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Orozco



La anteiglesia de Orozco (en euskera y oficialmente Orozko) es un municipio de Vizcaya (País Vasco, España).

Es el segundo término municipal en extensión de la provincia. Cuenta con 2200 habitantes distribuidos en más de 100 barrios, de entre los cuales, el más importante es Zubiaur. El actual municipio vizcaíno de Orozco (hay otros lugares con este mismo nombre en Briones, La Rioja; en el municipio de Reinosa y estado de Tamaulipas, en el municipio de Guerrero y estado de Chihuahua, y en el municipio de Coalcomán y estado de Michoacán, los tres en México; en la comuna de Casablanca, cerca de Valparaiso, Chile; finalmente, en el municipio de Cabañas, provincia de Pinar del Río, Cuba; las personas que lo tienen por apellido son millares en todo el mundo, sobre todo en México), está situado en el extremo suroeste de Vizcaya, en su límite con la provincia de Araba-Alava, rodeado por los municipios vizcaínos de Arrankudiaga, Arakaldo, Artea (Castillo-Elejabeiti), Zeberio, Areatza-Villaro y Zeanuri y los alaveses de Zuia-Zuya, Amurrio, Aiara-Ayala y Laudio-Llodio.

Su término municipal, de 102 ha. (el 2º de Vizcaya, por la superficie), está formado por 11 valles y sub-valles firmemente encuadrados por las siguientes sierras y cumbres: Monte Gorbea al E y al S, Jesuri al W. y la sierra Untzeta-Aizebelabe al N. Está recorrido por los ríos Altube, Arnauri, con sus afluentes, y Senagorta, que desembocan en el Nervión y, con él, al Cantábrico, y el Pedrobaso, que afluye al Baias y, consecuentemente, al Ebro y el Mediterráneo. Está cruzado, además de por la autopista A-68 (salidas 3ª y 4ª), por las carreteras 2522, comúnmente denominada de Bilbao a Gasteiz-Vitoria, y 3513, de Artea (Castillo-Elejabeiti) a Orozco.

El macizo del Monte Gorbea da carácter al municipio; dada su situación y altitud (1475 m. sobre el Cantábrico), actúa como una gran barrera que detiene los vientos húmedos provenientes del golfo de Vizcaya, con gran diferencia entre la vertiente norte, más húmeda, y la sur, más seca y soleada. Su vegetación está basada en bosques de frondosas: hayas, robles, marojos, encinales, quejigales y, recientemente, coníferas; las praderas de diente y siega también son muy importantes. En el conjunto del Gorbea, el macizo de Itxina, todo él situado en el término municipal de Orozco, tiene personalidad propia; es un impresionante e inhóspito paisaje calizo con multitud de hoyas, cuevas y simas: una de las zonas más bellas, salvajes y singulares del País Vasco; la principal cueva es la llamada "Supelegor", que ha dado origen a múltiples leyendas, entre las que sobresalen las relativas a la residencia temporal de "Mari", la "señora de Amboto", con su corte de gentiles, lamias, espíritus en forma de pájaros y consultas.

Orozco es también un apellido de origen vasco, que desciende de los antiguos Señores de Vizcaya. Es un apellido común a otras zonas de España y a algunos países de Latinoamérica donde se asentaron los inmigrantes españoles. Por ejemplo en Colombia, es usual en Antioquia y en los departamentos del Eje cafetero: Caldas, Quindío y Risaralda.

Orozco se sitúa en una zona que se habitó desde el Neolítico, dejando residuos en dólmenes, túmulos, asentamientos al aire libre y en cuevas. Desde ese fondo histórico, la población de Orozco ha estado siempre vinculada al macizo del Gorbea, básicamente como lugar de pastoreo para sus rebaños, con poblaciones inicialmente altas (Urigoiti, Zaloa, Gallartu, Albizua, Arrugaeta, Zendegi, Manzarraga, Orrotegi, Arbaiza, Urrejola, Pagazaurtundua, Aiasaza, etc.), posteriormente como aprovechamiento energético (elaboración de carbón vegetal y utilización de la fuerza hidráulica en las ferrerías desde el siglo XIII) y del hielo (las neveras de Zaratate/Neberabarri, Arraba-Ubegi/Neberabaltz, Itxingoti/Neberaondo, Atxulo/Neberazar y Aginenbekoa-Arrabatxu, todas ellas en Itxina, la de Uzategieta y, finalmente, la de Solobarri, en Adaro, aunque ésta es de otro tipo, surtían de hielo a todo Bizkaia, desde el siglo XVII al XX) y, en la actualidad, en los cultivos e industria forestales. La presencia física del macizo de Itxina parece haber dado origen al nombre mismo de Orozco, que apunta a aquel peñasco, aunque designe al conjunto de valles de todo el municipio.

