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La llamada de la selva (libro)



La llamada de la selva (título de la primera edición en español de 1939; el título original es The Call of the Wild; también traducida como El llamado de la selva, La llamada de la naturaleza, La llamada de lo salvaje, El llamado de lo salvaje o La voz de la sangre) es una novela corta del escritor estadounidense Jack London. El argumento trata de un perro llamado Buck cuyos instintos primitivos vuelven tras una serie de sucesos que le ocurren cuando lo ponen a tirar de un trineo en el Yukón durante la fiebre del oro que tuvo lugar en el siglo XIX en el Klondike durante la cual los perros de tiro se compraban a precios elevados.

Publicada en 1903, "La llamada de la selva" es el libro más leído de Jack London y se le considera normalmente la obra maestra de su "período de juventud".

Debido a que el protagonista es un perro, a veces se le ha clasificado como novela juvenil, adecuada para los niños, pero tiene un tono oscuro y contiene numerosas escenas de crueldad y violencia. Los yeehat, un grupo de nativos de Alaska descritos en la novela, son una creación del novelista.

Buck es un enorme y consentido perro cruce de San Bernardo y Scotch Collie que lleva una buena vida en un rancho del Valle de Santa Clara con su amo, el juez Miller, hasta que el jardinero lo roba y vende para costear su adicción al juego. Buck se encuentra perplejo y molesto con este cambio que no comprende ya que por primera vez en su vida no solo está rodeado de gente que ignora sus caprichos, también lo castigan y lo privan de comer en lugar de consentirlo. Buck es enviado a Seattle encerrado en una caja sin comida ni agua lo que lo pone en un estado de furia que hasta entonces no conocía. Una vez en su destino es entregado a un comerciante de perros conocido solo como el "hombre de chaqueta roja", quien libera a Buck para que lo ataque; este hombre enseña a Buck la "ley del garrote y el colmillo", peleando directamente con el enfurecido perro usando un garrote y golpeándolo cada vez que intenta atacarlo hasta que Buck queda inconsciente sin haber sido capaz de tocarlo siquiera y comprendiendo su superioridad, solo tras esto el hombre se muestra amable y lo alimenta. Allí es vendido a un par de canadienses de habla francesa llamados François y Perrault, a los que impresiona su físico y buen estado por lo que junto a una juguetona terranova llamada Curly es embarcada junto a otros dos perros experimentados en trabajo de trineo: Dave, un taciturno animal y Spitz, un husky blanco de personalidad tramposa y descarada, juntos son llevados hasta Alaska.

De inmediato tras desembarcar Buck es testigo de la brutalidad de la ley del garrote y el colmillo cuando un grupo de cuarenta perros esquimales descuartizan a Curly después que intentara entablar amistad con uno de ellos. A pesar de todo el grupo debe seguir adelante y Francois y Perrault lo entrenan como perro de trineo y aunque inicialmente desconoce como se mueve y sobrevive un perro en ese tipo de ambiente rápidamente aprende a sobrevivir en las noches frías de invierno y en la sociedad de la jauría observando a sus compañeros. El que originalmente era un perro haragán y gordo pronto comienza a abrazar la vida en el Klondike, aprendiendo a comer rápido para que sus compañeros no roben su comida, a cazar en sus ratos libres, a sepultarse en la nieve para dormir, a correr a un ritmo con los demás perros mientras arrastran un trineo con decenas de kilos; fortaleciéndose y desarrollando una poderosa musculatura. Poco a poco su lado salvaje se intensifica y agudiza sus instintos al punto de despertar su memoria ancestral y recordar la interacción entre sus antepasados y los primeros hombres primitivos que los domesticaron.

Los conflictos internos también están presentes; Buck constantemente tiene choques con Spitz, el encargado de guiar el trineo, quien demostró una actitud burlesca ante la muerte de Curly y se ganó su odio, siendo provocado constantemente por el husky y comenzando peleas entre sí desde el día que robara el refugio que Buck hizo para sí mismo, salvándose de pelear a muerte solo porque una jauría de perros salvajes los atacan y tanto hombres como perros deben pelear juntos para repelerlos, aun así Spitz aprovechó el ataque para intentar asesinar a Buck a traición, cosa que repitió cuando uno de los perros enfermó de rabia y atacó a Buck. Desde ese momento la guerra entre ambos fue despiadada, lo que acarreaba constantes problemas al equipo y retrasos a los hombres; finalmente un día cuando ambos atrapan el mismo un conejo comienzan una pelea peor que las anteriores, Francois y Perrault, comprendiendo que nada se solucionará hasta que haya un ganador deciden dejarlos llegar hasta el final. Aunque en un comienzo Buck es aventajado y herido por Spitz gracias a su mayor experiencia, pronto Buck comienza a dominar el ritmo de la pelea hasta que asesinó a su rival.

