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Idioma trinitario



Maipureana (Arawak)
  Arawak meridional
    Paraná-Mamoré

El trinitario, o mojeño trinitario, es una lengua que pertenece a la extensa familia lingüística arahuaca. Se habla en todo el Territorio del parque nacional Isiboro-Secure (TIPNIS), en el Territorio Indígena Multiétnico (TIM), a lo largo del río Mamoré (en Rosario), en la ciudad de Trinidad, y alrededor de las poblaciones de San Lorenzo y San Francisco en Bolivia (Rose, 2012).

Desde la promulgación del decreto supremo N.º 25894 el 11 de septiembre de 2000 el trinitario es una de las lenguas indígenas oficiales de Bolivia,[1]​ lo que fue incluido en la Constitución Política al ser promulgada el 7 de febrero de 2009 (como mojeño-trinitario).[2]

El trinitario cuenta con 3140 hablantes aproximadamente[* 1]​ y, por ello, es considerado como una lengua en peligro de desaparición (Crevels y Muysken, 2009; Crevels, 2012). Comparada con las otras lenguas del tronco mojo (ignaciano, javeriano y loretano), el trinitario es la lengua mojeña más importante en cuanto al número de hablantes. Sin embargo, en Trinidad y en San Lorenzo de Moxos se evidencia una pérdida rápida del idioma por parte de las generaciones jóvenes, quienes hablan solamente castellano. La situación es diferente en el parque nacional Isidoro-Sécure, donde los niños todavía hablan el idioma indígena (Rose, 2012).

Como señala Rose (2012), los nombres de las cuatro variedades mojeñas: trinitario, ignaciano, loretano y javeriano, corresponden a las misiones jesuitas construidas a finales de siglo XVII. Se presume, sin embargo, que habrían existido mayores diferencias dialectales antes de la época de las misiones , cuando la política lingüística tenía como meta reducir la variedad lingüística a algunos “idiomas generales”.

El mojeño trinitario es una de las pocas lenguas arahuacas habladas en Bolivia, junto con el baure y el machineri. Dentro del grupo mojeño, parece que el javeriano y el loretano son muy similares al trinitario (razón por la cual son referidos también como dialectos en la literatura), sin embargo, el ignaciano muestra más diferencias, en particular en el nivel fonológico y morfofonológico (Rose, 2012).

En el cuadro 1, se presenta el sistema vocálico del trinitario. Entre corchetes se muestra la realización precisa de estas letras, siguiendo el Alfabeto Fonético Internacional (Rose, 2012).


En trinitario, se distinguen los siguientes sonidos consonánticos (Rose, 2012):


En cuanto a las clases de palabras en trinitario, se puede mencionar lo siguiente (Rose, 2012):





En cuanto a la morfología del trinitario, se puede señalar los siguiente (Rose, 2012):




Además del afijo de persona, otro tipo de afijo transcategorial es el sufijo de plural -ono que se añade a los nombres para indicar una pluralidad de elementos, como se observa en (4), y en los verbos para indicar que el sujeto es plural, aunque únicamente con el prefijo ty-.


Otro tipo de morfema transcategorial son los clasificadores (CLF). Son sufijos que representan una clase de elementos, como por ejemplo todo lo que es redondo, lo que es líquido o lo que es largo y flexible. Se encuentran más frecuentemente en los adjetivos o verbos expresando un estado, como en (5), y en los números.


En la morfología transcategorial se encuentran también afijos discursivos, es decir, afijos que muestran la implicación del hablante en su discurso, como por ejemplo -chicha y -tataji que indican respectivamente empatía (pena, respecto o cariño), como en (6), o desprecio hacia un participante.








En cuanto a los morfemas de TAM, se trata de morfemas que precisan el tiempo (pasado, presente, futuro) del evento, como p.ej. el marcador de futuro -yore en (11), y distinciones con respecto a su desarrollo interno, como p.ej. el marcador aspectual continuativo -giereko en (12), y su realidad, como p.ej. el marcador de irrealis -a- en (13).




Como se mencionó anteriormente, otra clase numerosa de afijos verbales en trinitario son los morfemas de voz. Estos morfemas cambian el sentido del verbo añadiendo, suprimiendo, o modificando tipos de participantes en el evento. Así tenemos, por ejemplo, los morfemas causativos que indican que un participante causa el evento o hace que otro participante lleve a cabo una acción o entre en un estado determinado, como se muestra en (14).





Con respecto a la sintaxis del trinitario, se puede señalar lo siguiente (Rose, 2012):






El predicado puede también ser un nombre con un sufijo de persona, como se observa en (20), o una construcción llamada 'ecuativa', en la que dos grupos nominales son presentados como iguales, como en (21).









Lenguas de Bolivia (Universidad Radboud de Nimega)
Proyecto Idiomas en peligro de extinción -Trinitario




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