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Malinalco



Malinalco (en tlahuica: Ñumxu)?, está ubicado al sur de la ciudad de Toluca de Lerdo y 52 km de la ciudad de Cuernavaca. En términos de tiempo de traslado se encuentra a una hora de la Ciudad de México a partir de la caseta México Toluca vía La Marquesa. Este municipio es además un pueblo mágico del Estado de México.

Fue primero un asentamiento importante del pueblo matlazinca, dominado posteriormente por los mexica. Es uno de los municipios más pequeños de México y su cabecera municipal lleva el mismo nombre.

En la historia de México, su importancia y fama se debe a que en él se ubican dos centros de interés histórico religioso: primero, porque en su cabecera se encuentra un singular santuario mexica labrado en la piedra del cerro, y que es un ejemplo espectacular de arquitectura ritual mexicana. En segundo lugar, también en él se ubica el Santuario de Chalma, uno de los centros de peregrinaje religioso más importante del catolicismo mexicano.[5]

Actualmente funge como un asentamiento humano dedicado a la agricultura y el turismo, por su clima tropical y sus monumentos históricos es una localidad que atrae visitantes todo el año, pero también arriban al lugar personas que tienen casas de descanso durante los fines de semana.

El nombre de Malinalco deriva del sustantivo náhuatl Malinalli, que denomina a una planta típica de la antigua región del Telcaxtepec. A su vez, el actual nombre Malinalco hace referencia a la mujer que hace varios siglos llegó a establecerse al cerro riscoso luego de ser abandonada por su hermano. Malinalxóchitl, por la cual este lugar tiene como significado “Flor del zacate del carbonero”.

En la región de Malinalco se puede encontrar esta planta la cual tiene una textura dura, áspera y fibrosa, cuando se utiliza esta planta de manera fresca, puede llegar a servir para la fabricación de sacos de carbón y las sogas que las aseguran. La planta Malinalli tiene antecedentes remotos, estos se encuentran relacionados con las prácticas rituales.

El valle de Malinalco limita al noroeste con la sierra de Ocuilan, al oeste se localiza un cordón montañoso conocido como la cumbre Matlalac que separa al valle de Malinalco con el valle de Tenancingo; en la pared de esta cumbre se construyó el Cerro de los Ídolos. Al sur limita con el Cerro Grande y otras formaciones montañosas.[6]:98

Malinalco se encuentra a una altura promedio de 1,000 msnm., el clima es subhúmedo cálido con lluvias abundantes (1,200 - 1,500 mm. anuales). La temperatura anual promedio oscila entre 20 y 22 grados centígrados. Los suelos más comunes son del tipo Feosem háplico, asociado con Andool humillo y mólico, los cuales se caracterizan por su poca impermeabilidad. La formación geológica se compone por rocas ígneas extrusivas como basalto, toba y brecha volcánica. En el sur del valle se extiende una formación caliza donde los agentes erosivos han ocasionado la formación de cuevas que sirvieron como refugio para grupos de cazadores recolectores. La vegetación es selva baja caducifolia en la planicie y bosque de pino-encino en la parte de la sierra. (“Historia General del Estado de México” 98)[6]:98

La región de Malinalco es un espacio óptimo para la agricultura gracias a la abundancia de agua proveniente de los manantiales y ríos, así como de los suelos de origen aluvial ricos en materia orgánica.[6]:99

Uno de los ríos más importantes es el río Chalma, el cual corre desde Ocuilan e irriga toda la parte sur del valle. El río de San Miguel o Malinalco también es uno de los más importantes el cual inicia su recorrido al pie de la cumbre Matlalac. El río Colapa corre desde el suroeste del valle y tiene un cauce mucho menor que los anteriores. Este río corre por un camino profundo por lo cual, solo con tecnología actual se puede extraer agua para fines agrícolas. Al sur del valle se encuentra un lugar conocido como la Unión de los ríos donde se unen los tres mencionados atravesando la sierra que divide el Estado de México con el valle de Morelos.[6]:101

La población actual aún depende de la captación de agua proveniente de los manantiales localizados en diversos puntos del valle. Por ejemplo, el manantial de San Miguel, y al sur, El Molino (el más importante de cuatro manantiales).[6]:101

La fauna del lugar se constituye principalmente por especies como venado, ardilla, conejo, víbora, puerco espín, tejón, tlacuache, zorro, tigrillo y gato montés. Mientras que se cuenta con aves como codorniz, águila, tórtola, zopilote, perdiz, tíjolo, cardenal, chachalaca, entre otras.[6]:102

Es en la época del "Pos-clásico temprano y el inicio del Tardío" cuando se registran los primeros pobladores en este lugar. Antes de que fuera ocupado por un grupo culhua encabezado por Cuauhtepexpetlatzin ya había estado poblado con gente de raigambre matlazinca, quienes se asentaron tanto en dicho valle como en parte de la zona tarasca de Michoacán, y tal vez por los ocuiltecos; se cree incluso que su habla ya existía desde el año 600 d.C.[7]

"Los matlazincas tenían tres tipos de poblaciones: ceremoniales, como Calixtlahuaca y Malinalco; políticas, como Toluca, en donde residían las autoridades político-administrativas; y civiles, que incluían las cabeceras, las aldeas y las rancherías."[7]

 "Los templos de Malinalco fueron construidos tras la conquista de los matlatzincas por parte de los mexicas en 1476, bajo el reinado de Axayácatl. Alrededor de 1486-1490, Ahuízotl ordenó a los canteros de Tenochtitlan que construyeran el sitio, para lo cual se utilizó, sobre todo, mano de obra forzada. Cuando los españoles llegaron a Malinalco, el sitio aún no se había terminado. El ejército de Cortés interrumpió los trabajos y las piedras fueron utilizadas más tarde por los frailes agustinos para construir el convento del pueblo de Malinalco."[5]

Durante la conquista española Malinalco se rebeló así que Andrés de Tapia tuvo el encargo de hacerlos rendir junto con la gente de Ocuilan (después de la noche triste). La tierra recién pacificada se organizó en encomiendas así que en Malinalco las primeras fueron otorgadas a Cristóbal Rodríguez de Ávalos y a la Corona. Fue Cristóbal Rodríguez quien influyó en la tarea evangelizadora y apoyó para la edificación del convento.