Tras esto los hombres dan el lugar de Spitz a Sol-Leks, un perro tan experimentado y disciplinado como Dave, cosa que molestó a Buck ya que por derecho de ganador le correspondía e hizo notar su molestia saboteando el viaje hasta que le fue concedido. A pesar de los temores de Francois y Perrault poner a Buck como líder resultó ser lo mejor, con él a la cabeza el grupo se desenvolvía mejor que nunca, optimizando el tiempo de los viajes al punto de romper el récord de tiempo al hacer casi mil kilómetros en catorce días.

Tras acabar la encomienda del gobierno canadiense Francois y Perrault habían recorrido cientos de kilómetros en un lapso increíblemente corto; desgraciadamente ya que los perros están agotados y los hombres deben continuar con sus viajes el equipo es vendido a otro empleado del correo aunque esto rompe el corazón de Francois y Perrault. El Mestizo, nuevo dueño del equipo, tiene la pesada labor de llevar cargas pesadas a las áreas mineras, y los viajes que hacen son agotadores, largos y repetitivos. Aquí surgieron problemas con Dave, a quien los extensos viajes le pasaron la cuenta comprometiendo su salud, a pesar de los intentos del hombre por separarlo del trineo para dejarle descansar este reaccionaba molesto ya que solo deseaba tirar y correr por lo que finalmente debió ser sacrificado.

Tras llegar a la ciudad de Skaguay el equipo canino estaba en pésimas condiciones; en menos de cinco meses habían recorrido cuatro mil quinientos kilómetros, los últimos tres mil con sólo cinco días de descanso y para cuando llegaron apenas podían mantenerse en pie por lo que el mestizo, quien debe continuar su labor, los reemplaza con un nuevo equipo.

Tres días después el equipo es vendido a un hombre llamado Hal quien, teniendo una visión poco realista de la fiebre del oro del Yukón, viajó al territorio junto a su hermana Mercedes y Charles, el esposo de esta para hacer lo que ellos creen que será una fortuna fácil y rápida. Para desgracia de los perros ninguno de ellos sabe nada de cómo sobrevivir en ese territorio ni manejar o cargar un trineo, además Hal es un hombre impulsivo y orgulloso que no acepta consejos de quienes quieren ayudarlos, lo que los lleva a sobreexigir a los perros razonando que si no cumplen sus incompetentes peticiones todo se solucionará castigándolos con aun mayor brutalidad. Pronto es evidente que su mala preparación incluyó llevar poco víveres y durante el camino tanto ellos como los perros comienzan a sufrir las consecuencias; los animales comienzan a debilitarse y Hal los sacrifica uno a uno abandonándolos en el camino.

Un día llegan a la orilla de un lago congelado que pretenden cruzar, en el lugar se encuentra un hombre llamado John Thorton, un explorador a quien sus amigos Pete y Hans construyeron una cabaña allí para que pasara el invierno y se recuperara después de casi perder los pies por congelamiento. Thorton nota el mal estado de los perros y advierte al trío que no se debe cruzar el lago ya que el deshielo primaveral se encuentra muy avanzado, sin embargo no le hacen caso y cuando Hal comienza a golpear a Buck porque este se encuentra demasiado débil para moverse Thorton le propina una golpiza y le quita al perro. A pesar de todo el trineo sigue su camino y Buck junto a John atestiguan impotentes como humanos y perros mueren ahogados cuando el hielo cede bajo sus pies.

