Otomangue
Otomangue occ.
Las lenguas mangueanas o chiapaneco-mangues constituyen la rama más meridional de las lenguas otomangues, existen varias lenguas documentadas de esta familia: el chiapaneco hablado en Chiapas (hasta 1950), el idioma chorotega de Costa Rica y Nicaragua y el mangue de Nicaragua, estas dos últimas variedades a veces se consideran dialectos de una misma lengua aunque existen diferencias en su vocabulario, aun cuando son cercanas entre sí.
La hipótesis de que las lenguas otomangues formaban una familia se remonta al siglo XIX cuando Orozco y Berra y Pimentel sugirieron el parentesco mutuo de algunas de estas lenguas. El primer autor en relacionar el chipaneco y el mangue con las lenguas otomangues fue Walter Lehmann. La primera reconstrucción del chiapaneco-mangue lo asociaba al popolocano y al mixteco que son lenguas otomangues occidentales, así María Teresa Fernández de Miranda y Roberto Weitlaner proponen la existencia de un proto-popolocano-mangue. Esta agrupación no es la mayoritaria en la actualidad donde se chiapaneco-mangue se asocia más estrechamente con las lenguas tlapanecanas y con las lenguas otomanguenas occidentales.
Filológicamente, se ubica al idioma chiapaneco en la rama mangueana del grupo otomangue oriental, que a su vez forma parte de la familia lingüística otomangueana. El proto-chiapaneco-mangue fue reconstruido por Rensch (1966).
La división interna de la rama chiapaneca-mangue tiene una rama norte y otra rama sur:
La mayoría de autores opinan que los hablantes de chiapaneco-mangue emigraron desde el norte hasta la región del Soconusco donde se dividió en dos grupos, el grupo norte se quedaría en la misma región y algunos hablantes que emigraron al sur dieron lugar al chorotega-mangue. Esa separación muy probablemente se dio durante el primer milenio de nuestra era.
El mangue y el chorotega están poco documentados y apenas se conocen unas pocas listas de vocabulario compiladas durante el siglo XIX.
El sistema fonológico del proto-chiapaneco-mangue fue reconstruido por M. T. Fernández de Miranda y R. Weitlaner (1961) y revisado por Rensch (1966) y consta del siguiente inventario consonántico:
El fonema /*č/ no es reconstruido por Fernández Miranda y Weitlaner ya que generalmente aparece frente a vocal palatal como variante de /*k/. Sin embargo, Rensch argumenta que existen algunos pares mínimos en chiapaneco por lo cual debe reconstruirse para el proto-chiapaneco-mangue la distinción entre ambos fonemas. El fonema /*M/ parece alternar entre las realizaciones [hm]~[xm]~[m], sin embargo dado no se reconstruyen grupos consonánticos se reconstruye como un fonema único en lugar de como dos fonemas /*hm/.
El inventario vocálico es simple, las vocales breves son /*i, (*i), *u; *e, *a/ (el status fonémico de /*i/ es dudoso porque Rensch argumenta que podría ser un alófono de /*u/) y las vocales largas son /*ii, *uu; *ee, *aa/ (aquí puede verse que /*i/ carece de contrapartida larga, lo cual apoya más la observación de Rensch). Además se reconstruyen dos diptongos /*ai, *au/.
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