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Pastafarismo



El pastafarismo (neologismo derivado de «pasta» y «rastafarismo») o religión del Monstruo de Espagueti Volador (MEV o FSM en inglés) es un movimiento social, reconocido como religión oficial por algunos países[4][5]​ y rechazada como tal por otros, quienes la consideran una religión paródica.[6][7]​ Surgió como una protesta social en Estados Unidos para denunciar y oponerse a la difusión en las escuelas de la hipótesis del diseño inteligente, impulsada por sectores políticos y religiosos conservadores durante los mandatos del presidente George W. Bush, y a las corrientes de opinión que pretendían su equiparación con teorías aceptadas por la comunidad científica como la de la evolución biológica.

Los principios del pastafarismo fueron redactados por Bobby Henderson, licenciado en física de la Universidad Estatal de Oregón, para protestar contra la decisión tomada por Kansas State Board of Education (Consejo de Educación del Estado de Kansas) adoptada a finales de 2005 de permitir la enseñanza del diseño inteligente en las escuelas públicas como alternativa de la teoría de la evolución.[8]​ Esta decisión fue finalmente revocada en agosto de 2006.[9]​ Al igual que el movimiento a favor del diseño inteligente, el ideario de Henderson emplea referencias ambiguas a un denominado diseñador inteligente no especificado, con el fin de evitar los mandatos judiciales que prohíben la enseñanza de la religión y el creacionismo en las clases de ciencia de los centros educativos públicos estadounidenses.

Henderson remitió una carta abierta al Consejo, en la que expresaba su fe en una deidad creadora sobrenatural, semejante a una enorme bola de espagueti con albóndigas.[10]​ En consecuencia, solicitaba que la teoría de diseño inteligente defendida por el pastafarismo fuera también enseñada en las clases de ciencias.[11]

El movimiento alcanzó cierta popularidad gracias a su difusión por los medios de comunicación. Grupos de ateos y agnósticos, denominados «espagnósticos» por los pastafaris, consideran el argumento del Monstruo de Espagueti Volador como una versión adaptada de las teorías de la tetera de Russell[12]​ o la del unicornio rosa invisible.

En los Estados Unidos, donde existe separación entre Iglesia y Estado, está prohibido enseñar en las escuelas públicas la creencia teocéntrica del origen del universo tal como se predica en la Biblia.[13]

Sin embargo, en 1999, muchos grupos de presión fundamentalistas cristianos empezaron a argumentar que el evolucionismo debía ser considerado como una forma más de religión,[14]​ por lo que para compensar debía enseñarse también el creacionismo en los colegios públicos, como punto de vista alternativo. Al mismo tiempo, empezaron a abandonar el uso de la expresión creacionismo a favor del término «diseño inteligente», en un intento de darle más legitimidad científica a la creación divina pretendiendo equiparar su validez a la de las pruebas de la evolución, sin aludir a ninguna religión en concreto.

En 2004 el Consejo de Educación del Estado de Kansas, un organismo cuyos miembros son elegidos por votación popular y que decide las políticas educacionales de aquel estado, ordenó a las escuelas estatales que en las clases de biología dedicaran la misma cantidad de horas lectivas al diseño inteligente y la teoría de la evolución darwiniana, ya que según su parecer ambas tenían la misma validez científica.

En junio de 2005, Bobby Henderson mandó una carta abierta[10]​ en la que protestaba por la norma que obligaba a impartir en clase el diseño inteligente y la evolución biológica en igualdad de condiciones, considerando que el primero era tan solo una manera encubierta de enseñar el creacionismo en la clase de biología sin mencionar de manera explícita la palabra «Dios». De esta manera, al no mencionarse a una deidad concreta, se respetaba la letra y se burlaba el espíritu de la ley que prohíbe la enseñanza de cualquier religión en los colegios públicos en Estados Unidos. Afirmando hablar tanto en su nombre como en el de otros diez millones de ciudadanos preocupados, pidió formalmente que su sarcástica reducción al absurdo, denominada «pastafarismo», recibiera el mismo trato, y que se enseñara su versión del diseño inteligente y no solo la incluida hasta entonces, para que se enseñara también como alternativa a la teoría de la evolución. Así expuso su teoría de que el universo fue creado por una especie de bola gigante de espagueti con albóndigas voladora, a la que llamó Monstruo de Espagueti Volador (Flying Spaghetti Monster), exigiendo que se le dedicara el mismo tiempo lectivo a la enseñanza de las tres teorías:

Avisó de que, de no ser así, «se verían forzados a proceder con acciones legales». Poco después, su sarcástica carta recibió respuestas[15]​ de dos simpatizantes de su postura, miembros del Consejo. A mediados de agosto recibió una tercera respuesta. Sin embargo, el Consejo como tal solo respondió después de que Henderson publicara la carta en su web,[10]​ con lo que atrajo una gran cantidad de atención del público.[16]​ Henderson fue publicando sucesivamente las respuestas recibidas por los distintos miembros del Consejo.[15]

En los dos meses siguientes, a medida que el enfrentamiento entre Henderson y el Consejo fue ganando notoriedad, el tráfico en el sitio web del Monstruo de Espagueti Volador creció de manera constante. La popularidad del sitio se desató en agosto, cuando el Monstruo del Espagueti Volador apareció en varios blogs y sitios de noticias y humor de internet (como Boing Boing, Something Awful, Uncyclopedia y Fark.com), atraídos por el tono sarcástico del argumento de Henderson. Pronto le siguieron artículos en los principales medios de comunicación.[17][18][19][20]​ Y así el Monstruo de Espagueti Volador se convirtió en un símbolo de la lucha contra la enseñanza del diseño inteligente en los colegios públicos.

El mismo Henderson se mostró muy sorprendido por el éxito de su argumento, declarando: «Escribí la carta principalmente para divertirme».[2]

En otra entrevista, Henderson declaró: «No tengo problemas con la religión. Con lo que tengo problemas es con la religión que pretende hacerse pasar por ciencia. Si existiera un Dios y fuera inteligente, creo que tendría mucho sentido del humor».[21][22]

En agosto de 2005, en respuesta al reto de una lectora, BoingBoing.net anunció una competición con un premio de 250.000 dólares estadounidenses, posteriormente ampliado a un millón de dólares, para cualquiera que pudiera presentar pruebas empíricas que demostraran que Jesucristo no es el hijo del Monstruo de Espagueti Volador.[23]​ El reto era una réplica a uno equivalente, hecho por el creacionista de la Tierra Joven Kent Hovind, en el que este ofrecía un premio de 250.000 dólares a cualquiera que pudiera demostrar que la evolución es la «única manera» por la que surgieron el universo y la vida.

En noviembre de 2005 el Consejo de Educación del Estado de Kansas votó a favor de que pudieran incluirse preguntas acerca de las críticas a la evolución biológica en las pruebas de aptitud del estado, incluyendo algunas acerca del diseño inteligente.[8]​ En febrero de 2007 el Consejo votó para que se volvieran a excluir ese tipo de preguntas, siendo la quinta vez en ocho años que se modificaron los estándares de calificación estatales referentes a la evolución.[24]

En noviembre de 2007 tuvieron lugar tres conferencias sobre el Monstruo de Espagueti Volador en la reunión anual de la Academia Estadounidense de Religión, celebrada en San Diego (California). Las charlas incluyeron títulos como «Sagrada Pasta y Auténtica Salsa: las enredadas implicaciones del Monstruo del Espagueti Volador para teorizar sobre la religión».[25]​ A pesar de que su inclusión en el programa sin duda generó muchas risas, produjo un debate serio sobre la esencia de la religión, explorando cuestiones como: ¿requiere la religión una auténtica creencia teológica, o simplemente un conjunto de rituales y una comunidad que se une como forma de representar sus alianzas culturales? O dicho de otro modo, ¿es una antirreligión como el espaguetimonsterismo realmente una religión?[26]

En diciembre de 2007 el diario The Ledger informó de que varios miembros de la web de la Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador habían mandado correos electrónicos a los miembros del consejo de educación de Polk County (Florida) sobre el tema del diseño inteligente.[27]

En esta web, Henderson ha afirmado que «más de 10 millones de personas han sido tocadas por su apéndice tallarinesco».[3]​ También han surgido otras páginas web de fanes[28]​ con el objetivo declarado de promover el «espaguetimonsterismo».