Malinalco fue evangelizado por franciscanos y dominicos, finalmente se le designa a los agustinos en 1533.

Fue en Malinalco donde tuvo su estancia José María Morelos y Pavón el 8 de enero de 1813; en esta localidad firmó un documento donde se «ordena que se devuelva a México una carta del cabildo eclesiástico en la que éste pedía donativos para ayudar en la guerra peninsular contra los franceses».

Cumpliendo con los requisitos fue ratificado su ayuntamiento por el gobernador Melchor Múzquiz, según consta en la Memoria del 15 de febrero de 1826; de esta la fecha de erección del municipio de Malinalco corresponde al 1.º de enero.

Después de la guerra de Reforma los jefes reaccionarios y gavillas siguieron peleando durante los primeros meses de 1861; como refugio tenían las montañas de Ocuilan y Malinalco.

Con la aplicación de las leyes de Reforma los edificios, propiedades eclesiásticas y demás pasaron a manos del estado por lo que en Malinalco los conventos agustinos continuaron funcionando a la comunidad, pero su dueño era ahora el estado.

Durante la Revolución, la proximidad de Malinalco con el estado de Morelos lo hizo partícipe de los embates revolucionarios y se unió al bando zapatista. Cuando las fuerzas de Emiliano Zapata irrumpieron en la zona, el 10 de abril de 1912 la gente de Malinalco se puso a las órdenes del general de división Genovevo de la O. Durante el periodo de Victoriano Huerta, Malinalco permaneció leal a las fuerzas zapatistas.

Bajo el Decreto número 128, siendo gobernador interino del estado, Antonio Zimbrón se aclara que Chalma pertenece a la municipalidad de Malinalco y fue erigido como pueblo.

Por la pertenencia de sus pobladores, su infraestructura turística y hotelera, su impresionante zona arqueológica y su convento del siglo XVI, Malinalco fue declarado en el año 2010 Pueblo Mágico por la Secretaría de Turismo (Sectur).

En Malinalco se encuentra un sitio al que se le podría otorgar una temporalidad de 3000 a. C. Se encuentra ubicado en una cueva conocida como Chiquihuitero. Allí podemos encontrar instrumentos burdos, desechos de sílex tallado y obsidiana, al igual que instrumentos de molienda en basalto.[6]:102

Existen pinturas, aparentemente prehispánicas, cercanas a la cabecera municipal de Malinalco. Es difícil ubicar la pintura rupestre en una época específica, sin embargo, se piensa que fueron realizadas por los cazadores-recolectores de una etapa temprana. Estas fueron realizadas sobre paredes rocosas sobre los cerros alrededor de la zona y en algunas otras partes del valle.[6]:103

Se diferenciaron dos grupos de pinturas: el grupo 1, en el norte del Cerro de los Ídolos; motivos antropomorfos estilizados (incluye la pintura conocida como “El Coyote”). El segundo grupo ubicado en la parte oriental del valle, se compone de motivos antropomorfos, que aparentan danzar, en posiciones variadas (pintura “Los diablitos”). Se han encontrado más ejemplo a los costados de la cumbre Matlatac, pero no se encuentran en buenas condiciones puesto que sus motivos han sido destruidos (por asociarse a prácticas contrarias a la religión cristiana).[6]:103

Teotihuacán conformó un predominio pluricultural compuesto por grupos procedentes de diferentes regiones de Mesoamérica (Oaxaca, área Maya, zona de la Huasteca, etcétera).[6]:105

La expansión de Teotihuacán fue un proceso gradual al cual primero se incorporaron áreas adyacentes como el valle de Toluca, la región poblano-tlaxcalteca, Hidalgo, Morelos y eventualmente otras regiones más lejanas de Mesoamérica.[6]:105

En Malinalco se han encontrado 24 sitios con cerámica teotihuacana, lo cual confirma el interés de Teotihuacán en el valle como acceso a tierra caliente (Guerrero y Morelos). Los sitios de esta época están distribuidos de manera distinta que en otras regiones del Altiplano Central en general. Estos asentamientos se ubican en los cerros (de los 24 sitios, 13 se encuentran en esta zona).[6]:105

Pareciera que los asentamientos habitacionales más importantes son los que se conocen como Acomulco y Acatonalco; no cuentan con arquitectura monumental, sin embargo, tienen una considerable extensión. Ambos sitios se localizan en la zona más fértil del valle, la zona sur.[6]:105

“Resulta extraño que, aunque existen evidencias de una relación con Teotihuacán, no se hayan descubierto sitios con elementos arquitectónicos representativos de la gran urbe.” (“Historia General del Estado de México” 108). Las influencia teotihuacanas se observan solo en restos de vasijas. La relación con Teotihuacán no era estrecha lo cual sugiere que el interés era encontrar una vía de acceso hacia Guerrero. La mayor parte de los elementos encontrado pertenecen a la fase llamada Metepec, la última fase cultural del Clásico y no coincide con el apogeo de Teotihuacán.[6]:106

