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Nobleza en Chile



¿Dónde nació Nobleza en Chile?

Nobleza en Chile nació en Chile.


La nobleza en Chile tuvo particular importancia durante la Conquista y la Colonia, siendo abolidos todos los títulos nobiliarios por un decreto del 22 de marzo de 1817[1]​ durante el gobierno de Bernardo O'Higgins, derogándose su uso oficial por chilenos y habitantes del país dentro del territorio nacional. En estricto rigor, el uso público de tales títulos está en abierta contravención a la legislación chilena, aunque no sea perseguido y no pase de ser una cuestión meramente anecdótica. Chile es una república democrática y el decreto de O'Higgins que abolió los títulos de nobleza es uno de sus principales pilares fundacionales.

Se puede decir que la nobleza en Chile existió desde el momento en que parte del actual territorio nacional estuvo bajo la administración de una monarquía o casa real que estableció o reguló las formas de nobleza en Chile. Desde esta perspectiva se pueden distinguir tres casas reales: Imperio inca, Reino Rapanui y Corona Española. Desde la perspectiva que la condición de nobleza proviene de la existencia de una monarquía o casa real vinculada a un Estado que otorgue o regule dicha condición.

Dentro de la condición de nobleza regulada, están los chilenos que hoy ostentan y ejercen títulos nobiliarios de España bajo la legislación del país ibérico y que poseyeron sus antepasados en la época colonial en Chile o durante otras épocas en distintos territorios españoles, además dentro de esta categoría están aquellas instituciones nobilarias que aún son reconocidas por la monarquía española. Un caso curioso lo constituye el llamado Reino de la Araucanía y La Patagonia creado en el sur del país por Orelie Antoine de Tounens, y que aún existe en el exilio. El escritor chileno Antonio Gil Iñiguez, Conde de Detif y Caballero de la Orden de la Corona de Acero es el único súbdito de esta nacionalidad que ha recibido títulos de dicha Casa Real.

En términos históricos es poco lo que sabe de la nobleza en Chile antes de la conquista española o período prehispánico, principalmente porque no existió una escritura que pudiera avalar tal hecho. Sin embargo los primeros cronistas e historiadores han registrado dos culturas que utilizaban prerrogativas nobiliarias hereditarias, propias de una familia real para gobernar parte del actual territorio chileno. Dichas culturas fueron el Imperio inca y el reino Rapanui.

Durante el mandato de Túpac Yupanqui, entre 1471 y 1493 el imperio inca, logró conquistar parte del actual territorio chileno hasta el río Maule, quedando esta nueva provincia dentro del territorio conocido como Collasuyo, el cual estaba bajo la administración del linaje Hurin Qosco, descendientes de Cápac Yupanqui,

La nobleza de sangre en del Imperio Inca estaba repartida en todo el Tawantinsuyo y cumplían funciones administrativas y militares. Parte de las estrategias utilizadas por los incas para someter a otros pueblos, era establecer alianzas matrimoniales entre los caciques locales y las hijas del inca y ñustas descendientes del linaje imperial a modo de crear lazos que permitieran la pacífica ocupación. Los más famosos Tala Canta Ilabe, Quilicanta y el príncipe Anien pertenecientes al linaje Hurin Qosco, además la princesa del Imperio inca, Isabel Beatriz Colla, nieta de Amauta, quien a su vez era hijo de Pachacútec. En las tierras de esta actualmente se emplaza la ciudad-puerto de Coquimbo.[2]

Luego de la caída del Imperio Inca, ya en 1536, Diego de Almagro, viene a hacer posesión y conquista de la Gobernación de Nueva Toledo (otorgado por Real Cédula el día 21 de mayo de 1534[3]​) correspondiente al antiguo Collasuyo. En dicho viaje trae consigo a Paullu Inca, hijo del último Sapa Inca Huayna Cápac, pertenecientes al linaje Hanan Cusco. Paullu Topa, fue más tarde designado Inca por los españoles.

