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Mortadelo y Filemón



Mortadelo y Filemón es una serie de historieta humorística creada y desarrollada por el autor español Francisco Ibáñez a partir de 1958, la más popular de las suyas, y probablemente de todo el cómic en España. Adscrita habitualmente a la escuela Bruguera, ha gozado además de multitud de adaptaciones a otros medios.

La serie nació con el nombre de Mortadelo y Filemón, agencia de información, tomando como base cómica la ficción de detectives y con historietas de 1 a 4 páginas. Desde el principio los personajes protagonistas estaban definidos: Filemón es un hombre colérico de dos pelos y es el jefe, y Mortadelo es un hombre alto y calvo, con nulo sentido común y la capacidad de disfrazarse de cualquier cosa. En 1969 ingresan en las filas de la T.I.A., una desastrosa agencia secreta que les permite parodiar las historias de espías y se incorporan a la nómina de personajes fijos el despótico superintendente (o "Súper") de la organización, el catastrófico científico profesor Bacterio, la oronda Secretaria Ofelia o la atractiva secretaria Irma (actualmente fuera de servicio). Además empezaron a aparecer aventuras largas de 44 páginas.[1]​ En cualquiera de sus épocas la serie destaca por su humor extremadamente slapstick, por lo que los personajes sufren constantemente percances como caídas desde grandes alturas, explosiones, aplastamientos por todo tipo de objetos pesados (pianos, cajas fuertes, etc.) sin que las consecuencias de los mismos suelan durar más de una o dos viñetas.[2]

La primera historieta de Mortadelo y Filemón apareció el 20 de enero de 1958 en el número 1394 de Pulgarcito con el título genérico de Mortadelo y Filemón, agencia de información. Por aquel entonces era usual que las series de historieta humorísticas tuviesen un pareado como título, generalmente con el nombre de sus protagonistas en el primer verso. Parece ser que Ibáñez propuso a la editorial tres nombres diferentes, pero que finalmente fue la propia Bruguera quien inventó los definitivos. Ibáñez había propuesto "Mr. Cloro y Mr. Yesca, agencia detectivesca", "Ocarino y Pernales, agentes especiales" y "Lentejo y Fideíno, detectives finos".[3]​ Los nombres definitivos propuestos por Bruguera parece que hacen referencia a la mortadela (Mortadelo) y a un filete (Filemón).[4][5]

En sus orígenes, Mortadelo y Filemón, los protagonistas de la serie, eran una parodia del doctor Watson y Sherlock Holmes,[6]​ respectivamente (otras fuentes de referencia citadas en ocasiones son Novísimas aventuras de Sherlock Holmes de Enrique Jardiel Poncela y El Gordo y el Flaco). La serie fue creada enteramente por Ibáñez, aunque la idea de la pareja de detectives, y que uno de ellos se pudiera disfrazar, pudo ser de Manuel Vázquez Gallego (historietista español de la misma época).[7]

En Mortadelo y Filemón, agencia de información, Filemón es el jefe de una agencia de detectives y tiene a Mortadelo como empleado y único ayudante. Las primeras historias eran de una sola página en blanco y negro (salvo cuando esta ocupaba la portada) con seis filas de viñetas y seguían un esquema muy sencillo: alguien contrata los servicios de la agencia, pero al intentar cumplir la misión, se produce algún equívoco que desemboca en un completo fracaso de ésta. El descubrimiento del equívoco terminaba generalmente en una persecución o en alguien desmayándose. Esta estructura de presentación-equívoco-desenlace era extremadamente común en las historietas de la escuela Bruguera.

Filemón tenía nariz aguileña, vestía chaqueta y sombrero de felpa y fumaba en pipa (en el número 1404 de Pulgarcito llegó incluso a vestir el impermeable y sombrero a cuadros característico de la mayoría de las ilustraciones de Holmes). Mortadelo, por su parte, además de las habituales gafas y levita negras, llevaba bombín y paraguas del mismo color. El bombín servía además a Mortadelo para guardar los disfraces, un recurso que con el tiempo se revelaría innecesario. Otra característica del Mortadelo primigenio (y que solo duró unas pocas historietas) eran unos ojos perpetuamente entrecerrados que le conferían un aspecto despistado.