No existían centros de jerarquías, sino sitios habitacionales dispersos, lo que hace suponer que la región obedecía el desarrollo del Altiplano Central.[6]:106

El pueblo de Huitzilopochti era el pueblo escogido por el sol. Este fue el encomendado de abastecer al sol con su alimento, es por esto que para Huitzilopochtli, la guerra es una representación de culto y una actividad obligatoria. Lo anterior dicho, lo llevó a crear la Xochiyaoyotl, mejor conocida como la guerra florida, que a diferencia de las otras guerras tenía como objetivo principal obtener prisioneros para sacrificios al sol.[8]

El prisionero es un ser humano perteneciente al pueblo que es escogido por el sol, quien es su servidor y se debe hacer un guerrero que desde su nacimiento es preparado para la guerra sagrada (combate en el cual asistían los tlaxcaltecas, enemigo de los guerreros).[8]

La Xochiyaoyotl fue pactada entre los pueblos de Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopa, guerra desde sus orígenes orientada en contra del pueblo de Tlaxcala, en la cual participaba Cholula y Huejotzinco.Malinalco no era indiferente a dicha celebración, ya que la presencia de un temalácatl en el templo era perteneciente a los cuauhtli-ocelotl,y era empleado como sede para dicho evento. Dicho evento, daba como prueba que los guerreros águilas y los guerreros jaguar, eran parte fundamental de la Xochiyayotl, ya que proporcionaban presos para que estos lucharan sobre el temalácatl, el cual les proporcionaba la oportunidad de convertirse en mensajeros del sol.[8]

Eran los guerreros más amados y respetados, estimados por los gobernantes. Eran los guerreros que contaban con más privilegios y las máximas exenciones. Estos guerreros eran a quienes los reyes arreglaban con armas y divisas, las cuales eran elegantes y ostentosas. Ningún consejo de guerra era tomado sin su consentimiento, es decir, las órdenes que ellos proporcionaban y ejercían no se contradecían y eran aceptadas por los reyes.[8]

El amo de estos guerreros era el sol, por lo cual honraban y cuidaban el templo solar con el respeto merecido. Finalmente, el sol decidió nombrar a los guerreros como caballeros de su orden. Estos caballeros les proporcionaban señales a los reyes, las cuales servían como tareas que enaltecían sus grandezas.

Los residentes se conocían por el gentilicio de Malinaltecatl, que se encuentra ubicado cerca de Tecolhuacan, el cual es conocido como un pueblo solar que como actividad principal realizaba el sacrificio humano.[8]

En el topónimo de Malinalco, se encuentran unos ojos estelares, estos ojos dan como referencia a los prisioneros que fueron sacrificados en el téchcatl (piedra que era utilizada en los sacrificios) para ser ofrendados al sol, estos prisioneros al ser sacrificados se convierten en hombres estrellas los cuales alimentaron al sol con sus vidas.[8]

El general Emiliano Zapata visitó el pueblo de Malinalco en algunas ocasiones, fue acuartelado y protegido por los habitantes cuando se encontraba en el pueblo, allí se trataron algunos asuntos de reparto agrario y la posesión estratégica de Malinalco dentro del movimiento revolucionario. Muchos integrantes del Ejército Revolucionario de Sur eran civiles de Malinalco.

El pueblo de Malinalco cuenta con 8 barrios principales cada uno con su capilla, en el centro se encuentra el convento de Malinalco fundado en el siglo XVI por frailes agustinos, en cuyas paredes y bóvedas se observan pinturas que representan la flora y fauna del municipio con una visión prehispánica.

En la zona arqueológica de Cuahutinchan se encuentra el centro ceremonial Cuahucali una obra única labrada en piedra volcánica de una pieza a la cual se llega al subir 423 escalones, considerado un recinto de elite militar, llegaban los combatientes que buscaban graduarse como guerrero águila y guerrero jaguar que eran los rangos más altos otorgados a los gobernantes o líderes de los ejércitos azteca, desde la fachada y el interior se aprecian ornamentos con forma de la serpiente, el jaguar y el águilas, símbolos de esta cultura.

Malinalco es una pequeña población del sur de Estado de México, se localiza a 11 kilómetros de Chalma y cito este lugar porque es conocido por la mayoría de los mexicanos por ser uno de los centros de peregrinación más importantes del país, para visitar y ofrendad al Cristo negro que se venera allí.

En el centro de la cabecera municipal de Malinalco se yergue majestuoso el convento agustino del siglo XVI, sitio fundamental para logar el proceso evangelizador en esa zona que importaba sobre manera dado que, frente a esta construcción, en la parte superior de un cerro, se localiza uno de los espacios sacrificiales y santificados del México prehispánico que trataré en una segunda parte de este texto acerca de Malinalco.

En cuanto a la época prehispánica, el departamento de Monumentos: actualmente, Instituto Nacional de Antropología e Historia, comisiona a un arqueólogo, para que se encargue de los trabajos de exploración del sitio, el 23 de marzo de 1936. Se mencionan tres construcciones en el llamado "€œCerro de los ídolos"€; además de los monumentos de este, se han localizado y estudiado otros 35 sitios de vestigios arqueológicos en el municipio: Matlalac, Rincón de Techimalco, Rincón de San Miguel, Cerro Orquemel, Santa María Malinalco o Rincón del Pozo, Tozquihua, Cerro Ciriaco, Tlamantlán, Rincón del Cementerio, Potrerillo, Los Diablitos, Escuela Miguel Hidalgo, La Soledad y demás.