Junto con García Hurtado de Mendoza venían Alonso de Ercilla y Zúñiga, Francisco de Irarrázaval y Andía, el escribano Agustín de Arévalo Briseño (luego llegaría también su hermano Alonso de Arévalo Briseño), Francisco Pérez de Valenzuela, Hernando de Santillán, el fraile dominico Gil González de San Nicolás y el franciscano Juan Gallegos.

Hicieron escala en Arica el 5 de abril, y el día 9 se reanudó el viaje al sur. Desembarcó en La Serena el 23 de abril de 1557. Y deslumbró a los pobres de Coquimbo al ver junto al nuevo gobernador el ejército más grande hasta entonces visto en estos lugares contando con más de 500 hombres, armados con arcabuces y cañones, vestidos con armaduras y finos penachos de plumas, en contraste a la precaria situación de los españoles que habitaban Chile, los que apenas vestían sus ropas viejas, desgastadas y algunas "rotas". Al parecer, por sus vestimentas andrajosas, aquí aparece la denominación roto, para designar a los españoles que estaban en Chile[cita requerida].

Pocos saben que los conquistadores Francisco de Aguirre, Pedro de Aranda-Valdivia (Aranda y Gutiérrez de Valdivia), Babilés Ramírez de Arellano,[4]​ de la Casa de Arellano, Francisco de (Andía) Irarrázabal y Martínez de Aguirre, y Juan de Naveda y Alvarado Bracamonte; María de Zurita de Villavicencio y Fernández de Valdelomar (madre de Pedro Olmos de Aguilera y Zurita); y el alférez Juan Ruiz de Peralta y Velasco eran descendientes directos de Carlomagno y de un número importante de reyes y santos europeos de gran relevancia histórica, tales como Hugo I Capeto, rey de los Francos; Fernando I el Magno, rey de Castilla y León; García Ramírez de Pamplona "El Restaurador", Rey de Navarra,[5]Alfonso I de Portugal; Amadeo III de Saboya; Santa Clotilde de Borgoña, el califa de Córdoba Alhakén II y Guillermo I, primer rey de Inglaterra.

También, descendiente en línea directa del Rey Pedro I de Portugal e Inés de Castro, fue el capitán Luis Barba Cabeza De Vaca, perteneciente a la nobilísima Casa de Acuña de Portugal,[6]​ quién llega a Chile cerca del año 1551[7]​.[8]

El 4 de noviembre de 1780, se inició la rebelión contra la dominación española por parte de José Gabriel Condorcanqui, quien adoptó el nombre de Túpac Amaru II en honor a su antepasado, Túpac Amaru I, el último inca de Vilcabamba. Condorcanqui se autoproclamó «rey de América»[9]​ con el siguiente edicto: «Don José I, por la gracia de Dios, inca, Rey del Perú, de Santa-Fé, Quito, Chile, Buenos Aires y continentes de los mares del Sur, Duque de la Superlativa, Señor de los Césares y Amazonas, con dominio en el Gran Paitití, Comisionado y Distribuidor de la piedad divina, por el Erario sin par, etcétera».[9][10]

Los incas llegaron a poblar el actual territorio chileno hasta lo que hoy es Santiago de Chile, dentro del territorio conocido como Collasuyo. Es posible que descendientes de nobles incas hayan llegado a tener funciones administrativas en el Collasuyo del Imperio inca y haya dejado descendencia.

Los conquistadores que llegaron al nuevo continente eran hombres de clase baja en el Reino de España que para mejorar su condición económica requerían acceder a la nobleza inca a través del matrimonio, para lo cual las mujeres de la nobleza inca debían ser bautizadas en la fe cristiana. Los hijos mestizos tenían el derecho de usar el título de don.[11]

En el mestizaje entre la nobleza inca y los conquistadores españoles, está la unión entre Barbola Coya, supuesta sobrina de un Inca del Perú y Garcí Díaz de Castro, conquistador del Reino de Chile, quien vino con Diego de Almagro al país en 1536 y luego con Pedro de Valdivia en 1549. Los estudios de José Miguel de la Cerda y Julio Retamal Favereau argumentarían que de esta unión hay una gran descendencia de figuras políticas chilenas.[12]

Los habitantes de Rapa Nui poseyeron un sistema de administración monárquico antes de instaurarse en la isla la legislación chilena. Hotu Matu'a fue su primer Ariki Henua o rey, aproximadamente hacia el siglo IV.