Este primitivo aspecto fue depurándose con el tiempo, adquiriendo pronto un aspecto similar al actual: Mortadelo mantendría su levita negra, pero desaparecerían el sombrero y el paraguas; mientras tanto, Filemón fue reduciendo paulatinamente su nariz larga y aguileña y su indumentaria pasó a consistir en una pajarita negra, camisa blanca, pantalones rojos y, en ocasiones, chaqueta a juego.

1969 marca el inicio de la madurez de esta serie, con algunos cambios de gran trascendencia:

La primera historia extensa es El sulfato atómico (Gran Pulgarcito, 27-01-1969 a 30-06-1969). En esta historieta, el estilo del dibujo es inusitadamente detallista, con claras influencias de la escuela francobelga, especialmente de Franquin.[8]​ Este estilo se relajó, volviendo al sobrio trazo habitual en las siguientes aventuras de 1969 (Contra el "gang" del chicharrón, Safari callejero); 1970 (Valor y... ¡al toro!, El caso del bacalao); 1971 (Chapeau el "esmirriau", La caja de los diez cerrojos, Magín el mago, ¡A la caza del cuadro!), y 1972 (Los inventos del profesor Bacterio, Gatolandia 76 u Operación ¡bomba!). En estas primeras aventuras largas Ibáñez experimenta con la estructura de las viñetas, dando a las historietas un aspecto menos rígido y consiguiendo además una mayor expresividad; sin embargo pronto retorna a la estructura rígida de cinco filas de viñetas.

Una aventura arquetípica de esta etapa podría ser Los diamantes de la gran duquesa (Mortadelo, 07-72 a 10-72). En el primer episodio se describe el hilo argumental, mientras que en los siguientes se desarrolla la búsqueda durante diez días consecutivos de los correspondientes diamantes, cada uno de los cuales está escondido en un sitio distinto (los consiguen encontrar, aunque el final de cada episodio es desastroso de una u otra manera, especialmente en el caso del último). Ibáñez continúa realizando historietas largas como El otro "yo" del profesor Bacterio, El circo, Concurso oposición o Los gamberros, donde aparece por primera vez el personaje de la oronda secretaria Ofelia.

La división de la etapa madura en dos: clásica y moderna puede resultar controvertida; sin embargo pueden establecerse diferencias entre ambas. Una de estas diferencias es el número de filas de viñetas. Hasta El transformador metabólico (Mortadelo, febrero a marzo de 1979), las historias tenían cinco filas de viñetas, pero a partir de entonces se pasa a cuatro. Teniendo en cuenta que el número de páginas no varía, esto implica una disminución en el número total de viñetas por aventura. Estas pierden, por tanto, algo de densidad, tanto en la historia como en el aspecto visual.

Otra diferencia (que no tiene por qué coincidir necesariamente en el tiempo con el cambio en el número de viñetas) es que las historias pasan a tener algunas referencias a la actualidad, lo que daría razones para llamar clásicas a las primeras aventuras, cuyas historias son más intemporales. Además, aumenta el uso de gags escatológicos y repetidos de otros álbumes. Algunas de ellas son La gente de Vicente, Secuestro aéreo, En Alemania (realizada para el público alemán donde la serie tuvo un gran éxito) o El cacao espacial. También en esta época empiezan a surgir las primeras historietas "apócrifas", esto es, no realizadas por Ibáñez, como Que viene el fisco o El crecepelo infalible, ya que Bruguera quería exprimir al máximo el éxito de los agentes.

Entre 1986 y 1987, Ibáñez incluso llega a perder los derechos de publicación de sus personajes, que habían sido registrados por la editorial Bruguera, estableciéndose un periodo de 5 años aproximadamente, que divide en dos la etapa madura moderna, y se producen varias historietas apócrifas como A la caza del Chotta o La medium Paquita. Ibáñez, por su parte, crearía otra historia de Mortadelo y Filemón para Ediciones Junior S.A. Sería la aventura ¡Terroristas!, donde aparecería por primera vez el personaje de la señorita Irma, creada como gesto gentil hacia la secretaria de uno de sus editores alemanes.

Se caracteriza por la recuperación de Ibáñez de los derechos de sus personajes para que estos protagonicen aventuras originales de su puño y letra. Asimismo, Ibáñez decidió eliminar a la secretaria Irma del reparto de personajes recurrentes, como gesto de buena voluntad hacia la auténtica secretaria en la que se basó para crear al personaje, que murió a principios de la década.

