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Jango Fett



Jango Fett es un personaje ficticio del universo de La Guerra de las Galaxias. Fue interpretado por Temuera Morrison en el episodio II de la saga: El ataque de los clones::, siendo esta la única película en la que aparece. Jango Fett, un guerrero mandaloriano, es considerado como el mejor cazarrecompensas y mercenario de la galaxia.

Jango fue escogido para ser clonado, fabricándose así un ejército de réplicas idénticas a él. Estos clones tendrían un crecimiento acelerado para llegar a edad adulta rápidamente y así estar en edad de combatir. Como pago por ser el modelo del ejército clon, aparte de una suma elevada de dinero, pidió un clon inalterado de sí mismo, al que adoptó como hijo: Boba Fett.

Un dedicado cazarrecompensas y un experto en el combate cuerpo a cuerpo, Fett poseía una armadura mandaloriana. Dicha armadura, está acompañada de un arsenal de armas y utilidades, incluyendo navajas escamoteables, un arpón, láseres y otras herramientas más exóticas. En combate, Jango utiliza su mochila de propulsión para obtener ventaja de velocidad y altura sobre sus enemigos. Además, la mochila de Jango también está cargada con un cohete que podía ser lanzado desde la misma espalda de Jango. Para viajes interestelares, Jango viaja a bordo de su nave el Esclavo I.

Jango Fett quedó huérfano a muy temprana edad, un hijo de simples comerciantes granjeros mandalorianos de Concord Dawn, los cuales fueron asesinados brutalmente durante una guerra civil entre las facciones Mandalorianas. Tor Vizsla, líder de la deshonorable Guardia de la Muerte, capturó a Jango y forzó a sus padres a decirle lo que sabían acerca de Jaster Mereel, el líder de los Verdaderos Mandalorianos, pero los Fett se negaron, al ser aliados de Mereel. Enfurecido, Vizsla ordenó a sus lacayos que mataran al Clan Fett. Jango, que gracias a una distracción de su madre había podido huir, fue rescatado por Jaster Mereel y se convirtió en su hijo adoptivo. Jango se convirtió en uno de los más notables mandalorianos, y se creía que este era el único sobreviviente de los Verdaderos Mandalorianos, tras la aniquilación de éstos por los Caballeros Jedi. Él se alzó frente a grandes guerreros, aprendiendo a sobrevivir en peligrosos territorios utilizando su característica armadura y sus increíbles habilidades.

Años de acondicionamiento físico y entrenamiento, le hicieron ganar la reputación como uno de los más temidos cazarrecompensas del bajo mundo. Ni los Vigos del Sol Negro se escaparon de sus blasters gemelos. En una ocasión, Fett tuvo que trabajar en equipo con Zam Wesell, para lo que sus talentos se amalgamaron para lograr asignaciones similares. A pesar de preferir trabajar solo, los dos hacían equipo cada vez que era prudente. Los dos compartieron una aventura cuando buscaban un extraño artefacto de Seylott que le garantizaría a su usuario un increíble poder.

Una década antes del estallido de las Guerras Clon, un hombre llamado Tyranus, solicitó la presencia de Jango en una de las lunas de Bogden, con una intrigante proposición. A cambio de una suculenta suma de dinero, Jango se convertiría en el modelo a tomar para una armada de clones. Fett aceptó, pero con otra estipulación en el contrato. Adicionalmente a su paga, sería premiado con un clon no alterado de sí mismo. Diferente a los otros, este clon no tendría un proceso de crecimiento acelerado o tratamiento de la docilidad. Sería una réplica pura de Jango de nombre Boba, al que convetiría en un feroz guerrero mandaloriano, y el "Legado de Jaster Mereel".

Los kaminoanos ofrecieron a Fett instalaciones privadas en su hermética Ciudad Tipoca, lo que hizo que Jango se alejara de la tarea de cazarrecompensas por un tiempo. Este se concentró en la educación de su hijo clon, Boba. Los kaminoanos aprovecharon el material genético de supervivencia y combate de Fett para crear miles de soldados clones.

Mientras servía como protector de Tyranus, Jango fue contratado por el Virrey Gunray de la Federación de Comercio. Gunray quería eliminar a la Senadora Padmé Amidala, quien había sido una piedra en el zapato del neimoidiano por mucho tiempo. Fett, subcontrató el trabajo a su antigua compañera Zam Wessel, y la proveyó de venenosos kouhuns para que acabe el trabajo.

Un par de Jedis (Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi) intervinieron en el momento justo cuando iban a terminar con la senadora, por lo que Jango se vio forzado a matar a Zam antes de que lo delatara. Pero Fett no contaba con la resolución de Obi-Wan Kenobi. Jango utilizó un arma exótica para matar a Zam, un dardo venenoso Kaminoano. Nadie pudo dar con el origen del dardo, pero las conexiones en los bajos fondos de Kenobi, lo llevaron en la dirección adecuada.

Kenobi llegó a Kamino, y se enteró de la armada de clones. Tuvo un tenso encuentro verbal con Jango, en una discusión en donde nunca llegaron a revelar sus verdaderas intenciones. Fett decidió abandonar Kamino y le ordenó a Boba a juntar sus pertenencias. Kenobi, luego de comunicar la situación al Consejo Jedi, recibe la orden de apresar a Jango y llevarlo a Coruscant, pero justo cuando se disponía a aprehenderlo Jango ya partía. Tuvieron un encuentro en donde el Jedi se vio muchas veces sorprendido por la cantidad de recursos desplegados por Fett durante la batalla. Jango llegó a escapar a bordo del Esclavo I, y junto a su hijo arribaron a Geonosis para reunirse con su misterioso benefactor, Lord Tyranus.

En la ruta hacia Geonosis, Jango y Boba notaron que un rastreador había sido colocado en su transporte y de pronto se vieron seguidos por un Jedi starfighter en su trayecto. Era Kenobi, con quien entablaron un combate espacial en los anillos de asteroides de Geonosis. A pesar de la cantidad de cargas sísmicas, disparos de láser y ataques con misiles, Obi-Wan sobrevivió y continuó la persecución a Fett hasta la superficie del mismo planeta.

Kenobi y sus acompañantes fueron capturados en Geonosis, que fue revelado como un fuerte separatista. Estos iban a ser ejecutados en un gran coliseo geonosiano, pero sus muertes se vieron truncadas con la llegada de una gran cantidad de refuerzos Jedi.

Encargado de la tarea de proteger a Lord Tyranus, Jango entró en el combate contra los Jedi. Sus habilidades de tiro eran admirables, pero no lo suficiente como para confrontar al Maestro Jedi Mace Windu. Este no le brindó tregua a Fett, reflectando todos sus disparos y decapitando, con un solo movimiento de su sable de luz, al cazarrecompensas. El casco de Jango rodó por la arena de Geonosis, para ser recogido por un conmocionado huérfano, Boba Fett. Jango no vio a sus clones en acción.[2]



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