Macbeth (título completo en inglés, The Tragedy of Macbeth, La tragedia de Macbeth) es una tragedia de William Shakespeare, que se cree que fue representada por primera vez en 1606. Dramatiza los dañinos efectos, físicos y psicológicos, de la ambición política en aquellos que buscan el poder por sí mismo. De todas las obras que Shakespeare escribió durante el reinado de Jacobo I, quien era patrón de la compañía teatral de Shakespeare, Macbeth es la que más claramente reflexiona sobre la relación del dramaturgo con su soberano. Se publicó por primera vez en el Folio de 1623, posiblemente a partir de un prompt book, y es su tragedia más breve.
No hay seguridad absoluta de que la tragedia sea en su totalidad obra de Shakespeare, ya que algunos afirman que ciertos pasajes podrían ser adiciones posteriores del dramaturgo Thomas Middleton, cuya obra La bruja (The Witch) tiene múltiples afinidades con Macbeth.
La obra está libremente basada en el relato de la vida de un personaje histórico, Macbeth, quien fue rey de los escoceses entre 1040 y 1057. La fuente principal de Shakespeare para esta tragedia fueron las Crónicas de Holinshed, obra de la que extrajo también los argumentos de sus obras históricas. Raphael Holinshed se basó a su vez en Historia Gentis Scotorum (Historia de los escoceses), obra escrita en latín por el autor escocés Hector Boece e impresa por primera vez en París en 1527. Para agradar a su mecenas, el rey Jacobo V de Escocia, Boece había oscurecido deliberadamente la figura de Macbeth, con el fin de exaltar a un hipotético antepasado del rey, Banquo.
Es importante resaltar que el texto llega a los tiempos modernos únicamente a través del First Folio, a diferencia de otras obras de Shakespeare de las que además se conservan algunas ediciones en "cuartos", aprobadas unas por el autor y otras provenientes de la memoria de los espectadores. Cierta corriente de la crítica sostiene que, dada la extensión menor de esta obra en relación con otras tragedias del Folio, puede argumentarse que lo que ha llegado a nosotros sea un resumen de la obra completa de Shakespeare, justificado además por la existencia de ciertos pasajes oscuros en el texto que dan la impresión de necesitar información adicional para ser interpretados dentro del contexto de la obra.
No existe acuerdo en cuanto a la fecha de composición de la obra. Según Henry N. Paul (The Royal Play of Macbeth) se escribió en 1606 aproximadamente. Se basa para ello en un pasaje cómico de la obra (II, 3), interpretado como una alusión a la doctrina jesuítica de la equivocación (equivocation), que podría tener relación con el juicio que tuvo lugar en 1606 contra el jesuita Henry Garnet por su participación en la "Conspiración de la pólvora" de Guy Fawkes. Otros autores creen, sin embargo, que esta doctrina era ya conocida años antes, por lo cual este no resulta un argumento definitivo para la fecha de la obra. También se ha utilizado como argumento para fecharla su posible relación con la entronización de Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra (se hace referencia en la obra a un imaginario antepasado suyo, Banquo), que tuvo lugar en 1603. No obstante, la fecha exacta de composición de la obra no ha podido, hasta el momento, determinarse con seguridad.
La obra comienza con tres brujas, las tres "Hermanas Fatídicas" hacen un hechizo en el que se ponen de acuerdo acerca de su próximo encuentro con Macbeth. En la escena siguiente, Duncan, rey de Escocia, comenta con sus oficiales el aplastamiento de la invasión de Escocia por noruegos e irlandeses, acaudillados por el rebelde Macdonwald, en la cual Macbeth, thane (barón) de Glamis y primo del rey, ha tenido un importante papel. Duncan se propone darle en recompensa el título de thane de Cawdor.
Cuando Macbeth y su compañero Banquo cabalgan hacia Forres desde el campo de batalla, se encuentran con las brujas, quienes saludan a Macbeth, primero como thane de Glamis, luego como thane de Cawdor, y por último anunciándole que un día será rey. A Banquo le dicen que sus descendientes serán reyes. Cuando Macbeth pide a las brujas que le aclaren el sentido de las profecías, ellas desaparecen. Se presenta un enviado del rey (Ross), quien notifica a Macbeth la concesión real del título de thane de Cawdor.
He bade me, from him, call thee Thane of Cawdor:
In which addition, hail, most worthy thane,
Viendo cumplida la profecía de las brujas, Macbeth comienza a ambicionar el trono. Macbeth escribe una carta a su esposa, en Inverness, explicando las profecías de las brujas. Lady Macbeth, al leer la carta, concibe el propósito de asesinar al rey Duncan para lograr que su marido llegue a ser rey. De improviso se presenta Macbeth en el castillo, así como la noticia de que Duncan va a pasar allí esa noche. Lady Macbeth le expone sus planes. Macbeth duda, pero su esposa le inculca cizañas, estimulando su ambición.
Al llegar la noche, Macbeth, instigado por su esposa, da muerte al rey Duncan cuando duerme en su aposento. Antes de su muerte ve visiones de una espada con sangre y siente fuertes remordimientos, que Lady Macbeth se esfuerza por acallar, y ve lo débil que es su esposo y decide ella incriminar a los criados tiñéndolos de sangre. A la mañana siguiente, se descubre el crimen y Macbeth culpa a los sirvientes de Duncan, a los que previamente ha asesinado, supuestamente en un arrebato de furia para vengar la muerte del rey. Los hijos de Duncan, Malcolm y Donalbain, que se encuentran también en el castillo, no creen la versión de Macbeth, pero disimulan para evitar ser también asesinados. Malcolm huye a Inglaterra y Donalbain, a Irlanda.