La primera ordenación del territorio fue realizada a finales del siglo XII, por la creación de numerosas iglesias parroquiales, nada menos que 6: San Bartolomé de Olarte, San Román (re-denominada a finales del siglo XV como San Juan de Dúluman, este último topónimo, posiblemente, deformación del medieval "Done Roman"), San Lorenzo de Urigoiti, San Martín de Albizu-Elexaga, San Pedro de Murueta y Santa María de Zaloa (suprimida, como tal parroquia, en 1882), cuyos templos están situados todos ellos al menos a 30 metros de desnivel sobre el río más próximo y en las laderas más soleadas del valle, lo que indica que la población entonces se situaba en las zonas de pastoreo y de cultivos anteriores a la llegada de las ferrerías hidráulicas y de las plantas americanas. Estos templos han sufrido importantes transformaciones desde el siglo XVI, pero algunos de ellos aún conservan elementos del período románico, como San Bartolomé y San Lorenzo. La importancia demográfica de las parroquias también ha evolucionado mucho, trasladándose desde los antiguos poblados pastoriles situados al E. del valle, Urigoiti, Zaloa, etc., a la zona central y W., con mejores posibilidades agrícolas e industriales.

Tras el levantamiento del conde de Salvatierra en 1520, durante la Guerra de las Comunidades, Orozco se situó en el bando comunero,[1]​ venciendo el ejército realista la resistencia de Orozco y de otras localidades comuneras vascas tras la derrota del ejército del conde de Salvatierra, Pedro López de Ayala, en la batalla de Miñano Mayor el 19 de abril de 1521.

Orozco dio nombre al arciprestazgo en el que se integraba y al que pertenecían, además de sus parroquias, las de Laudio/Llodio, Okondo/Oquendo, Arrankudiaga, Arakaldo y Gordexola/Gordejuela. Junto a estos templos, existen en el valle 11 ermitas, algunas de ellas, las de barriada (San Sebasti de Egurriartu, Santiago de Katadio, Santa María de Goikiria y San Miguel de Mugarraga), provenientes del fondo de los tiempos; otras (Santa Cruz de Uribiarte, Andra María, San Roque de Ibarra y San Isidro de Mantzarbeiti), más modernas; Santa Marina de Agirre y Santa Catalina de Jauregia, San Miguel de Murueta sin posible datación. Otras 6 ermitas (San Antón de Zubiaur, San Fausto de Okeluri, Santa María Magdalena de Torrelanda, San Francisco de Asís de Torrezar, San Pablo de Urigoiti y San Ilarion de Sasia) han desaparecido en épocas más o menos recientes.

Desde 1573, cuenta también con el beaterio “Jesús María”, en Ibarra, bajo la orden de la Merced; acogió a beatas que estaban dispersas (Sologuti, Ibarra, etc.), de las que hay indicios ya en el siglo XV; en 1578, el general de la orden las traslada al convento de Abando (Bilbao), pero regresan y, en 1652, deciden entrar en clausura y, aunque 15 días más tarde se les incendia la casa, pronto la reconstruyen; los siglos XVII y XVIII son de claro progreso en vocaciones y, en 1783, edifican la actual iglesia; el siglo XIX es muy difícil, por los cambios político-sociales, de forma que, hacia 1850, están a punto de extinguirse, pero la segunda mitad del siglo vuelve a ser espléndida en vocaciones, construyen el actual tercer piso de la casa y abren un colegio; en 1963, transforman el colegio en una residencia-escuela para discapacitadas síquicas y, en 1980, participan en la creación de un nuevo instituto, sin clausura: “Religiosas de la orden de Nuestra Señora de la Merced”.

