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Kcho



Kcho, Alexis Leiva Machado

Nace en la Isla de la Juventud, Cuba, el 12 de febrero de 1970. Pintor, escultor, instalacionista, grabador, artista del performance y curador, político, diplomático y activista. Hijo de Ignacio de Loyola Leiva Abreu, carpintero y técnico en Telecomunicaciones, y de Martina Primitiva Machado Cuní, más conocida por Martha Machado, incansable trabajadora y artista popular. Creció junto a cuatro hermanas en un ambiente humilde y de trabajo. Su carrera profesional comenzó en 1990. Desde entonces ha realizado más de 90 exposiciones individuales y 200 colectivas. En 1995, Kcho se convirtió en el artista más joven de América Latina que formó parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), a los 25 años.

Conocido por sus instalaciones a gran escala, Kcho es también un excelente dibujante y creador de pinturas, dibujos y grabados. Fue el gran premio de la I Bienal de Kwangju en Corea del Sur en 1995, que lo lanzó a la escena artística internacional. Como bien expresó el crítico de arte y curador Francesco Bonami: El primer y único premio en dinero, de 50.000 dólares, fue al nuevo astro naciente, el cubano Kcho, más conocido por Alexis Leyva, una decisión muy singular y simbólica si se considera el título de la muestra “Más allá de las fronteras”, además Corea no mantiene relaciones diplomáticas con Cuba y Kcho era más que bienvenido, y una vez llegado allí, tuvo serios problemas para regresar a casa puesto que ninguna nación le ofrecía con facilidad una visa de tránsito. Más allá de las fronteras, sí, pero hasta cierto punto.[1]​1

También ha recibido importantes premios, entre los que se encuentran: la Beca de la Fundación Ludwig. Aachen, Alemania, 1994, Premio UNESCO por la Promoción de las Artes, Paris, 1995; Atelier Calder Residency, Sache, Francia, 1999; Diploma al Mérito Artístico que otorga el Instituto Superior de Arte (ISA), La Habana, 2001. Recibió la Distinción Nacional de la Cultura en 1998, concedido por el Ministerio de Cultura. En 2014, Kcho inauguró la exposición Via Crucis en el Palacio de la Cancillería Vaticana, en Roma, siendo el primer cubano en exponer en el Vaticano.

Fue elegido, por el pueblo cubano, Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en julio de 2003 para representar a la provincia de la Isla de la Juventud y reelecto en el 2008 y en el 2013. En 2003 recibió la Medalla “Abel Santa María” y en el 2008 la Orden “Julio Antonio Mella”, que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba.

A cerca de su obra la crítica de arte cubana Llilian Llanes expresó: Kcho, ha pasado a ser conocido internacionalmente por la fuerza de sus imágenes y la profundidad con que reflexiona sobre problemáticas que, partiendo de su contexto más inmediato, encuentran sus puntos de contacto con otras realidades del planeta, dentro de una madurez de pensamiento inusitado para un artista de su edad. 1994 lo inició con “La regata”, de la Quinta Bienal de La Habana, y lo finalizó con “Lo mejor del Verano”, de Cocido y Crudo, en el Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid. La primera pasó a formar parte de la colección permanente del Museo Ludwig, de Colonia, y la segunda será exhibida nuevamente en la Fundación Pilar y Joan Miró, en Mallorca. Entre ambas obras, que podrían considerarse puntuales en el desarrollo de su actividad creadora, concibió y realizó otras tan relevantes como la titulada “En el Horizonte”, de la Bienal de San Pablo, por sólo citar una de ellas, así como una significativa colección de dibujos y pinturas, puntos de partida de futuras instalaciones y esculturas.[2]​2