Según algunas listas de ariki (reyes) recopiladas a finales del siglo XIX por misioneros y etnólogos, cerca de 30 reyes habían gobernado Rapa Nui. La última persona que por derecho de primogenitura tuvo el cargo de ariki mau, fue Maurata 'a Kaimakoi, quien falleció en Perú. Su hijo Manurangi, bautizado como Gregorio falleció en 1867 sin descendencia. Aquí se acaba la sucesión de los ariki mau de Rapa Nui.

En 1882 la comunidad católica elige a Atamu (Adan) Tekena como nuevo ariki (Roussel 1882, in Cools 1973). Es el primer ariki católico de la Isla. Atamu y su consejo participan de los actos de anexión de 1888. Fallece en 1892. su sucesor fue Riro 'a Ngaure, también conocido como Simeon Riro a Kainga, quien fallece en Valparaiso en extrañas circunstancias en 1898. Luego de Riro, dos otros ariki fueron elegidos por la comunidad, Enrique Ika Tu'u Hati y Moisés Tu'u Hereveri, ambos con descendientes en la población actual de Rapa Nui

En 2011 una organización de base comunitaria, el Parlamento Rapanui nombró a Valentino Riroroko Tuki como Ariki o Rapa Nui. Según el Parlamento Rapanui, Valentino es el depositario legal de los derechos de su hermano mayor Benedicto Riroroko, quien en un acta de adbicación cedió sus derechos a su hermano, por no encontrarse en condiciones de acceder al cargo. Ambos son nietos de Simeón Riro Kainga. Otras dos personas se autodeclararon ariki en los últimos años.

El aislamiento de Isla de Pascua ha hecho que los lazos familiares entre las familias del territorio se unan de tal forma que todos puedan descender de una forma u otra de miembros de la nobleza de la isla.

Durante La Colonia en Chile fueron creados una serie de títulos nobiliarios españoles llamados Títulos de Castilla a chilenos, constituyendo así a la nobleza criolla. A esta se suman otros nobles castellanos que vivieron en el país. Vicente Carvallo y Goyeneche, en su Descripción-histórico-jeográfica del reino de Chile, da cuenta de ocho nobles avecindados en la provincia de Santiago a fines del siglo XVIII: Los marqueses de la Pica, de Cañada Hermosa, de Villapalma, de Casa Real, de Montepío y los condes de Quinta Alegre, de la Conquista y de Sierrabella.[13]

Según el Diccionario Nobiliario de Julio de Atienza y Navajas (1948), se concedieron en Chile un ducado, diez marquesados, siete condados y un título menor, solo superado por México, Perú y Cuba en la cantidad de títulos entregados durante sus períodos coloniales.[14][15]

El primer título entregado a un chileno fue el de vizconde de Santa Clara de Avedillo,[12]​ a Francisco de Irarrázaval y Zárate, antepasado de los actuales marqueses de la Pica. Fue también el segundo título entregado a nivel americano. El título de más categoría entregado fue el de Duque de San Carlos.

Además de los Títulos de Castilla propiamente dichos, se consideran parte de la nobleza criolla otros títulos otorgados bajo legislaciones vinculadas a la monarquía española. Tal es el caso de los títulos del Reino de las Dos Sicilias, como el marquesado García del Postigo o el de Torreblanca.

El 22 de marzo de 1817 el Director Supremo Bernardo O'Higgins decreta la abolición de los títulos de nobleza y la destrucción de los escudos de armas de las fachadas de las casas e insignias similares. Esto termina con la tramitación de los títulos en la Real Audiencia, por lo que muchas generaciones de nobles no ostentaron su título por la dificultad de ir a España.

