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Libertad



La libertad (en latín: libertas, -ātis)?[1]​ en sentido amplio es la capacidad humana de actuar por voluntad propia.

Según las acepciones 1, 2, 3 y 4 de este término en el diccionario de la Real Academia Española,[1]​ el estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras, aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos.

La quinta acepción del término[1]​ define la libertad en los Estados democráticos como «derecho de valor superior que asegura la libre determinación de las personas.». Con base en ello, la protección de la libertad interpersonal es objeto de una investigación social y política.

El fundamento metafísico de la libertad interior es una cuestión psicológica y filosófica. Ambas formas de la libertad se unen en cada individuo como lo interno y lo externo de una malla de valores, juntos en una dinámica de compromiso.[cita requerida]

En castellano la palabra libertad proviene del latín libertas, -ātis, de igual significado.

La palabra inglesa para libertad, freedom, proviene de una raíz indoeuropea que significa amar; la palabra de la misma lengua para decir miedo, afraid, viene de la misma raíz, usado como contraposición a libertad mediante el prefijo a por influencia del latín vulgar. [cita requerida]

La libertad como desaparición de opresión significa no querer subyugar ni ser subyugado, e implica el fin de un estado de servidumbre. El logro de esta forma de la libertad depende de una combinación de la resistencia del individuo (o grupo) y su entorno.

Las leyes artificiales limitan esta forma de libertad, por ejemplo, nadie es libre de no ser representado por políticos dentro de una nación (aunque podamos o no ser libres para intentarlo).

Las leyes naturales, como las leyes físicas, o la ley de la gravedad, son también un fundamento importante para la libertad de todos los seres vivos existentes en el universo.

La ética filosófica señala que la libertad es inherente al humano, es un dato fundamental originario de la existencia humana, fundamentado en la autoconciencia y la responsabilidad moral. Por tanto, el individuo humano no puede remitir su propia libertad/responsabilidad a ningún otro y, por eso mismo, la libertad, en su sentido antropológico, es algo que no es posible eliminar ni contradecir.[cita requerida]

Todos los actos presuponen a la libertad para poder ser infinitamente imputables (libre albedrío). La libertad se sitúa en la interioridad de la persona y siguiendo esa línea de pensamiento afirma Ricardo Yepes Stork:

La libertad ha sido a menudo utilizada para aludir a la revolución o rebelión. Por ejemplo, la Biblia registra la historia de Moisés conduciendo a su pueblo fuera de Egipto y de su opresión (la esclavitud).

En el marco de control interno, la libertad es también conocida como la libre determinación, la individualidad, o la autonomía pero sujetas a una autoridad superior.[cita requerida]

La libertad para una persona también puede significar autonomía interna, o de maestría sobre la condición interna. Esto tiene varios significados posibles:

En una obra de Hans Sachs, el filósofo griego Diógenes se refiere a Alejandro Magno, diciéndole: «Vos sois el siervo de mis siervos». El filósofo ha conquistado al miedo, la lujuria, y la ira; Alejandro todavía sirve a estos maestros. A pesar de haber conquistado el mundo exterior, todavía no ha dominado el mundo interior. Este tipo de dominio no depende de nada ni nadie más que nosotros mismos.

En el siglo XX notables personalidades han sido el ejemplo de esta forma de incluir la libertad, como Nelson Mandela, el rabino Leo Baeck, y Mahatma Gandhi.

El filósofo francés Jean-Jacques Rousseau afirmó que la condición de la libertad es inherente a la humanidad, una inevitable faceta de la posesión del alma, con la implicación de que todas las interacciones sociales con posterioridad al nacimiento implica una pérdida de libertad, voluntaria o involuntariamente.[2]​ Él hizo la famosa frase «El hombre nace libre, pero en todas partes está encadenado».[2]

Intenta rebatirle Ricardo Yepes Stork, quien afirma:

Por lo que la esfera de la libertad no se da de una vez y para siempre, sino que ha de ser conquistada todos los días, a través de cada una de las acciones realizadas.[3]

Rudolf Steiner desarrolló una filosofía de la Libertad basada en el desarrollo las intuiciones éticas en circunstancias sensibles.