No obstante, aún después de recuperar los derechos, Ibáñez siguió apoyándose por un tiempo en colaboradores, dando lugar a varias historias apócrifas más. En cuanto a los guiones, ahora las historias pasan no solo a tener aún más referencias a la actualidad, sino que involucran a Mortadelo y Filemón muy directamente con los acontecimientos reales que se van sucediendo, dando lugar a historietas como El atasco de influencias o El nuevo cate o bien se basan en cosas que estaban de moda en el momento de publicarse la aventura como Dinosaurios. En estos primeros años hay varias historietas que, aun llevando la firma de Ibáñez, los estudiosos de su obra consideran que no son suyas por lo que las denominan como de "apócrifas con firma tampón", entre ellas El rescate botarate, El inspector general o El gran sarao. La editora Julia Galán cuestionó a Ibáñez el entregar material de tan mala calidad, tanto a nivel gráfico como argumental, lo que daría más tarde a una renovación de la serie.[9]

A partir del año 1996, desaparecen las revistas y las historietas son editadas directamente en formato álbum, alcanzándose el cénit de la perfección gráfica: personajes muy detallados, amplios y expresivos con una gran mejoría del color y los efectos de relleno que se vuelven completamente coherentes entre viñetas, diferenciándose claramente de los disparates cromáticos de las publicaciones de antaño. El mismo pasa a ser también progresivamente más grande, incluyendo personajes y bocadillos, y las viñetas cuentan con mayor amplitud en el decorado.

La tendencia a incorporar la actualidad se muestra todavía más evidente. Los agentes son partícipes de la llegada del euro a la Unión Europea, la crisis económica de 2008 y el caso de corrupción española de "los papeles" de Bárcenas, dando lugar a álbumes como ¡Llegó el euro!, ¡Tijeretazo! o El Tesorero, entre otras aventuras relacionadas con los acontecimientos más recientes.

A fecha de 2015, han sido publicadas hasta 200 aventuras largas (44-46 páginas), desde su creación. Estas aventuras largas se originaron y empezaron a serializarse en diversas revistas de la Editorial Bruguera en 1969, en régimen de 4 a 6 páginas, así como en formato álbum completo e individual (Colección Ases del humor), para después hacer lo propio en publicaciones posteriores de Ediciones B, una vez la primera editorial desapareció. No fue hasta 1996 cuando pasaron a ser publicadas únicamente en formato álbum completo e independiente. Todas ellas han sido realizadas en su mayoría por su autor original, Francisco Ibáñez, pero en épocas pasadas, también por otros autores apócrifos (algunos de ellos identificados y otros desconocidos). Algunas de estas aventuras apócrifas no han sido nunca reeditadas, siendo de publicación única, piezas raras de coleccionista a día de hoy. Más información en Bruguera Equip.

Actualmente, las dos publicaciones activas donde publican los álbumes individuales de los personajes son, en primer lugar, Magos del Humor, en la cual se estrenan las aventuras más recientes desde 1987, y, después, en la Colección Olé en su 4ª Edición, iniciada en el año 1993, donde se publican con posterioridad y a un precio más reducido. Esta última cada vez era menos publicitada y de distribución muy limitada, siendo muy difícil su localización en tiendas o quioscos, situación que cambió a partir de 2013, cuando la propia editorial decidió reeditar de manera más o menos constante números descatalogados de la colección (1 número por mes), sin orden específico. Aún con todo, sigue siendo complicado hallar ejemplares de la misma.

También, con posterioridad a las dos anteriores, estas historietas se unifican en tomos recopilatorios, en las colecciones Súper Humor y Top Comic Mortadelo, activas desde 1993 y 2002, respectivamente, de tirada regular y normalizada.

Durante la etapa madura, gran parte del material publicado fue escrito y dibujado por otras personas distintas de su verdadero autor original Francisco Ibáñez; sin embargo, debido a que estas colaboraciones solían ser anónimas, es difícil saber qué historias o qué dibujos son realmente de Ibáñez. Las únicas acreditadas oficialmente como «no Ibáñez» son aquellas firmadas por el Bruguera Equip (durante el tiempo en que Ibáñez perdió los derechos de sus personajes), alguna historia corta cuyo guion aparecía firmado por Jesús de Cos y una colección de aventuras poco conocidas, editadas en forma de libros en blanco y negro, firmadas por Ibáñez y José Cubero Valero. Al parecer la mayoría de estas historietas "bastardas" se publicaban sin que Ibáñez recibiese remuneración económica alguna por ellas (y tal vez sin su consentimiento), aunque parece ser que entre el 1987 y el 1990 Ibáñez firmó aventuras que no estaban dibujadas por él.

