La zapatera prodigiosa:falacia violenta en dos actos es una obra de teatro de Federico García Lorca que fue estrenada en 1930. En ella el autor ofrece una obra de perfil clásico, inspirada en el espíritu femenino, a medida que se desarrolla, se transforma en una alegoría del alma humana.
Un matrimonio por conveniencia y la lucha de una mujer entre su realidad y sus verdaderos deseos, intenta dejar en evidencia cómo el ser humano se debate entre aquello que le presenta el destino y lo que él desea íntimamente desde lo más profundo de su alma.
El Niño habla con la zapatera y le cuenta que su marido se ha ido (por culpa de todo lo que dicen de ella en el pueblo.)
La zapatera tiene que salir adelante trabajando en la taberna. El alcalde del pueblo sigue malmetiendo y hablando con sorna de la zapatera . Este personaje ha estado casado cuatro veces y le echa piropos y proposiciones a la joven.
El niño es con la única persona del pueblo con quien se lleva bien la zapatera, como ella no puede tener hijos propios, le trata como si fuera hijo suyo y ambos se quieren.
Pasa el tiempo y un día aparece en el pueblo un titiritero contando historias y entreteniendo a las gentes. Este personaje es el marido disfrazado que al hablar con la zapatera se da cuenta de que le quiere y le echa de menos.
Mientras tanto en la plaza del pueblo se pelean dos hombres y todas las vecinas dicen que es por culpa de la zapatera. Estos Mozos quedan heridos por una navaja y todas las voces acusan a la mujer del zapatero de la grave pelea.
El zapatero haciéndose pasar por titiritero extranjero, descubre lo mucho que quiere a su mujer. Le pide perdón por haberla abandonado, y se reconcilian.
Zapatera: Es una joven muchacha, de unos dieciocho años. Vestida de color verde en el primer acto y rojo encendido en el segundo acto. A veces aparece algo antipática pero es debido a su infelicidad, lucha contra lo que le rodea. Al principio trata su marido con despecho, pero cuando el zapatero se marcha se da cuenta de que sí le ama.
Zapatero: es un hombre de cincuenta y tres años, hasta que se casó con la zapatera no tuvo otra esposa. No le gustan los escándalos, es pacífico y trata bien a su mujer pero se dejó influir por los demás. Descendía de una familia de caballerizos, por tanto no de una buena familia. Era rico y le convencieron para casarse. Él creía que no amaba a la zapatera pero se da cuenta de que quiere a su mujer.
Alcalde: es un personaje machista y grosero, habla burlándose y con sorna. Viste de azul oscuro, gran capa y larga vara de mando rematada con cabos de plata. Ha estado casado cuatro veces y le dice piropos a la zapatera.
El niño: es dulce y sincero, le gusta estar en casa de la zapatera porque la quiere, y le da de merendar, juega con él y le hace regalos. Es la única persona del pueblo con quien se lleva bien la zapatera, le trata como si fuera su hijo. Es el niño el que descubre al zapatero disfrazado.
Las vecinas: en la obra de teatro salen varias y siempre se están metiendo con la zapatera, critican todo lo que hace, incluso le echan la culpa de que su marido se haya ido. También la hacen culpable de que los dos mozos se mataran. La zapatera siempre está peleándose con todas las vecinas (Vecina Roja, Vecina Morada, Vecina Negra, Vecina Verde, Vecina Amarilla).
Otros personajes: beata 1º, beata 2º, sacristán, el autor, don Mirlo, mozo de la faja, mozo del sombrero.
La obra fue estrenada primero en Buenos Aires y después en el Teatro Español de Madrid el 24 de diciembre de 1930, dirigida por Cipriano Rivas Cherif. Los intérpretes de esta primera representación fueron: Margarita Xirgu (zapatera), Alejandro Maximino (zapatero), Matilde Fernández (niño), José Cañizares (alcalde), Femando Porredón (don Mirlo), Fernando Venegas (mozo), Julia Pachelo, Mimí Muñoz y Pascuala Mesa (vecinas).
En la década de 1930 volvería a interpretarse en España en varias ocasiones como en 1935, por la compañía de Lola Membrives en el Teatro Coliseum de Madrid, con un elenco de intéreptes que incluyen a Helena Cortesina, Cándida Losada y Magda Rotger, con Alejandro Maximino repitiendo papel.
Habrían de pasar más de 20 años para que, en la España de Franco, volviera la obra a los escenarios. Sería en 1957 en una sesión de teatro leído, a cargo del TEU. Tres años después, la familia del autor levantaba la prohibición de representar la obra de Lorca en teatros comerciales en suelo español, autorizando la puesta en escena de La zapatera prodigiosa en el Teatro Eslava de Madrid.
En 1965 el director Alfredo Mañas la llevó al Teatro Marquina de Madrid, siendo interpretada por Amparo Soler Leal y Guillermo Marín. El propio Mañas repitió montaje 20 años después, con Fernando Delgado y Laura García Lorca, sobrina del autor.
García Lorca se inspiró en la también granadina Agustina Gonzalez López "la Zapatera", para el personaje protagonista de esta obra y para el personaje de Amelia en La casa de Bernarda Alba, ya que ella se hacía llamar con este nombre, que utilizaba también para firmar sus escritos.
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