Buck se encariña con el hombre que le ha salvado de la muerte y le ha cuidado hasta su total restablecimiento, aunque anteriormente Buck había querido a otros humanos como el juez o Francois y Perrault, nunca había sentido semejante amor por un humano como el que Thorton despertaba en él y de la misma forma este sentimiento le era retribuido. Thornton le lleva en sus viajes de búsqueda de oro con Pete y Hans. Durante uno de esos viajes, mientras los tres comentan la ciega lealtad que Buck le profesa Thorton, en broma, le ordena arrojarse a un precipicio y a pesar de que evidentemente morirá Buck salta sin dudar, pero John logra atraparlo a medio salto. Pronto en la región Buck adquiere reputación tanto por su devoción a su amo como por su brutalidad, en una ocasión estando en un bar, unos hombres iniciaron una pelea y John sin estar involucrado recibió un golpe siendo necesario que toda la concurrencia le quitara del cuello al perro y lo contuviera mientras el doctor evitaba que el culpable muriera desangrado por la garganta; en otra ocasión su amo cayó al río en medio de unos rápidos notablemente letales, aun así Buck entró al agua tres veces hasta lograr rescatarlo. La hazaña más notable sin embargo fue cuando un hombre llamado Matthewson apostó primero mil y luego subió otros seiscientos dólares a Thornton si Buck podría arrastrar cien yardas sin ayuda un trineo cargado con mil libras de equipo sobre suelo congelado que había atrapado los patines de vehículo, hazaña imposible para ningún perro ya que los más notables en casos extremos podían mover cuatrocientas libras por un par de metros, sin embargo John de forma descuidada había alardeado y no le quedaba más que encarar las consecuencias. Contra todo pronóstico Buck logró arrancar el trineo y avanzó hasta cubrir la distancia en cinco minutos; con lágrimas de emoción por la lealtad de su perro John rechazó una oferta de un magnate por mil doscientos dólares para venderlo.

Gracias a los mil seiscientos dólares ganados en la apuesta finalmente John retoma su labor y junto a Pete y Hans viajan a las tierras vírgenes del este en busca de una legendaria mina perdida, famosa tanto por su increíble cantidad de oro como por su reputación de acarrear desgracias a quien la trabaje. Después de viajar más de un año por territorio inexplorado no encontraron la mina pero si un yacimiento donde el oro estaba a flor de tierra decidiendo abandonar la búsqueda y establecerse allí. Mientras, Buck comienza a explorar la naturaleza salvaje a su alrededor y traba amistad con un lobo gris pero, después de pasar tres días juntos, este decide regresar con su manada y Buck, ante la opción de acompañarlo, comprende que no puede abandonar a su amo y regresa al campamento. Durante meses Buck se dedica a vivir en la naturaleza volviéndose día a día más un animal salvaje y menos un perro doméstico, al punto de ser capaz incluso de cazar y matar un alce adulto sin ayuda tras pelear con el por cuatro días sin descansar.

Tras haber devorado al alce y descansado al sexto día decidió regresar al campamento. Tristemente cuando llega encuentra a su amado dueño y a sus compañeros asesinados por un grupo de indígenas yeehat. Buck encuentra a algunos de ellos en el lugar y los mata para vengar a Thorton, más tarde persigue al resto hasta que los hace abandonar el valle donde su amo fue asesinado.

Después de encargarse de los asesinos de su amo, Buck aúlla y llora la muerte de John hasta desahogarse, allí comprende que con su muerte la única conexión que tenía con la civilización ha desaparecido y ya nada lo ata al mundo del hombre por lo que se adentra en los bosques, tras algunos días se enfrenta a una manada de lobos pero estos no son rivales para él, sin embargo cuando descubre que se trata de la manada del lobo gris es admitido como uno de ellos. Con el tiempo las tribus indias del lugar se ven obligados a evitar esos parajes a la vez que cuentan la leyenda de un "Perro fantasma del norte" que corre libre por los bosques, destruye sus trampas, saquea sus campamentos y masacra a sus más fieros guerreros sin dificultad encabezando la manada de lobos de la región. Sin embargo todos los veranos, en la fecha que Thorton murió, Buck visita el campamento donde muestra sus respetos a su memoria y aúlla por todo un día, pues nunca olvidará por completo al dueño que tanto amaba.

Buck, principal personaje del libro, está basado en un cruce de perro entre San Bernardo y Collie que perteneció al Marshall Latham Bond y su hermano Louis, hijos del juez Hiram Bond, que fue inversor minero, empaquetador de fruta y banquero en Santa Clara. Los Bond fueron los caseros de Jack London durante el otoño de 1897 y la primavera de 1898, el año principal de la Fiebre del Oro en el Klondike.



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