Entre los negros que dibujaron aventuras de Mortadelo y Filemón sin ser acreditados, se pueden citar los nombres de Ramón Bernardó, Ramón María Casanyes, Mart-Os y hasta un autor de primera fila como Raf, que colaboró anónimamente en Las embajadas chifladas, aunque en este caso su trabajo se redujo al entintado. Mención especial requiere Juanma Muñoz, que entró en Bruguera en 1978 y se acabó especializando en el entintado de todos los personajes de Francisco Ibáñez. Cuando éste salió de la editorial, Juanma se integró en el Bruguera Equip como dibujante, creando historietas de Mortadelo y Filemón junto a los guionistas Jesús de Cos y Jaume Ribera. Al cierre de la editorial, Muñoz contactó con Ibáñez, quien lo aceptó en su equipo de trabajo de la Editorial Grijalbo.[10]​ A partir de entonces, comienza una fructífera colaboración que se extenderá a lo largo de más de tres décadas,[11]​ de manera que muchos le definen como la mano derecha de Ibáñez.[12]​ Es notable también el trabajo de Jan, autor de Superlópez y bien acreditado como Juan López, el cual ilustró con su estilo característico algunos números para la colección Risa Loca.[13]

Los personajes recurrentes de la serie son sus dos protagonistas, Mortadelo y Filemón, que son los que le dan nombre, y otros miembros de la T.I.A. (Técnicos de Investigación Aeroterráquea), como El Súper, su malhumorado jefe; la oronda secretaria de este, de nombre Ofelia y el desastroso científico de la organización, el profesor Bacterio y su gato "Hidrocarburo". Pueden destacarse, de todos modos, otra serie de personajes con mucha menos tradición, incluyendo la peculiar galería de villanos. Durante unos episodios apareció Irma, que es la antítesis de Ofelia: cara bonita y cuerpo voluptuoso, siendo el pelo rubio el único punto en común con la secretaria del "Súper". En algunos episodios aparecen otras creaciones de Ibáñez como Rompetechos (el más común entre el resto), Pepe Gotera y Otilio, o 13, rue del Percebe.

Existen ciertos temas y situaciones recurrentes en las historietas:

Un detalle gráfico muy recurrente (por no decir constante) en Ibáñez es la presencia de una o más telarañas con forma triangular en los rincones de las habitaciones. Este elemento podría interpretarse como una sutil pista para ayudar al lector a distinguir los rincones de las esquinas, algo nada despreciable considerando el monótono coloreado de los fondos.

Es común también ver ratones en algunas viñetas, realizando toda clase de acciones.

Las historietas tienen otra característica propia de Ibáñez: el humor del fondo de cada viñeta. Al fondo de la viñeta, ajenos a la acción principal, hay diversos elementos humorísticos. Así por ejemplo, nos podemos encontrar con una araña disfrazada, un ratón persiguiendo a un gato, un tiesto del que en vez de una flor brota una berenjena, dos edificios besándose, una señal de prohibido aparcar camellos, un lápiz con un señor en la oreja, el sol con una bufanda, un señor con dos cabezas, etc. Uno de estos elementos se hizo muy conocido tras el 11-S: en una vista de Nueva York, en la que se ve una estatua de Francisco Ibáñez junto a la Estatua de la Libertad en el especial 35 aniversario, se pueden observar al fondo las Torres Gemelas, y hay un avión estrellado en una de ellas,[14]​ dado que la historieta es de 1992 no se trata, obviamente, más que de una desafortunada coincidencia. Estos elementos dan un toque especial de humor a las viñetas, aunque el autor incluye cada vez menos elementos de este tipo, reservándolos para las portadas y escenas de mayor tamaño.

El lenguaje que Ibáñez pone en boca de sus personajes es peculiar. Palabras y expresiones de uso reducido actualmente ("colodrillo", "beodo", "corcho", "sapristi", "mofa y befa", "merluzo", "trolebús", "futesas", etc.) son comunes en el universo de Mortadelo y Filemón. Universo que comenzó, como se ha dicho arriba, en el año 1958, momento en el que el lenguaje común de las historietas sí se identificaba con el habla de la calle.

