x
1

Los vikingos en la península ibérica



La primera mención específica de la presencia de los vikingos en la península ibérica sitúa su llegada en el año 844, cuando los historiadores árabes citan que hormigueaban sus navíos en las costas como «pájaros marinos rojinegros».[1]​ Los Annales Complutenses, del siglo XII,[2]​ hacen referencia a un desembarco cerca de Gijón realizado ese año por vikingos que habían llegado en 54 naves y que subieron después por la cercana ría de Arosa.[3]​ Más tarde, Ramiro I de Asturias los venció en La Coruña. De allí, la flota atacó las ciudades de Lisboa, Cádiz y Sevilla, todas ellas bajo el control de los omeyas del Emirato de Córdoba. En el 858, tras saquear Algeciras, Orihuela y las islas Baleares, establecieron una base invernal en la Camarga, al sur de Francia, desde donde saquearon Arlés y Nimes y subieron por el río Ebro, y sus afluentes, para atacar a Pamplona, cogiendo prisionero al rey García I Íñiguez (859), al que liberaron tras el pago de un importante rescate.

Por otra parte, la Historia compostelana, redactada aproximadamente entre 1107 y 1149, afirma que en 968 desembarcaron en Galicia:

A causa de nuestros pecados vinieron las gentes de los normandos a esta tierra y destruyeron la iglesia de Santa Eulalia de Curtis y otras de la comarca; sus sacerdotes fueron llevados presos y pasados por la espada; el fuego consumió las escrituras, y las mismas piedras perecieron por las llamas.[4]

Ese mismo año tuvo lugar la batalla de Fornelos, en la que el obispo de Santiago, Sisnando Menéndez, fue derrotado y muerto, dejando a los invasores vía libre para saquear la región. Según el cronista francés Dudon de Saint-Quentin, destruyeron dieciocho poblaciones,[4]​ durante el año que estuvieron en tierras gallegas, hasta que Gonzalo Sánchez los derrotó, matando a su caudillo, Gundræd (Gunderedo).[5]​ Gunderedo había llegado con cien barcos y ocho mil guerreros[6]​ expresamente para saquear lo que llamaban Jakobsland (Tierra de Santiago).[7]

Aunque las fuentes difieren, se considera que fueron entre dos[8]​ y cuatro[9]​ las oleadas de ataques vikingas a la península. Tras saquear toda la costa del norte de Europa, incluyendo las islas británicas, en 843 los vikingos se establecieron en la ciudad francesa de Bayona, desde donde poder avanzar más hacía el sur.[10]Claudio Sánchez Albornoz considera posible, citando La Historia Completa de Ali ibn al-Athir[10]​ —que menciona un combate contra unos al-magus—, que hubieron establecido una base temporal en la propia península, en la zona de Guetaria-Mundaca. También señala que el término se refiere a paganos en general y no exclusivamente a los vikingos.[10]

Los vikingos llevaron a cabo un segundo ataque a la península a finales del siglo X, de nuevo saqueando Lisboa, en 966, y Santiago de Compostela en 968 (la ciudad sería atacada de nuevo en 979),[cita requerida] así como toda la costa de Al-Ándalus en 971.

Por otra parte, otros autores[11]​ dividen la presencia vikinga en tres fases: un primer período de «penetración indirecta», con el fin de obtener información y el mercadeo de esclavos; una segunda fase, dividida en dos períodos de sucesivas invasiones durante los siglos IX (en la España musulmana), X y XI (la España cristiana), seguida de una tercera fase, de asentamientos.[11]

Citando a Sánchez Pardo (2010):

Si uno revisa la bibliografía existente sobre los ataques vikingos a la Península Ibérica y concretamente, a Galicia, podrá comprobar rápidamente que la gran mayoría de las obras y estudios poseen ya una cierta antigüedad, reflejada en general (aunque no necesariamente) en un enfoque bastante parcial, lleno de diferencias y contradicciones así como de alusiones a lo misterioso o sobrenatural, a tradiciones y a datos que no poseen sustentación o forma de ser comprobados.[12]

Los vikingos invadieron Al-Ándalus en 844, 889, 966 y 971.[11]​ Las principales fuentes históricas sobre estos ataques proceden de escritos de los cronistas árabes Ibn al-Qutiyya e Ibn Idari, entre el 30 de septiembre de 843 y el 1 de octubre 845 (año 229 y 230 en el mundo islámico).[13]​ Son conocidos por los cronistas árabes genéricamente como majus (término general para paganos), almajuzes, almozudes o almonides, todos ellos términos derivados de majus,[14]​ o más específicamente, como al-Urdumâniyyun (o Nordumâni, del latín Normanni, Nordmanni, Lordomanni, Lormanes o Leodomanni[5]​).

Su paso por el Levante peninsular español incluye el saqueo de la costa de Murcia y el saqueo de la ciudad de Orihuela.[9]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Los vikingos en la península ibérica (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!