Lucio Valerio Potito

Lucio Valerio Potito (en latín, Lucius Valerius Potitus) fue cónsul romano en el año 483 a. C., con Marco Fabio Vibulano y en el año 470 a. C., con Tiberio Emilio Mamerco.

Potito era el nombre de una de las más antiguas y célebres familias de la gens Valeria. Esta familia, como muchas otras familias de la antigua Roma, desaparece después de las guerras samnitas, pero el nombre es revivido posteriormente por la gens Valeria, como praenomen: por lo tanto, nos encontramos con un Marco Valerio Mesala Potito, quien fue cónsul suffectus en 29 a. C. La práctica de las familias romanas de utilizar nombres ya extinguidos como pronombre es común; como por ejemplo, en la gens Cornelia, donde la familia Lentulo adoptó, como pronombre, el extinto cognomen de Coso.

Lucio Valerio Potito, fundador de la familia, era pariente del célebre Publio Valerio Publícola, pero es asunto de controversia si era su hermano o su sobrino. Dionisio, si bien es cierto, lo menciona como su hermano,^[1]​ en otros lugares de su obra (viii. 87) habla de él como el hijo de Marco, mientras que sabemos que el padre de Publícola se llamaba Voluso.^[2]​

Si Potito era hijo de Marco, probablemente era el hijo de Marco Valerio Voluso, quien fue cónsul en 505 a. C., cuatro años después de que los reyes fueran expulsados, y que se menciona en los Fasti como Valerio M. Vol. F. Voluso. Además, debido a que Potito fue cónsul por segunda vez en 470 a. C., es decir, treinta y nueve años después de la expulsión de los reyes, es mucho más probable que él fuera un sobrino del hombre que tomó un papel preponderante en los acontecimientos de la época. Podemos, pues, concluir con algún grado de certeza que era el sobrino de Publícola.

Potito es mencionado por primera vez en 485 a. C., año en el que fue uno de los cuestores parricidii y, junto con su colega, Céson Fabio Vibulano, acusó a Espurio Casio Viscelino ante el pueblo.^[3]​

Fue cónsul en 483 a. C., con Marco Fabio Vibulano,^[4]​ y de nuevo en 470 a. C. con Tiberio Emilio Mamerco. En este último año marchó contra los ecuos y como el enemigo no salió a enfrentarse a campo abierto, procedió a atacar a su campamento, pero fue impedido de hacerlo por indicaciones de voluntad divina (una tormenta).^[5]​