Otra característica del lenguaje es que los protagonistas se hablan de usted, aun cuando sean viejos conocidos. Algo cada vez menos usual tanto en España como en el resto de los países de habla hispana, quizás a excepción de Colombia donde el uso del usted está más extendido incluso entre desconocidos o personas de diferentes estamentos en una jerarquía, pero norma sagrada durante gran parte del siglo XX.

Para Salvador Vázquez de Parga, Ibáñez amplió con esta serie "la corriente de comicidad absurda y disparatada", "caracterizada por la continua sucesión de gags dentro de cada historieta", que anteriormente sólo había cultivado Martz Schmidt en Pulgarcito, propiciando que la Escuela Bruguera se alejara del "humor testimonial y a menudo crítico" que la había caracterizado hasta entonces.[15]​ Se ha señalado también la influencia de esta serie de cómic en películas del cine español como Crimen imperfecto y R2 y el caso del cadáver sin cabeza, en esta última el actor que interpreta al protagonista asegura que el personaje recuerda a Mortadelo por su afición por los disfraces.[16][17]

Originalmente, estas historietas fueron publicadas serializadas en revistas como Pulgarcito o Mortadelo. Posteriormente, han sido recopiladas en álbumes de la Colección Olé!, hasta que a mediados de los 90, con la desaparición de las revistas, ésta se convirtió en su forma primera de publicación. Hay otras colecciones recopilatorias como Súper Humor, Magos del humor, etc. También se editan libros con chistes y curiosidades diversas, como Guía para la vida del joven de hoy en día, Guía para la vida del estudiante de hoy en día, Guía para la vida de un agente de la T.I.A y ¡Dibújalos tú solito!

La Colección Olé! recopila la mayoría de la historietas largas, aunque mezcla antiguas con modernas en un orden aleatorio que pasa por alto el orden cronológico de las mismas. Estas historietas independientes, de 44 a 48 páginas cada una, aparecían seguidas de historietas cortas de entre una y ocho páginas hasta completar 60 en cada libro. En ocasiones, el álbum no lleva siquiera el título de la historieta larga, como en Solos ante el peligro, No se gana para sustos y Dos turulatos muy guapos que contienen Misión de perros, El plano de Alí-gusa-no y El caso de los señores pequeñitos, respectivamente. Sin embargo, algunos números no son más que recopilatorios de historietas cortas de Mortadelo y Filemón, tanto de su época como Agencia de Información y tras formar parte de la T.I.A. Álbumes tales como Agencia de Información, Un topo y dos berberechos, Pitorreo a domicilio, Los demás, todos maltrechos, La caza del caco, La historia de Mortadelo y Filemón, Gente de recochineo fino, Dos cabestros y un pollino, ¡Sálvese quien pueda! ¡Auxilio!, Tres cerebelos estrechos, Reyes de la risa, El embrollo matutino, Ceporros en pleno idilio, Alegres aventuras, Agentes a mogollón, Vaya par de chiflados, Detectives de ocasión y De nuevo en ebullición. También ha habido recopilaciones de historietas cortas apócrifas como La torta sicodélica, La bolsa o la vida y De bote en bote y otras historias. La nueva y más reciente edición de la Colección Olé! no incluye títulos que sí incluyó la versión antigua de la colección, como por ejemplo El rescate botarate o La maldición gitana.

Las historietas son publicadas en Europa con muchos nombres diferentes. Tienen una excelente acogida en Alemania, razón por la cual se le dedicó un número entero (En Alemania) y llegaron a publicarse historietas apócrifas exclusivas, como Vom Affen gelaust und losgesaust y Nur kein Gehetze - wir haben Arbeitsplätze, que permanecen inéditas en España. El título varía de una a otra lengua (se pueden ver las diferentes portadas aquí):

Las ediciones españolas se han vendido además en muchos países hispanoamericanos, mientras que la francesa ha hecho lo propio en Bélgica y Luxemburgo, etc.[18]

Entre 1965 y 1970 se realizaron una serie de cortometrajes de animación sobre Mortadelo y Filemón, producidos por los Estudios Vara.[19]​ Aunque la intención de los animadores era crear una serie de televisión, no tenían la capacidad de realizar tantos episodios como les exigía el medio, por lo que los 16 cortometrajes que se crearon se dividieron en dos películas[20]​ (ver sección Cine), cada corto tiene una duración aproximada de 6 minutos. Son independientes y originales, pues no están basados en ninguna historieta en cómic hasta ahora aparecidas.

