Natalia Kirílovna Narýshkina, en ruso Ната́лья Кири́лловна Нары́шкина, fue la segunda esposa del Zar Alejo I y madre de Pedro el Grande. Nació en Moscú el 1 de septiembre de 1651 en una familia de boyardos tártaros. En febrero de 1671 se casó con Alejo I, después de que él enviudara de su primera mujer María Miloslávskaya, y le dio tres hijos: Pedro, Natalia y Fiódora.
A la muerte de Alejo I, en 1676 subió al trono su hijastro Teodoro III, quien pudo disfrutar muy poco del poder ya que falleció a los pocos años en 1682, sucediéndolo su hermano Iván V, al igual que Teodoro, hijo de su esposo con su primera mujer María Miloslávskaya.
Sin embargo, Iván era física y mentalmente discapacitado, por lo que se lo hizo gobernar en conjunto con su hijo Pedro que era apenas un adolescente, por lo que Natalia se convierte entonces en regente.
Sin embargo, debido a la revuelta provocada por Sofía Alekséyevna Románova, hermana de Iván V que aspiraba al poder a través de la manipulación del limitado Zar, fue relegada del gobierno. Sus hermanos fueron asesinados y su padre obligado a esconderse en un convento.
Mientras Sofía gobierna a través de Iván V, Natalia vive libre de peligros pero en la pobreza, debiendo pedir continuamente ayuda a la Iglesia para sobrevivir. Pasó gran parte del tiempo en el palacio veraniego de Alejo, a cinco kilómetros de Moscú, junto a su hijo Pedro.
En agosto de 1689, Pedro cumplió la mayoría de edad, por lo que se le pidió a Sofía que entregara el poder, al negarse esta y amenazar con una nueva revuelta, fue derrocada. Pedro e Iván continuaron gobernando en conjunto, hasta la muerte del segundo en 1696, desde entonces Pedro se proclamó como Zar único y legítimo llegando más tarde a ser conocido como El Grande.
Natalia murió el 4 de febrero de 1694 después de una corta enfermedad que duró solamente dos días.
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