Instituto de Fisiología Celular nació en UNAM.
El Instituto de Fisiología Celular (IFC) surge como resultado de un largo proceso universitario iniciado en 1971, cuando el Departamento de Biología Experimental del Instituto de Biología (IB) de la UNAM y el Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina también de la UNAM deciden construir un nuevo edificio del Instituto de Biología, el cual incluiría un ala completa sólo para el Departamento de Biología Experimental (edificio oriente del IFC), con la capacidad de albergar a cada uno de los investigadores en su propio laboratorio mejorando así las condiciones de trabajo para la investigación científica experimental. [2] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
El 12 de marzo de 1973 se publica un documento en donde se anuncia que el trabajo de los grupos de investigación experimental de la Facultad de Medicina y del Instituto de Biología se reunirían en un solo espacio físico y un mismo ambiente académico con la intención de formar un centro que permitiera una integración científica del más alto nivel y de esta manera incrementar la productividad científica, evitando la duplicación de equipo, presupuesto y trabajo. Al estar en un solo lugar este grupo de investigadores sería más accesible a todos los estudiantes de ciencias biológicas haciendo que su formación fuera menos dispersa, más completa y de mejor calidad. [3] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)..
Los investigadores pioneros de la investigación bioquímica en la UNAM fueron Guillermo Massieu, Herminia Pasantes, Ricardo Tapia, Miguel Pérez de la Mora, Jesús Manuel León Cázares, Graciela Meza, María Elena Sandoval, Angel Arroyo, Edmundo Chávez, Aurora Brunner, Alfonso Cárabez, Armando Gómez Puyou, José Laguna, Jesús Guzmán, José Luis Molinari, Victoria Chagoya, Antonio Peña, Marietta Tuena, Enrique Piña. Entre septiembre de 1973 y enero de 1979 se incorporaron otros investigadores, como Ana Luis Anaya, Ana María López Colomé, Edgardo Escamilla, René Drucker, Lourival Possani, Rolando Lara y Rocío Salceda, quienes diversificaron sus temas de estudio y se conformaron como uno de los grupos más productivos en la investigación biomédica en la UNAM y en México.
En 11 de enero de 1979 cuando Antonio Peña era Jefe del Departamento de Biología Experimental, a poco más de 5 años de haberse integrado el grupo del Instituto de Biología y de la Facultad de Medicina, se publicó el acuerdo de creación del Centro de Investigaciones en Fisiología Celular (CIFC), integrado por 22 investigadores, 17 titulares, seis de ellos nivel C, cinco asociados, cuatro nivel C, un nivel B, además de 14 técnicos académicos. Con esto se logró la independencia del Instituto de Biología, la Facultad de Medicina y cualquier dependencia de la UNAM. Pocos días después de publicarse el acuerdo, el Rector nombró Director del nuevo centro a Antonio Peña. El Centro se dividió en tres departamentos: Bioenergética, Microbiología y Neurociencias.[4] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
En 1973 el Consejo Universitario había aprobado el proyecto de Licenciatura, Maestría y Doctorado en Investigación Biomédica Básica (IBB). Este programa fue diseñado por investigadores con la idea de formar doctores en el área biomédica evitando el retraso que representa el tener que cursar las licenciaturas de medicina, química o biología antes de incorporarse a un laboratorio de investigación. El proyecto interesó a algunos investigadores del Departamento de Biología Experimental desde antes de que se convirtiera en el CIFC, sobre todo entre los del área de neurociencias, quienes participaron de manera individual entre 1975 y 1983, año en que se graduó el primer Maestro en IBB formado en el CIFC, el Doctor Julio Morán.[5] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
El Centro de Investigaciones en Fisiología Celular (CIFC), es aceptado en 1984 como la tercera sede académica del programa de Licenciatura, Maestría y Doctorado en Investigación Biomédica Básica, la segunda fue el Centro de Investigaciones sobre Fijación de Nitrógeno en 1980 y la cuarta el Centro de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biotecnología, centro que en 1988 se convertiría en el Instituto de Biotecnología. Este mismo año se inaugura el segundo edificio del Centro, el cual contaba con biblioteca, auditorio, área para la administración, aulas y dos habitaciones para visitantes[6] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
El 30 de mayo de 1985 el CIFC se convierte en el Instituto de Fisiología Celular y durante los siguientes 10 años, hasta 1995 aumenta la formación de maestros y doctores en Investigación Biomédica Básica, habiendo graduado en esa década a 69 maestros y 49 doctores, siendo la sede que más doctores formó entre 1989 y 1995, con 44 doctores graduados, casi el doble que el Instituto de Investigaciones Biomédicas, sede original del programa y más del doble de los graduados en el Centro de Investigaciones en Fijación de Nitrógeno, segunda sede del programa.[7] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Independientemente de la estructura departamental se han desarrollado ciertas líneas de investigación que representan las principales conexiones entre los investigadores del instituto, entre ellas destacan los estudios de membranas, receptores, transporte y bioenergética, la regulación metabólica, neurofisiología, neuroquímica, etología, fisiología de los órganos de los sentidos, inmunología, fisiología y genética microbianas, cibernética y ecología química. [8] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
El impacto académico del Instituto de Fisiología Celular se ve reflejado en las publicaciones científicas en revistas internacionales, nacionales y capítulos de libros que los investigadores de esta institución dirigen. Los investigadores del IFC colaboran con el esfuerzo de divulgación de la Ciencia a través de las publicaciones del Fondo de Cultura Económica, la Secretaría de Educación Pública y el CONACYT. La mayoría de los investigadores del IFC participan activamente año con año con ponencias en congresos nacionales e internacionales, simposios y reuniones. También se realizan colaboraciones con laboratorios extranjeros que resultan en publicaciones conjuntas. [9] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Se encuentra en Ciudad Universitaria, en la Ciudad de México.
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