El dios de esta religión es el Monstruo de Espagueti Volador (MEV) o MonEsVol en españolFlying Spaghetti Monster (FSM) en inglés―. Sus seguidores se llaman a sí mismos «pastafaris» (aludiendo a los rastafaris), y humorísticamente proclaman haber sido «tocados por su apéndice tallarinesco», predicando la palabra de su «Señor Tallarinesco» como la religión verdadera.[cita requerida]

Henderson propuso muchos de los principios básicos del pastafarismo entre los argumentos contra los fundamentos del diseño inteligente de su primera carta abierta.[30]​ Estas «creencias canónicas» expuestas en la primera carta al Consejo de Educación de Kansas fueron publicadas y desarrolladas en su página web oficial[10]​ y en El evangelio del Monstruo del Espagueti Volador, donde Henderson es descrito como profeta.[31]​ De acuerdo con Dan Vergano, de USA Today, la mayoría de estas creencias se eligieron expresamente con la intención de satirizar los argumentos usados por los defensores del diseño inteligente:[2]

Ejemplo:

La relación inversa entre el número de piratas en el mundo y los efectos del calentamiento global fue uno de los argumentos usados por Bobby Henderson en su carta original al Consejo Escolar de Kansas.

En un gráfico con los valores del eje de las X desordenados intencionadamente, exponía cómo había una perfecta correlación entre el aumento de temperaturas del planeta y la disminución de piratas desde el año 1820,[35]​ burlándose así de la falacia lógica de que la correlación implica causa, esgrimida por algunos grupos religiosos cuando afirman que las catástrofes y guerras del mundo van en aumento como consecuencia de la disminución de los valores religiosos a nivel mundial. Además, indicaba que su teoría debía ser impartida por los enseñantes totalmente disfrazados de pirata, y que lo contrario sería una falta de respeto a sus creencias.

A partir de entonces, los piratas se incluyeron humorísticamente de forma recurrente en el sistema de creencias pastafari. Según este, los piratas son «seres absolutamente divinos».[10]​ Su imagen de ladrones y forajidos es fruto de la desinformación extendida por los teólogos cristianos en la Edad Media y por los «hare krishnas». El pastafarismo dice que en realidad son «exploradores amantes de la paz y diseminadores de la buena voluntad» que distribuyen caramelos entre los niños pequeños, e indican que los piratas modernos no tienen nada que ver con «los bucaneros buscadores históricos de diversión».

Además, creen que los piratas fantasma son los responsables de todas las desapariciones misteriosas del Triángulo de las Bermudas.

Los pastafaris celebran el Día Internacional de Hablar como los Piratas el 19 de septiembre.

En 2008 Henderson interpretó el incremento de actividades relacionadas con la piratería en el golfo de Adén como una prueba adicional de su teoría, señalando que Somalia tiene «el mayor número de piratas y las menores emisiones de carbono del mundo».[36]

La notoriedad que adquirió con la publicación de la primera carta atrajo a editores instando a Henderson a escribir un libro sobre el Monstruo del Espagueti Volador. En diciembre de 2005 Henderson recibió un anticipo de 80.000 dólares de la editorial Villard para escribir El Evangelio del Monstruo de Espagueti Volador.[37]​ El autor declaró que pensaba emplear los beneficios para construir un barco pirata con el que expandir la palabra de la religión pastafari.[38]​ El libro se publicó el 28 de marzo de 2006.[39]

El Evangelio del Monstruo de Espagueti Volador presenta los principios del pastafarismo, desarrollando las «creencias» expuestas en la carta abierta.[2][40]​ Se incluye un mito sobre la creación, una guía propagandística para evangelizar, algunas «pruebas» pseudocientíficas y varias bromas con palabras con la pasta.[2]​ Henderson emplea la ironía para presentar los supuestos fallos que desvela la evolución, además de algunos dibujos burdos y varias fotografías manipuladas, y discute la historia y el estilo de vida según el punto de vista pastafari.[40]​ El libro también proporciona una guía de días sagrados pastafaris[41]​ y un código de conducta, plasmado en los mandamientos «Realmente preferiría que no».

