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Hugo II de Jaffa



Hugo II de Jaffa (también mal llamado Hugo II de Le Puiset), nació en 1106, y murió alrededor del 1135. Fue Conde de Jaffa, título que heredó de su padre Hugo I de Jaffa. Su madre fue Mabel de Roucy. Protagonizó una rebelión contra Fulco de Jerusalén en 1134.

Hugo era hijo de Hugo I de Jaffa (posteriormente Hugo I de Jaffa) y Mabel de Roucy. Su padre también era conocido en Francia, no como Hugo I, sino como Hugo II de Le Puiset, por lo que a veces Hugo II de Jaffa es mal llamado Hugo II de Le Puiset (que realmente era su padre). Según Guillermo de Tiro, sus padres fueron en peregrinación a Tierra Santa durante el reinado de Balduino II de Jerusalén, y en el viaje, a su paso por la Apulia, nació Hugo. Sin embargo, John L. La Monte sostiene que es más probable que Hugo II de Le Puiset ya estuviera en Tierra Santa en 1106 junto a Bohemundo de Tarento. En cualquier caso, Hugo II de Le Puiset fue nombrado Conde de Jaffa como Hugo I de Jaffa después de su llegada (en 1106 hubiera sido nombrado por Balduino I de Jerusalén).

Su padre murió en 1122, y su padrastro Alberto de Namur se ocupó de la administración del Condado hasta su mayoría de edad. Fue nombrado Conde de Jaffa en 1123 y se casó con Emma, sobrina del Patriarca de Jerusalén Arnulfo de Chocques y viuda de Eustaquío de Grenier, Conde de Sidón y Señor de Cesarea. Hugo era un pariente de la reina Melisenda de Jerusalén, esposa del rey Fulco de Jerusalén, ya que sus padres Hugo y Balduino eran primos; la abuela de Melisenda, también llamada Melisenda, fue la hermana de la Alicia, abuela de Hugo. Entre ambos había una estrecha relación, pero "...se rumorea que tiene demasiadas confianzas con la reina..." (Guillermo de Tiro, 14.16), y pasó a tener muy malas relaciones con el rey Fulco, debido a los celos. También se rumorea que Hugo era demasiado arrogante y se negaba a rendir tributo a Fulco. Al parecer otro de los rumores, según Orderico Vital, es que Hugo y otros nobles fueron ofendidos por Fulco, que al convertirse en rey trajo nobles y consejeros angevinos, ignorando a los nobles nativos del reino.

En 1134, Hugo junto a Román de Le Puy, Señor de Transjordania, se rebelaron contra Fulco. Según Guillermo de Tiro, el hijastro de Hugo, Gutierre I de Grenier, Señor de Cesarea (hijo de Emma y su primer marido Eustaquío de Grenier), le acusó de alta traición en una reunión de la Haute Cour. Gautier seguramente lo hizo respaldado por el propio Fulco. Hugo negó los cargos, y se decidió que la cuestión se resolvería en un duelo. Cuando llegó el día fijado para el combate, Hugo no se presentó, por lo que fue declarado culpable in absentia.

Hugo se alió con la ciudad egipcia de Ascalón, y Fulco invadió Jaffa y sitió la ciudad. Algunos de los vasallos de Hugo, como Balduino I de Ramla y Barisán de Ibelín, Condestable de Jaffa, lo abandonaron y "sabiamente se unieron a sí mismos y al rey". El castigo habitual para este tipo de acciones era la confiscación de bienes y el exilio, pero en este caso, quizás debido al alto estatus de Hugo en el reino y su relación con la reina, el Patriarca Guillermo medió en la disputa, y Hugo solo fue exiliado tres años.

Hugo permaneció en libertad en Jerusalén esperando un barco que lo llevara a su exilio. Un día, mientras está jugando a los dados en la calle, fue brutalmente atacado por un caballero bretón. El caballero fue rápidamente detenido y condenado:

Se propagó el rumor de que el propio Fulco había contratado al caballero para asesinar a Hugo, y el pueblo consideró a Hugo inocente de los cargos de alta traición. Fulco ordenó "...que la lengua no deberá incluirse entre los miembros mutilados", supuestamente para no ser acusado de querer silenciar al caballero. En cualquier caso, el caballero dijo haber actuado por su propia cuenta:

Fulco, muy a su pesar, no contó en la disputa con el favor del pueblo.

Hugo permaneció poco en el reino, el tiempo justo de cicatrizar sus heridas. Luego se exilió en Apulia, donde su pariente Rogelio II de Sicilia le nombró Conde de Gargan. Hugo nunca llegó a reponersese completamente, y murió poco después de su llegada.

Sea o no Fulco quien hubiera contratado al caballero bretón, Hans Mayer y otros historiadores creen que provocó deliberadamente a Hugo a rebelarse para poder obtener el control personal de Jaffa, ya que a pesar de que Hugo muriera antes de cumplir sus tres años de exilio, sus territorios permanecieron bajo dominio real durante el resto del siglo XII. Fulco comenzó la construcción de numerosos castillos, incluido el de Ibelín, para defenderse de las invasiones de Egipto. Como consecuencia de la rebelión, los ex-vasallos de Jaffa se hicieron más poderosos, como por ejemplo el Señorío de Ramala. Los Señores de Ibelín y Ramala se convertirán en piezas fundamentales del reino en este siglo.

El episodio también condujo a una ruptura entre Fulco y Melisenda. Melisenda, de quién legalmente era el reino y Fulco su consorte, fue apoyada por la Iglesia y otros nobles, y Fulco y sus partidarios fueron considerados durante algún tiempo como peligrosos oportunistas. Según Guillermo de Tiro,

La rebelión de Hugo fue anterior a 1132, según Guillermo de Tiro y el historiador árabe Ibn al-Qalanisi. Sin embargo, la cronología de Guillermo está probablemente confundida, y las referencias de al-Qalanisi sobre los conflictos del reino probablemente se refieren a la disputa de Fulco con Ponce de Trípoli en 1132. Hugo aparece como Conde de Jaffa en cartas fechadas en 1133 y 1134, y ahora 1134 es la fecha aceptada por la mayoría de los estudiosos.



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