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Obesidad infantil



¿Dónde nació Obesidad infantil?

Obesidad infantil nació en OMS.


La obesidad infantil es un problema de salud caracterizado por el exceso de grasa corporal de los niños. Dicho nivel de adiposidad supone todo un condicionante para su salud general y su bienestar, haciéndole propenso a sufrir otras patologías secundarias y asociadas.[1]​ Según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de esta enfermedad a nivel internacional es cada vez mayor. En 2010 había unos 42 millones de menores con sobrepeso, registrándose la mayor parte de los casos en países en vías de desarrollo.[2]

Al igual que en los adultos, la obesidad requiere para su diagnóstico diversas pruebas complementarias. Uno de los baremos más empleados es el conocido como índice de masa corporal o IMC.[3]​ También conocido como índice de Quetelet, este toma como referencia el peso y la estatura de la persona, valorando su proporcionalidad en función de la fórmula matemática: masa dividida por la estatura al cuadrado. Sin embargo, la ponderación de la cifra resultante varía en el caso infantil. Al contrario que en los adultos, el índice de masa corporal ha de trasladarse a una tabla de percentiles,[4]​ teniendo en cuenta dos criterios esenciales: la edad y el sexo del menor en cuestión. En función de la misma, se establece que los niños con un índice de masa corporal situado entre el 85 y el 95 en dicha escala padecen sobrepeso.

La obesidad es una enfermedad caracterizada por un cúmulo de grasa neutra en el tejido adiposo superior al 20 % del peso corporal de una persona en dependencia de la edad, la talla y el sexo debido a un balance energético positivo mantenido durante un tiempo prolongado.

La obesidad infantil puede ser provocada por una serie de factores, que a menudo actúan en combinación:

Los primeros cambios en ocurrir en los niños obesos son generalmente emocionales o psicológicos. De todas maneras, la obesidad infantil también puede conducir a síntomas más graves y que pueden amenazar la vida, tal como diabetes, presión alta, enfermedades gastrovasculares, problemas de sueño, cáncer y otras aflicciones. Algunos de estos también incluyen enfermedades del hígado, anorexia, infecciones en la piel, asma y otros problemas respiratorios. Estudios han mostrado que los niños con sobrepeso generalmente crecen y se convierten en adultos con sobrepeso. La obesidad durante la adolescencia ha sido relacionada con elevados índices de mortalidad durante la vida adulta relacionada con enfermedades como la diabetes tipo 2.[8]

Los niños obesos generalmente sufren burlas de sus compañeros. Algunos son perseguidos o discriminados por su propia familia. Los estereotipos abundan y pueden llevar a baja autoestima y depresión. Exposiciones de los padres de un niño en una etapa maternal puede más tarde impacto posibilidades del niño de ser obeso en el futuro cercano. Por ejemplo, el estudio muestra que si bajo o sobre alimentación durante el embarazo como una madre, que posiblemente puede causar el desarrollo de la obesidad más adelante en la vida del niño.[9]

La incidencia de diabetes del tipo 2 es mucho mayor entre niños latinos con sobrepeso que en el resto de la población infantil obesa, por cuestiones genéticas (muchos latinos tienen una predisposición a padecer diabetes y trastornos relacionados con el desarrollo de la diabetes, como la resistencia a la insulina). Un niño tiene síndrome metabólico cuando ha desarrollado tres o más de los siguientes problemas:

La publicidad de la OMS y otras formas de mercadotecnia de alimentos y bebidas dirigidas a los niños tienen un gran alcance y se centran principalmente en productos ricos en grasas, azúcar o sal. Muchos datos muestran que la publicidad televisiva influye en las preferencias alimenticias y las pautas de consumo de la población infantil. Además, para promocionar esos productos se recurre a una amplia gama de técnicas que consiguen llegar a los niños en las escuelas, las guarderías y los supermercados, a través de la televisión y de Internet, y en muchos otros entornos.

Se estima que hay unos 43 millones de menores de cinco años obesos o con sobrepeso. Para garantizar que los niños puedan crecer en un entorno saludable, la OMS publica sus recomendaciones en materia de promoción de alimentos y bebidas dirigida a los niños.

Conjunto de recomendaciones sobre la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a los niños.

