Imperio plurinacional
El Imperio Kanem-Bornu existió en África entre el siglo VIII y la década de 1840. En su momento de mayor esplendor abarcó el área de los actuales sur de Libia, Chad, noreste de Nigeria, este de Níger y norte de Camerún. Durante su edad de oro pudo llegar a tener hasta 10 millones de personas aproximadamente (1230).
El imperio original fue llamado Kanem y surgió de la unión de tribus asentadas en torno al lago Chad; estaba ubicado en las rutas comerciales que vinculaban al África subsahariana con Oriente Próximo. Un grupo llamado los kanuri migró hacia la zona de Kanem durante el siglo XII y en el siglo XIII comenzó a conquistar tierras vecinas. La mayor expansión ocurrió en el reinado del mai (rey) Dunama Dibbalemi de la dinastía Sefuwa, que reinó de 1221 a 1259. Este fue el primero de los kanuri en convertirse al islam; declaró la yihad contra las tribus vecinas y acometió un largo período de conquista. Luego de consolidar su territorio alrededor del lago Chad, invadió Fezán (Libia) al norte y las tierras hausa (Nigeria) al oeste.
Esta expansión tuvo como objetivo el proteger las rutas de mercadeo hacia el norte. Al crecer el comercio, aumentó también el Imperio kanuri. A cambio de telas, sales, minerales y esclavos, los kanuri recibieron cobre, armas de fuego y caballos. En su apogeo, los kanuri controlaron una parte extensa y estratégica del norte de África. Todas las rutas comerciales del norte de África atravesaban su territorio. La cultura de los kanuri cambió al acrecentarse su riqueza. Gradualmente cambiaron su vida nómada por una sedentaria, con centros urbanos, tales como Anjimi, la primera capital del imperio.
Tras la muerte de Dunama Dibbalemi, disputas internas comenzaron a desgarrar al imperio. Sin embargo, a principios del siglo XV, la dinastía Sewufa se reorientó de Kanem a Bornu, un reino al oeste del lago Chad. El imperio tardó ciento cincuenta años en recuperar su estabilidad. El reinado del mai Ali Gaji (1497-1515) acabó con la división interna del imperio. Sus fuerzas arrebataron la antigua capital de Njima a la rebelde dinastía Bulala, pero pese a ello estableció una nueva capital en Ngazargamu. Esta revitalización coincidió con el colapso del Imperio songhai, lo que supuso una afortunada conyuntura para Kanem-Bornu.
Durante el reinado del mai Idris Alooma (1580-1617), el poder de los kanuri creció lo suficiente como para permitirles restablecer su autoridad en las tierras de Fezán y de los hausa merced al uso de un ejército equipado con mosquetes, obtenidos de los otomanos. Idris Alooma fue otro ferviente musulmán que deseaba emplear su poder para extender el islam por África y por ello proclamó yihads para impulsar las conversiones. Puso los cimientos político-administrativos de los últimos doscientos cincuenta años del imperio.
Cuando el imperio finalmente se hundió en los años 1840, había tiempo que se enfrentaba al creciente poder del rival Imperio fulani, situado al oeste. La expansión de las potencias poderes coloniales en el continente remató al decadente imperio; fue absorbido por el reino Wadai en 1846.
La historia de los kanuri desde el mai Dunama Dibbalemi en adelante se denomina el Diwan (crónicas reales) y fue descubierta en 1850 por H. Barth, un arqueólogo alemán.
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