En el ámbito de la música, el microtonalismo o xenharmónicos es la música que utiliza microtonos (los intervalos musicales menores que un semitono). En la música tradicional occidental, una octava se divide en 12 semitonos iguales. En el microtonalismo se utilizan más notas, generalmente se utiliza el sistema de 15, 17, 19, 22, 31, 41 y 53 notas por octava. El músico estadounidense Charles Ives definía a los microtonos de manera humorística como “las notas entre las teclas del piano”.
Muchos teóricos contemporáneos tratan de organizar la división de microtonos de tal manera que se puedan relacionar melódicamente y armónicamente tal como los tonos utilizados en el sistema dodecafónico. Según algunos compositores, el microtono abriría nuevas puertas y horizontes en el mundo de la música contemporánea.
La visión actual acerca del microtonalismo es que ha existido desde la antigüedad en las músicas no occidentales (india, árabe), en la música griega (sistema enarmónico), en la música medieval (aunque esta afirmación está sujeta a controversia), y en la música folclórica de algunas regiones europeas, aunque más como accidente o teoría, que como práctica consciente.
Entre los antecedentes más remotos que ahora se conocen, se menciona a Nicolà Vicentino y Vicente Lusitano, que a principios del periodo barroco (siglo XVI) polemizaron acerca de revivir el sistema cromático y enarmónico griego (basado en una división de la escala en 31 partes, y no en 12 partes, como en el actual sistema tonal).
En el siglo XVII Christian Huygens propuso la división de la octava en 31 partes iguales (sistema griego). El canónigo y físico William Holder propuso dividirla en 53 sonidos. Chevé propuso una escala de 50 sonidos. Estos sistemas pretendían un temperamento musical más cercano a la teoría acústica, sin embargo estos sistemas fueron llevados a la práctica sin mucho éxito como las actuales teorías de microtonalismo ya que seguimos manejando el sistema temperado de 12 sonidos equidistantes por octava en toda las escuelas de música académica.
Uno de los últimos autores en la historia en llevar a la práctica el microtonalismo sin éxito académico, basado en una teoría sin uso que puede escribir microtonalismo en intervalos de 16avos, 32avos, 64avos y hasta 128avos de tono, fue Julián Carrillo quien en su experimento de 1895 optó por los 16avos de tono aumentando a 96 sonidos por octava, actualmente su teoría ya cumple 100 años de ser formulada y no ha tenido el éxito del temperamento de 12, ni mucho menos un interés académico de las escuelas y conservatorios que por lo general lo consideran un fracaso. Otro es Alois Hába que fue el creador del sistema tonal basado en la utilización de cuartos y sextos de tono de la música occidental, desde el 1924 hasta el 1943 construyó instrumentos especiales y compuso un nuevo lenguaje microtonal de un gran poder expresivo.
Durante años, los teóricos del microtonalismo y de las afinaciones han trabajado y expuesto sus investigaciones, y aunque la mayor parte de la música contemporánea sigue utilizando un sistema temperado de 12 notas por octava, existen multitud de escalas tonales alternativas, más o menos depuradas, desde las basadas en números primos, las basadas en los números de Fibonacci hasta teorías basadas en la física y matemáticas.
A nivel teórico y práctico, con muchas composiciones experimentales se menciona a los músicos:
Para el surgimiento de instrumentos microtonales sirvieron de impulso algunos instrumentos electroacústicos de los años 1920 que salían del temperamento de 12 sonidos. Algunos ejemplos de instrumentos microtonales son:
Todos los instrumentos de cuerda que no estén divididos por trastes son capaces de reproducir notas microtonales.
Algunos músicos utilizaron los nuevos intervalos como enriquecimiento casual de la composición más que como nuevos sistemas musicales, como el rumano George Enescu (1881-1955) y el húngaro Bela Bártok (1881-1945). Pero el interés estaba tan presente que en 1922 Alois Hába asistió a un Congreso Internacional de Compositores de Cuartos de Tono y al año siguiente daba clases de cuartos de tono en el conservatorio de Praga. Julián Carrillo publica su Teoría microtonal llamada "Sonido 13" en Nueva York hacia el año 1916. Posteriormente grabó varias composiciones en Cuartos, Octavos y Dieciseisavos de Tono en París, después de varios conciertos realizados desde 1925. En el Perú, el Compositor nasqueño Miguel Oblitas Bustamante (1964), ha empleado microtonos en su Sinfonía "Las Pampas de Nasca" (1984), escrita para cantantes solistas, Coro, Antaras de cerámica, Banda militar y Orquesta Sinfónica.
A principios del siglo XX, los músicos empezaron a estudiar la posibilidad de ampliar la riqueza del temperamento de doce sonidos empleando tercios y cuartos de tono, y este mismo interés los llevó a estudiar la música india, árabe, eslovaca, rumana, húngara, así como a estudiar a esos teóricos del pasado para integrar a la música occidental los nuevos intervalos. Evidentemente el interés de los músicos del siglo XX y los de siglos anteriores era diferente:
La búsqueda fue ardua, pues los nuevos intervalos requerían de varios factores:
Los músicos que se ocuparon del asunto fueron muchos, algunos se conformaron con especulaciones teóricas, otros con unos cuantos ejercicios en instrumentos adaptados para tal fin, y unos cuantos llevaron al límite sus intentos construyendo nuevos instrumentos, creando una nueva teoría musical para microintervalos, componiendo una buena cantidad de obras y presentándolas en conciertos.
Algunas escalas tradicionales que no utilizan 12 semitonos por octava:
Estas son algunas de las escalas desarrolladas por importantes teóricos o músicos:
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