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Método Billings



El método de ovulación Billings (MOB), también conocido como el método Billings, es un método de salud reproductiva que se utiliza para conocer los periodos de fertilidad e infertilidad de la mujer durante cada ciclo ovárico/menstrual, y para la detección temprana de alguna anomalía en el sistema reproductor femenino.

Las usuarias de este método deben prestar atención a la sensación de su vulva y a la aparición de cualquier flujo vaginal. El método no se basa en la presencia de la ovulación sino que, presuntamente, identifica los patrones de fertilidad potencial y la infertilidad dentro del ciclo. Esta información, como comentamos, puede usarse para lograr o evitar el embarazo durante ciclos regulares o irregulares, incluyendo lactancia materna ya peri menopausia.

El método fue desarrollado por los ginecólogos John y Evelyn Billings y su uso está mundialmente extendido como método de regulación de fertilidad natural.

El método Billings se basa en el conocimiento de los niveles cambiantes de hormonas a lo largo del ciclo menstrual que afectan al volumen y la textura del moco que se produce en el cérvix y que aparece en la abertura vaginal y que, una vez que estés familiarizada con estos cambios, podrás identificar con precisión el momento de la ovulación.

Generalmente la mujer presta atención a la 'sensación' en su vulva, y la apariencia del descargo vaginal o moco aunque no es indispensable su observación; este conocimiento de los ciclos puede servir para no quedar embarazada o viceversa, tanto en el ciclo normal, en la lactancia y en la transición a la menopausia; cabe aclarar que es indispensable tomar un curso para practicar el método Billings pues está basado en observaciones de valores, tiene reglas y es importante educarse para su aplicación. Solamente se considera que alguien lleva el método cuando sigue un registro de sus observaciones.

De acuerdo a este método, durante los días fértiles el moco cervical tiene una apariencia viscosa, filante, semejante a la clara de un huevo cruda, elástica. Los días infértiles se caracterizan por una mayor sequedad y el moco cervical será más denso, escaso y pegajoso, o incluso ausente.


Las primeras observaciones de relación entre el espermio y el moco cervical datan del siglo XIX.[1]​ aunque no fue sistemáticamente estudiado hasta 1948 en que Erik Odeblad investigó los Micoplasmas en el Tracto genital femenino. En estos estudios Odeblad notó que el moco cervical cambiaba en el curso del ciclo femenino; posteriormente, él continuo estudiando el origen del moco cervical en el mismo cérvix.[2]

Independientemente en 1953, John Billings (1918-2007) descubrió la relación entre el moco y la fertilidad cuando era asesor matrimonial para la Catholic Family Welfare Bureau en Melbourne, Australia.

Debido a que algunas parejas de fe Católica tenían razones serias para posponer embarazos, y esto entraba en conflicto con las enseñanzas cristianas, salvo mediante la utilización de los "Métodos Naturales"; además, por su profesión el Dr. Billings estaba familiarizado con el método del ritmo y el Método basal, el pensó que debía haber alguna manera más flexible y confiable. Así se embarcó en el estudio de la literatura médica sobre este asunto, descubriendo referencias del siglo XIX y XX.[1]

En los años 60, el Dr. James Brown se hizo cargo del Royal Women's Hospital en Melbourne; él había desarrollado anteriormente los primeros test para medir el Estrógeno y Progesterona, y usó estos exámenes para asistir al Dr. Billings en futuros estudios; la Dra. Evelyn Billings se unió al grupo en 1965.

A finales de los años 60 ya habían encontrado las reglas para identificar los días fértiles y empezaron a establecer centros de enseñanza por todo el mundo. Este método fue llamado Método de Ovulación, para enfatizar que la característica principal del ciclo fértil de la mujer es la Ovulación en vez de la menstruación. En 1970 un comité de la Organización Mundial de la Salud lo renombró como Método de Ovulación Billings.[1]​ En el año 1980 se publicó el libro escrito por la Dra. Evelyn Billings y la Dra. Ann Westmore, que ayudo a divulgar y dar a conocer dicho método de forma mundial. Este libro ha sido objeto de numerosas traducciones, reimpresiones y revisiones, siendo la última edición del año 2011, con un millón de copias vendidas en más de 22 idiomas.

La verificación científica del Método continúa. El Dr. Brown continuó estudiando la actividad de los ovarios hasta su retiro en 1985.[3]

Desde 1977 el Dr.Erik Odeblad se familiarizó con el Método, y llegó a la misma conclusión que el Dr. Billings en todos sus estudios. Sus estudios continuaron por más décadas demostrando la validez científica del Método.[4]

Actualmente el método es practicado en más de 120 países a nivel mundial. [cita requerida]

La posibilidad de embarazo por el esperma sobreviviente de más de cinco días es comparado con "ganar el premio mayor en una megalotería ".[5][6]

En los días que siguen a la menstruación el cérvix responde al estrógeno produciendo el moco, el cual es capaz de apoyar y nutrir al esperma en su supervivencia. Este moco sale de la vagina cuando la mujer está en posición vertical. El moco es observado por su apariencia y por la sensación que produce en la vulva. Diariamente la mujer toma nota de sus observaciones, y así se da cuenta cuando está fértil o infértil. Algunas mujeres por medio de la sensación vaginal pueden deducirlo aunque esto no es muy seguro.[8][6]

