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Manuscritos de la Septuaginta



La Septuaginta es la antigua traducción de las escrituras hebreas al griego koiné en los últimos siglos a.E.C. Por el término "Septuaginta" se intiende generalmente, sin especificar la forma precisa, las Escrituras judías en griego antes de las versiones hechas por Aquila de Sinope, Símaco el ebionita y Teodoción en el siglo 2 E.C., después del uso por cristianos de la antigua Septuaginta en controversias con los judíos. Hay que distinguir claramente estas tres versiones (a veces llamadas las "hexaplaricas" por ser incluidas en los fragmentos de la Hexapla de Orígenes) de la Septuaginta.[1]

Ya antes de nuestra era común se hacían revisiones o recensiones de la Septuaginta para acercarla al texto vigente en hebreo. Por eso los eruditos suelen distinguir estos desarrollos posteriores de lo que suponen ser la traducción griega original, que denominan el "Griego Antiguo" (en inglés "Old Greek", abreviado como "OG"). Uso de este término puede ser o ideal o práctico: idealmente, es el texto original griego, "tal como salió de la mano del traductor"; pero en la práctica, dado que el original por lo general no se conserva puramente, es la forma griega más antigua recuperable a través de la evidencia sobreviviente.

La base de la traducción griega de la Septuaginta fue un texto hebreo que a veces se acercaba a la tradición heredada en el Texto Masorético, y a veces era bastante diferente. Se usa 𝔖 (S Fraktur) o 𝔖ed para indicar el texto presentado en una edición crítica, mientras que un investigador a veces usa 𝔖*, o "griego más original", para distinguir una lectura que cree más probablemente el original que la lectura presentada como 𝔖ed.[2]

Han sobrevivido a los accidentes y al desgaste de los siglos más de 2000 manuscritos de la Septuaginta. Están catalogados en las ediciones actualizadas del "Directorio de los Manuscritos Griegos del Antiguo Testamento" (Verzeichnis der griechischen Handschriften des Alten Testaments que Alfred Rahlfs publicó en 1914.

A los más famosos manuscritos se asigna una letra, por ejemplo, a los conocidos como los "Cuatro Grandes Unciales":

Se asigna un número a los otros.[3]

Secondo Emanuel Tov, estos son los más antiguos manuscritos de la Septuaginta:[4]

Entre los Manuscritos del Mar Muerto, que en su gran mayoría son en hebreo o arameo, descubiertos en 1948, se encuentran también algunos en griego con textos de la Septuaginta. Eugene Ulrich seleccionó los siguientes como particularmente significativos.[5]

En los manuscritos más antiguos de la Septuaginta no se encuentra ni el tetragrámaton יהוה ni ninguna otra palabra que no sea griega. Es de mediados del siglo II a.E.C. el más antiguos, el Papiro Rylands 458.[4]​ En el texto del Rylands 458 el escriba regularmente dejaba espacios vacíos al final de versos y oraciones, quizás para facilitar la lectura en voz alta.[9]​ En 1957 Paul E. Kahle (1875–1964) supuso que en uno de eses espacios estaba el tetragrámaton y en 1984 Albert Pietersma lo consideró posible, pero autores más recientes lo excluyen.[10][11][12]​ En algunos pocos manuscritos posteriores de la Septuaginta, el escriba dejó espacios vacíos intencionalmente para que otro escribiese en eles el tetragrámaton en letras hebreas (Papiro Fuad 266b) o κύριος (Papiro Oxyrrinco 656).[12]

Es del mismo período el segundo manuscrito por antigüedad, el 4QLXXDeut. El tercero, el 4QLXXLeva, es de finales del siglo 2 o inicio del siglo 1 a.E.C.

Como cuarto y quinto vienen dos manuscritos de mediados del siglo 1 a.E.C., que pueden ser del mismo escriba: Papiro Fuad 266a y Papiro Fuad 266b. En el primero de estes no hay ningún verso en el que el tetragrámaton יהוה aparece en el texto hebreo correspondiente. En el segundo, el escriba original dejó vacíos muchos espacios en los que otro escriba insirió más tarde el tetragrámaton escrito en letras normales hebreas.[4]​ Este papiro, hallado en Egipto, siempre vierte el nombre divino por el Tetragrámaton escrito en caracteres hebreos cuadrados.[13]

De los restantes manuscritos del siglo 1 a.E.C., el manuscrito 4Q120 (4QpapLXX-Levb) tiene en correspondencia al tetragrámaton del texto masorético el nombre griego Ιαω (Iaō) en Lev 3:12 y 4:27; el Rollo griego de los Profetas Menores de Nahal Hever (obra de dos escribas distintos) y el Papiro Oxirrinco 3522 tienen el tetragrámaton en caracteres paleoebreos.

Así, de los 12 manuscritos más antiguos hasta ahora descubiertos, fechados desde el siglo 2 a.E.C hasta el siglo 1 E.C., tres vierten el tetragrámaton con el mismo tetragrámaton hebreo en medio del texto griego, uno usa Ιαω, los otros no tienen indicación de cómo se representaba en la Septuaginta el tetragrámaton.

De los siguientes 12, fechados desde finales del siglo 1 hasta inicios del siglo 3, diez claramente usan κύριος, los otros dos no contienen versos en los que el tetragrámaton aparece en el correspondiente verso hebreo, pero uno de estos dos usa nomina sacra. Y de los 25 próximos, que al más tardar son del siglo 3, 15 tienen κὐριος, 9 (de los que 4 usan nomina sacra) son sin correspondiente verso hebreo con יהוה, y uno (Papiro Oxirrinco 1007) vierte el tetragrámaton por una yud doble en Gn 2:8, 18.

El título "Antiguo Testamento", se acredita por tradición a Tertuliano, es un término variable que denota a la Biblia hebrea, especialmente a aquellos libros que comprenden la primera mitad del cristiano Canon bíblico. La traducción más antigua del Antiguo Testamento al griego koiné es llamada la Septuaginta, la cual continúa siendo la versión oficial del Antiguo Testamento usada en la Iglesia Ortodoxa Oriental. La traducción de la Septuaginta se completó poco antes del nacimiento de Jesús. El y los Apóstoles citaron con mucha frecuencia, pero sin llamarlo Antiguo Testamento. Esto no era fuera de lo común, hasta que el Nuevo Testamento se escribió el mismo apropiadamente en griego; y los manuscritos más antiguos que sobreviven están escritos en griego.



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