Desde La Colonia los nobles criollos han residido preferentemente en Santiago. Durante el apogeo del período colonial en Chile, la mayoría de los nobles vivía en la calle de la Merced, en el centro y casco histórico de la capital chilena, por lo que la gente la llamaba Calle de los Condes y Cruzados[cita requerida]. Un ejemplo notable es la residencia del I conde de la Conquista, la famosa Casa Colorada.

En la actualidad, varios descendientes de nobles que vivieron en Chile residen en Europa. Tal es el caso del actual conde de la Conquista, Julio Prado y Colón de Carvajal y dos de los hijos del marqués de Casa Concha (los marqueses de Montepío y de Rocafuerte) todos ubicándose en España.[16][17]​ Fernando Molina Alcalde, conde de Quinta Alegre, que viviendo en Chile estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones de los Padres Franceses de Manquehue,[18]​ hoy reside en Estados Unidos.[19]

Lista alfabética de títulos nobiliarios de España que ostentaron personajes destacados en Chile y/o sus actuales exponentes.

Lista alfabética de títulos nobiliarios del Reino de las Dos Sicilias, también llamados napolitanos, que ostentaron personajes destacados en Chile y/o sus actuales exponentes.

En la historia de Chile se puede encontrar a varios nobles extranjeros que han tenido importancia en el desarrollo del país. Entre ellos podemos nombrar a Thomas Alexander Cochrane, conde de Dundoland y marqués de Maranhao, activo colaborador en el proceso de independencia chileno y cercano a Bernardo O'Higgins, además del padre de este último, Ambrosio O'Higgins, marqués de Osorno y barón de Ballenary.

Actualmente, dentro de los nobles que podemos nombrar como extranjeros avecindados en Chile, estuvo el Barón de Artens, cónsul de Austria en Chile. Su hija, heredera de esta baronía austriaca, fue la dueña de la primera discoteca en Chile, el Club L'Epoque en Reñaca. Actualmente explota su título en su marca de productos culinarios Baroness Renée von Artens junto a su esposo el chileno Claudio Márquez.[50][51]​ Otro noble extranjero, Francesco Marone Cinzano, también es empresario y se dedica a la administración de la Viña La Reserva de Caliboro.[52]

También residió por largo tiempo en Chile la archiduquesa de Austria Alexandra de Habsburgo-Lorena casada con el Presidente de la Asociación Chilena de Miembros de la Orden de Malta, Héctor Guillermo Riesle Contreras.[53]​ También se encuentran en Chile, Alberto Cordero di Montezemolo, marqués italiano y primo de Luca Cordero di Montezemolo, presidente de Fiat Group; y la princesa austríaca Sophie Zu Der Lippe-Weissenfeld, princesa del principado de Lippe en Alemania.

María Anna, condesa del Sacro Imperio Romano Grundemann von Falkenberg, Baronesa de Waldenfels y Egeregg, es la esposa del noble criollo Isidoro Vázquez de Acuña, marqués García del Postigo. Ella colabora con la Fundación Auxilio Maltés, que preside la ya nombrada archiduquesa Alexandra de Austria[54]​ La familia Grundemann von Falkenberg posee el castillo familiar de Waldenfels, cerca de la frontera con República Checa, en Austria.[54]

En Chile también residen algunos descendientes, por vía ilegítima, del rey Alfonso XII de España y su amante Elena Sanz.[55]

Otros en Chile también son los descendientes Fernando de Castilla y Mendoza, Conde de Marin que a su vez es desendiende del Rey Pedro I de Castilla y León, el Cruel último rey de la dinastía Borgoña. Este linaje llega Chile con el Capitán Domingo GARCÍA DE CASTILLA.


