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Jávea



Vista de Jávea desde el Montgó

Localización de Jávea respecto a Marina Alta

Jávea (en valenciano y oficialmente Xàbia) es un municipio de la Comunidad Valenciana, España. Está situado en la costa norte de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Alta.

En el norte de la provincia, se encuentra en la punta más entrante del mar de la costa este. Se encuentra a unos 90 km de Ibiza, siendo posible en los días claros, visualizar el perfil de la isla desde los dos cabos importantes del lugar.

El cabo más importante geográficamente es el cabo de la Nao, que representa la parte que más se adentra al este, en el mar de esta parte de España y de la península ibérica. Los otros cabos menores son el cabo Negro y el cabo de San Martín. Hay dos islas pequeñas: La isla del Portichol, frente a la playa de la Barraca, y la isla del Descubridor, frente a la playa nudista de Ambolo, isla que fue dada en honor de un javiense, que según se cuenta, estuvo en la expedición de Colón en el descubrimiento de América. Existe un río que cruza de oeste a este de la comarca llamado Jalón o Gorgos. Es un río de evacuación de agua cuando llueve, ya que durante casi todo el año se encuentra seco. A diferencia de localidades cercanas como Denia u Oliva, Jávea posee una orografía variada, desde un valle entre el Montgó y las estribaciones del cabo de la Nao y el Pico de Benitachell, a la planicie baja de la Plana del Saladar y la alta planicie de Las Planas (cabo de San Antonio), playas, calas, montaña, etc.

El Montgó es la cumbre más destacable y visual de la comarca, con sus más de 750 m de altura. Sirve muchas veces de parapeto de las borrascas que vienen del norte y colabora en gran medida con el mantenimiento del microclima local. En él está ubicado el cabo de San Antonio.

Jávea limita con las localidades de Denia, Benitachell, Teulada y Gata de Gorgos, así como con las pedanías de La Jara y Jesús Pobre, ambas pertenecientes a Denia.

Según un estudio científico realizado por los años 90, se consideró a Jávea como el primer mejor microclima mundial, seguido por Río de Janeiro, y es que se puede disfrutar de una buena temperatura todo el año con una media que oscila los 18 °C. La prueba de ello es que es un lugar escogido por los jubilados extranjeros para pasar el resto de su vida. El color verde es el que predomina en el paisaje. Aunque no llueve con mucha frecuencia Jávea posee mucha agua en su subterráneo. Uno de los posibles orígenes del nombre del municipio es Xábiga, del árabe, que quiere decir algo así como pozo o aljibe, de la cantidad de estos elementos que poblaban el lugar.

Las lluvias se presentan con el régimen de precipitación mediterráneo, es decir, de muy intensas precipitaciones en muy poco tiempo, siendo los meses de septiembre, octubre y noviembre los de más lluvia. Estas precipitaciones típicas del mediterráneo se llaman "gota fría" en esta zona de España.

En 1244, Denia capituló a favor del rey Jaime I de Aragón y Pere Eiximén Carrot, que dirigió la conquista de la Marina, llevó a cabo el repartimiento de esta zona. Pero la repoblación fue lenta y poco efectiva hasta que no finalizaron las revueltas musulmanas de Al-Azraq en 1279.

Las primeras noticias documentales que hablan de Jávea parten del rey Jaime II, fruto de la necesidad de reforzar las tierras del sur, ya que el siglo XIV comienza marcado por dos conflictos: la guerra con Castilla desde el 1296 y las razzias de los granadinos (1304-1308), con la ayuda de la población morisca del reino.

En 1397 se le otorga el título de villa con Consejo y término, pero continúa formando parte del Marquesado de Denia.

El siglo XV comienza con la recuperación y el aumento de la población, con un claro reflejo en el urbanismo.

En 1502 los brotes de peste eran relativamente habituales, pero parece que Jávea no fue muy afectada como lo demuestran los datos demográficos de que disponemos. En 1510, habitaban unas 930 personas ―la mayor población de la comarca― y un siglo después alcanzaba los 1800 habitantes. La mayor preocupación de la monarquía en el siglo XVI fue la "cuestión morisca", problema que acabó en el reinado de Felipe III con la expulsión de los moriscos en 1609, menguando la población de los valles interiores de la comarca.

Los frecuentes ataques de los piratas hicieron a los naturales de la Villa adentrarse 2 kilómetros de la costa y amurallarse en un recinto que se mantuvo hasta 1877. Este recinto constituye el actual núcleo histórico que, en torno a la iglesia gótica de San Bartolomé, caracteriza hoy a Jávea con sus casas encaladas, enrejados de hierro y dinteles labrados en una porosa tierra dorada llamada "tosca".

Jávea participó en la Guerra de Sucesión Española (1702-1713) junto al bando borbónico, por lo cual obtuvo a cambio una serie de privilegios que la impulsarán demográfica y económicamente a lo largo de la centuria, por delante del resto de la comarca, partidaria del bando austracista. Junto con los títulos honoríficos (Lealísima y Real) obtendrá para el Puerto una concesión de exportación de mercancías y frutos del país. Esto, unido a su situación, a resguardo de los temporales, y su capacidad para embarcaciones de gran tonelaje, convertirán al Puerto en el activador de la economía local, primero con la importación de trigo y después con el comercio de la pasa.

La economía de la población, eminentemente agrícola, se basaba en los cultivos de secano: trigo, almendro, viña, algarrobo y olivo. El trigo fue el más importante, tanto el local como el importado de Sicilia. Su transformación en harina provocó el desarrollo de la molinería, como es el caso de los molinos de viento de La Plana y los de agua de Les Barranqueres. Cabe destacar la creciente importancia de la elaboración y comercialización de la pasa que culminará en el siglo XIX.