Los filósofos de los primeros tiempos han considerado la cuestión de la libertad. El emperador romano Marco Aurelio (121–180 d. C.) escribió:

"una política en la que existe la misma ley para todos, una política administrada con respecto a la igualdad de derechos y la libertad de expresión, y la idea de un gobierno real que respete sobre todo la libertad de los gobernados.

Un hombre libre es aquel que en aquellas cosas que por su fuerza e ingenio es capaz de hacer, no se le impide hacer lo que tiene la voluntad de hacer.

Leviatán, parte 2, cap. XXI John Locke (1632–1704) rechazó esa definición de libertad. Aunque no menciona específicamente a Hobbes, ataca a Sir Robert Filmer que tenía la misma definición. De acuerdo con Locke:

En el estado de naturaleza, la libertad consiste en estar libre de cualquier poder superior en la Tierra. Las personas no están bajo la voluntad o autoridad legislativa de otros, sino que solo tienen la ley de la naturaleza para su gobierno.

En la sociedad política, la libertad consiste en no estar bajo ningún otro poder legislativo, excepto el establecido por consentimiento en la comunidad. Las personas están libres del dominio de cualquier voluntad o restricción legal aparte de la promulgada por su propio poder legislativo constituido de acuerdo con la confianza depositada en él.

Por lo tanto, la libertad no es como la define Sir Robert Filmer: "Una libertad para que todos hagan lo que quieran, vivan como les plazca, y no estar atados por ninguna ley". La libertad está limitada por las leyes tanto en el estado de la naturaleza como en la sociedad política. La libertad de la naturaleza no debe estar bajo ninguna otra restricción que la ley de la naturaleza. La libertad de las personas bajo el gobierno no debe estar sujeta a restricciones, aparte de las reglas vigentes para vivir que son comunes a todos en la sociedad y creadas por el poder legislativo establecido en ella. Las personas tienen el derecho o la libertad de seguir su propia voluntad en todo lo que la ley no haya prohibido y no estar sujeta a las voluntades inconstantes, inciertas, desconocidas y arbitrarias de los demás .

John Stuart Mill (1806-1873), en su trabajo, Sobre la libertad, fue el primero en reconocer la diferencia entre la libertad como la libertad de actuar y la libertad como la ausencia de coerción.

En su libro Dos conceptos de libertad, Isaiah Berlin enmarca formalmente las diferencias entre dos perspectivas como la distinción entre dos conceptos opuestos de libertad: libertad positiva y libertad negativa. El último designa una condición negativa en la cual un individuo está protegido de la tiranía y el ejercicio arbitrario de la autoridad, mientras que el primero se refiere a la libertad que proviene del dominio propio, la libertad de las compulsiones internas como la debilidad y el miedo.

Según el Concise Oxford Dictionary of Politics, el liberalismo es "la creencia de que el objetivo de la política es preservar los derechos individuales y maximizar la libertad de elección". Pero señalan que existe una discusión considerable sobre cómo lograr esos objetivos. Toda discusión sobre la libertad depende de tres componentes clave: quién es libre, qué es libre de hacer y qué fuerzas restringen su libertad .

John Gray argumenta que la creencia central del liberalismo es la tolerancia. Los liberales permiten a otros la libertad de hacer lo que quieran, a cambio de tener la misma libertad. Esta idea de libertad es personal más que política. El liberalismo moderno ha sustentado su base ideológica a través de la reivindicación de la primacía de lo económico por sobre lo político, como forma de expandir libertades individuales dentro de un sistema de librecambio.[4]

William Safire señala que tanto la derecha como la izquierda atacan el liberalismo: por la derecha por defender prácticas como el aborto, la homosexualidad y el ateísmo, y por la izquierda por defender la libre empresa y los derechos del individuo sobre el colectivo.

Según la Encyclopædia Britannica, los libertarios mantienen la libertad como su principal valor político. Su enfoque para implementar la libertad implica oponerse a cualquier coerción gubernamental, aparte de lo que es necesario para evitar que las personas se coaccionen entre sí.

Según los teóricos republicanos de la libertad, como el historiador Quentin Skinner o el filósofo Philip Pettit, la libertad no debe verse como la ausencia de interferencia en las acciones, sino como la no dominación.

Según este punto de vista, que se origina en el Roman Digest, ser un liber homo, un hombre libre, significa no estar sujeto a la voluntad arbitraria de otro, es decir, dominado por otro.

