La chica dorada es el primer álbum de estudio de la cantante pop México Paulina Rubio (después de dejar el grupo Timbiriche) y su primer material discográfico con el sello discográfico EMI Capitol.El álbum fue producido y dirigido por Miguel Blasco, y escrito principalmente por J. R. Florez, Gian Pietro Felisatti y Cesar Valle. La mayor parte de la composición del álbum es dance-pop, aunque incluye algunos elementos como el new jack swing, new wave y soul.
El álbum ha recibido una crítica mixta de críticos de música; muchos medios aplaudieron al álbum en sí por temas interesantes y su paso en la industria de la música como «de niña a mujer», mientras que otros la consideraron como otra "aspirante a Madonna" debido a la gran influencia del artista norteamericano en el álbum. A pesar de la reacción crítica mixta, La chica dorada fue un éxito en el mercado y le abrió las puertas a Rubio al mercado internacional. El álbum incluye el mítico hit de Rubio y el sencillo que lanzó su carrera como solista, «Mío», junto con «Sabor a miel» y «Amor de mujer», que se convirtieron en sus primeras canciones número uno en México y el primero de ellos fuer certificado oro por sus altas ventas en su país natal. Gracias al título del álbum, hoy Rubio es conocido como «la chica dorada» en todo el mundo de habla hispana. En México, recibió certificación de tres veces oro y platino por vender más de 350,000 copias, a partir de 2001 vendió 550,000 copias.
En los Estados Unidos, La chica dorada tuvo una escalada constante en las listas musicales más importantes de la música latina, y alcanzó el puesto número 4 en el Top Latin Albums de Billboard en la semana que terminó el 12 de junio de 1993, y los sencillos «Mío», «Amor de mujer» y «Abriendo las puertas al amor» entraron en el Top 10 de Hot Latin Tracks, convirtiendo a Paulina Rubio en una fuerte promesa de la música hispana, y la primera artista mexicana que logró ingresar a la lista más importante de la industria musical latina en Estadps Unidos con su álbum debut. después de los primeros lanzamientos de su compatriota Ana Gabriel, quien tuvo un gran éxito en las listas de Billboard Latin a finales de los años de 1980.
Después de haber formado parte del exitoso grupo mexicano Timbiriche, con quien grabó diez álbumes de estudio, Rubio viajó a Europa en 1991 para estudiar historia del arte, sin embargo su mayor anhelo fue iniciar su carrera como solista. Así es como Gian Pietro, mejor conocido como "DiFelisatti», uno de los compositores más destacados de aquella época, junto a José Ramón Flórez, se ofrecieron a trabajar en el proyecto en solitario de la joven artista de 20 años. Aunado a lo anterior, con ayuda de su mamá, la actriz Susana Dosamantes se estableció en Madird, España para iniciar las grabaciones del que sería su álbum debut.
Miguel Blasco, productor español de los más grandes éxitos discográficos de Alejandra Guzmán, Yuri y Mijares manejaría todo la producción de La chica dorada, logrando un gran avance en apenas cuatro meses de trabajo, grabado íntegramente en los Estudios Balu-Balu.
Con su álbum debut, Paulina obtuvo críticas mixtas, especialmente por su estilo musical y su estética, que en ese tiempo consistía en vestuarios de color dorado. Algunos críticos la llamaron como otro icono fugaz de la década que pronto sería remplazado con el paso del tiempo. A raíz de sus vestuarios, se la comparó con el estilo de Marilyn Monroe y Madonna, hecho que la haría acreedora al nombre de Madonna Latina unos años después. La Chica Dorada recibió críticas mixtas de críticos musicales. AllMusic calificó tres de cinco estrellas, dándole una crítica mixta y considerando el álbum enérgico, exuberante, apasionado e intenso como la imagen estética y la personalidad de Rubio. Apple Music considera que La Chica Dorada "es un álbum con una propuesta musical arriesgada que trasciende". Debido al éxito y las ventas del álbum, los periodistas consideraron su debut en solitario como "la novedad" musical más rentable en México y un gran negocio para su sello EMI/Capitol Latin.
Elena Reina, del periódico El País, escribió recientemente que "[Rubio] pasó de la adolescencia a la mayoría de edad para alcanzar un nuevo récord. Si su imagen ya había sido importante para su carrera de niña, ahora [con su debut] se vuelve crucial", finalmente concluyendo que el álbum fue su paso de niña a mujer.
La chica dorada obtuvo un éxito notable en Estados Unidos y México, así como en la región de Centroamérica. En México este debutó, directamente en los primeros puestos del Top 100 Albums del ranking semanal de AMPROFON, mismo que le certificó un disco de oro a los quince días después del lanzamiento del álbum, mientras que en Estados Unidos, en la semana del 26 de diciembre de 1992 debutó en la posición número 13 en el Top Latin Albums, alcanzando el número 2 en pocas semanas. En el ranking que junta los álbumes Pop, Tropical y/o Salsa y Regional Mexicano, La chica dorada alcanzó el puesto número cuatro.
El material logró certificar triple disco de oro y disco de platino en México.
El álbum le brindó a Paulina Rubio varios premios y nominaciones en su país natal y Estados Unidos, como en la tercera entrega de los Premios ERES, donde obtuvo cinco nominaciones, de las que sólo ganó una en la categoría Mejor disco pop del año. Con esa misma categoría pero en la ceremonia del premio Lo Nuestro ganó nuevamente, convirtiéndose en la primera artista debut en ganar dicha categoría. También figuró en los premios el Galardón a los Grandes, Festival Acapulco y El Heraldo de México.
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