De la época Colonial, tenemos el convento e iglesia del Divino Salvador en Malinalco; la capilla de Santa Mónica en la cabecera municipal; las capillas de San Nicolás Tolentino y Jesús María en el hoy pueblo de San Nicolas; las capillas suman un total de once; la hacienda de Jalmolonga, la más importante de la región del municipio actual de Malinalco y la iglesia del "Señor de Chalma".

En Malinalco también se encuentra un lugar especial para los que gustan de la arquitectura religiosa, se trata del Ex convento de San Agustín. El cual se fundó en 1540 por frailes agustinos y en el cual trabajaron indígenas para su construcción. Todo con el apoyo económico del encomendero Cristóbal Rodríguez de Ávalos. La planta baja del edificio conventual y la iglesia se construyeron al mismo tiempo, concluyéndose en 1560. Mientras que el claustro alto fue añadido aproximadamente en 1580. En la instalación de los recuadros trabajó el pintor de origen flamenco Simón Pereyns.

Con una fachada de estilo renacentista conocido como plateresco, en donde sobresalen cabezas de ángeles, rosetones y conchas adosadas a las bases de pilastras o a los frisos. En el convento se pueden observar tres programas pictóricos, el primero es una extensión de huertos y jardines, el segundo de estilo renacentista y por último el mensaje Cristológico con imágenes de la pasión. En los frescos del convento se pueden observar tres medallones con los símbolos de Jesucristo, María Reina del Cielo y el emblema agustino. En dichos frescos es posible identificar la flora y la fauna indígena de la época, especímenes nativos de los cuales algunos todavía crecen en la zona ecológica de Malinalco.[9]

Localizado en la cabecera municipal, El Cerro de los Ídolos, con su impresionante arquitectura monolítica, es uno de los pocos ejemplos de este tipo de arquitectura en América. Se construyó sin el uso de la rueda ni herramientas metálicas sin aparentes fallas técnicas. (“Historia General del Estado de México” 97)

Las primeras exploraciones se realizaron en 1925 y en 1905 se hizo la primera descripción del lugar por el obispo Plancarte y Navarrete quien opinó que era un templo dedicado al dios del fuego, Xiuhtecuhtli.[6]:97

"La Zona Arqueológica de Cuauhtinchán está ubicada en el “Cerro De Los Ídolos”, la zona fue descubierta en 1933. El templo principal Cuauhcalli es uno de los más famosos en el mundo por su carácter monolítico. Ha sido tallado enteramente en la roca con un gran espacio redondo en la cúspide, donde se reunían las órdenes de los Guerreros Águila y Jaguar para presenciar el sacrificio de un guerrero prisionero, el cual se convertiría en el mensajero del sol"[10]​ La entrada de este espacio está esculpida en forma de una cabeza de serpiente que representa de manera simbólica al inframundo. Al interior se encuentran impresionantes esculturas de dos águilas y un jaguar extendido hermosamente tallados en la misma roca. Tras una de las águilas está un cuauhxicalli o vaso sagrado donde se colocaban los corazones de los sacrificados. La orientación del templo es el resultado de cálculos astronómicos precisos donde pueden apreciarse impresionantes fenómenos de luz.[11]

La zona arqueológica de Malinalco era donde se graduaban los guerreros águila y los guerreros ocelote, en el encontramos la estructura más importante llamada cauhcalli que significa casa de las águilas, es un monolito de piedra tallado sobre la roca misma de la montaña esta estructura se divide en 3 planos del universo inframundo, mundo terrenal y el supramundo.

El guerrero tenía que realizar un ayuno de 46 días para que al entrar al recinto pudiera hacer su auto sacrificio tenía que vencer al Neol Yaolt que quiere decir guerrero de sí mismo para poder servir a su pueblo.

En él encontramos una puerta donde se pueden observar las fauces de una serpiente que está relacionada con Quetzalcóatl la serpiente emplumada se observa un tapete que es una lengua bífida donde el guerreo era devorado al entrar al templo que representaba la madre tierra para volver a renacer, se pueden observar 2 águilas con las alas abiertas y un ocelote que solo son las pieles ahí se sentaban los sacerdotes a presentar el auto sacrificio del guerreo el cual se recostaba en un águila del centro que tiene las alas replegadas y el auto sacrificio consistía en perforarse las extremidades pudiera ser con garra de águila punta de maguey o bien punta de obsidiana esta sangre era puesta en el vaso sagrado y era ofrendado al dios ometeotl el dios que todo lo puede y todo lo transforma el dios de la dualidad si el guerrero salía con vida podía tomar el nombramiento que el quisiera pudiendo ser el guerrero águila que representa el viento o el guerrero ocelote que representa la tierra.

El templo estaba policromado es decir tenía colores como si fuesen de oro y plata.

Hay algunas otras estructuras:

La historia de Malinalco es sumamente antigua y se remonta a épocas prehispánicas al haber sido poblado por las culturas teotihuacana, tolteca, matlazincla y azteca. De estas dos últimas culturas, aún perdura una importantísima Zona arqueológica, ubicado a la orilla de un precipicio de 125 metros de altura en la cima del Cerro de los Ídolos al oeste del poblado.[12]

A este lugar acudían los guerreros águila a realizar ritos esotéricos para su iniciación como guerreros aztecas. En este sitio arqueológico podemos localizar varias edificaciones, siendo la más sobresaliente, la "Casa de las Águilas y los Tigres", una pirámide - templo tallada directamente sobre la piedra de la ladera de la montaña. Este espacio alrededor de cuya puerta se encuentra representada la boca de una serpiente, simbolizaba para los guerreros prehispánicos las puertas del Mictlan o inframundo, donde tras entrar y realizar toda una serie de ceremonias y rituales mágicos, regresaban al mundo de los vivos convertidos en los legendarios guerreros águilas de los ejércitos mexicas.