El Método Billings enseña a la mujer a reconocer y entender sus signos de fertilidad; esto puede ayudar en el diagnóstico temprano y tratamiento de desórdenes vaginales, y contribuir al desarrollo reproductivo y su salud.[9]

Es recomendable que la mujer haga el seguimiento del fluido con una tabla gráfica, empezando con el día 1 de la menstruación, apuntando lo que observa en la apariencia y consistencia del moco como así también en la sensación que le provoca en vulva. Entre otras cosas debe marcar en cada día lo que se observa, poniendo abreviaturas como FER (para fértil), INF (para infértil), OVU (para Ovulación), entre otras palabras según se quiera crear, o usar las siglas ya preparadas por los especialistas, dependiendo también si va a ser combinado con el de temperatura u otros.[10][6]

El uso correcto del método puede ayudar a la salud de las parejas tanto emocional como física. Una mujer que estaba familiarizada con el método durante varios años, y con el cual había concebido un hijo, notó que su fluido vaginal poseía un color diferente al que siempre había notado en su organismo; este moco estuvo durante más de 15 días después de haber menstruado; este cambio inusual en su organismo la impulso a realizarse la Prueba de Papanicolaou y encontraron que su cuello uterino estaba canceroso, lo cual trataron inmediatamente.[10]

Las ventajas y desventajas depende de la confianza y comunicación entre las parejas, al igual que el temple o dominio propio, y depende más de las perspectivas de las personas o personalidad.[13]

Aunque el Método para la ovulación está diseñado especialmente para ser usado en la fertilidad, existen otros usos que las mujeres y especialistas le han dado, y son los siguientes.

Para aplicar estos conocimientos, por supuesto se necesita estar bien familiarizado con los métodos.

En ensayo clínico con respecto al embarazo figura entre 0 % y 2,9 %.[16]

En un ensayo reciente en China 992 parejas que usaban el Método Billings fueron comparadas con 662 parejas que utilizaban DIUs, el Método obtuvo un 0,5%.[17]

En estudios con respecto a las enseñanzas sobre el embarazo estuvo entre 0% y el 6%.[16]​ la totalidad de los embarazos varia entre 1 y 25 %.[18]

En un estudio internacional en 5 países tres en vías de desarrollo y 2 desarrollados de la World Health Organization, se encontró que en los países en vías de desarrollo obtuvieron el mejor porcentaje, la mayoría de mujeres eran iletradas o analfabetas, comparadas con las mujeres estudiadas, demostrando que el método tiene poco que ver con los estudios previos de las usuarias.[15]

Por igual la International Planned Parenthood Federation en un comentario sobre este estudio, revela que estos tres países tuvieron la mejor puntuación, aún que muchos países desarrollados, estos tres países tuvieron un total de 98,5% usando el Método Billing, siendo entonces de mejor récord sobre otros.[15]

Por igual en estos estudios las parejas "infértiles" lograron concebir en un mejor número, que los que usaron otros métodos, algunas de varios años tratando de procrear y dar luz.[15]

Las razones del alto índice de embarazos sobre otros métodos es debido a que no se entiende bien el método o se falla en algo, porque se aprende por propia cuenta sin consultar un profesional capacitado; muchas veces hay una ambivalencia sobre querer estar embarazada y no.

De entre todos los métodos anticonceptivos la ineficacia de los métodos "naturales" es del 1 al 9% al año en uso perfecto, y en uso típico es del 25%;[19][20]​, mientra que la falta de efectividad de otros métodos anticonceptivos es:

Aunque los estudios varían generalmente el Método Billings siempre se conserva alrededor del 3% en uso perfecto anual, y 20% entre los de uso típico, quienes se abstienen en la fase fértil, según la Journal of Family Planning Perspectives.[6]

Los estudios de la ineficacia en la selección del sexo del bebe, mediante uso perfecto, es del 2%, y 3% con el Método Baretta, y del 30% con el Método Shettles.[15]

Los medicamentos o fármacos que pueden producir una falsa lectura, o descontrolar el ciclo, así como producir otros efectos, son los siguientes:[10]

Los efectos van desde reducir y secar completamente el fluido, dilatar la ovulación, producir irregularidades menstruales, hipotiroidismo, amenorrea, sangrado irregular, supresión de la ovulación, menopausia temporal, dolor de pecho, y alargamiento de los senos, bloquear la producción de prolactina, pueden incrementar la elasticidad del moco y fertilidad, bajar la temperatura basal, suavizar los senos causando dolor, fluido grueso, incrementar el riesgo de múltiples partos (más de dos hijos), cambios de humor, menorragia, inhibe la histamina y la gonadotropina, entre otros.[10]

Este método cumple con la doctrina católica sobre la regulación de la procreación. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) afirma en su número 2370 que "[l]a continencia periódica, los métodos de regulación de nacimientos fundados en la auto observación y el recurso a los períodos infecundos ([Humanae Vitae] 16) son conformes a los criterios objetivos de la moralidad."[21]​ Es decir, el método cumple con los criterios de la ética cristiana, la Teología del Cuerpo (que concibe al cuerpo como templo de Dios). A John Billings se le concedió el título de Caballero Papal en vida, y a su muerte su viuda recibió condolencias del papa Benedicto XVI[22]




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