María Adelaida de Nassau-Weilburg y Braganza (Marie Adélaïde Thérèse Hilda Wilhelmine de Nassau-Weilburg) (14 de junio de 1894 - 24 de enero de 1924) hija primogénita del gran duque Guillermo IV de Luxemburgo. Se convirtió en monarca a la muerte de su padre, el 25 de febrero de 1912.
María Adelaida nació el 14 de junio de 1894 en el Castillo de Berg en Luxemburgo, siendo la primera hija del Gran Duque Guillermo IV y la Gran Duquesa María Ana.
Como su padre no tuvo ningún hijo varón, María Adelaida fue proclamada heredera el 10 de julio de 1907, con el fin de resolver cualquier crisis de sucesión debido a la existencia de la Ley Sálica.
Se convirtió en Gran Duquesa de Luxemburgo el 25 de febrero de 1912 cuando falleció su padre, Guillermo IV, con 17 años de edad y convirtiéndose en la primera mujer en ser Gran Duquesa de Luxemburgo.
Su madre fue su regente hasta que cumplió los 18 años el 14 de junio de 1912.
María Adelaida estaba muy interesada en la política y tomó un papel muy activo en el gobierno luxemburgués. Era una devota católica, con fuertes convicciones religiosas y opiniones políticas muy conservadoras.
Durante la I Guerra Mundial mantuvo buenas relaciones con los ocupantes alemanes. Tras el conflicto, en enero de 1919, algunas voces desde el Parlamento demandaron su abdicación.
Decidió abdicar el 14 de enero de 1919. Le sucedió su hermana Carlota.
Después de su abdicación se exilió viajando por toda Europa. Posteriormente entró como carmelita en el convento de Módena (Italia), en septiembre de 1920.
Falleció el 24 de enero de 1924 a causa de la gripe en el Castillo de Hohenburg en Alemania, lugar al que se trasladó por sus problemas de salud.
El 22 de octubre de 1947 su cuerpo fue enterrado en la Cripta Gran Ducal de la Catedral de Notre Dame de Luxemburgo.
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