En la actualidad, el poblamiento es disperso, el propio de la zona N. y húmeda del País Vasco y de toda la cornisa cantábrica, pero cuenta también con varios núcleos de agrupamiento; el principal, sin duda, es el de ZUBIAUR, "capital" del municipio, porque en él se encuentra la casa consistorial, construida en 1750; el desarrollo de este núcleo se debe a su posición estratégica en la confluencia de los dos valles más importantes del municipio y de todos los caminos, donde, desde la Baja Edad Media, se fueron asentando los diferentes servicios; con menos importancia se sitúan los núcleos de IBARRA (que comenzó a crecer con la instalación próxima de ferrerías desde el siglo XIV y del convento, en el siglo XVI), ZALOA, URIGOITI, JAUREGIA, GALLARTU, MURUETA, etc.

La población de Orozco ha evolucionado al unísono de la europea: crece en el siglo XVI, al final de este siglo padece grandes epidemias, decrece durante todo el siglo XVII e incluso en las primeras décadas del XVIII y mantiene un crecimiento ininterrumpido desde entonces hasta nuestros días. No obstante, la destrucción de la industria ferrona en el siglo XIX y el traslado de la industria a otras zonas de Bizkaia hace que, a partir de 1910, la población de Orozco decrezca paulatinamente hasta los 2000 habitantes que cuenta en la actualidad, que además están cada vez más concentrados en el poblado central de Zubiaur, con el despoblamiento de las casas dispersas y abandono de la agricultura tradicional.

La antes mencionada industria ferrona, que forzó la primera roturación del fondo de los valles y la más importante modificación del territorio, con la primera red de caminos, puentes, presas y torres y que llegó a tener 19 instalaciones (Anuntzibai, Aranguren, Aranluze, Arkotxa, Ibarra, Jauregia, Legorburu, Oketa, Olabarria, Olatxu, Orozco, Oxinluzea-Uxuluxu, Torrezar, Torrelanda, Unibaso, Uribiarte, Ugalde, Usabel y Zubiaur), nos ha dejado los edificios singulares de: - ANUNTZIBAI, a la entrada del valle, por Areta; aunque la antigua torre desapareció, perduran las ruinas de la ferrería y el molino, el "palacio" de reciente construcción y, sobre todo, el puente de los leones, construido en 1741, en sustitución de otro existente desde, al menos, el siglo XV. - ARANGUREN, en el poblado de su nombre, en el camino de Zubiaur a Ibarra; mantiene la torre construida en torno al año 1500, que en su género, es uno de los mejores y más bellos ejemplares de Bizkaia. - JAUREGIA, también en el camino de Zubiaur a Ibarra; tiene un palacio o antigua torre de vigía de la que se desconoce su exacta fecha de construcción. - OLABARRIA, construido en las primeras décadas del XVI, que conserva la antigua ferrería convertida en molino. - TORRELANDA, cerca de Zubiaur; construida en el siglo XV, tiene unos 15 metros de altura a pesar de que fuera desmochada hace muchos años; conserva las ruinas de la antigua ferrería. - UGARTE, en el camino de Ibarra a Urigoiti; palacio construido en 1709, pero sobre una torre anterior, junto a la que se conserva la "antépara" de Ugalde.

Estas construcciones son testigos de la presencia en el valle de una oligarquía ferrona muy amplia y poderosa, que convivía con una clase, por supuesto mucho más amplia, de pecheros-urcioneros.

Junto a estas construcciones especiales, podemos resaltar algunos caseríos, correspondientes al siglo XVI (Muguru, en Beraza, y Albizua), XVII (Munekogoiko, en Urigoiti, Larragoiko, Ugaldegoiko, Orbe y Zuazo/Zugutzu, en Beraza) y XVIII (Oxinluzea/Uxuluxu en Jauregia, Odeiaga, Artengoa en Orrotegi y Arandi en Urigoiti), y también otros edificios situados en Zubiaur, como el que dio origen al nombre del lugar, del que queda un vano conopial de borde sogueado, probablemente del siglo XVI, el palacio Bengoetxe goikoa (hoy de los Muñoz) del XVII, la Casa Consistorial, de 1750, el palacio de Legorburu, hoy museo etnográfico, del XVIII, las antiguas escuela y alhóndiga y las casas Bakiotegi (hoy de los Valencia), Presako, Elgarte (hoy de los Torre Gil) y otras más, del XIX.

