiritual por parte de la Celosía en ciertos lugares. Nuestra naturaleza garou nos vincula a la Umbra, el mundo espiritual. No podemos ni debemos negar nuestras conexiones con la estirpe de Gaia. No se puede sobrevivir apartado de la Umbra. Necesitamos su energía espiritual, su gnosis, para templar nuestra Rabia y dar vida a nuestros dones. Pocos de nosotros podríamos aferrarnos a la cordura, y ninguno experimentaría la realización completa o la felicidad. Nuestras vidas estarían siempre vacías y carentes de significado. Al contrario que la respiración, relacionarse con espíritus puede volverse muy complicado. El Apocalipsis tendrá lugar a través de la Teluria. Los acontecimientos en la Umbra pueden ser más importantes al determinar nuestro destino final que los eventos mundanos. Debemos aprender a controlar nuestras propias energías mundanas y proteger así nuestros lazos con la Umbra. Aliarnos a espíritus podría ayudarnos en el futuro. Debemos aprender a derrotar a nuestros enemigos espirituales. No podemos permitirnos ignorar a los espíritus.

La Umbra

Todos los espíritus residen principalmente en la Umbra, aunque unos pocos duermen en el mundo físico, ocultos en fetiches o atados a lugares. No podemos entender a los espíritus sin entender su mundo. La Umbra coexiste con el mundo físico, pero también se extiende más allá de las fronteras del mundo. Muchos de nosotros, sobre todo los de raza homínido, vemos la umbra como una especie de mundo de fantasía, un lugar que no es tan real como el mundo físico. Desechar esa idea, reforzada por la barrera de la Tejedora entre la Umbra y la Tierra, lleva años. La Umbra es tan real como el mundo físico, y en la Guerra del Apocalipsis, las batallas en la Umbra podrían ser más importantes que las que tendrán lugar a este lado de la Celosía. Para comprender a los espíritus debes ver la tierra como el mundo de fantasía, y la Umbra como la realidad definitiva. Esta es la perspectiva de muchos espíritus.

Sueño

Los espíritus no son ni humanos ni lobos. No envejecen, no viven y no mueren, experimentan periodos de Sueño y Vigilia. Los espíritus pasan gran parte de su existencia en Sueño. Se convierten en algo como la materia espiritual inerte que compone la estructura de la Umbra. Los espíritus activos que se encuentra un viajero son solo una pequeña parte del verdadero número de entidades de la Umbra. En el Sueño, las esencias primarias de los espíritus de Gaia se mezclan con Su consciencia. En muchos aspectos, sus cuerpos espirituales quedan inactivos y los verdaderos espíritus vuelven a unirse a Gaia temporalmente. Tras el tiempo pasado como parte de la Celeste, muy parecido a nuestros sueños, los espíritus despiertan renovados y revitalizados. El Sueño es una de las formas más importantes que tienen los espíritus de sustentarse. A medida que se acerca el Apocalipsis, un mayor número de espíritus de Gaia se desvanece en el Sueño. Cuando el Wyrm y la Tejedora socavan la fuerza de Gaia, sus hijos animales mueren y los humanos la olvidan, la cantidad del gnosis del mundo disminuye. Sin gnosis para despertarlos, los espíritus de Gaia se convierten en efímera olvidada y sin vida. No se sabe si esto es debido a que Gaia no puede despertar a toda su estirpe o si los espíritus dormidos son calcificados por la Urdimbre o devorados por el Wyrm.

Sustento espiritual

Los espíritus extraen poder de distintas fuentes. Gaia da energías a sus hijos dormidos. Cuando los garou celebran un rito, los participantes alimentan a los espíritus invocados con la gnosis que gastan. Los lazos con el mundo físico parecen ayudar a los espíritus a mantener su poder. Es posible que necesiten el mundo físico de la misma forma que nosotros necesitamos el espiritual. Los objetos físicos con símbolos espirituales les permiten extraer energías de los seres vivos para reponer las suyas propias. Los espíritus pueden cazar a otros espíritus, consumiéndoles por la gnosis que contienen. Esta supervivencia del más apto parece limitada a ciertos lugares y grupos de estirpe. Los miembros de las estirpes no quieren una guerra que consuma a todos los espíritus de la gran estirpe de Gaia. Una calamidad así solo serviría para atraer más rápido al Apocalipsis.