Entre 1810 y 1812 transcurre la guerra de Independencia, con diferentes incursiones en la villa de Jávea por parte de las tropas acuarteladas en el castillo de Denia.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la producción, elaboración y exportación de pasa se convertirá en el motor de la modernización gracias a un fuerte aumento de la demanda de los mercados nordeuropeos y americanos que llevan a la aparición de una burguesía mercantil local.

En pleno siglo XX, en la década de los 60, Jávea se convierte en un destino turístico al igual que el resto del Levante español.

Cuenta con una población de 27 681 habitantes (INE 2015), de los cuales un 53,1% es de nacionalidad extranjera, una superficie de 68,59 km² y una densidad de 403,57 hab./km². La mayor parte de los no nacionales provienen de otros países de la Unión Europea (11 894 censados, el 39,7% del censo), principalmente británicos (6833 censados, el 24,6% del censo) y alemanes (1959 censados, el 6,5% del censo).[3]

     Población de derecho según los censos de población del INE.[4]      Población según el padrón municipal de 2017.[5]

Son lenguas oficiales el español y el valenciano, muy extendido entre la población natural del lugar. El inglés es la lengua extranjera más hablada, ya que Jávea cuenta con una población de unos 6.000 británicos residentes al año, la más elevada de la Comunidad Valenciana. El alemán ocupa el segundo puesto de lengua extranjera (unos 2.000 residentes), muy por delante del neerlandés y del francés, italiano, ruso, etc. Se nombran unas 85 nacionalidades con representantes viviendo al año en Jávea.

Aunque a principios del siglo XX, Jávea poseía una economía basada en la agricultura y pesca, ha sido transformada a finales de dicho siglo a una economía totalmente turística, debido a las favorables condiciones con las que cuenta, para que en ella se desarrolle el turismo de sol y playa característico de la zona mediterránea.

En el valle de Jávea se llegó a cultivar y comercializar trigo, cultivo que dejó paso a los naranjales gracias a la gran riqueza acuífera que tenía el subsuelo y a un mantenimiento menor de mano de obra. Este tipo de plantación usa, desde hace mucho tiempo, el método de riego por goteo, que distribuye con mejor mesura la cantidad necesaria del agua que consume cada árbol (alrededor de unos 100 litros). Muchos de los campos de trigo, se transformaron en viñedos y la localidad poseía una cooperativa donde se llevaba la vendimia anual (desde septiembre a noviembre) y se elaboraba la mistela o moscatel, vino muy sabroso y dulce. Dicha cooperativa desapareció por los años 80, reduciéndose así la elaboración de vino comercial a ser elaborado para consumo familiar o pequeñas ventas.

La ganadería local nunca ha llegado a ser importante, debido a la poca práctica de esta. Los animales más extendidos son los ovinos: ovejas y cabras, que en antaño, los pastores, vendían la leche allí por donde pasaban a petición de las gentes que los veía durante el pastoreo. Aunque Jávea tiene una gran extensión, no toda ella podía ser usada como pasto, llegando a hoy en día la existencia de dos o tres pastores que por "herencia" poseen rebaños que no llegan a más de 100 cabezas. La cría de gallinas y conejos es casi a nivel familiar.

La pesca sigue siendo una de las fuentes de ingreso, gracias en parte, por el puerto natural situado bajo las estribaciones del cabo San Antonio. Jávea cuenta una gran tradición marinera, tiene lonja propia donde descargan barcos de pesca de otras localidades costeras, de incluso, de Cádiz.

Actualmente, el turismo es el motor de la economía local, apoyándose principalmente sobre el sector hiperactivo de la construcción y de las actividades inmobiliarias en general. La población de Jávea crece a un ritmo impresionante, principalmente proviniendo del norte de Europa en lo que residentes al año de bastante alto poder adquisitivo se refiere, aunque una muy fuerte inmigración desde Marruecos o los países sudamericanos tuvo lugar estos últimos años, como fuerza de trabajo. Se estima que la población alcanza unos 150 000 habitantes en verano, aunque el turismo tiende a frecuentar Jávea todo el año. Numerosas actividades se desarrollan alrededor de estos movimientos de población: restauración, hostelería, actividades deportivas y lúdicas variadas, etc.

El turismo se inició a mediados de los años 60 gracias a la creación de un Parador de Turismo. Se habilitó como punto central la playa del Arenal, la única de este material, aunque existe una gran variedad de playas formado de distintos materiales: grava, tosca (roca), piedra, roca. Esta variedad, hace que el bañista pueda disfrutar de varias opciones al ir a la playa, desde el descanso de la arena, hasta el buceo y submarinismo que ofrece las playas de tosca (roca) y calas, donde se puede disfrutar del paisaje marino.
Alquileres turísticos en villas, casas y apartamentos

El concepto de deuda viva contempla solo las deudas con cajas y bancos relativas a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros, excluyéndose, por tanto, la deuda comercial.

     Deuda viva del ayuntamiento en miles de Euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.[6]

La deuda viva municipal por habitante en 2014 asciende a 917,57 €.

Jávea cuenta con 7 centros educativos de Educación Infantil y Primaria: - C.P. Graüll. - C.E.I.P. Mediterrània. - Colegio de enseñanza concertada María Inmaculada Jávea. - C. P. Trenc de Alba. - C. P. Puerto de Jávea. - C. P. El Arenal. - Colegio Internacional de Jávea. Y 4 centros educativos de Educación Secundaria: - I.E.S. Antoni Llidó - Colegio de enseñanza concertada María Inmaculada Jávea. - I.E.S. núm.1 Jávea. - Colegio Internacional de Jávea.

De Norte a Sur del litoral están las playas:

Actualmente las fiestas que se realizan al año son:



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