Las actividades más importantes, hoy en día, son la ganadera y la forestal: la ganadería vacuna se practica en régimen intensivo, estabulado; la ganadería ovina incrementa su número de cabezas, aunque disminuye el número de pastores y aumenta el tamaño de los rebaños.

La actividad forestal ha incrementado enormemente la superficie plantada de coníferas, principalmente el pino insignis (Pinus Radiata), aunque Orozco sigue siendo el municipio de la comarca que tiene mayores masas de frondosas, principalmente hayas.

La industria tiene cierta presencia en el valle, principalmente en su zona norte, Bengoetxea, pero la mayor parte de los trabajadores acuden a los municipios colindantes de Laudio-Llodio y Amurrio. Orozco forma parte de Vizcaya, a todos los efectos, solo desde 1785; hasta ese momento, se encontraba bajo la jurisdicción de los Ayala, que la habían adquirido por donación real en el siglo XIV, aunque regía el fuero de Vizcaya y la sentencia arbitral de 1464 y estaba incluido en la Hermandad vizcaína, desde la formación de ésta; una pequeña parte de las casas de Orozco formaron parte, durante la primera mitad del siglo XVI, de la hermandad alavesa; intentó sacudirse la jurisdicción de los Ayala desde el siglo XVI, desde el posicionamiento de Pedro de Ayala con los comuneros, pero no lo consiguió hasta que las ideas de la ilustración transformaron la sensibilidad de la corona.

Es zona actualmente limítrofe de habla vasca, en el dialecto vizcaíno occidental, en el que entran, junto a Orozco, Arrigorriaga, Arratia, Durango, Otxandiano, Gernika, Bermeo, Plentzia, etc.

Y es muy rica en leyendas mitológicas, procedentes de la edad media, que expresan en lenguaje casi ininteligible para nosotros, el enfrentamiento universal a la muerte y la supervivencia por el trabajo, el más allá y su relación con el más acá, la explicación y superación de lo inexplicable y lo desconocido; algunas de estas leyendas son: Un gentil aprisiona a un pastor de Orozco. La Señora de Anboto indica, en Supelegor, cómo echar a andar la rueda de la ferrería de Olarte. Condenados que se aparecen en forma de luces en Gallartu. Una muchacha que se peinaba constantemente, a causa de la maldición de su madre, se ve obligada a vivir en las cuevas de Anboto y Gorbea. Un gentil enriquece a un pastor de Arkotxa, Urigoiti, en Supelegor. El cura de Olarte lanza su zapato para salvar al sacristán y el zapato aparece en Austingarbin. Al salir de Supelegor, un sacerdote es arrastrado por el viento. El cura de Santa Marina. Los “familiares” no le dejan morir a una solterona de Olarte. Los ferrones y el demonio. La piedra roja o piedra pelada (Harri gorri). La piel de buey y la cueva de los ladrones (Lapur zulo). Las lamias maldicen al ladrón de Urigoiti. La Dama de Anboto seduce y apresa a un pastor de Usabel. Los gentiles raptan a una joven en Olabarriandikoa. Una mujer de Maiortu, partera de los gentiles. Unos hombres de Arrugaeta ven pasar a la Dama de Anboto a Gorbea. Las lamias de Leziaga hacen desaparecer a una muchacha de Usi. Los gentiles juegan a los bolos entre Untzeta y Santa Marina. Las lamias bajan por la chimenea de Anguru. En Olarte, una neblina anuncia la llegada del cristianismo. El ladrón de Atxulaur. El cura de Azpuru se olvida el breviario en Supelegor y los buitres no entran hasta que su criado lo saca. Un pastor que coloca cruces en Supelegor es atacado por buitres. Las brujas llevan al cura de Azpuru y a su criada a los toros, a Madrid. Los lobos devoran a una joven en Aranekoharri. El cura de Azpuru tiene domesticadas las lamias de “Jentilzulo”, en Anguru. Las lamias asustan a las ovejas en Supelegor y dejan sus huellas repetidamente.



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