La kermesse heroica es una comedia francesa del director belga Jacques Feyder ambientada en el Flandes del siglo XVII, convertida en una sátira sobre la guerra, el valor y el honor.
En 1616, cuando Flandes formaba parte del imperio español, la ciudad de Boom, Bélgica, en medio de los preparativos para su carnaval, se entera que un duque español con su ejército va a pasar la noche allí.
Temiendo que esto resulte inevitablemente en violencia y pillaje, el alcalde, apoyado por su ayuntamiento, tiene la idea de pretender hacerse los muertos, para evitar recibir a los soldados. Pero su esposa Cornelia desprecia esta estrategia y, en un alegato feminista sin precedentes (a las palabras de "Mujeres, llevamos demasiado tiempo aceptando la dominación. Madres y abuelas, salvemos el pueblo de la deshonra"), organiza a todas las mujeres para preparar la hospitalidad y adaptar sus entretenimientos carnavalescos a los españoles (que insisten en entrar al pueblo de todos modos).
Tal es la calidez de la bienvenida de las mujeres que no sólo los españoles se abstienen de mal comportamiento, sino que al salir el duque anuncia un año de remisión de impuestos para la ciudad.
Cornelia permite que su marido tome el mérito su buena fortuna pero ella ha entretanto frustrado sus planes para que su hija se case con el carnicero de la ciudad en vez del joven pintor Brueghel, al que ella ama.
El largometraje se sitúa en el suceso que ocasionaría la llegada de las tropas españolas a la ciudad de Flandes, a lo que se llamó la Guerra de los Ochenta Años o más concretamente, la Guerra de Flandes. Esta guerra enfrentó a 17 provincias de Los Países Bajos contra el rey de España, con el objetivo de lograr su independencia. Bélgica y Luxemburgo entonces formaban parte de ella aunque eran leales a España, los territorios bajo el dominio del Obispado de Lieja no participaron tampoco. El conflicto como su mismo nombre indica se resolvió en un periodo de tiempo bastante largo (empezó en 1568 y acabó en 1648). En el transcurso de esos ochenta años fue cuando se reconoció la independencia de lo que actualmente se llaman Países Bajos u Holanda.
Las provincias surgieron de ella con gran prestigio por su armada y flota mercante, así como se produjo un fuerte auge económico y cultural. Para España, esta guerra y en general esta independencia supuso todo lo contrario; una gran coste económico y humano. En definitiva, la situación bélica generó un mantenimiento económico alto y prolongado que originó bancarrotas en los S.XVI y S.XVII, con la consecuente caída de la economía española.
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