Los nobles venidos a principios del siglo XX, Ghetaldi-Góndola, Ivo Ferry barón de Góndola[56]​ que se asentó en la localidad de San Fernando, VI Región e Ivo de Gozze, conde Trebinie i Popolo que se asentó en la ciudad de Iquique, I Región, desde Dubrovnik, actual Croacia, ex República de Ragusa, república absorbida por el imperio austriaco después del fin de las guerras napoleónicas, sobreviven sus descendientes directos.[57]

Lista de títulos extranjeros y sus exponentes residentes actualmente en Chile.

Por nobles de sangre se entienden aquellos que aún mantienen sus preeminecias nobiliarias avaladas por un corpus legal vigente o bajo la alero de una institución jurídico-nobiliaria reconocida por algún estado.

Los Arellano se cuentan entre las familias de nobleza más antigua de cuantas forman la nobleza española actual. Su tronco genealógico corresponde a Don Sancho Ramírez (abuelo), quien fue Rey de Aragón y también Rey de Pamplona. Hacia el año 1475, los Reyes Católicos concedieron el título de Conde de Aguilar de Inestrillas a Alonso Ramírez de Arellano, sexto Señor de Cameros. Alonso Ramírez de Arellano fue el primer Conde de Aguilar de Inestrillas. De esta rama también fue el célebre marino y cosmógrafo Diego Ramírez de Arellano, nacido en 1633, quien tomara parte en las expediciones de los hermanos García de Nodal al estrecho de Magallanes y fue el descubridor de las islas chilenas que, aún hoy, llevan sus nombre: "Islas Diego Ramírez". De esta rama de los Señores de Cameros, a través de don Babilés Ramírez de Arellano, hijo de doña María Ramírez de Arellano y Manrique de Lara, quien llega a Chile con el grupo de conquistadores de Francisco de Villagra, desciende directamente la familia Arellano establecida en Santiago; dueños originales del Fundo El Tabo y fundadores del balneario de El Tabo, heredero de la nobleza del linaje es el Ingeniero y empresario de Telecomunicaciones Don Marcos Arellano Venegas, connotado aviador e instructor de vuelo, oficial del Ejercito de Chile desde el año 2013, contrajo nupcias con Doña María Paulina Urrutia Asenjo y padre de su única heredera Doña María Victoria del Carmen Arellano Urrutia. El rey Felipe IV le concedió la Grandeza de España el 4 de abril de 1640, siendo, a la sazón, don Juan Ramírez de Arellano y Manrique, el octavo conde de Aguilar de Inestrillas. Aunque hay historiadores que creen que los Arellano deberían ser considerados parte del elenco de la Grandeza Inmemorial por su señorío de los Cameros, con esta merced de 1640 pasan de hecho y de derecho a ocupar un lugar de privilegio entre la nobleza peninsular.

Como parte de la nobleza de sangre colectiva con reconocimiento actual por el Reino de España están los descendientes de Sancho Fernández de Tejada, héroe de la Reconquista, a quien en el siglo IX el rey Ramiro I de Asturias le concedió los Solares de Tejada y Valdeosera, cuyos fueros de nobleza han sido reconocidos ininterrumpidamente desde el siglo IX, por los reyes de España, hasta el actual rey Felipe VI. Esta dignidad nobiliaria es, en la actualidad, la más antigua de España y cuyos descendientes inscritos en los libros becerros del Solar son reconocidos y tratados como Nobles Caballeros Diviseros Hidalgos.[63]