Estirpes

Todos los espíritus de Gaia pertenecen a familias llamadas estirpes. Cada estirpe pertenece a la gran estirpe colectiva de los hijos de Gaia. Por tanto, todos los espíritus de Gaia están emparentados. Se ven como parientes, de forma muy parecida a la Nación Garou. Sabemos que somos un pueblo, pero eso no impide que luchemos entre razas, tribus o manadas. Muchos espíritus reconocen solo la estirpe que los vincula a uno de los Incarna. Cada Incarna mantiene grandes cantidades de espíritus, y todos ellos celebran reuniones en tiempos de apuro. La estirpe de un Incarna es como una tribu Garou. Los Yaglinos son los espíritus por debajo de los Incarna en las estirpes. Cada Yaglino tendrá a varios Gaflinos a su servicio. Los lazos entre unos y otros suelen ser los más fuertes. Los Garou deben ser cuidadosos en su trato con los espíritus, teniendo en cuenta los sentimientos de sus compañeros de estirpe. Ofender al miembro de una estirpe puede causar resentimientos entre todo el grupo de espíritus y el Garou. Ser adoptado como miembro de una estirpe es un gran honor, más o menos equivalente a unirse a una manada.

Naturalezas espirituales

Todo espíritu encarna un aspecto de la creación de Gaia. Los más poderosos, como los Incarna, corresponden a aspectos distintos. Este propósito, o correspondencia espiritual, tiñe la mayoría de los actos del espíritu. Un espíritu puede ignorar su propósito más de lo que tu puedes olvidarte de respirar. Es posible, pero poco saludable. Aunque los espíritus tienen naturalezas básicas determinadas pro la realidad que representan, los individuos tienen sus propias personalidades. También pueden tener distintas habilidades o Hechizos, pues cada uno representa su propio aspecto único de la creación de Gaia. Los rasgos de personalidad de un espíritu pueden parecer familiares, pero un Garou debe mantener la cautela en todo momento. Incluso un espíritu amistoso puede tener escalas de valores que parecen crueles o inhumanas para los criterios de los vivos.

Nombres

Para estar completamente seguro con un espíritu, el Garou debe conocer su nombre. Un espíritu solo revela su verdadero nombre voluntariamente, pues quien lo sepa tendrá un gran poder sobre él. La mayor parte de los espíritus prefieren dejar de existir antes que revelar su nombre a un enemigo. Si un espíritu da su verdadero nombre a un Garou, este puede contar con un amigo de absoluta confianza. Los nombres comunes de los espíritus no son nunca los verdaderos. Un espíritu no podrá resistirse a los ritos o dones que invoquen su verdadero nombre. Los espíritus solo dicen su nombre como muestra de absoluta confianza o como pago de una deuda, y esperan que el nombre siga en secreto. Un Garou que abuse del nombre de un espíritu se ganara la enemistad del mismo. Los espíritus más grandes tienen más de un nombre, y hace falta conocerlos todos para poder obligarles a algo sin que se resistan.

Tabúes

Todos los espíritus tienen tabúes que limitan sus capacidades. Algunos son más restrictivos que otros, y casi todos tienen algún propósito en el plan de Gaia. Impiden que los espíritus más poderosos corran sin control alguno y provoquen problemas entre las distintas familias. Los tabúes también parecen estar conectados con los propósitos de un espíritu. El tabú de cada espíritu puede ser ligeramente distinto al de los demás miembros de su clase.