También citan a Maquiavelo, quien afirmó que debe ser miembro de una asociación civil libre y autónoma, una república, si desea disfrutar de la libertad individual.

El predominio de esta visión de la libertad entre los parlamentarios durante la Guerra Civil inglesa resultó en la creación del concepto liberal de libertad como no injerencia en el Leviatán de Thomas Hobbes

Según la Real Academia Española, la libertad (Del lat. libertas, -ātis) es, en su primera acepción, la «Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos». Es decir, la libertad es poder elegir entre múltiples opciones, a mayor número de opciones mayor es la libertad, por lo tanto, la mayor libertad sería poder elegir entre un infinito número de opciones, sin limitaciones.

Pero si a la libertad individual le añadimos el hecho de que no vivimos solos sino que compartimos la realidad con otros individuos que también tienen intereses entonces la libertad debe ser limitada en beneficio de todos. Según el artículo 4 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se define la libertad añadiéndole una excepción, la cual consiste en limitar la libertad cuando ésta cause perjuicio a otros: «La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no cause perjuicio al otro».

El concepto de la libertad política está estrechamente vinculada con los conceptos de las libertades cívicas o civiles y los derechos individuales,[5]​ incluidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En el caso del anarquismo la libertad es entendida como la ausencia de coacción o imposición.[6]​ Los anarquistas consideran que tanto las libertades personales como las económicas son igualmente importantes, y que la asociación o la cooperación debe ser voluntaria, dado el estatus de soberano a todo pacto recíproco entre personas adultas, haciendo innecesaria e indeseable toda interferencia externa a tales pactos (autoridad injustificada, involuntaria o permanente). Los anarquistas entienden la libertad como una condición inherente al ser humano y su desarrollo.

Como ejemplo de los distintos usos de la palabra libertad, algunos dicen que Irak era libre bajo Paul Bremer sobre la base de que su gobierno era un gobierno humanista y no vasallo a otros gobiernos, mucho antes de las elecciones que se celebraron. Otros han argumentado que Irak era libre bajo el régimen de Saddam Hussein porque con él Iraq no era una colonia; mientras que una tercera parte de la reclamación es que ni como Estado Dictatorial ni como Estado Colonial, Iraq sea precisamente ejemplo de la libertad política para nada.

Los ecologistas sostienen que a menudo las libertades políticas sociales deben incluir algunas restricciones a la utilización de los ecosistemas. Sostienen que no puede haber lugar para, por ejemplo, "la libertad para contaminar" o "libertad a deforestar" dadas las consecuencias. La popularidad de los todoterrenos, el golf, y la expansión urbana ha sido utilizado como prueba de que algunas ideas de la libertad y la conservación ecológica pueden chocar.

Los animalistas, especialmente los veganos, sostienen que los animales de otras especies deberían tener derechos frente a los humanos, lo cual conduce a un choque de valores que se ve reflejado en campañas de publicidad de organizaciones como PETA, HSUS, etc. en relación con el uso de animales como fuente de alimento, ocio, vestimenta, experimentación, etc.[cita requerida]

Se han producido numerosos debates filosóficos sobre la naturaleza de la libertad, las reclamadas diferencias entre los distintos tipos de libertad, y la medida en que la libertad es deseable. Los deterministas sostienen que todas las acciones humanas están predeterminadas y por lo tanto, la libertad es una ilusión. Una causa determinada tiene una consecuencia determinada basándose principalmente en las leyes de la física, por lo tanto, al aumentar el nivel de complejidad, la conciencia y la idea de libertad solo son consecuencia determinada de eventos físicos conocidos y regulados por leyes de las cuales no se puede escapar.

En la jurisprudencia, la libertad es el derecho a determinar la propia acción autónoma, que generalmente se concede en los campos en los que el tema no tiene la obligación de cumplir las leyes a obedecer o, de acuerdo a la interpretación de que la hipotética naturales ilimitada libertad está limitada por la ley para algunos asuntos.

Sartre habla de la libertad en su obra Las moscas donde dice que cada individuo nace libre pero depende de las circunstancias este puede o no seguir siendo libre. Esto explica que hay diferentes clases de libertades y cada una se marca en las distintas sociedades

Voz Libertad en Philosophica: Enciclopedia filosófica online



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