La riqueza arqueológica de Malinalco es abundante y por algo se ha constituido en uno de los yacimientos prehispánicos más relevantes del territorio mexiquense. Uno de los factores que más han ayudado a la consolidación de Malinalco en el mapa turístico mexicano, se refiere al fácil acceso que ofrece a los visitantes. La infraestructura carretera y de servicios turísticos con las que cuenta Malinalco y sus alrededores, hacen que sea muy sencillo visitar este mágico rincón del Estado de México toluca.

"La entrada al sitio se encuentra a pocas cuadras del zócalo del pueblo, subiendo hacia la montaña."[5]

"Se entra al sitio a través del templo principal y su terraza, la cual está 100m por encima del piso del valle. El Edificio 6, situado a la derecha, iba a ser un templo circular pero nunca se terminó. A la izquierda se encuentra la Estructura 1, labrada por completo en la roca natural y alrededor de la cual hay desagües para protegerla de la lluvia. La escalera central de esta estructura está flanqueada por esculturas de dos jaguares, y hay una más en el centro. El templo principal, que se encuentra al final de la escalera, también posee otras esculturas, entre ellas la de un guerrero sentado sobre una serpiente."[5]

"En la entrada se ven las fauces de una serpiente, que representan el monstruo de la tierra. Por ahí se pasa a una cámara circular, que tiene una banqueta de piedra alrededor, en la cual hay tres figuras: un jaguar y dos águilas. En el centro del piso esta un águila labrada delante de un hoyo en el que se colocaban ofrendas. Se supone que el lugar estaba completamente pintado con colores vivos."[5]

"Enfrente del templo principal se encuentra la Estructura 2, de la cual se tomaron las piedras para construir el convento agustino. A la derecha de la Estructura 1 está la Estructura 3, también labrada en la roca. Ésta tiene un cuarto rectangular con un altar hundido; los muros de este cuarto estuvieron decorados con murales. Atrás hay una cámara redonda con otro altar hundido. Se cree que esta estructura se usó para la deificación de los guerreros muertos."[5]

"Frente a la Estructura 3 está la 5, una plataforma circular muy deteriorada. Hacia la izquierda de la estructura 3 se llega a la 4, a través de una escalera y de dos puertas pequeñas que en un tiempo fueron sólo una. Esta construcción alberga otra cámara con un altar hundido. La Estructura 4 es el límite norte del sitio. Asimismo, en las laderas de las montañas pueden verse más estructuras y canales de desagüe."[5]

Este edificio se ubica sobre la calle de Taxco, al extremo ser de la cabecera en una zona rica en manantiales y apantles. El atrio se encuentra bardeada y posee por acceso un arco de medio punto. Su portada se divide en dos cuerpos, el primero presenta la puerta de entrada enmarcada por un arco de medio y punto y este a su vez encuadrado por un arco de forma rectangular, decorada con motivos vegetales. El segundo cuerpo alberga en el centro la ventana coral de forma ovalada.

En el arco de entrada, sobre la clave del arco, se ubica la tallada de una asunción-coronación realizada en piedra. El remate la fachada esta formado por un marco mixtilíneo. La torre del campanario, ubicada del lado norte de la construcción, se compone por el cubo de la escalera, que presenta una ventana lobulada, y dos cuerpos de plata cuadrangular, los cuales ostentan vanos verticales terminados en arcos de medio punto, se corona esta construcción con una cúpula de base octagonal. Su planta es de cruz, el interior fue pintado recientemente por un artista local, su retablo posee características neoclásicas y en su interior se observan cuatro arcos que soportan la cúpula y se cubren con bóvedas de cañón de medio punto, en las pechinas de esta se colocan estrías. Este edificio posee siete ventanas, tres en la nave, una en la portada o fachada, dos en cada lado de la nave y cuatro en la cúpula.

Esta capilla se localiza a unos 500 metros al sur del convento sobre la calle de la paz, con orientación tradicional este-oeste. El amplio atrio esta limitado por una barda de piedra dentro de la cual se encuentran empotradas tallas que parecen ser una letra “M” entre un par de cordones que le sirve de renglón. La fachada se compone por dos cuerpos ordenados a partir de un eje vertical formado por la puerta y la ventana coral, la puerta de acceso es un arco de medio punto, flanqueado por un par de pilastras, entre las cuales se encuentra una talla vegetal que se extiende hasta el marco de la puerta. Em este cuerpo también se observa una talla con datos de los mayordomos que en el siglo XVIII realizaron esta fachada.

El segundo cuerpo esta integrado por la ventana coral de forma rectangular enmarcada por dos pequeñas semicolumnas que sostienen un arco apenas insinuado, los motivos tallados también son vegetales. En el remate de la fachada hay una cruz de piedra.

En una de las hojas de puerta se puede ver la talla de san Martín caballero dando la mitad de su manto al mendigo y en la otra hoja se observa un deteriorado personaje a caballo, quien aplasta la cabeza de otra criatura. También en las puertas del edificio se encuentra tallada la fecha de 1765 y el nombre de los mayordomos y mandones que costearon los gastos.