Pactos espirituales

Un pacto es un lazo entre un Garou y uno de los espíritus de Gaia. Son en parte un contrato profesional y en parte amistad. Cuanto más fuerte es el pacto más se benefician ambas partes. Al desarrollar un lazo con un espíritu, el Garou debe cuidar de abordar al espíritu adecuado. Algunos Garou más jóvenes se lanzan por su cuenta a conseguir aliados espirituales, con escasos conocimientos al respecto. Este método es una de las principales causas de mortalidad entre los Theurge de rango uno o cliath. Para lanzarse a realizar tareas de este tipo, es mejor consultar antes con los Ancianos del clan o la tribu. Ellos pueden aconsejar o incluso presentar a algún espíritu que pueda ayudar al Garou. Otra posibilidad es meditar en algún lugar seguro de la umbra, concentrándote en ti mismo. Esta meditación suele llevar al descubrimientos de anamae. Los anamae son amigos-espíritus que tienen fuertes lazos personales con los Garou. Son tus aspectos personales. Algunos ejemplos son las Guías del Corazón (otorgados por Unicornio a cada garou) o las Sombras Lunares (espíritus que cuidan de nosotros por orden de Selene). La mayoría de los Garou ni siquiera sabe de la existencia de estos espíritus. Dedicar un tiempo a cultivar tu relación con un anamae puede repercutir de inmediato en tu beneficio. Un Garou que conoce a su anamae lleva consigo a un espíritu activo que puede darle consejos, avisos e instrucciones, e incluso puede luchar por él. Una vez que hayas encontrado un espíritu, muéstrale el respeto apropiado. Si no estas muy familiarizado con el Chiminaje, pregúntale al espíritu que desea, y se honesto. Mentir a un espíritu siempre es peligroso, aun cuando debe hacerse. Revela lo menos posible de ti o de tus aliados en el primer encuentro. Si un espíritu siente desagrado por ti, evita tratar con él en el futuro. Hay montones de espíritus en el Umbra, no malgastes tu tiempo con los difíciles a menos que les necesites o que tengas algo valioso que ofrecer.

Pactos personales

Un pacto personal implica solo a dos seres: tu y un espíritu. En principio, es la forma más sencilla de pacto, aunque en la práctica puede resultar algo complejo. Esta relación funciona mejor cuando se convierte en un profundo respeto y aprecio mutuo desarrollado a lo largo de años de confianza: en otras palabras cuando cruza la línea de la auténtica amistad. En tal caso es posible que el espíritu revele su verdadero nombre al Garou. Es algo improbable... pero merece la pena. Un pacto personal no es algo fácil de conseguir. En muchos casos esta relación funciona como un matrimonio. Tienes que sacrificar tu tiempo y energías y atreverte a ser honesto y vulnerable. El pacto exige esfuerzo. Si lo rompes corres el riesgo de enemistarte con el espíritu en cuestión. Si la relación va mal, el espíritu puede iniciar la ruptura. Si un pacto personal empieza a deteriorarse, el Garou debe actuar de la forma más honesta posible, intentando hacer todo lo necesario para asegurarse de que acaba en buenos términos. Tener como enemigo a un antiguo espíritu aliado puede ser una pesadilla

Chiminaje

El Chiminaje significa que a cambio de que se atienda una petición, honraras al espíritu que te ayuda. Como los garou más tradicionales los espíritus esperan que los garou les presten chiminaje a cambio de cualquier servicio. Si no estas preparado para pagar el precio de una petición, tampoco estas para hacerla. Comprender como funciona el chiminaje es esencial para desarrollar una relación con un espíritu. Ante todo, el chiminaje es una muestra de respeto y cortesía. Un garou que no ofrezca el chiminaje a un espíritu comente una violación de a etiqueta demostrando al espíritu que considera que su ayuda carece de valor. En el mejor de los casos el espíritu ignorara la petición. En el peor puede sentirse insultado y atacar al garou o a la manada. El chiminaje puede servir como medio de redención. En tal caso, el garou se ofrecer a honrar la petición de un espíritu como forma de reparar un insulto o crimen que hayan cometido. Para los garou que han violado un túmulo o roto con su manada, este tipo de chiminaje puede evitar resoluciones más desfavorables. También se puede emplear el chiminaje para conseguir poder. Puede hacerse una ofrenda para mejorar la posición de un garou ante un espíritu, o para vigorizar a un espíritu amistoso. Algunos garou satisfacen las peticiones de espíritus para asegurarse que estos les deban favores. Algunos espíritus tiene también el objetivo de enseñar, dando a su peticionarios garou experiencia en su elección de chiminaje. Tener aliados poderosos te hace más poderoso. Con cualquier tipo de chiminaje las deudas deben ser pagadas con algo de igual o mayor valor.

Los Garou llaman a todas las razas de Cambiaformas "No Garou" bajo el nombre de Fera, los cuales se consideran algunos extintos (como los Camazots, hombres murciélago de América del Sur), otros simplemente menguados desde la Guerra de la Rabia. Entre ellos se incluyen:

También los Garou pueden encontrar aliados entre algunas hadas, magos y otros seres.

Hombre lobo: El Apocalipsis utiliza el sistema de juego original de White Wolf, el así llamado Sistema Narrativo.



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