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Las minas del rey Salomón



Las minas del rey Salomón (King Solomon's Mines) es una popular novela del escritor victoriano de aventuras y fábulas, Henry Rider Haggard, publicada el 30 de septiembre de 1885. Relata una historia de aventuras en una región inexplorada de África, realizada por un grupo de aventureros liderados por Allan Quatermain en la busca de un hermano de uno de estos exploradores. La importancia de la obra radica en que fue la primera novela de ficción de aventuras situada en África en inglés, y es considerada como la génesis del género literario sobre mundos perdidos.[1]

El libro fue escrito en el invierno de 1882 y su creación le tomo 6 semanas narrado por el mismo en sus memorias The Days of My Life, de H. Rider Haggard y fue publicado por primera vez en septiembre de 1885 en con una gran campaña publicitaria, con vallas y carteles en Londres que anunciaban "el libro más asombroso jamás escrito". Se convirtió en un superventas de inmediato. A finales del siglo XIX, los exploradores fueron descubriendo las antiguas civilizaciones en todo el mundo, como el Valle de los Reyes de Egipto, y el imperio de Asiria. El interior de África seguía estando en gran parte inexplorado y Las Minas del Rey Salomón, la primera novela de aventuras africanas publicada en Inglés, cautivó la imaginación del público.

El "Rey Salomón" del título del libro es el rey bíblico renombrado tanto por su sabiduría como por su riqueza. Un cierto número de lugares habían sido identificados como la ubicación de las minas de Salomón, incluyendo las explotaciones en el Valle de Timna cerca de Eilat, y muchos lugares de ficción. Investigaciones posteriores han demostrado que el sitio en Timna no estaba en uso durante el siglo X antes de Cristo.

Haggard conocía África y había viajado por el continente como funcionario del gobierno colonial británico entre los años 1875 y 1880, durante la Guerra Anglo-Zulú y la Primera Guerra de los Bóeres, donde había quedado impresionado por las vastas riquezas minerales de África del Sur y por las ruinas de antiguas ciudades perdidas al descubierto, como Gran Zimbabue.

El personaje original de Allan Quatermain se basó en gran parte en Frederick Courtney Selous, un famoso explorador y gran cazador británico del África colonial. Las experiencias de la vida real de Selous ofrecieron a Haggard el trasfondo y la inspiración para esta y muchas más historias.

El inglés Henry Curtis está decidido a ir en busca de su hermano Neville, desaparecido en una expedición en África, cuyo objetivo era encontrar los legendarios tesoros del Rey Salomón. Para ello, Curtis recluta al conocido explorador y cazador Allan Quatermain y a la búsqueda se une el retirado capitán de Marina John Good, ya que sus conocimientos de navegación serán útiles en el desierto. También se une el misterioso nativo africano Umbopa, apuesto y bienhablado, como siervo y guía, ya que conoce la zona y muestra gran interés en unirse a la expedición. En su camino encontrarán dificultades como el ataque de un elefante, herido en una cacería, o el peligro de la falta de agua en el inmenso desierto. Al llegar a la cordillera de Sulimán, son atacados por una tribu gobernada por el tiránico rey Twala que tiene de asesora a una bruja, sin embargo los "tubos que matan" (escopetas), logran salvarlos y son conducidos ante el Rey.

Entonces se revela que el verdadero rey es Umbopa (cuyo verdadero nombre es Ignosi) que, siendo un niño, perdió a su padre, asesinado por su malvado tío paterno, y fue desterrado junto con su madre. Ignosi inmediatamente empieza a reclutar a todos los que son fieles a él, lo que provoca una guerra civil en la que mueren cientos de nativos y Twala acaba siendo asesinado.

La bruja conduce a los tres ingleses a las minas, dónde los traiciona y los encierra en la cámara del tesoro. Sin embargo, logran escapar y con la ayuda de Ignosi regresan a Sudáfrica. En el camino de vuelta encuentran a George, el hermano perdido de Henry, que a pesar de una herida en una pierna está sano y salvo.

El tesoro del rey Salomón es dividido en tres partes a repartir entre Allan, Good y Henry, que acaba cediendo la suya a George.



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