I. Organización Mundial de la Salud. ISBN 978 92 4 350021 8 (Clasificación NLM: WS 130)

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés), informó que México es el país con más niños obesos en el mundo[cita requerida] y el Distrito Federal es la entidad con más sobrepeso del orbe. Actualmente hay más de 22 millones de niños con exceso de peso a nivel global y su incidencia está en aumento. En el año 2013 , la tasa de obesidad de México fue de 32.8 por ciento, rebasando el 31.8 de Estados Unidos. De acuerdo a la ONU, estos son los países con mayores problemas de sobrepeso, de acuerdo al porcentaje de obesidad de su población:

México es el principal consumidor mundial de refrescos y otras bebidas azucaradas, con un promedio de 184litros por persona al año y Los dulces, la comida chatarra, sedentarismo, falta de actividad física, antecedentes hereditarios, entre otras, son algunas de las causas que un niño presente sobrepeso u obesidad. según la Universidad de Yale y la organización no gubernamental Oxfam. En relación con la disponibilidad de alimentos saludables, el informe de la FAO explica que tanto las procesadoras de alimentos como los supermercados están creciendo rápidamente en muchos países en desarrollo. Estas tiendas modernas reemplazan a los medios tradicionales y aumentan la disponibilidad de alimentos procesados y empacados, lo cual puede contribuir a los problemas de obesidad y sobrepeso. La compra de alimentos procesados que frecuentemente son altos en azúcar, grasa y sal y que por obvias razones, muy pobres en nutrientes importantes, se realiza en México, con un 50% en los mercados tradicionales y el sobrante 50% en supermercados. La obesidad en México implica un grave problema de salud pública pero también presupuestario. En el libro Obesidad en México: recomendaciones para una política de Estado se calcula que para el año 2017 los problemas de obesidad costarán a México entre 70,000 y 101,000 millones de pesos (de 5.4 a 7.7 billones de dólares).

La [UNICEF] menciona que 1 de cada 3 adolescentes entre 12 y 19 años presentan sobre peso u obesidad en edad escolar existe un promedio de 26% en ambos sexos siendo que el 4.1 de millones de niños en edad escolar presentan obesidad o sobrepeso. (9)

En 2013 un artículo del Instituto Nacional de Salud Pública [INSP] menciona de la Encuesta de salud y nutrición de 2006 que: este incremento se ha agravado en niños en edad escolar, aumentando de 18.4 por ciento en 1999 a 26.2 por ciento en 2006, es decir, a razón de 1.1 porcentual por año. (10)

Las franquicias de comida rápida ofrecen alimentos con muchas calorías, pero sin nutrientes, que se convierten rápidamente en grasa y puden provocar problemas de salud, como diabetes infantil o afecciones cardíacas.

El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) aseguró que el cálculo de los requerimientos de energía durante el refrigerio de la escuela está basado en evidencia científica publicada, tanto para las calorías totales, como para los niveles de actividad física. Además, considera que el refrigerio escolar en México no es una comida principal, por lo cual hay que asignarle menos calorías que las que se calculan para una comida de dicha importancia. Las combinaciones de alimentos sugeridos en los Lineamientos están basadas en una Norma Mexicana ampliamente aplicada, conocida como el “plato del bien comer”.    

Es Importante considerar que sin antecedentes de obesidad en los padres, un niño obeso de entre 1 y 2 años de edad presenta 1.3% de probabilidad de ser obeso en la edad adulta, mientras que los niños identificados con obesidad entre los 15 y 17 años tienen una probabilidad de 17.5% de ser obesos al llegar a la edad adulta.[10]

El presidente Enrique Peña Nieto presentó  la Estrategia Nacional para la Prevención y el Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes, que pretende combatir los problemas que México enfrenta en materia de obesidad y sobrepeso. La iniciativa está integrada por tres pilares: salud pública, atención médica oportuna, y regulación sanitaria y política fiscal en favor de la salud.

Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México ocupa el segundo lugar en prevalencia de población adulta con obesidad entre los países miembros, y detalló que una persona con sobrepeso gasta 25%  más en servicios de salud, gana 18 por ciento menos que un individuo sano, y presenta mayor ausentismo laboral, lo cual representa un problema grave para la salud pública y para la economía nacional. Brian Smith, presidente de grupo Coca-Cola Company en América Latina, anunció que la compañía se unirá a los esfuerzos del gobierno para encontrar y participar en nuevas soluciones al problema del sobrepeso y la obesidad, así como para ayudar a difundirlas.