Estos nobles linajes están representados en Chile por línea de descendencia masculina por las familias: Balmaceda, Beltrán, Cecereu, Del Canto, Ruiz de Clavijo, Saénz, Salin, Terroba, Soto, Íñiguez de Valdeosera y Fernández de Tejada, cuyos genearcas fueron Santiago Iñíguez y González, Valentín Fernández Beltrán, Domingo Fernández de la Mata, Braulio Fernández Fernández y Manuel Fernández Cereceda, todos pertenecientes a la Divisa de Regajal; Gregorio Iñíguez y Pérez de Aguilar, Cesáreo Iñiguez Vallejo y los hermanos Francisco, Luis y Victoriano Iñíguez y Río, estos últimos pertenecientes a la Divisa de Pedro Sáenz de Velilla. Del Solar de Tejada son los descendientes de Santos Izquierdo Romero, genearca de la familia Izquierdo. La familia Zaldívar desciende de Felipe Solo de Zaldivar y Puerta-Ochoa de Tejada, así como otras seis familias solariegas llegadas a Chile durante el siglo XX desde la Sierra de Cameros. La familia García Yáñez y García Yáñez de Toledo, descendientes del Conde Fernan García Yáñez de Toledo y de Ramón García de León y Pizarro, Marqués de Casa Pizarro y Vizconde de la Nueva Orán, ramas entroncadas y emparentadas con los Grandes de España y con antiguas familias patricias de Argentina, vinieron del Alto Perú y se afincaron una parte en Chile y otra parte en el norte de Argentina. Hoy conserva el título de Casa Pizarro el Marqués Álvaro Alonso-Castrillo y Romeo, quién reside en España.

Descendientes del Solar de Valdeosera inscritos son Sergio Fernández Larraín, diputado, senador y embajador en España, Juan José Fernández Valdés, Embajador ante la Unesco.

Dentro de esta categoría están aquellos que descienden de personas que ostentaron algún título o condición de nobleza extranjera y que en la actualidad sus descendientes no lo poseen, sea porque la condición caducó o porque no existe reconocimiento legal por algún estado.

Los hijos y herederos de los poseedores de títulos nobiliarios españoles o de jurisdicciones antes relacionadas como el Reino de las Dos Sicilias, no son necesariamente nobles de sangre y deben pleitear ante el la justicia española o ante las organizaciones nobiliarias correspondientes, como el Cuerpo de la Nobleza Italiana,[64]​ su mejor derecho a ser considerados como tales. Esto, salvo para el heredero indiscutido del título.

Entre estos se encuentran la cosmetóloga Beatriz Isabel Vázquez de Acuña, quien es dama de la Real Hermandad de Infanzones de N. S. de la Caridad de la Imperial Villa de Illescas (Toledo) e Hijadalgo a Fuero de España[65]​ y su hermano el comunicador audiovisual Nicolás, heredero del marquesado García del Postigo.

En la política se destaca Alfonso Márquez de la Plata Yrarrázaval, exministro de Estado durante el régimen militar de Augusto Pinochet, hijo de Fernando Márquez de la Plata Echenique, conde de Casa Tagle de Trasierra[66]​ y de Rosa Yrarrázaval Fernández, hija del V marqués de la Pica.

También están los nobles cuyos títulos se les han cancelado ante la justicia española por tener parientes con mejor derecho a ostentarlos. Tal es el caso de Juan Eduardo Correa Larraín,[31]​ V conde de Maule o de Francisco Irarrázaval Mackenna,[27]​ VIII marqués de la Pica.

Los Nordenflycht proceden del Barón Sueco Carlos Casimmiro Nordenflycht, quien nace en el Ducado de Curlandia (Suecia), por 1744,y contrae matrimonio allí con Juliana Ludomilia Federica de Averbach. Su hijo, Timoteo de Nordenflycht, es quien propaga el linaje sueco por América.

Existen otros linajes radicados en Chile desde fines del siglo XVIII provenientes de algunos valles y localidades del norte de España, como son los descendientes de hijodalgos vizcaínos, montañeses y de algunos valles del norte de Navarra como el Baztán, muchas de estas familias provienen de los nobles Grandes de España, de la nobleza más antigua de ese país, de donde vienen familias como los Anchorena, Arellano, Ariztía, Eguiguren, Iturbe, Aguirre, Palacios, Errázuriz, Echenique, Otondo, Santesteban, de La Maza, García Yáñez, García de Alvear, Díaz de Lavandero, García Yáñez de Toledo, Yáñez, Gamio o Arraztoa, y desde el Roncal.[67]



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