En ambos lados del primer cuerpo se distinguen un par de personajes que podrían representar a los naturales principales, con un atuendo tradicional del México antiguo y cuyo origen pudiera ubicarse en el mismo siglo de la conquista. Este asentamiento debió ser uno de los más antiguos del valle de Malinalco. No obstante, el edificio actual fue posterior. El campanario se ubica del lado norte corresponde a las características estilistas del siglo XVII, como la composición de las basas de las pilastras de los vanos en el primer cuerpo, la decoración esta basada en motivos vegetales y también se observan en las molduras que divide los cuerpos inferior y superior. La torre está compuesta por un cubo y sobre este, dos cuerpos y un remate, ambos cuerpos los integran arcos de medio punto que albergan las campanas. Se corona esta construcción con una cúpula y una linternilla. Al exterior sur de la fachada se ubican nichos de madera de espadaña que debieron contener las campanas antes que las torres del siglo XVII.

El interior de la nave es iluminado por cinco ventanas distribuidas dos de cada lado y una en el coro, así como también otras ocho ventanas de menos tamaño en cada lado octagonal de la cúpula, las pechinas de esta contienen pintura de las cuatro heroicas judías prefiguraciones de la virgen maría: bárbara, Judith, Abigail y Ruth.

Este edificio se localiza a dos kilómetros al norte de la cabecera municipal. Al pie de la carretera que va hacia Toluca, su orientación es este-oeste. Posee un amplio atrio completamente bardeado y se tiene acceso a él por su costa oriente por medio un arco. Sus características arquitectónicas ubican a esta construcción como procedente del último tercio del siglo XVIII. Su planta es en forma de cruz. Su fachada está compuesta por dos cuerpos y un ático, en el primero un arco de medio punto enmarca la puerta de entrada, este presenta en su clave la talla de una cruz que representa a Jesús y bajo esta una letra “M” que es el símbolo de María. La puerta está flanqueada por dos pares de pilastras decoradas con motivos vegetales, entre cada grupo de pilastras se encuentra una hornacina finalmente tallada. En el segundo cuerpo las pilastras son sustituidas por un par de estípites adosados que albergan hornacinas, en el centro se puede ver un óculo abocinado y con cuatro grandes lóbulos, el ático se encuentra ocupado por un nicho. La fachada en su conjunto se encuentra rematada por una cornisa mixtilínea.

La torre del campanario se divide en dos. Primero se encuentra el cubo de la escalera sin decoración y, sobre este, el cuerpo formado por vanos donde se albergan las campanas. Las bases de estos arcos se constituyen con semicolumnas salomónicas, decoradas con tallas de motivos vegetales. Otro elemento que debe mencionarse es el entablamento, este tiene una representación del lado oriente de rostro pequeño que sostiene una rama con hojas en la boca. También pueden distinguirse interesantes tallas con pelícanos pinchándose el pecho en una clara alusión cristológica que nos recuerda la pintura localizada en el descanso de la escalera del convento agustino de San Salvador.

El interior cuenta con un retablo neoclásico que alberga cuatro imágenes, del lado derecho, San José, la Purísima Concepción, la Crucifixión y una cruz de madera, en la pared lateral se observa un cuadro de la Virgen de Guadalupe.

Cuenta con dos entradas un al oriente y la otra al norte, cuenta con una barda que la rodea, en la entrada norte se podía ver una figura que parece la cabeza de un jaguar, empotrada en el muro del atrio en el cual se encuentran flores y figuras geométricas que se encuentran en otras capillas.

Tiene una fachada sencilla, sin decoración con un eje vertical formado por la puerta de entrada en forma de un arco de medio punto y la ventana coral rectangular; la pared norte cuenta con tres contrafuertes que la refuerzan, en el muro contrario donde se encuentra la sacristía (solo hay una).

Esta capilla al igual que las otras fue construyéndose por periodos por lo cual la primera cimentación fue de materiales perecederos que darían paso a la construcción más fuerte como los contrafuertes pertenecientes al siglo XVII. La torre del campanario se compone de dos cuerpos y una cúpula, primero se tiene el cubo de las escaleras que es de la altura de la capilla, el primer cuerpo está integrado por vanos de medio punto que albergan las campanas, el último es de forma octagonal y sirve de base para la cúpula.

Se localiza al norte del convento de San Agustín, con una orientación este-oeste, actualmente el edificio está rodeado por casas y a sus espaldas pasa por una pequeña corriente de agua temporal.

Su atrio tiene una barda sobre los cuatro extremos y la entrada se encuentra enmarcada por dos arcos: uno al oriente y otro al norte, también en el atrio pueden observarse lápidas de la primera mitad de siglo.

La composición de la fachada parte de un eje vertical en el que se encuentra la puerta en forma de arco de medio punto, la ventana coral, la cornisa y el remate. Flanqueando el acceso se empotraron dos placas talladas que representan a San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Estas dos estatuas representan a los dos santos que anuncian la primera y segunda venida de Cristo.

La torre ubicada al norte del conjunto, se integra por un cubo y dos cuerpos donde se construyeron vanos que contienen las campanas y se remata de manera campaniforme. El cuerpo es un solo espacio rectangular dividido en tres: coro, nave y presbiterio. La puerta de madera de la capilla tiene la talla de ambas advocaciones de San Juan.

Esta capilla tiene dos advocaciones, primero esta San Juan Bautista, quien predico la venida del Mesías y murió degollado por orden de Herodes Antipas. Este santo es uno de los preferidos por evangelizadores e indígenas durante el siglo XVI por su característica de impartir el bautismo. El segundo es San Juan Evangelista, considerado el autor de uno de los evangelios y el libro de Apocalipsis.