Años después, en 1994, se creó la serie de animación homónima para televisión propiamente dicha, obra de BRB Internacional y Antena 3. Consta de 26 episodios divididos en dos temporadas de 13 capítulos de 20 minutos de duración cada uno. Esta vez sí están basados en las aventuras largas creadas por Ibáñez.[21]

A principios de los años setenta, se estrenaron varias películas de animación, las dos primeras de las cuales eran una reunión de los cortometrajes (Festival de Mortadelo y Filemón, 1969, y Segundo festival de Mortadelo y Filemón, 1970) y la tercera que ya puede considerarse un largometraje propiamente dicho, El armario del tiempo (1971). Todas ellas fueron dirigidas por Rafael Vara Cuervo.[22]El armario del tiempo también dio origen a una serie de libros, con fotogramas de la película y dividido en tomos (cada tomo, un cortometraje)

Las historietas se han llevado también al cine con personajes reales en La gran aventura de Mortadelo y Filemón, estrenada en 2003, dirigida por Javier Fesser y protagonizada por Benito Pocino en el papel de Mortadelo y Pepe Viyuela en el papel de Filemón.[23]

Su segunda película, Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra, se estrenó en 2008 a modo de conmemoración del 50° aniversario de los personajes. Pepe Viyuela repite como Filemón, pero Mortadelo esta vez fue interpretado por Eduard Soto (conocido por el personaje de El Neng de Castefa) debido a discrepancias con el actor que anteriormente había encarnado al personaje, Benito Pocino.[24]

En noviembre de 2014, se estrenó Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo,[23]​el tercer largometraje basado en los personajes. Esta vez se trata de un filme de animación en 3D, dirigido nuevamente por Javier Fesser. En esta ocasión se representó a los personajes más fidedignamente a lo que se puede ver en los tebeos: Contenido más vivaracho, inocente y festivo, más indicado para un público juvenil-adulto (a quien Ibáñez siempre se ha dirigido), aunque aún conservaba (en menor medida, eso sí) aspectos soeces, burdos y groseros, del que las dos anteriores entregas hacían gala, duramente criticadas por ello. En este largometraje de animación, las voces de los personajes principales corren a cuenta de Karra Elejalde (Mortadelo) y Janfri Topera (Filemón).

En la década de 1980 se realizaron dos videojuegos oficiales para las plataformas de 8 bits: Mortadelo y Filemón (1988)[25]​ y Mortadelo y Filemón II: Safari callejero (1989), distribuidos ambos en España por Dro Soft, que fueron acompañados por varias adaptaciones no oficiales, como Morta y File (1985)[26]​ y El hundimiento del Titánic (1986),[27]​ aparecidas ambas en la revista ZX, o En busca de Mortadelo (1988),[28]​ entre otros. Existen varios videojuegos posteriores para PC sobre Mortadelo y Filemón: Mortadelo y Filemón: Una aventura de cine,[29]Mortadelo y Filemón: El Sulfato Atómico,[30]Mortadelo y Filemón: La Máquina Meteoroloca,[31]Mortadelo y Filemón: Dos Vaqueros Chapuceros,[32]Mortadelo y Filemón: Terror, Espanto y Pavor,[33]Mortadelo y Filemón: La Banda de Corvino (formada por Balones y Patadones y Mamelucos a la romana)[34]​ y Mortadelo y Filemón: La Sexta Secta (formada por Operación Moscú y El escarabajo de Cleopatra).[35]​ Todas las aventuras fueron realizadas por Alcachofa Soft, a excepción de La Máquina Meteoroloca, que fue realizada por VEGA.

Mortadelo y Filemón cobraron vida en el musical "Mortadelo y Filemón, the miusical", que se estrenó en junio de 2008 en el Teatro Campoamor de Oviedo y que en septiembre de ese mismo año se presentó en el Teatro Tívoli de Barcelona. Dirigida por Ricard Reguant y producida por Zebra Producciones y Mucho Ruido Records, "The miusical" cuenta cómo Mortadelo (Jacobo Dicenta) y Filemón (Juan Carlos Martín) se encargan de la seguridad de la obra "El Fantoche de la Opereta", sobre la cual recae una maldición.[36]



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