El crítico de arte francés, internacionalmente conocido como fundador del movimiento artístico Nuevo Realismo, Pierre Restany, en un artículo dedicado a Kcho, titulado “Una revelación cubana” abordó desde la crítica el ingenio creativo de Kcho, y el siguiente fragmento publicado en la revista italiana Domus en el año 1996, así lo legitima: Mi primer contacto con la obra de Kcho fue en la V Bienal de La Habana, en 1994, donde estaba expuesta "La Regata". Fue para mí una revelación inmediata: todo el drama de Cuba era expuesto en esta pequeña 'armada' de patéticos barquitos. La historia ha decidido sobre todo el destino de la isla, su destino migratorio venía expresado en términos precisos y simples, sin la mínima retórica y sin la usual demagogia, en estos minielementos de la vida cotidiana. Era la obra de un gran artista, y esta grandeza Kcho la demostró durante su fulminante carrera internacional sucesiva. (…) El arte de Kcho se presenta siempre con una mayor evidencia poética, como la señal de una alta conciencia existencial, como el despertar de una nueva visión universal del arte, de la periferia militante, el lenguaje de la actual juventud del mundo. Hecho significativo, la rápida afirmación de Kcho fue apreciada simultáneamente en Europa y los Estados Unidos por algunas instituciones y galerías.[3]3

En el año 2015, en el marco de la Duodécima Bienal de La Habana, Kcho crea su gran obra el Museo Orgánico de Romerillo. El Museo Orgánico es un núcleo cultural sin fines de lucro, cuyo propósito es la experimentación, desarrollo, difusión de las artes, las nuevas tecnologías de la comunicación, la creación y el entendimiento humano. Es un espacio para el diálogo, la cultura, el conocimiento y la paz. Su propósito es desarrollar proyectos con un marcado perfil social, educativo y cultural dirigido al mejoramiento humano y a defender los valores de la cultura nacional, así como su papel y aportes en el concierto global.

Cuenta con una importante colección de arte, de la Vanguardia cubana e internacional, de gran valor patrimonial y suma importancia para el trabajo de difusión de las artes que se realiza desde el Museo Orgánico en la Habana y en otras provincias del país, ya que su propuesta emana de la universalidad del arte y sus lenguajes y propuestas opuestas y coincidentes. La colección posee un amplio panorama cultural, proveniente de países y movimientos variados, que se muestran por toda Cuba. El valor de esta colección y el concepto global con el cual el Museo Orgánico goza, le permite insertarse con facilidad en cualquier entorno, más allá de las barreras idiomáticas y culturales, como evidenciaron en trabajos realizados en Haití y en Cuba; y en el interés mostrado por personas, políticos, intelectuales y académicos de todos los continentes y países que visitan el lugar y evidencian cómo desde el Museo Orgánico es posible derribar obstáculos y transformar positivamente la vida de las personas.

Se imparten talleres permanentes y gratuitos de artes plásticas, de cine, de grabado, de teatro, con una amplia participación de público y de estudiantes. Cuentan con el proyecto teatral La Colmenita de Romerillo, teatro para niños, que involucra a toda la familia. Su objetivo es ubicar el arte en el centro de la vida, convirtiéndolo en un elemento de primera necesidad.

Parte de la colección se muestra en la vía pública, en casas de personas y especialmente en el Mercado Los Marinos, enclavado en el barrio Romerillo, en el cual las personas del entorno compran sus artículos de primera necesidad. Birndando la posibilidad a la comunidad de convivir en su ambiente con una colección de originales de insignes artistas de las artes visuales cubanas y universales. Esta colección tiene una primordial función social y educativa, que incentiva el sentido de pertenencia en las personas de este barrio “marginal”, que sienten el arte como suyo. Ese es el papel del arte en el Museo Orgánico, trabajar por y para las personas.

Todos los servicios son gratuitos. En un año de trabajo en Romerillo, el Museo Orgánico ha recibido visitantes de todos los continentes, de decenas de países y también de toda Cuba, recibiendo alrededor de 450000 personas. En la Biblioteca Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, nació el primer servicio gratuito de internet en Cuba. La primera contraseña fue: aquinoserindenadie y la segunda y actual contraseña es abajoelbloqueo, que tuvo su apertura en octubre de 2013, convertido tiempo después en el primer servicio Wifi gratuito y libre de Cuba, y en un año esta posibilidad brindó servicio a alrededor de 445 000 personas. Como parte del trabajo realizado se establecen relaciones con la empresa norteamericana Google, así se creó el espacio dedicado al arte y la tecnología Google + Kcho. MOR que recibió aproximadamente 130 000 usuarios.