Se encuentra ubicada a dos cuadras de la capilla se la Soledad y muy cercana también, a la dedicada a San Pedro. Su orientación es tradicional de este-oeste, el espacio de su atrio se encuentra bardeado. Indudablemente esta capilla posee una de las construcciones más modestas.

Su planta casi cuadrangular sostiene un senillo techo de teja de dos aguas. La pared norte esta reforzada por dos contrafuertes. La composición de la fachada está realizada sobre un eje vertical que alinea la puerta y la ventana coral, la cual esta clausurada y ahora se convirtió en un nicho. Su puerta es un arco de medio punto sostenido por un par de pilastras que le dan un carácter clásico.

Al no contar con torres el edificio parece más pequeño que las otras capillas. Sus campañas se sostienen en soportes de piedra y vigas. La planta del edificio se divide en coro, feligresía y presbiterio, al igual que las otras capillas. Su interior de altos muros y techo de teja a dos aguas, apenas cuanta con una ventana al lado norte, característica que limita la luminosidad interna

Al contrario de la mayoría de las capillas, ésta se orienta oeste-este mirando de frente el convento Agustino de San Salvador; a parecer esta ubicación se debe a la relación del paganismo al futuro obispo de Hipona. Por lo tanto, no es extraño que este edificio se encuentre al pie del Cerro de los Ídolos, -donde se encuentra la antigua ciudadela y su centro ceremonial durante el dominio Mexica de esta población- a los que la capilla de la espalda. El pequeño atrio se encuentra rodeado por una sencilla reja, su fachada principal se compone de tres elementos, la torre del campanario, la portada y un contrafuerte. Su fachada se encuentra inscrita en un arco de medio punto rebajado y consta de dos cueros reducidos; la clave del arco contiene una pequeña talla de Santa Mónica, la cual aparece con los brazos abiertos y pareciera recibir a los visitantes. El segundo cuerpo alberga la ventana coral de forma mixtilínea entre las claves de la puerta se localiza una figura de cuatro brazos, rostro redondo y expresión sonriente, que de acuerdo a los vecinos podría representar a San Agustino o también al arcángel San Miguel de cuatro alas, que también es venerado en esta capilla.

Las capillas de los arcos albergan decorados en argamasa y motivos vegetales a modo de anagramas, la construcción de este edificio fue realizada en varios periodos. En la fachada existen características constructivas del siglo XVIII, por ejemplo, el contra fuerte de planta circular que contiene a la portada por el lado norte, el remate de la torre del campanario entre otros; aunque seguramente el establecimiento original debe proceder de principios del siglo XVII: La torre del campanario es de un solo cuerpo sobre el cubo de la escala y está constituido con arcos de medio punto que forman los vanos que albergan las campanas. El remate de la torre es una cúpula de base circular sin adornos y coronada por una cruz.

La torre del campanario es de un solo cuerpo el cubo de la escalera y está construido con arcos de medio punto que forman los vanos que albergan las campanas. El remate de las torres es una cúpula de base circular sin adornos y coronados por una cruz. En el interior se observa un retrato de característica neoclásica propiamente del siglo XIX y se pueden observar imágenes de la Virgen de Guadalupe, San Juan, la Purísima Concepción; en el lado sur se encuentran imágenes de San Agustín y una de Santa Mónica, así como dos esculturas de talla reciente que representan a Santa Mónica y la otra a San Agustín, quien carga en la mano izquierda de modelo de la capilla.

Esta capilla se ubica en la esquina de las calles Rio Grijalva y José María Morelos al sur del Convento Agustino de San Salvador conserva su orientación tradicional este-oeste. En el arco de entrada al atrio se observa una tallada en piedra con el escudo de los agustinos. Su atrio, al igual que otras capillas de barrio fueron utilizadas como cementerio y hoy todavía podemos localizar lápidas. Una de ellas, por ejemplo, fechada en 1898. La portada parte de un eje central integrado por la puerta y ventana coral dividiendo así simétricamente por dos nichos vacíos, en la clave de arco de la puerta existen rastros de una imagen hoy desaparecida, seguramente del Santo Patrono. La ventana coral también cuenta con un nicho de cada lado, igualmente, desocupados.

Del lado norte se observan tres contrafuertes sosteniendo la pared, uno en la nave y dos en el presbiterio. Una característica particular de este edificio es que la torre se encuentra separada del resto de la construcción. La torre está conformada por el cubo de la escalera y dos cuerpos. El cubo de la escalera carece de adornos, el primer cuerpo posee una altura considerable y está constituido por cuatro arcos alargados que forman los vanos para albergar las campanas. El segundo cuerpo sigue la misma lógica que el anterior es una pequeña cúpula coronada por una cruz de concreto.

El interior de la nave está dividido en coro, feligresía y presbiterio; el retablo presenta características neoclásicas, donde se albergan las imágenes de San Guillermo, Santo Tomás apóstol, una Crucifixión y la Virgen de Guadalupe. Las paredes del resino son de color blanco y están pintadas columnas para ello se usan colores amarillos y azules, características que comparte con las capillas de San Andrés, San Martin y la nave del propio convento agustino de la localidad.

Esta capilla se ubica a cinco kilómetros al norte de la cabecera, la orientación de su planta es la tradicional de este-oeste. Su fachada tiene forma de arco de medio punto, y su principal característica es la sencillez, pues no presenta decoración o tallas. Se compone de un eje central que parte de la puerta de entrada a la ventana coral, esta última de forma cuadrada; curiosamente, en la clase de la fachada se encuentra un reloj marcando la una con cuarenta minutos.

