x
1

Inyección letal



La inyección letal es un método de ejecución que consiste en inyectar por vía intravenosa y de manera continua una cantidad letal de diversos fármacos combinados, que producen, sucesivamente, inconsciencia, parálisis respiratoria y paro cardíaco.

Su uso es legal en China, Vietnam y Estados Unidos.[1]

Estos fármacos depresores son los primeros que se administran y su función es inhibir las funciones cerebrales, provocando lo que se conoce como hipnosis anestésica, un estado donde se pierde la conciencia y se suprimen los sentidos. Es primordial que actúen convenientemente para que la persona ejecutada no reaccione frente a la acción de las sustancias que se introducen a continuación en el torrente sanguíneo.

Llamados relajantes musculares, provocan un desfase entre el impulso neuroeléctrico y el músculo estriado, lo que impide su contracción, derivando en parálisis generalizada, incluida la de los músculos respiratorios, con lo que se detiene la respiración, con la consiguiente asfixia.

Saturan el medio tisular de iones potasio (K+) impidiendo su flujo al exterior de las células del músculo cardiaco, lo que deriva en su paralización.

En Texas, uno de los estados de Estados Unidos en los que la ejecución se realiza por inyección letal, se usan tres sustancias conjuntamente: tiopental sódico, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio. El tiopental sódico es un hipnótico, la segunda es un bloqueador de la placa neuromuscular no despolarizante, que paraliza el diafragma y los músculos torácicos, interrumpiendo así la respiración, y el cloruro de potasio impide la despolarización del músculo cardíaco provocando su detención (o paro cardíaco).

Otra combinación incluye el uso de midazolam, mezclado o no con hidromorfona; vecuronio y cloruro de potasio.

Actualmente se debate en Estados Unidos, en los estados donde está establecido este sistema de inyección de las tres sustancias como sistema de ejecución, si realmente produce una muerte indolora o existe sufrimiento por parte del condenado.

El 15 de septiembre de 2009 el reo estadounidense Romell Broom sobrevivió a su ejecución mediante inyección letal en la Prisión Sur (Southern Correctional Facility) de Lucasville, Ohio. El gobernador del estado, Ted Strickland, decidió suspender la ejecución y posponerla una semana después de que el condenado hubiera recibido 18 pinchazos en diversas partes del cuerpo.[2]

El 22 de febrero de 2018, el estado de Alabama tuvo que suspender la ejecución de Doyle Lee Hamm, que había sido condenado a morir por el procedimiento de la inyección letal. Según los médicos que le trataron de su enfermedad, las venas estaban tan deterioradas que podrían haber reventado en plena ejecución, causándole al reo un sufrimiento añadido. David fue condenado en 1987 tras asesinar de un disparo en la cabeza al empleado de un motel durante un atraco.[3]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Inyección letal (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!