El Museo Orgánico también alberga Kcho Estudio, donde está el taller de Kcho, en el cual desarrolla su trabajo como artista, produciendo dibujos, esculturas e instalaciones, que constituyen el soporte económico del lugar, sustentado con lo que produce su obra artística. Es bueno aclarar que el Museo Orgánico en sí mismo constituye una obra de arte que Kcho soñó, nació y se materializó en su taller Kcho Estudio.

Otras de las labores primordiales del centro son la gestión y a la mitigación del daño material y psicológico durante y después de los fenómenos y desastres naturales, como los huracanes sucedidos en Cuba, Gustav, Ike y Paloma, en el 2008. Así nació la Brigada Martha Machado, idea que agrupa la energía con la cual se ha gestionado el trabajo de recuperación en toda Cuba y también en Haití, después del terremoto en el 2010, donde la brigada tuvo la posibilidad de trabajar para el personal de apoyo médico, docente, militar y de todo el que trabajaba en la recuperación del pueblo haitiano. Fue una importante experiencia que los llevó un paso más allá. Hoy continúan desarrollando ese trabajo, luego del paso de Matthew por Guantánamo en el 2016 y el actual paso de Irma por la costa norte de Cuba, en el 2017.

A cerca de su obra creativa la escritora y crítica Rosa Lowinger expresó en un artículo publicado en la revista Artnews, en el año 2000: En la actualidad, Kcho es conocido como el artista de la isla con mayor prestigio internacional después de Wifredo Lam (1902-82). En la última década, sus trabajos poéticos y en ocasiones nostálgicos han sido exhibidos en más de 50 exposiciones colectivas y bienales alrededor del mundo y en 15 muestras personales, en sitios como el Museo de Arte Contemporáneo (MoCA) en Los Ángeles (1997), el Jeu de Paume en París (1998), y el Palacio de Cristal del Reina Sofía (2000). Para olvidar, una instalación compuesta por un bote de remos colocado encima de un montón de botellas de cerveza vacías y semi-vacías, ganó el gran premio consistente en $50,000 de la Bienal de Kwangju, en Corea del Sur, en 1995. La primera muestra del artista en Estados Unidos tuvo lugar en Nueva York, en el año 1996, en la galería Barbara Gladstone, la cual continúa representándolo. Sus trabajos se venden por valores entre $4,000 por un dibujo y $75,000 por esculturas grandes. Muchas de sus piezas pertenecen a colecciones de museos importantes, incluyendo el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo de Bellas Artes en La Habana.

En todas sus instalaciones Kcho tiende a usar el mismo vocabulario básico de imágenes y objetos relacionados con el mar. “Él trabaja con pocos símbolos, pero cada vez que miras un nuevo dibujo o bote, es como si lo vieras por primera vez.” –dice Alma Ruiz, curadora del MoCA en Los Ángeles, quien organizó la exposición de Kcho en 1997 llamada “Todo cambia”. El artista creó dos instalaciones para la muestra. Una fue una serie de esculturas totémicas hechas de barro crudo en formas de balsa, velero, kayak, remo y cámara de neumático. La otra consistía en un bote grande construido con libreros de madera de los que usan los vendedores en La Habana, llenos de textos en español, inglés y francés en representación de una amplia gama de literatura disponible en Cuba. Los visitantes eran alentados a subir al bote y a pasar tiempo allí leyendo los libros. “Estos trabajos tienen una gran presencia física”, comenta Ruiz. “Igual que él.”[4] 4

En septiembre de 2015, su obra “Milagro”, expuesta con anterioridad en el Vaticano, fue obsequiada por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba Raúl Castro Ruz al Papa Francisco, durante su gira papal por Cuba y Estados Unidos. El Sumo Pontífice decidió obsequiar esta cruz de remos, bautizada como “El Cristo del Mediterráneo” a la Iglesia de Lampedusa, isla de Italia que es paso obligatorio de miles de migrantes que intentan llegar a costas europeas. “Milagro” fue expuesta el 13 de diciembre en la Iglesia de San Agrigento, como parte de la apertura de la Puerta Santa de Sicilia en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.



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