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Juana II de Navarra



¿Qué día cumple años Juana II de Navarra?

Juana II de Navarra cumple los años el 28 de enero.


¿Qué día nació Juana II de Navarra?

Juana II de Navarra nació el día 28 de enero de 1311.


¿Cuántos años tiene Juana II de Navarra?

La edad actual es 713 años. Juana II de Navarra cumplió 713 años el 28 de enero de este año.


¿De qué signo es Juana II de Navarra?

Juana II de Navarra es del signo de Acuario.


¿Dónde nació Juana II de Navarra?

Juana II de Navarra nació en Conflans.


Juana II de Navarra (Conflans, Francia, 28 de enero de 1311-Bréval, 6 de octubre de 1349) fue reina de Navarra entre 1328 y 1349.

Juana nació en el castillo de Conflans, Francia, el 28 de enero de 1311, hija del rey Luis I de Navarra y X de Francia,[1]​ llamado El Obstinado, y de su primera esposa, Margarita de Borgoña. A la muerte de este y de su medio hermano Juan I fue excluida de la sucesión de ambos reinos, a favor de su tío Felipe V de Francia, que asumió la corona de ambos reinos, ante la situación provocada por su edad (tenía seis años), y en las dudas sobre su legitimidad debido al adulterio cometido por su madre.[2]​ Este ascenso al trono fue ratificado en los Estados Generales de París de febrero de 1317 en el que se prohibió la sucesión de la corona francesa a las mujeres. Sin embargo, no la excluía de reinar sobre Navarra, aunque su herencia sobre el reino pirenaico tardaría dos reinados en ser reconocida.

Muerto en 1322 Felipe V de Francia y II de Navarra, le sucedió su otro hermano, tío también de Juana, quien asumiría el reino como Carlos I de Navarra y IV de Francia.[3]​ Muerto Carlos el 1 de febrero de 1328 la sucesión de Francia quedaba en discusión.

En Navarra la situación fue aprovechada para desligarse de la corona francesa.[1]​ En marzo de 1328 caballeros y representantes de las villas acordaron en Puente la Reina no actuar por separado en la sucesión del reino. Además destituyeron al gobernador del rey Carlos, Pedro Ramón de Rabastens y nombraron dos regentes: Juan Corbarán de Leet y Juan Martínez de Medrano; y acordaron llamar a Juana, hija de Luis X, y a su marido Felipe de Évreux para ser reyes de Navarra.[4]

Por otro lado el Gran Consejo de Saint-Germain-en-Laye presidido por Felipe VI de Francia, ya rey, acordó reconocer los derechos de Juana y Felipe al trono navarro. En Navarra, ante esto, los regentes convocaron Cortes para el 1 de mayo en las que se reconocían como reyes a Juana y Felipe y le emplazaban a venir al reino para ser jurados.[5]​ En julio la pareja llegó a un acuerdo con Felipe VI: este los reconocía como reyes de Navarra a cambio de su renuncia definitiva al reino de Francia, y a los condados de Champaña y Brie,[6]​ a cambio de Angulema y Mortain. Finalmente, en febrero de 1329 entraron en Navarra, tomaron jurisdicción del reino y juraron en Pamplona el 5 de marzo, convirtiéndose así en Juana II y Felipe III.[1]

Juana y Felipe, con numerosas posesiones en Francia, abandonaron Navarra a los tres meses de ser jurados como reyes, y Felipe, llamado el Noble, sólo regresó en 1343 para ponerse al frente de las tropas navarras que debían participar en la cruzada contra Algeciras en la que perdió la vida.[7]​ Su gobierno, ejercido desde Francia y a través de lugartenientes franceses, destacó por:

Comenzó tras la muerte de Carlos I, antes de la llegada de los reyes desde París. Fue un reflejo de las persecuciones existentes en Francia, y fueron cuidadosamente orquestadas por una liga de diversos concejos. Ante los rumores, las aljamas se prepararon para defenderse: Estella, Tudela, Pamplona y Sangüesa reforzaron la guarnición, pero estas precauciones no evitaron el estallido de la revuelta, espoleada por Fray Pedro de Ollogoyen, y a partir del uno de marzo de 1328 los judíos de Artajona, Ribaforada, Buñuel, Cortes... denunciaron la persecución que algunos estaban sufriendo. En Estella, Viana, Villafranca, Puente la Reina, Funes y San Adrián numerosos judíos fueron asesinados, huyendo otros muchos a Aragón dónde les protegió el rey Alfonso IV

El gobernador trató de contener la revuelta y los propios regentes acudieron con mesnaderos y otros hombres de armas en defensa de los judíos tudelanos, que estaban siendo masacrados.

En abril de 1329, los reyes, ya en Pamplona, nombraron un tribunal especial integrado por el mariscal Juan de Rame, el caballero Guiralt Doignon y el canónigo Vast, para descubrir y sancionar a los autores de los asaltos. El tribunal demostró que los autores de las matanzas no habían sido los pastorelos, acusados por algunos, sino «gentes del reino». Se ordenó a las villas y aldeas y a los particulares la devolución de todo lo robado a los judíos, y sesenta personas de diversas clases sociales y profesiones fueron encarceladas, aunque pronto salieron en libertad sin fianza. Fray Pedro de Ollogoyen, acusado de haber promovido la persecución, fue detenido en Estella y entregado al obispo de Pamplona, quien lo encerró en la cárcel episcopal. Los judíos supervivientes no fueron indemnizados, el importe de las multas fue para el Estado y la reina heredó a los judíos que habían muerto sin herederos.[9]

En 1336, los judíos de la Navarrería de Pamplona fueron obligados a residir en una aljama tapiada.

Aunque después de haber jurado como reina en 1329 salió a Francia y ya nunca regresó a Navarra, Juana II siguió[7]​ siendo la reina después de la muerte de su marido y siguió atentamente atendiendo los asuntos de Navarra por correspondencia. Juana finalmente murió por la peste negra que asolaba Europa en su castillo de Bréval,[10]​ cerca de París, en 1349.[7]​ En el momento de su muerte fue declarado mayor de edad su hijo Carlos el Malo, que ya tenía 17 años.

El matrimonio de Juana y Felipe había ocurrido cuando tenían la edad de seis y doce años, respectivamente, y fruto de este habían nacido:




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