Gracias a su parentesco con el fallecido rey Duncan y a la huida de los hijos de este, Macbeth consigue ser proclamado rey de Escocia, cumpliéndose así la segunda profecía de las brujas.
A pesar del éxito de sus propósitos, Macbeth continúa intranquilo a causa de la profecía que las brujas hicieron a Banquo, según la cual este sería padre de reyes. Encarga a unos asesinos que acaben con su vida, y la de su hijo, Fleance, cuando lleguen al castillo para participar en un banquete al que Macbeth les ha invitado. Los asesinos matan a Banquo, pero Fleance consigue huir del lugar. En el banquete, poco después de que Macbeth sepa por los asesinos lo ocurrido, se aparece el espectro de Banquo y se sienta en el sitio de Macbeth. Sólo Macbeth puede ver al fantasma, con el que dialoga, y en sus palabras se hace evidente su crimen.
Macbeth regresa al lugar de su encuentro con las brujas. Inquieto, les pregunta por su futuro. Ellas conjuran a tres espíritus. El primero advierte a Macbeth que tenga cuidado con Macduff. El segundo dice que "ningún hombre nacido de mujer" podrá vencer a Macbeth, y el tercero hace una curiosa profecía:
si el gran bosque de Birnam no se mueve
y, subiendo, a luchar con él se atreve
Estas profecías tranquilizan a Macbeth, pero no se queda satisfecho. Quiere saber también si los descendientes de Banquo llegarán a reinar, como las brujas profetizaron. En respuesta a su demanda, se aparecen los fantasmas de ocho reyes y el de Banquo, con un espejo en la mano, indicando así que ocho descendientes de Banquo serían reyes de Escocia. Un vasallo de Macbeth le notifica que Macduff ha desertado. En represalia, Macbeth decide atacar su castillo y acabar con la vida de toda su familia. La acción se traslada a Inglaterra, donde Macduff, ignorante todavía de la suerte que ha corrido su familia, se entrevista con Malcolm, hijo de Duncan, al que intenta convencer para que reclame el trono. Recibe la noticia de la muerte de su familia.
Lady Macbeth empieza a sufrir remordimientos: sonámbula, intenta lavar manchas de sangre imaginarias de sus manos. Malcolm y Macduff, con la ayuda de Inglaterra, invaden Escocia. Macduff, Malcolm y el inglés Siward, conde de Northumberland, atacan el castillo de Dunsinane, con un ejército camuflado con ramas del bosque de Birnam, con lo que se cumple una de las profecías de las brujas: el bosque de Birnam se mueve y ataca Dunsinane. Macbeth recibe la noticia de que el bosque se mueve y de la muerte de su esposa por suicidio. Tras pronunciar un monólogo nihilista, toma la determinación de combatir hasta el final. Tras matar al hijo de Siward, se enfrenta con Macduff. Se siente todavía seguro, a causa de la profecía de las brujas, pero ya era demasiado tarde, debido a que Macduff le revela que su madre había muerto una hora antes de que él naciera, y que los médicos habían realizado una cesárea para mantener a Macduff vivo, y así se cumple la profecía de que «no podría ser matado por ningún hombre nacido de mujer» y Macbeth comprende que las profecías de las brujas han sido engañosas. Acto seguido, Macduff mata a Macbeth y le decapita. En la escena final, Malcolm es coronado rey de Escocia. La profecía referente al destino real de los hijos de Banquo era familiar a los contemporáneos de Shakespeare, pues el rey Jacobo I de Inglaterra era considerado descendiente de Banquo.
Existen varias adaptaciones de la obra al cine:
La primera traducción al español no fue directa del inglés sino a través de la versión francesa de Jean-François Ducis de 1784. Se debe a Teodoro de la Calle, y se representó por Isidoro Máiquez el 25 de noviembre de 1803.
Se trata de la primera obra de William Shakespeare que se representó sobre los escenarios españoles en traducción directa del inglés, concretamente en el Teatro del Príncipe de Madrid, el 13 de diciembre de 1838, en versión de José García de Villalta y con interpretación de Julián Romea y Matilde Díez. La puesta en escena no contó con el favor del público y solo permaneció tres días en cartel. Entre las traducciones posteriores, se incluyen las de Francisco Nacente (1870), Guillermo Macpherson (1880), Marcelino Menéndez y Pelayo (1881) y Fernando Díaz-Plaja (1964).
Entre las representaciones posteriores, puede destacarse el montaje de Cayetano Luca de Tena en el Teatro Español en 1942, con Mercedes Prendes; en 1957 por José Luis Alonso Mañés, con José María Mompín, María Jesús Valdés y Paco Valladares; Miguel Narros para el Teatro Español, en 1980, interpretada por Joaquín Hinojosa, Berta Riaza, Alejandro Ulloa, Ricardo Tundidor, Pep Munné y Ángel de Andrés; , en la Muralla Árabe de Madrid, en 2004, con Eusebio Poncela, Clara Sanchís y Fernando Conde, con dirección de María Ruiz y en el Teatro María Guerrero, en 2020, con dirección de Alfredo Sanzol e interpretación de Carlos Hipólito, Agus Ruiz y Marta Poveda. Además, se adaptó para televisión en 1966 en el programa Estudio 1, interpretado por Francisco Piquer, José María Escuer, Irene Gutiérrez Caba, Tomás Blanco, Julio Núñez, José Sepúlveda y Ricardo Merino.
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