x
1

Imad al-Din



Imad al-Din (h. 1125-1201) fue secretario de Nur ad-Din y luego de Saladino. Fue un erudito y sabio en la retórica y dejó una antología muy útil de la poesía árabe a la que se suman sus numerosos trabajos de historia.[1]

Sirviendo como biógrafo contemporáneo de Saladino, Imad al-Din dejó constancia de las dos más importantes hazañas de Saladino, la batalla de Hattin y el asedio y posterior reconquista de Jerusalén. Como es lógico, su trabajo se enfoca en las hazañas correspondientes a su materia y la gloria de los guerreros musulmanes bajo su mando.

El autor estaba consciente de que la batalla de Hattin fue un evento de gran importancia para la posterior reconquista de la ciudad de Jerusalén y como resultado le adjudica al suceso su correspondiente relevancia. Imad al-Din proporciona una detallada descripción de la conducta de Saladino y la forma en que trataba a los cruzados tras la batalla. Probablemente la descripción más sobresaliente del rostro de Saladino es que “brillaba con alegría” mientras alrededor de setecientos caballeros cristianos cautivos eran decapitados enfrente de él, dada su orden, después de la Batalla de Hattin.

Igualmente tras la batalla de Hattin, y habiendo capturado al Rey Guido de Lusignan y a Reinaldo de Châtillon, Imad al-Din nos ofrece el siguiente relato:

Imad al-Din también nos ofrece una útil y detallada visión general de la conquista de Jerusalén a manos de Saladino. Su historia de la caída de la Ciudad Santa acaba con la muerte de Saladino. Su obra, titulada Relámpago de Siria, crónicas de la vida y hazañas de Saladino en 1175, tiene un aire festivo cuando escribe sobre las victorias de Saladino y las retrata como el inicio de una nueva era para el Islam. Él describe a Saladino siempre en los términos más entusiastas. Por ejemplo, escribe de Saladino:

Otro aspecto importante de lo que cuenta Imad al-Din también encontrado en los relatos de Ibn al-Athir, es su afirmación de que las mujeres cristianas también luchaban en los ejércitos cruzados. Sus notas dicen:

Estas afirmaciones no siempre son aceptadas por los expertos del tema debido a que no hay relatos de cronistas cruzados o cristianos que indiquen lo mismo. Ambos bandos en las Cruzadas, cristianos y musulmanes, veían a las mujeres en el combate como un tabú, así que parece improbable que cualquiera de los dos bandos aceptara mujeres como miembros formales de sus ejércitos. Al contrario hubiera figurado en los intereses de los cronistas musulmanes retratar mujeres cristianas fungiendo como guerreras debido a que esto hubiera sido vergonzoso para los ejércitos cristianos. Sin embargo debido a que se sabe que las mujeres cristianas participaron en asedios, defendiendo los muros o pequeños pueblos y villas, hay una pequeña probabilidad de que también participaran en las batallas mencionadas por los cronistas musulmanes.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Imad al-Din (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!