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María Aliójina



María Vladimirovna Aliójina (en ruso: Мария Владимировна Алёхина), también conocida como "Masha", nacida el 26 de junio de 1988,[1]​ es una activista política rusa. Ella es miembro del anti-putinista[2]​ Grupo de punk rock Pussy Riot. El 17 de agosto de 2012, fue condenada por "vandalismo motivado por el odio religioso" debido a una actuación en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú y condenada a dos años de prisión. Ha sido reconocida como presa política por la Unión de Solidaridad con los Presos Políticos.[3]Amnistía Internacional la nombró una presa de conciencia, debido a "la gravedad de la respuesta de las autoridades rusas".[2]

En el momento de su arresto (2012), Aliójina era una estudiante de cuarto año en el Instituto de Periodismo y Escritura Creativa en Moscú, poeta y participante de los cursos de literatura de Dmitry Vedenyapin y Alexey Kubrik.[4]​ Ella es una activista del medio ambiente con Greenpeace Rusia, y se ha opuesto a los proyectos de desarrollo en el Bosque de Jimki. Fue voluntaria en el Hospital Psiquiátrico Infantil de Moscú. Tenía un hijo de cinco años de edad, Philip. Es vegetariana y se dice que se derrumbó por el hambre durante el juicio, ya que no hubo comidas veganas proporcionadas durante la detención.[5]

El 21 de febrero de 2012, como parte de su protesta contra la reelección de Vladímir Putin, María Vladímirovna Aliójina y dos mujeres del grupo Pussy Riot, Nadezhda Tolokónnikova y Yekaterina Stanislávovna Samutsévich, entraron en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú de la Iglesia ortodoxa rusa, hicieron la señal de la cruz, una reverencia ante el altar, y empezaron a interpretar una canción. Un minuto después fueron detenidas por guardias.[6]

Las tres fueron sentenciadas el 17 de agosto de 2012 a dos años de prisión. Aliójina jugó un papel activo durante el juicio a Pussy Riot: interrogando a los testigos y cuestionando las acusaciones y los procedimientos.[7]​ En su discurso de clausura afirmó:[8]

Aliójina fue liberada de la cárcel el 23 de diciembre de 2013[9]​ en virtud de un proyecto de ley de amnistía aprobada por la Duma rusa, lo que permite la liberación de varios presos. Tras su liberación, Aliójina fue a reunirse con los activistas de derechos humanos.

El 27 de diciembre de 2013, María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova anunciaron en rueda de prensa que crearán una fundación, Sona Prawa (Zona de Derecho),[10]​ para defender los derechos de los reclusos.[11]​ "La transparencia en los campos de prisioneros, la comunicación externa, serán nuestros proyectos", dijo Tolokónnikova. "Nuestro objetivo", añadió María Aliójina, "es que en el futuro se ejerza un mayor control sobre las autoridades."[10]



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