De igual forma que los padres siguen criterios concretos a la hora de escoger un colegio o un colchón para su hijo, deberían tener presentes ciertas recomendaciones para prevenir la obesidad. Aunque el papel de las administraciones es tan o más importante que el de los individuos (tal y como han confirmado en febrero de 2013 investigadores de la Universidad de Zaragoza), a continuación se citan una serie de consejos para que padres o cuidadores prevengan, en la medida de sus posibilidades, esta enfermedad.

Los pequeños cambios son poderosos, y sobre ellos inciden todas las entidades implicadas en la salud infantil desde hace varios años. La siguiente lista detalla los más relevantes. Se han adaptado a partir deconsideraciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Situación actual de España con respecto a la obesidad infantil.

Algunos estudios con los que cuenta el Ministerio consideran que el 6,2% de la población infantil y juvenil española no desayuna normalmente y que existe una relación clara entre este mal hábito alimenticio y la obesidad. El estudio EnKid, de 2001, nos comunica que el problema se manifiesta en mayor dimensión a partir de los 14 años y sucede en el 9,8% de los varones y en el 7,8% de las mujeres, siendo más frecuentes en familias con una economía baja. También debemos de tener en cuenta que el 59,5% de los niños dedica al desayuno menos de 10 minutos, lo que se asocia a una baja calidad nutricional. Además, la Encuesta Nacional de Salud manifiesta que sólo un 7,5% de los niños toman un desayuno equilibrado compuesto por leche, fruta o zumo e hidratos de carbono. En cambio, el 19,3% de esta población infantil y juvenil sólo toma un vaso de leche y el 56% sólo lo acompaña de algún hidrato de carbono. La obesidad y su gran aumento en las dos últimas décadas, han hecho que también se afiance en España el término de “obesidad epidémica”. Comparando a España con el resto de países de Europa, España se ubica en una situación intermedia en el porcentaje de adultos obesos. En cambio, en lo referido con la población infantil, España presenta una de las cifras más altas. El número de niños obesos en España ha aumentado preocupante en la última década, provocado por los hábitos alimentarios.

La prevención de la obesidad debe iniciarse desde el primer año de la vida, valorando el crecimiento en altura y peso del niño conjuntamente.[11]​ En los niños una correcta alimentación es imprescindible ya que se encuentran en una etapa de rápido crecimiento, el primer año triplican su peso y aumentan la mitad de su talla. En cada etapa de la infancia la comida va llevando una variación y también el número de colisiones y el horario, por eso es de suma importancia dedicar el tiempo con mucha responsabilidad para que los niños vayan teniendo desde pequeño una alimentación.

Durante el pre-escolar se debe de empezar a impartir clases sobre como ir teniendo una buena alimentación, se le debe de ir enseñando a los alumnos pequeños, el cómo prevenirla y las consecuencias que puedes llegar, si no se previene la obesidad.

Pero en realidad qué es lo que se le debe enseñar a los niños, es cuáles alimentos son buenos para la salud y plantearles más la educación del deporte, que en España, cada vez se pierde más, lo vemos desde el gobierno a la hora de no apoyar a los seleccionados de distintos deportes, es algo alarmante ya que se está perdiendo esa cultura. Entonces todo esto es lo que debe de ir aprendiendo el niño e irlo tomando conscientemente, sobre que es un tema real y del tiempo, y que cada día vivimos con más de estos problemas.

Esta etapa es muy importante para los niños ya que, en esta etapa los niños tienden a elegir cosas nuevas y en esto podría entrar, en empezar a escoger una buena alimentación y por consiguiente que está se cree un hábito.[12]

Basulto J. Diez consejos para prevenir la obesidad infantil. 15 de mayo de 2013. En línea: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/infancia_y_adolescencia/2013/05/15/216701.php

9. Obesidad infantil en México.13 de enero de 2016. En línea: http:/www.unicef.org/mexico/spanish/1747/htm/

10. Obesidad infantil en México.13 de enero de 2016. En línea: http:/www.insp.mx/noticias/nutrición-y-salud/1200-crece-sobrepeso-y-obesidad-infantil-en-mexico-11-al-año.htm/

http://www.msssi.gob.es/campannas/campanas06/obesidadInfant3.htm



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