Tiene un techo de dos aguas con madera y tejas, del lado sur el presbiterio se conecta con la sacristía, la cual seguramente fue agregada posteriormente; no obstante, este agregado no rompe con la armonía de la constricción. Su plata es rectangular y las paredes de piedra a la vista dos contrafuertes en el lado oeste. La torre se conforma de un solo cuerpo, aunque primariamente se alza el cubo de la escalera sin ninguna decoración, posteriormente se levanta cuatro vanos de medio punto que albergan las campanas. Cabe aclarar que la altura de este cuerpo no supera por mucho el resto del edificio. La torre se remata con una cúpula de planta circular coronada por una cruz de concreto, en la imposta de su primer arco se lee la leyenda “marzo de 1941”.

La nave del edificio se divide en coro, nave y presbiterio, al igual que todas las capillas de barrio. La iluminación del edificio a cargo de una ventana coral y dos más a lo largo del cuerpo iluminan la nave. En el interior se ubica un retablo de características neoclásicas que alberga en sus nichos de izquierda a derecha a Santa Elena, San Sebastián, San Bartolomé y San Fabián.

Esta capilla tiene como santo patrono a San Sebastián, quien según la tradición nació en Narbona en el año 250 y murió en Roma en el 288 D.C., este personaje era un oficial de la guardia pretoriana y fue un cristiano converso matizado con saetas. Su fiesta patronal es el 20 de enero.

El maíz es la materia base para los platillos que ofrece Malinalco, además de ingredientes de su entorno como frutas y animales como la rana y la iguana, "€œla trucha al estilo Malinalco"€, nieves de diferentes sabores, en la zona sur se produce un excelente mezcal, y en el norte podemos encontrar productos como el pulque.[13]​ Dada su categoría de pueblo mágico, la infraestructura y servicios al turista es muy completa y con un amplio rango de opciones, desde comida tradicional, antojitos, hasta cocina internacional, pizza y antojos

1.- Museo Universitario "Luis Mario Schneider": es un lugar que podría denominarse como el museo de sitio de Malinalco (aunque no lo es en sentido estricto), allí encontrarás una sucesión cronológica de los hechos históricos más importantes de Malinalco, amen de que muestra algunas de las más importantes tradiciones del lugar, en sus colecciones cuenta con piezas que dan cuenta del paso de la cultura Mexica por el lugar, cuenta con una sala de exposiciones temporales que ofrece interesantes muestras de diversa índole, resulta especialmente relevante para las personas interesadas en los aspectos culturales de Malinalco.

2.- Museo vivo: se trata de un espacio "Glocal", ameno y vinculante concebido como una cápsula de conservación y un sentidero de naturaleza que mediante un concepto museístico poco tradicional pero con bases científicas incentiva el uso de los sentidos para percibir de manera diferente a los seres vivos y al mismo tiempo apoyar su conservación; en esencia es un sitio que brinda experiencias construidas a partir de la biodiversidad poco común, de su utilidad y de las emociones que esta provoca; se trata del único concepto de "Museo vivo" en México.

3.-Casa de cultura "Malinalxochitl": es un espacio bajo la tutela del H. Ayuntamiento en donde se muestran y desarrollan las actividades culturales del municipio, allí podrás ver exposiciones temporales y observar directamente el trabajo de los maestros artesanos que dan vida a la artesanía de Malinalco por excelencia: la talla en madera.

4.-Centro Cultural Universitario "Luis Mario Schneider": la que antes fuera residencia del Dr. Luis Mario Schneider, hoy es un centro cultural administrado por la Universidad Autónoma del Estado de México donde se realizan estudios de Filología y está abierto al público en general. La biblioteca personal del Dr. Schneider cuenta con más de 17,000 libros en su gran mayoría de literatura latinoamericana. Se encuentra ubicado en la "Finca El Olvido" situada en la carretera Malinalco-Chalma s/n, barrio San Juan.

5.- Zona arqueológica Cuauhtinchan

Está ubicada en el cerro de los Ídolos, uno de los sitios más importantes para los aztecas, centro ceremonial donde se graduaban los guerreros Águila y Jaguar. Para llegar basta subir caminando sus más de 400 escalones y así poder apreciar este conjunto arquitectónico, que en parte está tallado sobre la roca madre del cerro, siendo esta característica que lo hace el único templo monolítico en el mundo occidental.[14]

Los habitantes practican antiguas ceremonias utilizando hongos alucinógenos como medio para sanar, los chamanes o curanderos los utilizan con frecuencia sobre todo en épocas de lluvia cuando estos abundan en esa zona, los niños más pequeños son los encargados de la recolección de dichos hongos ya que para las ceremonias se cree que solo ellos y las doncellas son tan puros para no contaminarlos y poder ser utilizados como medio de curación, la ingesta de estas especies actualmente es objeto de investigación en diferentes áreas.

Semana Santa en Malinalco

En Malinalco se tienen varias tradiciones durante todo el año, una de estas tradiciones es la representación de la semana santa, que junto con el apoyo de los parrocos del ex-convento agustino se lleva a cabo. Todo empieza con la bendición y prucesión de los ramos, esta emotiva prusesión se lleva a cabo en alguna de las 8 capillas del pueblo hacia el ex convento agustino, hombres cargan una anda grande de madera donde figuras de los 12 apóstoles y la figura de Jesús están colocadas sobre esta mesa, la gente acompaña con ramos hechos de palma.

Las más importantes son:



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