Olvidarte jamás es una telenovela estadounidense producida por Venevisión International, basado en una historia escrita por Verónica Suárez y bajo la adaptación de ella misma con la colaboración de Omaira Rivero, el tema principal de la telenovela fue interpretado por el cantante y actor Pablo Montero.
Protagonizada por Sonya Smith, Gabriel Porras, Mariana Torres y Daniel Elbittar y con las participaciones antagónicas de Martha Julia, Héctor Soberón, Sebastián Ligarde, Karen Sentíes, Elizabeth Gutiérrez, Paulo César Quevedo y el primer actor Guillermo Murray.
En el pasado, nuestra protagonista se llamaba Luisa y era una humilde e ingenua campesina que trabajaba junto a su abuela en la hacienda La Florida, perteneciente a la poderosa familia Montero. Luisa fue ultrajada por Gonzalo Montero, el hijo de don Gregorio Montero, el despiadado dueño de la hacienda. La joven quedó embarazada a causa de la violación, y Gladis, la esposa de Gonzalo, la golpeó brutalmente para hacerle perder al bebé.
Don Gregorio expulsó a las dos mujeres de la hacienda; mientras Luisa acudía al médico, su abuela sufrió un accidente en la pequeña casita donde ambas vivían. Don Gregorio, creyendo que ambas ya se habían ido, mandó quemar la casita sin saber que la abuela estaba dentro. Al descubrir lo sucedido, el shock sufrido provocó que Luisa finalmente perdiera a su bebé. La joven se marchó rumbo a California donde fue acogida por un bondadoso hacendado que sufre una enfermedad terminal. A su muerte, el hacendado le deja todos sus bienes a Luisa, que se cambia el nombre por Victoria, adopta una bebita y la cría como su propia hija.
Los años pasan, y Victoria vuelve al pueblo con su hija, Carolina, y convertida en una mujer sofisticada, rica y poderosa con un único objetivo en mente: vengarse de todos los que le hicieron tanto daño. El primer paso para es conseguir trabajo en La Florida tras hacer creer a su hija que se han arruinado. Carolina no se explica en qué momento quedaron en la ruina, pero su madre no le da más explicaciones y ella acata lo que su madre le dice sin hacer preguntas.
Sin embargo, las ansias de venganza de Victoria encuentran un gran obstáculo en Diego Ibarra, un hacendado vecino de los Montero recién salido de la cárcel por un crimen que no cometió. Victoria y Diego se sienten atraídos el uno por el otro desde el primer momento, aunque ella intenta evitar que el amor se interponga en sus planes de venganza.
Carolina se enamora de Alejandro, el hijo de Gonzalo, pero este ya está comprometido con Isabella, una chica voluble pero ambiciosa que no lo ama, pero desea casarse con él solo porque Alejandro es el heredero de Don Gregorio. Sin embargo, Alejandro tiene muy claro que su amor es Carolina, por eso trata de terminar su relación con Isabella. No obstante, esta se confabula con su amante, Patricio, para hacerle creer a Alejandro que Carolina le engaña con él.
Mientras tanto, el amor de Victoria y Diego crece cada día, pero Lucrecia, una de las hijas de don Gregorio, se encapricha con él de tal forma que lo enreda con un embarazo falso y amenazas de que si la deja se mata. Diego se ve obligado a casarse con Lucrecia solo para vivir un matrimonio infernal.
Toda la familia Montero espera a que don Gregorio muera para quedarse con su fortuna, pero él les juega una mala pasada, pues se descubre que Carolina es su nieta, ya que aparte de sus tres hijas (Lucrecia, Constanza y Florencia), tuvo otra hija más fuera del matrimonio, y para evitar las represalias de su padre decidió salvar a la niña recién nacida entregándosela nada más ni nada menos que a la propia Victoria. Dando todo esto por sentado y con los remordimientos que lo carcomen, Gregorio cambia su testamento y le deja todo a Carolina justo antes de que Gladis lo asesine.
Cuando se lee el testamento, los Montero estallan en cólera y le declaran la guerra a la joven, que no tiene ni idea de cómo administrar tantos bienes y tiene que cuidarse de los enemigos que involuntariamente se ha ganado. Alejandro se pone de su parte para ayudarla y de paso también termina ganándose la enemistad de todos los demás, que empiezan a maquinar planes para eliminar a Carolina y anular el testamento.
Sin embargo, a raíz de la muerte del patriarca, se empieza a ir desvelando la maldad de cada uno de los miembros de la familia, se descubre una hermana llamada Verónica y de igual manera se van dando finalmente las oportunidades para que tanto Victoria y Diego como Carolina y Alejandro logren estar juntos sin obstáculos de por medio.
Una característica de esta novela es que no existe un villano definido en toda la trama, sino que en determinados momentos, alguien juega el papel de villano y en otras, este rol le corresponde a alguien más, dependiendo de la situación vivida y de los personajes involucrados.
A continuación una breve descripción de los personajes de Olvidarte jamás.
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