x
1

Juan Álvarez de Eulate



Juan Álvarez de Eulate y Ladrón de Cegama o Juan de Eulate (o Juan de Ulate) (palacio del Cabo de Armería de los Álvarez de Eulate, Améscoa Baja, Navarra, 1583 - palacio del Cabo de Armería, Améscoa Baja, Navarra, 9 de abril de 1655) fue un soldado español que sirvió notablemente en Flandes y más adelante como Gobernador de Nuevo México, entre 1618 y 1625, cuando era provincia de Nueva España. Entre 1630 y 1638 fue gobernador de la provincia de Margarita, isla al norte de Venezuela, hasta su retiro en España.[1]

Juan de Eulate nació en 1583, el segundo hijo de Juan Álvarez de Eulate y doña Juana Ladrón de Cegama y Alciturry. Su padre era dueño del Palacio del Cabo de Armería de los Álveres de Eulate, en la pequeña comunidad de Eulate, en el Reino de Navarra. En 1602 Eulate viajó a Flandes por su cuenta y se alistó en el ejército del Archiduque Alberto de Austria. Luchó en el Sitio de Ostende y fue herido dos veces. A las órdenes de Ambrosio Spínola, primer Marqués de Balbases, participó en dos expediciones a Frisia. En 1608 regresa a España.[1]

Eulate fue capitán de la flota española desde 1608 hasta 1617. Se casó con doña María de Albizu y Díaz de Jáuregui, y tuvieron tres hijos: Juan Álvarez de Eulate y Albizu fue bautizado el 23 de julio de 1612, María fue bautizada el 27 de abril de 1617 y Jerónimo (Yerónimo) fue bautizado el 14 de mayo de 1630. En 1617 fue nombrado capitán de artillería y navegó a Nueva España. En la ciudad de México, el 31 de diciembre de 1617 fue nombrado gobernador y capitán general de Nuevo México por el virrey Diego Fernández de Córdoba (marqués de Guadalcázar). Se le asignó un buen salario y recibió permiso para disponer de tantos indios como quisiera bajo el sistema de encomienda.[1]

Eulate viajó a Nuevo México acompañado por un grupo de soldados y sacerdotes, llegando en diciembre de 1618. En el viaje mantuvo con el joven misionero franciscano Fray Pedro de Ortega ciertas discrepancias de pensamiento respecto a cuestiones como el matrimonio y el celibato.[2][3]​ Eulate no encontró ningún edificio del gobierno en Sante Fe por lo que los erigió a sus expensasel.[4]

Pacificó a los indios Jumanos, a los Jemez, a los Picuris y al pueblo Zuni (metido en luchas internas). Pacificó a los indios Acoma destruyendo la poderosa fortaleza que les había servido de base durante veintiséis años. Al final de su mandato el territorio estaba pacificado como nunca antes.[1]

Según los misioneros, a Eulate no le importaba el bienestar de los indios, sino su empleo como mano de obra explotada. Por ejemplo, daba licencias a sus amigos para hacerse con niños huérfanos para su servicio doméstico a condición de que recibieran buen trato y se les enseñase el catecismo cristiano.[5]​ Sin embargo, tras dejar el cargo, algunos de los líderes indios testificaron que les había defendido y también apoyado frente a los frailes que demandaban trabajadores a su servicio.[1][6]​ Eulate estuvo permanentemente enfrentado con los misioneros franciscanos dirigidos por Esteban de Perea.[7]​ En 1620, el virrey de Nueva España escuchó las quejas de los indios sobre los abusos de poder y dictó órdenes dirigidas a Perea y Eulate sobre cómo debían ser tratados los indios.[8]

El enfrentamiento iglesia-gobierno civil fue tal que en 1622 los franciscanos se plantearon abandonar Nuevo México, y solo permanecieron por la insistencia de Perea.[9]​ Según los misioneros franciscanos, Juan de Eulate les dijo a los indios Pueblo de la provincia que no tenían por qué renunciar a sus prácticas religiosas tradicionales. Para Fray Pedro Zambrano Ortiz, Eulate protegía la idolatría y la brujería de los indios porque estos le proprcionaban pieles curtidas.[10]​ Zambrano fue destinado a la misión en Galisteo, hacia 1621, y cuando reprochó a un catequista nativo que tuviera una concubina, este le replicó que los indios Tanos esperaban recibir pronto permiso para "vivir como antes de ser cristianos". Zambrano culpó a Eulate de la situación de Galisteo, afirmando que Eulate era más un comerciante tendero que un funcionario.[11]​ Asimismo, para el fraile, Eulate era un mal ejemplo para los colonos.[12]

En diciembre de 1625 Eulate fue relevado del cargo por el Almirante Felipe de Sotelo Osorio. Volvió a la ciudad de México en el otoño de 1626. Al poco fue arrestado acusado de usar la expedición de retorno para trasportar sus mercancías y traer indios para ser vendidos como esclavos en Nueva España. Se le dejó libre cuando pagó el trasporte de su mercancía y dejó volver a los indios a su tierra.[13]​ Mientras fue gobernador, Eulate emprendió dos expediciones para capturar búfalos americanos, cuya carne, pieles y sebo eran mejores que las del ganado español. Su intento para llevar búfalos a España no prosperó.[1]

Eulate fue nombrado gobernador de la provincia de Margarita en 1630, con base en Isla Margarita frente a la costa de lo que ahora es Venezuela.[14]​ Ocupó el cargo durante ocho años. Mejoró la defensa de la isla y ayudó a desarrollar el comercio y las pesquerías de perlas. Se preocupó de la defensa de las islas Tortuga y Tobago frente a los piratas holandeses.[1]​ El 12 de mayo de 1633, el hijo de Eulate, Julián de Eulate, partió de Margarita hacia la cercana Trinidad con tres grandes barcazas que transportaban tres destacamentos militares y 50 nativos de auxilio. Encontró y capturó once colonos ingleses y veinte indios, parte de una expedición más grande dirigida por Sir Henry Colt que había sido desviada a Saint Kitts.[15]

En diciembre de 1636 Eulate añadió cuarenta milicianos españoles a los cuatrocientos soldados del capitán Martín de Mendoza, procedentes de Santo Tomé en Venezuela y San José de Oruña, así como a tres mil nativos, para la Isla Trinidad. Con estas fuerzas, Mendoza capturó un fuerte en punta Galera de Trinidad, y otros dos en la isla de Tobago. Fort Vlissingen en Tobago cayó el 1 de enero de 1637. Se tomaron cuarenta y dos cañones y 160 prisioneros de diferentes nacionalidades. La mayoría de los prisioneros fueron ahorcados en Margarita. Sus jefes fueron llevados a España. [16]​ Varios africanos estaban entre los prisioneros que no se libraron de la condena a muerte salvo diecinueve niños (por su edad).[17]

En 1638 terminó el mandato de Eulate como gobernador y regresó a España. Fue llamado a la corte del Reino de Navarra en 1640, se hizo miembro de la Orden de Santiago, recibió el título de Maestre de Campo y fue nombrado castellano de Pamplona.[1][18]​ El historiador France V. Scholes describió a Eulate como un petulante, sin tacto, soldado irreverente cuyas acciones fueron inspiradas por el abierto desprecio hacia la Iglesia y sus ministros y por una concepción exagerada de su propia autoridad como representante de la Corona.[19]​ El último cargo que desempeñó fue el de gobernador y capitán general de las Islas Canarias, hasta su fallecimiento.

Citas

Fuentes



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Juan Álvarez de Eulate (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!