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Lenguas cushitas



Afroasiático
  Eritraico

Las lenguas cushitas, kushitas o cushíticas son un subgrupo de lenguas del filo afroasiático cuyo nombre deriva del personaje bíblico Kush, hijo mayor de Cam.[1]​ Son habladas principalmente en el Cuerno de África, así como también en el valle del Nilo y partes de la región de los Grandes Lagos de África.

La lengua más importante de esta familia es el oromo con más de 25 millones de hablantes, seguido por el somalí hablado por 15 millones de personas en Somalia, Etiopía, Yibuti y Kenia, el sidamo hablado por 2 millones de personas en Etiopía y el afar o afaro hablado por un millón y medio de personas en Eritrea, Etiopía y Yibuti.

Las lenguas cushíticas y omóticas están distantemente emparentadas con el resto de lenguas afroasiáticas y existen cognados léxicos, y formas gramaticales que testimonian un claro origen común. Más polémica es la relación entre las diferentes lenguas cushitas y su lugar exacto dentro del afroasiático. De hecho, la clasificación interna de las lenguas cushíticas es uno de los problema de clasificación más debatidos de las lenguas afroasiáticas.

Dejando a un lado las lenguas omóticas, que históricamente fueron consideradas lenguas cushitas ("cushítico" occidental), las lenguas cushitas son las lenguas más divergentes del resto del afroasiático por lo cual se conjetura que fueron una de las primeras ramas en separarse del tronco común (junto con el omótico). Existen ciertas dudas sobre si las lenguas cushitas constituyen una rama o varias. Algunos autores como Orel y Ostolva (1995) propusieron una de las reconstrucciones más completas del proto-afroasiático y desestiman la existencia de un proto-cushita. En su lugar, proponen que las diferentes ramas cuchitas tienen orígenes independientes y sólo son una agrupación tipológica dentro del afroasiático.

Tradicionalmente se incluían las lenguas omóticas dentro de las lenguas cusitas, con el nombre de lenguas cusitas occidentales. Este punto de vista ha sido abandonado por la mayoría de los expertos.

Comúnmente las lenguas cushitas se dividen en seis unidades filogenéticas, algunas de las cuales difieren notablemente de las otras. Los seis grupos son:

Algunos autores consideran que el cushítico de las tierras altas, el de las tierras bajas y el dullay formarían un hipotético grupo cushítico oriental.[2]​ El proyecto de comparación sistemática ASJP que clasifica las lenguas sobre la base el parecido léxico conlleva el siguiente árbol cladístico:

Cushítico Septentrional (Beya)

Cushítico Central

Cushítico oriental de las tierras altas

Somalí-Rendille-Boni

Oromo-Konso-Gidole

Afar-Saho

Omo-Tana occ.

Dullay

Cushítico meridional

Se divide en los siguientes subgrupos de acuerdo con Joseph Greenberg, revisada por Harold Fleming y otros autores:

Robert Hetzron ha sugerido que las lenguas cushitas meridionales son un subgrupo de las orientales. Otros han sugerido la posibilidad de dividir el grupo oriental en sidámico o de las tierras altas, somálico o de las tierra bajas (que incluiría el oromo) y yaaku-dullay, con lo que el cusita quedaría con cinco ramas: agaw, sidámico, somalico, yaaku-dullay y rift.

El trabajo sobre las lenguas cushitas ha permitido realizar reconstrucciones más o menos amplias sobre el proto-cushítico cuya diversificación dio lugar a las diferentes ramas de lenguas cushitas. De acuerdo con C. Ehret (1987), el inventario del proto-cushítico vendría dado por esta distribución fonológica:[3]

Los signos entre paréntesis son de reconstrucción más insegura y tal vez sólo sean alófonos de otros fonemas similares. En cuanto a las vocales son /*a, *e, *i, *o, *u, *ā, *ē, *ī, *ō, *ū/. Esta reconstrucción como otras de Ehret han sido criticadas y discutidas. Como se ha mencionado, algunos autores como Orel y Ostolva (1995) niegan siquiera la existencia de un proto-cushita, considerando que existieron varias protolenguas derivadas del proto-afroasiático que dieron lugar a las lenguas cushitas.

Las lenguas cushíticas tienen un buen número de características morfológicas afroasiáticas. En el verbo, por ejemplo, la conjugación distingue el género en la tercera persona del singular y los sufijos usados se corresponden con las marcas de personas de otras ramas del afroasiático. Una peculiaridad de las lenguas cushíticas es que la conjugación usa principalmente sufijos a diferencia, por ejemplo, de lo que sucede en semítico. El siguiente cuadro compara los sufijos usados en el presente en diferentes ramas cushíticas:

Los numerales reconstruidos para diferentes grupos de lenguas cushitas son:

Nótese la similaidad de algunos numerales de las lenguas cushitas orientales con los encontrados en parte de las lenguas nilóticas meridionales: 6 *lah-, 7 tisɑp, 8 *sisiːt, 9 *sɑkɑːl, 10 *taman. Y también algunos numerales de las lenguas omóticas: 6 *laxi (omótico meridional), 8 (dizoide), 10 *taɓ- (general). Dichas similitudes se debe sin duda a préstamos léxicos entre estos grupos de lenguas.



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