El Evangelio reta a los lectores a probar el pastafarismo durante treinta días, afirmando que «si no te gustamos, tu vieja religión seguramente te admitirá de nuevo». Henderson afirma en su web que se han vendido más de 100.000 copias.

Según Brian D. Rabern, profesor del departamento de filosofía de la Universidad de California en Santa Bárbara, se pueden presentar varios argumentos ontológicos y cosmológicos acerca de la existencia del Monstruo de Espagueti Volador, al igual que se ha hecho con los dioses de las religiones mayoritarias:[42]

Imitando el estilo de la teología kalam:

Parafraseando las premisas ontológicas de Anselmo de Canterbury:

Los activistas pastafaris buscan el reconocimiento del pastafarismo como religión, así como de sus ritos y costumbres, en nombre de la libertad de credo.

Tanto en Austria como en la República Checa existen casos de ciudadanos que lograron obtener documentos oficiales, tales como el permiso de conducir o el carné de identidad, con fotografías en las que se mostraban con un colador de pasta en la cabeza. Ambos países permiten llevar la cabeza cubierta por motivos religiosos e identifican el colador como una prenda religiosa pastafari. En el caso austriaco, al solicitante se le exigió contar con la autorización de un médico para que se lo declarara «psicológicamente apto para conducir».[43]

En Polonia, una resolución de 2013 impidió que el pastafarismo fuera reconocido como religión. Una nueva resolución del 10 de abril de 2014 dictaminó como injusta la decisión anterior por no haber concedido un plazo de dos meses a la Iglesia del Monstruo de Espagueti Volador para presentar la documentación necesaria.[44]​ En octubre del mismo año, el Ministerio de Administración y Digitalización sostuvo que «una organización no puede ser reconocida como comunidad religiosa si no tiene ningún rito de adoración de lo sagrado» y, por tanto, que el pastafarismo no es una religión legítima, sino una parodia.[6]

En enero de 2016 la Cámara de Comercio holandesa ha reconocido de forma oficial la religión del Monstruo de Espagueti Volador, también conocido como pastafarismo.[45]

Llevado a una corte en Estados Unidos un caso sobre derechos de culto asociados al pastafarismo en abril de 2016, un juez federal sentenció que se trata de una parodia no amparada por leyes relativas a la libertad de credo.[7]

Nueva Zelanda ha sido el primer país del mundo donde se ha realizado la primera boda pastafari de forma oficial.[46]

En Chile, el 10 de agosto de 2016, el servicio de registro civil e identificaciones no permitió que un seguidor del pastafarismo apareciera en la fotografía de su cédula de identidad con un colador de pasta en la cabeza (uno de los símbolos de esta religión), lo cual fue llevado a la corte de apelaciones de Chile, interponiendo un recurso de protección el cual fue denegado.[47]

El 5 de mayo de 2010 un grupo de pastafaris españoles fundaron la Iglesia Pastafari Española, e intentaron realizar su inscripción en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia (España),[48]​ siendo esta rechazada en resolución con fecha de 10 de septiembre de 2010, al ser considerada en esta una ausencia de indicios probatorios de fe.[49]

Tras el primer intento de legalización, el 17 de abril de 2014 la Iglesia Pastafari Española puso en marcha una campaña de micromecenazgo con el fin de recaudar fondos con los que sufragar los gastos de un segundo intento de registro.[50][51]​ La nueva documentación, con los nuevos estatutos, fue presentada el 28 de abril de 2016, siendo nuevamente rechazada la inscripción, mediante resolución denegatoria con fecha de 7 de julio de 2016. En esta ocasión, la resolución consideró que los motivos fundacionales de la Iglesia Pastafari respondían a causas no relacionadas con la fe, considerándola un movimiento paródico y humorístico.[52]
Como consecuencia de esta nueva resolución denegatoria, la Iglesia Pastafari Española realizó un nuevo micromecenazgo, con la finalidad de recaudar fondos con los que afrontar los gastos de un recurso ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, con resultado exitoso.[53]

Apareció el Monstruo de Espagueti Volador de fondo en unos cuantos episodios de The IT Crowd.



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